Presentación
Esta es una edición muy especial del Anuario de Historia Regional y de las Fronteras. Lo es por varias razones: en primer lugar, porque gracias al esfuerzo hecho a lo largo de 17 años, por tantas personas, entre editores, colaboradores y evaluadores, nuestra revista alcanza un nuevo reconocimiento: su clasificación en la categoría "B" en el Índice Nacional de Publicaciones Seriadas Científicas y Tecnológicas Colombianas - PUBLINDEX- Colciencias. Esto nos compromete a redoblar esfuerzos para mantenernos como una de las principales revistas de historia en el país, mejorando cada día su dinámica, sus procesos internos y su nivel académico.
En segundo lugar, en la perspectiva mencionada, el Comité Editorial ha decidido que a partir de este número, el Anuario se publicará dos veces al año, dando a investigadores y especialistas en historia regional colombiana y latinoamericana, mayor oportunidad y espacio para difundir los resultados de sus trabajos en este medio. Asimismo, se regularizará algo ya hecho de manera ocasional en algunos números anteriores del Anuario: una de las dos ediciones anuales se dedicará a una temática específica previamente seleccionada por el Comité Editorial. Y decidimos comenzar por este número, que estará dedicado al tema "Región y Religión".
Optar por este tema no fue difícil. Aparte de que la religión ha sido una dimensión clave del ser humano desde los orígenes mismos de la cultura, las investigaciones realizadas sobre el hecho religioso en Colombia y América Latina han presentado un crecimiento sensible en los últimos 20 años, ayudándonos a conocer el rol jugado por lo religioso en la configuración social, cultural, política y aún económica de nuestros países, investigaciones que dejan atrás posibles prejuicios y concepciones preconcebidas, para centrarse en enfoques comprensivos y explicativos. Al lanzar la convocatoria, se buscaba recibir trabajos variopintos, que fueran más allá de las relaciones iglesias - estado, tema favorito por los estudios históricos sobre la religión en Colombia y que tuvieran en cuenta las distintas facetas y dinámicas del hecho religioso, cuyos estudios están algo más desarrollados en otras disciplinas como la sociología o la antropología.
La convocatoria fue fructífera; recibimos artículos de distintas calidades y enfoques, elaborados en su mayor parte por jóvenes investigadores, lo que muestra el interés que esta temática tiene entre las nuevas generaciones. Con la ayuda de pares evaluadores de primer nivel, especialistas en el área, seleccionamos diez textos. Procederé a hacer un breve análisis de conjunto:
Vale resaltarla diversidad temporal de los artículos: desde el siglo VI- XII hasta el siglo XX, pasando por la época colonial (siglo XVIII específicamente) y el siglo XIX. Naturalmente la concentración de textos sobre los ultimos dos es ligeramente mayor, entre otras razones, por una mayor abundancia de fuentes primarias.
Las temáticas y enfoques aunque son variados, se complementan entre sí, formando un interesante cuadro general. No sobra indicar que la preponderancia que la Iglesia Católica tiene en la mayoría de estos estudios corresponde con su presencia e importancia en la historia del país y del continente. Hubiéramos querido contar con algunos trabajos sobre iglesias protestantes y otros sistemas religiosos, pero, sabemos, los estudios históricos en Colombia sobre dichos grupos están aún poco desarrollados.
Para comenzar, el antropólogo Leonardo Moreno nos ofrece una interpretación sociológica sobre la muerte y prácticas funerarias de la cultura guane (s. XII-XVI) a partir del análisis de registros arqueológicos de sus excavaciones realizadas en Los Santos y otras zonas de Santander. Con su artículo, Leonardo quiere, de alguna manera, tomar distancia de las tradicionales interpretaciones que se han hecho sobre esta extinta cultura, realizadas casi siempre desde las crónicas coloniales, proponiendo interpretaciones propias, nacidas de las fuentes arqueológicas. El historiador Héctor Cuevas Arenas aborda el proceso de evangelización y adoctrinamiento de comunidades indígenas en una etapa tardía, el siglo XVIII, interesándose especialmente por la labor de los curas doctrineros, sus dinámicas y conflictos experimentados. La historiadora Ángela Santos estudia otros aspectos del mundo religioso colonial: las capellanías, aquellas instituciones que interrelacionaban la búsqueda de la salvación en el más allá, con la economía, el poder y el prestigio en el más acá y que resumen bastante bien las preocupaciones e intereses de las personas que vivían en aquellos tiempos coloniales, en una villa muy mentada pero poco estudiada, la ciudad de Vélez -actual Santander- población que había sido fundada en el siglo XVI con la intención de servir de centro de colonización española en la región.
Adentrándonos ya en el siglo XIX, el artículo de la historiadora Viviana Arce aborda un aspecto no muy tenido en cuenta en la historiografía reciente sobre el "bicentenario" de la emancipación política de lo que hoy es Colombia: el rol cumplido por el clero y la interesante dinámica religiosa que se introdujo en dicho proceso. En especial, Viviana se concentra en las ideas religiosas expresadas en los sermones del clero, en apoyo a uno u otro bando, y cómo estas ideas cambiaron según circunstancias, tiempos y contextos. La historiadora María Cecilia Guerra, también interesada en la interrelación política-religión durante los turbulentos años de la Independencia, reflexiona sobre los cambios que empezaban a darse en el tratamiento de la pena de muerte en los años inmediatos a la revolución, en el contexto del Río de la Plata, actual Argentina. El historiador Jhon Janer Vega estudia, a través del análisis de un texto sinodal de la diócesis de Nueva Pamplona, los ideales que se buscaban implantar en el "nuevo" tipo de sacerdote que la Iglesia Católica quería formar, de manera que se adecuara al proyecto de romanización eclesiástica, previsto como estrategia para reposicionarse ante el Estado y la sociedad tras las revoluciones y cambios políticos y sociales producidos en el siglo XIX.
El siglo XX es "cubierto" con cuatro artículos donde lo religioso se mezcla con lo político, educativo y hasta lo urbanístico y arquitectónico. El primero de ellos, escrito por la arquitecta e historiadora Liliana Rueda Cáceres, nos cuenta la historia de la demolición de un antiguo convento colonial de Bogotá entre 1939 y 1947, enmarcándola dentro de un proceso ideológico que buscaba eliminar una parte de la "infraestructura de lo religioso" propia de la época colonial -especialmente aquella de tipo conventual- y que hacía parte de la fiebre modernizadora que veía a estas estructuras sobrevivientes como estorbo para la "nueva" ciudad que se pretendía levantar. Yéndonos al plano educativo-político, la historiadora Leidy Paola Rangel en su artículo, se introduce en un caso muy mentado pero poco estudiado: la manera como los gobiernos conservadores se sirvieron de la Iglesia como aparato ideológico al servicio del Estado y del partido conservador, dándole el control de la educación pública. Leidy Paola, buscando conocer los "mecanismos" de este proceso, estudia a la comunidad religiosa católica "Hermanos de las Escuelas Cristianas" (o Lasallistas), uno de los bastiones clave de este proyecto. La historiadora Ivonne Calderón realiza a continuación un buen estudio de caso sobre el accionar de la Acción Católica en el contexto regional. En particular muestra cómo en el contexto de zonas apartadas y poco articuladas a la dinámica industrial -tal como lo era la ciudad de Pamplona de mediados de siglo XX- algunas de los proyectos de la Acción Católica -el sindicalismo católico en este caso- no tenían las bases necesarias para arraigarse, de manera que su adopción fue solamente superficial y de "corto alcance", con respecto a los planes esgrimidos desde la institución eclesiástica. Finalmente, los historiadores Álvaro Acevedo Tarazona y Adrián Delgado Díaz abordan otra temática de la cual se ha hablado mucho pero se ha investigado poco para el caso colombiano: en su texto, hacen una aproximación a lo que denominan "pastoral de la liberación", es decir, a la acción político-social de naturaleza revolucionaria que algunos clérigos realizaron en la Colombia de los años sesenta, su rol en el nacimiento del Ejército de Liberación Nacional -ELN- y otras repercusiones, en una década donde el término "Teología de la Liberación" aún no había sido acuñado oficialmente. El dossier finaliza con dos reseñas de libros recientemente publicados sobre el tema: uno que estudia la dinámica religión- arquitectura durante la época colonial, y otro, que aborda la teología de la liberación en el contexto colombiano.
Así, no sobra decir, que tanto a nivel individual como en su conjunto, los artículos reunidos en este número temático ofrecen un gran aporte a la historiografía del hecho religioso en Colombia y América Latina y a su comprensión de la dinámica social y política. No sólo por sus novedosos enfoques, sino también por sus resultados y conclusiones.
No me resta más que agradecer a los autores que gentilmente nos han enviado sus textos, a los pares evaluadores, que con su ayuda contribuyen al avance de los estudios regionales, a nuestra asistente editorial, a la dirección de la Escuela de Historia de la UIS y a todas las personas que posibilitan la edición y publicación de esta revista.
William Elvis Plata Quezada
Editor
Bucaramanga, 31 de mayo de 2012