Reseñas
Alejandro Velasco. Barrio Rising:
Urban Popular Politics and the Making of Modern Venezuela. Oakland: University
of California Press, 2015. 344 páginas.
Edwin López Rivera 1
Velasco, Alejandro. Barrio
Rising: Urban Popular Politics and the Making of Modern Venezuela (Oakland:
University of California Press, 2015), p. 160
1 Estudiante de doctorado
en Historia de la Universidad de California, San Diego, Estados Unidos.
Profesor del Departamento de Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano,
Bogotá, Colombia. Código ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5472-4010
.
Correo electrónico: edwin.lopez@utadeo.edu.co .
Las narrativas
tradicionales sobre la historia de Venezuela en la segunda mitad del siglo XX
dan cuenta de un país con una democracia y una economía relativamente estables,
con transferencias pacíficas de poder cada cinco años y un crecimiento
económico moderado y de baja volatilidad. Sin embargo, por fuera de los ámbitos
oficiales del poder venezolano se desplegaban otras dinámicas políticas de
manera gradual, las cuales tenían lugar en las calles y otros espacios públicos
de los barrios populares caraqueños. De hecho, a escasos tres kilómetros del
Palacio de Miraflores, en el barrio 23 de Enero, se tejía un movimiento social
que desde las bases populares combinaba el activismo político con la protesta
social y en ocasiones la acción violenta en las calles; movimiento que
eventualmente sería un elemento primordial para el ascenso del chavismo a
finales de la década de 1990.
Este es el tema central de
Barrio Rising, obra escrita por el historiador Alejandro Velasco, profesor de
la Universidad de Nueva York. El libro es una historia social y política de las
clases trabajadoras y de bajos ingresos que habitaban el barrio 23 de Enero,
cuyo nombre hace alusión a la fecha en la cual fue derrocado el dictador Marcos
Pérez Jiménez en 1958. Este último es el año inicial del periodo estudiado por
el autor, el cual se extiende hasta el 27 de febrero de 1989, fecha en la que
surgen una serie de protestas en contra de las políticas de austeridad del
recién posesionado presidente Carlos Andrés Pérez, conocidas como el Caracazo.
Velasco examina las diferentes formas como los residentes del barrio se
relacionaron con el poder estatal, incluyendo la participación en los procesos
electorales, la protesta popular pacífica y la organización de guerrillas
urbanas, en particular en la década de 1960. Como resultado, el autor logra
presentar una historia de las múltiples dimensiones de la protesta urbana y de
las complejas relaciones entre las clases populares y el estado democrático
venezolano, las cuales se transformarían dramáticamente con las elecciones
presidenciales de 1998, cuando Hugo Chávez encontró un enérgico apoyo popular
en este barrio y en áreas similares de Caracas.
Los siete capítulos que
componen esta obra están organizados en tres partes que trazan una interesante
trayectoria histórica en la cual se intersectan la evolución de la protesta
política en el 23 de Enero y la evolución de la política electoral del estado
venezolano. La organización del libro también permite entender de una mejor
manera las estrategias políticas utilizadas por los distintos actores populares
y estatales durante momentos críticos de la historia política venezolana de la
segunda mitad del siglo XX. De igual forma, la estructura del libro resalta la
interacción entre los acontecimientos locales y nacionales, reflejando patrones
de interacción política más generales que delinearon las relaciones entre el
gobierno central y los ciudadanos.
La primera parte del libro
estudia el espacio físico y político en el cual se llevó a cabo el proyecto de
vivienda popular desarrollado en el barrio, el cual estuvo marcado
históricamente por las disímiles posturas de los gobiernos democráticos y de la
dictadura. El barrio, que inicialmente fue diseñado para homogenizar el espacio
y las relaciones sociales, fue transformado durante la dictadura en un complejo
espacio físico y social donde coexistieron, a veces de manera conflictiva,
distintos tipos de habitantes dentro de los cuales se encontraban antiguos y
nuevos residentes, así como habitantes de apartamentos y viviendas semirurales
que existían en la zona. Estas nuevas circunstancias perfilaron nuevas
necesidades, identidades y formas de movilización en contra del establecimiento
de un sistema político democrático en ciernes.
En la segunda parte del
libro, Velasco estudia cómo este fragmentado panorama social moldeó un nuevo
conjunto de expectativas políticas y relaciones entre los residentes durante la
transición a la democracia. Luego de la caída de la dictadura, los residentes
del barrio empezaron a ser conscientes de su nuevo rol como electores y de su
importancia fundamental dentro de lo que ahora era un sistema democrático. De
manera recurrente, los ciudadanos acudieron a las urnas para apoyar a
candidatos que les prometían hacer de los sectores populares urbanos el centro
de la política pública. Sin embargo, dichas elecciones las ganaban candidatos
cuyas políticas se enfocaban en ganar apoyo en regiones apartadas de la capital
y de su vecindario.
Un número considerable de
residentes expresaron su insatisfacción de manera pacífica por medio del
ejercicio del voto durante la década de 1960. Otros se alzaron en armas en un
intento por apoderarse del poder de manera directa, convirtiendo el barrio en
un semillero de conflicto insurgente y contrainsurgente. El conflicto social se
agudizó en la medida en que el deterioro urbano y de la infraestructura se
hacían cada vez más evidentes.
La protesta en las calles
de Caracas es el tema central de la tercera parte del libro. La década de 1960
trajo consigo la creación de guerrillas de carácter fundamentalmente urbano que
optaron por la lucha armada en contra del gobierno de Rómulo Betancourt, en un
contexto en el que no se había consolidado el sistema partidista en Venezuela.
Sin embargo, con la derrota política y militar de la guerrilla a principios de
la década de 1970, las elites y las clases populares urbanas experimentaron
nuevos discursos y formas de movilización para reclamar de nuevo por las
promesas incumplidas de la revolución democrática. Las clases populares optaron
por organizar masivas protestas contra el gobierno, las cuales fracasaron en su
objetivo de presionarlo para incrementar la inversión social, a pesar del auge
económico impulsado por el boom petrolero iniciado en 1974. Ante este fracaso,
los residentes lograron convocar a distintas organizaciones sociales locales
alrededor de acciones más radicales como el secuestro de camiones de basura y
otros vehículos de servicio público entre 1981 y 1982[1].
El capítulo final del libro estudia el impacto del Caracazo en el 23 de Enero,
a partir de fuentes orales y documentos previamente inexplorados, para dar
cuenta tanto de los saqueos y disturbios como de los excesos cometidos por la
fuerza pública en contra de la población civil.
Barrio Rising se inscribe
en una tradición historiográfica cuyo referente más significativo es el libro A
Poverty of Rights escrito por la historiadora Brodwyn Fischer[2]
, quien estudia las luchas de los habitantes de las favelas de Río de Janeiro
por acceder a títulos de tierras oficiales durante la primera mitad del siglo
XX. Para esto, las clases populares cariocas acudieron tanto a la movilización
social como a la aceptación y participación de mecanismos legales de titulación
de tierras. En el caso venezolano también es clara la combinación de
estrategias de acción política institucionales y las vías de hecho en la
dinámica política local del barrio 23 de Enero. En estudios como los de Fischer
y Velasco la ciudad y el espacio se entremezclan con variables más
tradicionales de la historia social y económica como las desigualdades de raza
y de género, la pobreza y las diferencias de clase. Así, esta historiografía
ofrece una versión más cercana de las experiencias políticas y sociales de
poblaciones que han sido marginadas de un tipo de literatura más tradicional
que pone un mayor énfasis en los macro-procesos políticos y económicos que en
las acciones y respuestas de las bases populares. De igual manera, el libro de
Velasco se enmarca en un grupo de estudios que identifican la mezcla de la
movilización social urbana, los mecanismos electorales y el conflicto armado y
pacífico, no como algo excepcional, sino como una constante del proceso
democrático latinoamericano.
Sin embargo, el exceso de
énfasis en la movilización y la violencia urbana no tiene en cuenta el hecho de
que la mayoría de las grandes movilizaciones sociales en Latinoamérica han
surgido en las zonas rurales. A finales de la década de 1980, Eric Van Young
publicó un notable artículo en el que destacaba cómo las grandes conspiraciones
en México se han preparado en las ciudades desde tiempos coloniales, mientras
que las revoluciones más trascendentales de la historia mexicana siempre han
sido de carácter rural, tendencia que se puede extender a otras regiones del
continente[3].
Hacia mediados de la década de 1990, la historiografía latinoamericana había
tendido a enfocarse en los movimientos rurales tal y como lo comentan Arrom y
Ortoll[4],
quienes editaron un libro en que el que presentan algunos casos de violencia
urbana, más con el objetivo de matizar la noción de la preeminencia de la
violencia rural sobre la urbana que de contradecir los postulados de Van Young.
Sorprende entonces que Velasco no cite a ninguno de estos autores ni establezca
un dialogo con este tipo de historiografía. De la misma manera, las referencias
a lo que estaba sucediendo en las regiones rurales venezolanas son escasas, lo
cual llama la atención si se tiene en cuenta que las Fuerzas Armadas de
Liberación Nacional (FALN) intentaron llevar sus acciones al campo venezolano,
estrategia que no encontró mayor arraigo en el campesinado pobre durante las
elecciones de 1963.
Pese a lo anterior, el
libro de Velasco es una interesante e innovadora historia que exhibe muchas de
las características de la nueva historia social urbana, en la que el espacio
físico se adiciona a otras categorías clásicas de estudio utilizadas por los
historiadores como las diferencias de género, raza y clase. Para el público en
general, esta es una obra sugestiva que permite comprender los orígenes del
chavismo y del enorme apoyo popular del que Hugo Chávez disfrutó durante sus
sucesivos mandatos y que paulatinamente fue disminuyendo. Este libro puede
considerarse como un estudio pionero sobre la manera como el chavismo se fue
abriendo paso en la política venezolana, a partir de la exposición de los
entramados políticos, sociales y económicos que lo precedieron y que no siempre
son captados por el afán y la inmediatez que en ocasiones caracterizan a los
análisis periodísticos.
[1] Velasco,
Alejandro. Barrio Rising: Urban Popular Politics and the Making of Modern
Venezuela (Oakland: University of California Press, 2015), p. 160
[2] Fischer, B. M. A
Poverty of Rights: Citizenship and Inequality in Twentieth-Century Rio de
Janeiro (Stanford, California: Stanford University Press, 2008).
[3] Van Young, Eric.
“Islands in the Storm: Quiet Cities and Violent Countrysides in the Mexican
Independence Era”, en Past and Present, núm. 118, 1988, p. 130.
[4] Arrom, Silvia and
Ortoll, Servando (eds.). Riots in the Cities. Popular Politics and the Urban
Poor in Latin America, 1765-1910 (Delaware: SR Books, 1996), p. 56.