LASSO, Marixa, Mitos de armonía racial: raza y
republicanismo durante la era de la revolución, Colombia
1795-1831
, Bogotá, Universidad de los Andes/Banco de la
Republica, 2013, 183 páginas.

Paula Jemima Carreño Gómez*

* Estudiante de pregrado en Historia y Archivística de la Universidad Industrial de Santander.


Marixa Lasso es historiadora y actualmente profesora del departamento de historia de la Universidad de Case Western Reserve; su trabajo la ha hecho merecedora de becas del National Humanities Center, del American Council of Learned Societies, del Social Science Research Council, de la Wnner Gren Foundation y de la Fulbright.

Sus investigaciones se han centrado en gran medida en la época colonial americana; periodo que hoy en día aún no está totalmente estudiado y ofrece a los investigadores distintas líneas temáticas que pueden contribuir al enriquecimiento del conocimiento de la historia nacional. Dentro de estas líneas se encuentra el estudio de las clases populares y su participación en la consolidación de la nación durante el siglo XVIII y XIX en Colombia, dicha línea ha llamado la atención de historiadores como Marixa, quienes han visto en su análisis una forma de reescribir y comprender la historia independentista, otorgando a las clases populares, en especial aquellas de ascendencia africana, la participación que les había sido negada al ser marginadas de la historia oficial que había sido escrita por las elites. De esta manera, denota una clara tendencia a la realización de una historia social desde abajo, tal como lo planteo la historia social británica en su momento.

Además de la clara influencia de la historia social británica sobre la manera de abordar la historia en la obra Mitos de armonía racial: raza y republicanismo durante la era de la revolución, Colombia 1795-1831, publicada en el 2013 por la Universidad de los Andes en colaboración con el Banco de la Republica, también se identifica una tendencia hacia las mentalidades manifestada en la búsqueda por parte de la autora de representaciones e imaginarios ( de igualdad racial) que subyacen detrás de las acciones y sucesos de una determinada sociedad (en este caso la sociedad colonial). Con esta línea toma a Roger Chartier y Benedict Arnold como autores de su bibliografía básica, en la búsqueda de analizar y desarrollar la hipótesis del "mito de armonía racial" elemento central en el presente libro.

A estos autores inscritos en la corriente de las mentalidades también se suma la influencia de investigadores que se han centrado en la historia colonial colombiana, entre los que cabe destacar a Peter Guardino, Peter Blanchard y Alfonso Múnera, que con sus investigaciones sobre Colombia durante el siglo XVIII y XIX han transformado la manera en que se concebía la participación de afrocolombianos en las diferentes revoluciones del periodo colonial y en el movimiento de independencia de Cartagena; de la misma manera se encuentran referencias a Margarita Garrido, German Colmenares y Donaldo Bossa Herazo.

Dentro de la obra reseñada se plantea como objetivo lograr un análisis de la retórica nacionalista de armonía racial durante de la independencia (mito de armonía racial) y de cómo la idea de igualdad racial se desarrolló convirtiéndose en una noción estrechamente ligada al patriotismo nacionalista que llegó a diferenciar determinantemente la población española de la americana. Igualmente, una de las metas de la autora es examinar el surgimiento del espectro de la guerra de colores y su impacto en las ideas de raza. Todo esto ubicado especialmente en la región de Cartagena, Mompox y Honda, lugares clave en la economía neogranadina.

Para alcanzar los objetivos propuestos la autora se dedica en primer lugar al seguimiento de la evolución histórica del concepto de igualdad racial y cómo, en la medida en que los acontecimientos cambian, este concepto viene a vincularse al nacionalismo y al republicanismo, para esto recurre al planteamiento de preguntas que le permitan abordar y extraer indicios de las diversas fuentes primarias utilizadas por otros autores. De igual manera, para apoyar y establecer ejemplos de sus argumentos emplea la exposición de historias de vida de algunos patriotas afrocolombianos, extraídas en su mayoría de registros judiciales. Por medio del estudio de estos archivos busca establecer características de los conflictos, aspiraciones políticas patriotas y las maneras en que la nueva retórica republicana de la libertad e igualdad inspiró a algunos pardos a presionar para la realización de los ideales de justicia e igualdad; además, dentro de estos documentos puede encontrarse un rastro de lo que pensaban las clases populares sobre la religión, la nación, la independencia y la soberanía.

Así mismo, en las partes donde estudia, analiza y expone casos de conspiraciones -en especial el capítulo tres que trata el fantasma de guerra de colores- emplea el análisis grupal, la contrastación y comparación en la búsqueda de poder identificar patrones de los que no se percataría de otra manera. Algunos de los documentos que constituyen sus fuentes primarias se relacionan con debates parlamentarios, artículos de periódicos, sentencias judiciales, discursos militares, ceremonias de manumisión, diarios personales y acusaciones criminales de animadversión levantadas contra afrocolombianos

La obra está dividida en una introducción, cinco capítulos y una conclusión, que serán brevemente expuestos a continuación. En un primer momento la introducción se centra en realizar un breve estado del arte en el que resalta la importancia del objeto de estudio a saber "el mito de armonía racial", también expone los objetivos a alcanzar en el desarrollo del escrito y aclara conceptos básicos como: pardo, castas, criollo, entre otros. El primer capítulo titulado "Tensiones raciales en la sociedad colonial tardía" se centra en exponer la importancia económica y política de Cartagena durante el periodo tratado y la manera en que se dan grandes cambios demográficos, como lo fue el casi monopolio de la elite criolla de los sectores comerciales, antaño pertenecientes a peninsulares, y el gran aumento de la población parda. Este aumento llevó a una toma de conciencia por parte de la monarquía acerca de su creciente importancia, al mismo tiempo que se dieron diferentes reformas que pretendían confrontar, reglamentar y legislar a favor de las castas en la búsqueda de fomentar su lealtad y aumentar la rentabilidad de las colonias. Las nuevas reformas, de las cuales la militar brinda un buen ejemplo, otorgaron a los pardos derechos, acceso a símbolos de status, honorabilidad y respeto, permitiendo de esta forma una movilidad social a base del mérito y la educación; circunstancias que tendieron, con ayuda de los cambios políticos del momento (la revolución francesa y la revolución de esclavos de Santo Domingo) a romper las rígidas jerarquías raciales establecidas.

El segundo capítulo titulado "El mito republicano de la armonía racial" narra la manera en que la igualdad racial se une por primera vez con el patriotismo americano, fenómeno que ocurre en la reunión de cortes, convocada tras el aprisionamiento del rey en 1805 y el sucesivo regreso de la soberanía al pueblo; a lo largo de esta reunión se quitó la designación de colonia a los territorios americanos y se les declaró como territorio integral de España, lo que planteó a su vez el problema de la ciudadanía y la representación de la nueva y diversa población americana. Esto tras largos debates en los que los criollos en la búsqueda de aumentar el número de representantes intentaron presentar una imagen de armonía racial y unidad en América, en contraposición a la visión expuesta sobre el mismo fenómeno por parte de los españoles. Finalmente las cortes determinaron negar la ciudadanía a la población parda, con excepción de aquellos quienes por mérito y servicio a la corona la merecieran. Lo ocurrido en las cortes llevó a que los criollos obtuvieran el apoyo de las clases populares en la búsqueda de derrocar la administración española, por medio de la construcción de discursos nacionalistas que vincularon la igualdad racial al patriotismo, a la identidad nacional y a la virtud republicana. Por otra parte, las antiguas tradiciones de conflictos a causas de jerarquías raciales se vincularon a la herencia del imperio español, de manera que todos se convertían en victimas comunes de un mismo opresor y se facilitaba la tan anhelada unión que llegaría a término con la promoción de la mezcla racial que permitiera la creación de un nuevo tipo de pueblo.

El tercer capítulo se titula "La primera república y los pardos" y está centrado en la experiencia de Cartagena con la creación de su primera república y los problemas que conllevó el tema sobre la representación y participación de las clases populares dentro del gobierno de la misma; este aspecto político ocasionó la división entre "demagogos" o piñeristas y "aristócratas" o toledistas; los primeros, con Gabriel Gutiérrez de Piñeres a la cabeza, defendían la legitimidad de las acciones y participación política de todos los afrodescendientes; y los últimos, seguidores de José García de Toledo, buscaban el control de los pardos, marginándolos de la política, dejando de esta manera las decisiones del gobierno solo a manos de los designados "aristócratas", por tanto estaban claramente en contra de las acciones de desorden.

En el cuarto capítulo, denominado "Historias de vida de patriotas afrocolombianos", se recurre a la exposición de diferentes casos de patriotas afrocolombianos entre 1811 y 1828, plasmados en registros judiciales. Con esto se busca determinar, como se dijo anteriormente, las características de los conflictos, aspiraciones políticas de patriotas y las formas de la nueva retórica republicana. Finalmente, el capítulo quinto "Guerra de colores" expone los temores que comenzaron a difundirse en los sectores del poder acerca de la realización de una guerra de colores tras las guerras independentistas, situación que justificó y dio lugar a la creación de políticas que buscaban controlar todas aquellas conspiraciones reales e irreales que tuvieron lugar durante este periodo. Una de las estrategias empleadas fue el silenciamiento y omisión de todas aquellas denuncias de desigualdad racial contra la elite; por medio de esto lograron despolitizar las acciones autónomas de los pardos y dejarlas fuera del horizonte político.

De lo presentado anteriormente la historiadora concluye que: es en América donde por primera vez se vincula la democracia con la igualdad racial; varias regiones de América construyeron diferentes imaginarios raciales nacionales de pasados similares de esclavitud y colonialismo; las guerras fueron instrumento para la creación de identidades colectivas que distinguieron a las nuevas naciones de sus predecesoras europeas; Colombia se planteó como la tierra de las nuevas oportunidades donde la felicidad y la virtud política eran posibles; la igualdad racial se convirtió en un reto en el ámbito político; los rumores y las amenazas de una guerra de colores reflejaron el temor criollo de la incapacidad de la elite para cumplir las expectativas de los pardos que podría desembocar en conflicto; el concepto de guerra de colores tendría un efecto profundo en las ideas raciales colombianas, este fue clave para la consolidación del discurso nacionalista de la armonía racial y fijó los limites discursivos de las formas legítimas de tratar el tema de igualdad racial.

Para terminar, puede decirse que la obra de Marixa Lasso logra eficientemente los objetivos que se plantea. Es importante destacar que su trabajo constituye un gran aporte al conocimiento de la historia colombiana, en la medida en que consigue reconstruirla, al resaltar el verdadero papel protagónico que tuvieron todas aquellas clases populares como los pardos, marginadas de la historia oficial. Otro aporte importante lo constituye su estudio de la formación de una ideología nacionalista, en la que toda discriminación racial fue catalogada como antipatriótica sediciosa y antirrepublicana; además de mostrar la verdadera naturaleza del mito de armonía racial.