DOI:
10.18273/revbol.v39n2-2017004
Artículos Científicos
METODOLOGÍA
DE REDUCCIÓN DE SOMBRA DE FALLA:
APLICADA EN UNA ZONA DE LA CUENCA LLANOS
– DEPARTAMENTO DE CASANARE, COLOMBIA
METHODOLOGY TO
REDUCE FAULT SHADOW: APPLIED IN A SECTOR OF THE LLANOS BASIN – COLOMBIA
Claudia
Milena Torres-Vega1
Ovidio
Amado Almanza-Montero2
Luis
Alfredo Montes-Vides1*
1 Departamento de
Geociencias, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Cundinamarca, Colombia.
cmtorresv@unal.edu.co, (*) lamontesv@unal.edu.co
2 Departamento de
Física, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Cundinamarca, Colombia. oaalmanzam@unal.edu.co
RESUMEN
La
sombra de falla distorsiona la imagen sísmica del bloque yacente de una falla
normal o inversa, lo cual se debe a fuertes cambios de velocidad lateral que
desvían la trayectoria de los rayos. En la Cuenca Llanos este efecto crea en
las imágenes sísmicas falsas estructuras de anticlinales (“pull-up”) y
sinclinales (“push down o sag”). En este artículo se estudian los factores que
generan este efecto y su impacto en las imágenes sísmicas mediante el modelado
numérico. Se define una metodología para identificar la sombra y los factores
que la causan, y crear el modelo apropiado para la migración PSDM. La metodología se probó en sismogramas
sintéticos y se aplicó a una línea sísmica de un sector del Departamento de
Casanare-Colombia. Como resultado se obtuvo una imagen en profundidad confiable
libre de sombra de falla. Aunque la metodología se usó en un sector con falla
normal ésta es aplicable a zonas con fallas inversas.
Palabras clave:
Sombra de falla, falsa estructura, modelado numérico, cuenca llanos, Casanare.
ABSTRACT
The
shadow fault distorts the image of the hanging block of normal and inverse
faults, caused by strong lateral velocity changes that deviates the ray path of
waves. In the Llanos basin, this effect creates in the seismic images false
structures like anticlines (pull up) and synclines (push down or sag). In this
paper, the factors that generate this effect and its impact on the seismic
images are studied through numerical modeling. It is defined a methodology to
identify the fault shadow and its causing factors, and to create the
appropriate model for the pre stack depth migration – PSDM. The methodology was
tested with synthetic seismograms and applied to a seismic line recorded in a
sector of the Departamento de Casanare-Colombia. As a result, a reliable image
in depth free of fault shadow was obtained. Even the methodology was used in a
sector with normal fault it is applicable to zones with inverse faults.
Keywords:
fault
shadow, false structure, numeric modeling, llanos basin, Casanare.
Trabajo recibido:
noviembre 01 de 2016
Trabajo aceptado:
abril 10 de 2017
Manuscrito
publicado en internet: abril 06 de 2017
La
sombra de falla causa distorsión en la imagen sísmica del bloque yacente de una
falla normal o inversa, debido a que los rayos se curvan fuertemente cuando
atraviesan la zona fallada lo que modifica los tiempos de tránsito y cambia el
carácter hiperbólico de las curvas de corrección dinámica NMO (“Normal Move
Out”). Bajo la sombra de falla, la imagen distorsionada muestra complejas
estructuras artificiales similares a fallas, chimeneas de gas, plegamientos o
potenciales prospectos. Esta incertidumbre incrementa el riesgo de una errónea
interpretación estructural y estratigráfica de la sección en tiempo. Para
eliminar el efecto se aconseja migrar en profundidad, preferiblemente con el
algoritmo Kirchhoff - PSDM (“Pre-Stack Depth
Migration”), ya que puede manejar los fuertes cambios de velocidad
lateral en la falla (Fagin, 1998; Gochioco et
al., 2002). A su vez, la PSDM requiere reflexiones fuertes y un detallado
modelo de velocidad lo cual significa que el objetivo de la PSDM sería validar
el modelo propuesto. Lo anterior, hace incierto el procesamiento sísmico en la
zona bajo la falla ya que no se sabe de antemano si esas estructuras son
reales. A fin de identificar la sombra de falla y sus causas se sugiere migrar
con la PSDM registros sintéticos no apilados generados en modelos geológicos
con fallas para comprobar el correcto posicionamiento de los reflectores
deformados en las secciones migradas (Fagin, 1996; Trinchero, 2000). Por otro
lado, se han identificado factores que afectan la imagen de la estructura real
como el salto y el ángulo de inclinación de la falla (Martínez y Agudelo, 2009)
así como los rápidos cambios de velocidad propias de la zona fallada (Birdus
and Artyomov, 2010). En el modelo definitivo se propagan ondas en las
estructuras geológicas bajo la falla para conocer donde se reflejan (Alaei,
2012), se actualiza el modelo de velocidad con los registros de pozo y se
correlaciona con las estructuras (Bain, 2015). Una tomografía restringida a la
zona de falla permitiría construir un modelo de velocidad en profundidad de
alta resolución para la PSDM (Birdus, 2007) y la curva de conversión
tiempo-profundidad del modelo (Chermak et
al., 2009).
En
la cuenca Llanos la secuencia sedimentaria MesoCenozoica es frecuentemente
cortada por fallas por lo que esclarecer estas anomalías disminuiría el riesgo
de proyectos de exploración y producción de prospectos en tales zonas. El área
de estudio se ubica en el municipio de Maní a 70 Km de Yopal capital de
Departamento del Casanare - Cuenca Llanos, entre las coordenadas geográficas
mostradas en la FIGURA 1A. Se contó con un “check-shot”, registros sónicos y de
densidad de los pozos E-1, E-2 y E3 ubicados paralelamente a las líneas
sísmicas 2D: R-2005-01, R-2005-02 y R-2005-03.
De estas líneas, la R-2005-03 es la más cercana al pozo E-1. El recuadro
punteado en la sección apilada de la línea R-2005-03 de la FIGURA 1B muestra un
levantamiento y un hundimiento de los reflectores al tope y base de la Fm.
Carbonera.
FIGURA 1. A. El mapa muestra la Cuenca Llanos –
Colombia y la ubicación de las líneas 2D R-2005-01, R-2005-02 y R-2005-03, y
los pozos E-1, E-2 y E3. B. En la
línea sísmica R-2005-03, la sombra de la falla distorsiona la imagen en el
bloque yacente desde el CDP 240 al 360 en las formaciones León, Carbonera,
Mirador y Guadalupe.
La
Cuenca Llanos es un monoclinal suave de rumbo NE-SW interpretado al SE como un
anticlinal truncado contra la falla, donde los prospectos se asocian al tren de
fallas normales con importantes estructuras productoras. La historia geológica
comienza en el Paleozoico con una fase extensional (“rifting”) que permitió la
acumulación de sedimentos siliciclásticos sobre un basamento cristalino
precámbrico. En el Jurásico - Cretácico Tardío la cuenca fue el brazo oriental
de un gran sistema extensional cubierto por depósitos de plataforma marina y a
partir del Maestrichtiano se convirtió en una cuenca de antepaís. Durante el
Triásico - Cretáceo Inferior la cuenca era tipo extensional de retro-arco,
mientras en el Cretáceo Superior pasó a ser pasiva de retroarco. La cuenca
actuó como una de tipo plataforma en el Paleoceno Maestrichtiano y evolucionó a
una de ante-país en el Mioceno. Durante la transición del Cretácico al
Paleoceno la principal deformación dio origen a la acreción de la cordillera
Occidental, lo cual cambió los ambientes de depositación de la cordillera
Oriental y la cuenca de los llanos. Esto explica el aporte de depósitos marinos
en la cuenca y algunos aportes fluviales provenientes de la parte oeste de la
cuenca (Cooper et al., 1995). Durante
el Eoceno - Oligoceno se reactivaron fallas en el Valle Inferior del Magdalena
las cuales no causaron deformaciones importantes en la cuenca Llanos. Luego, en
el Oligoceno y Mioceno, el continuo levantamiento de la cordillera Oriental
generó un espacio de acomodación en la parte distal de la cuenca, la
reactivación de fallas y la migración hacia el este del alto flexural (Bayona et al., 2008). El pulso de deformación
de la cordillera Oriental más fuerte y de mayor impacto en la cuenca Llanos
ocurrió durante el Mioceno Medio - Tardío, la cual condicionó la depositación
aluvial a una fluvial registrada en la formación Guayabo (Bayona et al., 2008), que contiene depósitos
erosionados de la cordillera Oriental. La deformación y crecimiento de la
cordillera Oriental aún sigue activa lo que causa periódicos movimientos
telúricos en la parte oeste de la cuenca y algunos movimientos en su parte
central.
La
FIGURA 2 muestra la columna estratigráfica generalizada de la cuenca Llanos que
contiene una sección Paleozoica, unidades Cretácicas (Ubaque, Gachetá y
Guadalupe) y Cenozoicas (Barco, Los Cuervos, Mirador, Carbonera, León, Guayabo,
Necesidad y Cometa).
FIGURA 2.
Columna estratigráfica generalizada de la Cuenca Llanos con las secciones
Paleozoicas, Mesozoicas y Cenozoicas presentes en el sector estudiado.
La
unidad Paleozoica consiste en su base de cuarcitas, conglomerados, calizas,
grauvacas con ligero metamorfismo e interposiciones de lodolitas y
arcillolitas. La parte superior está constituida por lutitas fosilíferas grises
a negras predominantes sobre arenitas y limolitas de edad Ordovícico. El
espesor y disposición de esta unidad sugiere un depósito de plataforma somera,
donde la sedimentación marina es preponderante sobre depósitos litorales de
granulometría más gruesa. La Formación Ubaque – con un espesor promedio de 90 m
- se presenta discordante sobre el Paleozoico y consiste de cuarzoarenitas
macizas de grano fino a medio, localmente conglomeráticas, inter-estratificadas
con capas delgadas de limolitas carbonosas y arcillolitas. La Formación Gachetá
es una sucesión de lutitas grises y negras e inter-estratificaciones locales de
capas delgadas de calizas y arenitas fino-granulares. En el sector de estudio,
presenta un espesor promedio de 110 m. La Formación Guadalupe es una sucesión
de arenitas cuarzosas de grano fino a medio, con delgadas intercalaciones de
lodolitas, porcelanitas y localmente carbón. El espesor en el sector de este
estudio fluctúa entre 50 y 90 m. Una caída grande en el nivel relativo del mar
en el Paleoceno condicionó un cambio en el ambiente de depósito, lo cual causó
un hiato estratigráfico importante en la cuenca Llanos. Por lo tanto, no se
registra la presencia de las formaciones Barco y Los Cuervos en el sector bajo
estudio, caracterizado por una inconformidad de carácter regional entre la
suprayacente Formación Mirador y la subyacente Formación Guadalupe. La
Formación Mirador está constituida por areniscas de grano grueso a muy fino, en
algunos casos con cemento calcáreo, limolitas grises, pardas microcarbonosas y
lutitas grises verdosas. Las areniscas son de mayor grosor hacia la base, de
colores blancos, grises, a veces verdosas, cuarzosas, eventualmente calcáreas y
en algunos casos con chert y glauconita. En la cuenca se ha documentado un
espesor de 3000 a 3500 metros de depósitos clásticos de origen continental y
depositados en los últimos 10 millones de años como respuesta al levantamiento
y erosión de la Cordillera Oriental. Estos depósitos, que se identifican en el
área como pertenecientes a las formaciones Guayabo, Necesidad y Cometa,
presentan en dicha área espesores superiores a 1200 metros.
En el sector estudiado la Formacion
León es una unidad de baja velocidad considerada una roca sello regional de
aproximadamente 370 m de espesor constituida por arcillolitas y lodolitas de
carácter marino somero a lacustre. La Formación Carbonera con espesor
aproximado de 600 m corresponde a un ambiente continental transicional, y
consta de 8 unidades de las cuales el nivel arenoso C1 es el producto de
depósitos de canales fluviales. La Formación Mirador, de 23 m de espesor, tiene
desarrollos arenosos que corresponden a depósitos de canales, de bahías y de
estuarios. La Formación Guadalupe, con un espesor aproximado de 11 m, está
constituida predominantemente por areniscas y algunas intercalaciones de
limolitas y lodolitas. Al profundizarse en dirección SE-NO, la cuenca Llanos
(extensional y de ante-país) contiene trampas estructurales asociadas a una
falla normal antitética de alto ángulo con desplazamiento vertical variable de
hasta 190 m. Los mayores saltos se observan al tope de las formaciones
Cenozoicas León y Carbonera, y los menores en las Cretácicas Gachetá y Ubaque.
El trazo de la falla es claro en las formaciones Guayabo y León, pero no en las
formaciones Carbonera y Mirador debido a los cambios laterales de velocidad,
tanto que pareciera existir más de una falla en la imagen, como se ve en la
FIGURA 1B. Las secciones sísmicas de algunas áreas evidencian distorsiones en
el bloque yacente bajo el plano de falla, como estructuras anti-formes
asimétricas (“roll over”) o como variaciones de buzamiento en los reflectores,
lo que impide la definición de prospectos y/o el desarrollo de campos. Por su
carácter extensional es poco probable la presencia de estructuras de tipo
anticlinal. Estructuras interpretadas como anticlinales que resultaron con
pozos secos son posiblemente “pull ups” causados por la falla.
Para estudiar el efecto de
la zona de falla en regímenes distensivo y/o compresivo se construyeron dos
modelos de capas planas horizontales y paralelas. El primero, afectado por una
falla normal y el segundo, por una falla inversa. Se simuló la propagación de
ondas en estos modelos, se generaron los sismogramas sintéticos y se procesaron
hasta obtener sus secciones apiladas. En los pozos E-1, E-2 y E-3 se
identificaron los topes de las formaciones Guayabo, León, Carbonera, Mirador y
Guadalupe, los cuales fueron estimados en profundidad mediante una curva
tiempo-profundidad y amarrados a la sección migrada en tiempo de la línea
R-2005-03 cuya interpretación suministró el modelo inicial del subsuelo. Con el
modelo en tiempo, que incluye la estructura y los estratos, se construyó el
prototipo de modelo velocidad/ densidad en profundidad de acuerdo a los
registros del pozo E-1, con una falla normal que atraviesa tres unidades. Se
crearon 16 modelos que combinan saltos de falla de 60, 90, 150 y 300 m con ángulos
de falla de 15°, 30°, 45° y 60°. Se simularon adquisiciones sísmicas para cada
modelo con un diseño similar al usado en el registro de la línea R-2005-03. Los
registros sintéticos generados se procesaron inicialmente en tiempo y luego en
profundidad con la misma secuencia aplicada para obtener la sección PSTM de la
línea R-2005-03. El procesamiento de los registros sísmicos se hizo con el
software ProMAX 2D, mientras que la creación de modelos en profundidad y la
consecuente propagación de la onda en el modelo, para generar los sismogramas
sintéticos correspondientes a las geometrías de adquisición, se hicieron con la
herramienta Tesseral-Pro 2D. Se estudiaron los efectos de salto y ángulo de
falla en las 16 imágenes obtenidas, y se compararon con la imagen PSTM de la
línea R-2005-03 para identificar efectos similares en esta última. El modelo
cuya imagen respondía a los efectos observados en sección PSTM de la línea se
seleccionó como insumo inicial de la PSDM aplicada a los registros CDP de la
línea. El modelo fue actualizado durante las iteraciones de la migración y sus
valores de velocidad restringidos por los registros de pozo.
La
variación lateral de velocidad y la presencia de unidades de baja velocidad
causan anomalías en los tiempos de viaje, lo que produce plegamientos y
reflexiones discontinuas interpretables como fallas satélites. Las
deformaciones en los reflectores se deben a los tiempos de viaje de los rayos
mientras las discontinuidades las causan las deflexiones de los rayos en la
zona fallada. La FIGURA 3A contiene el modelo de capas planas paralelas
cortadas por una falla normal en un régimen extensional, donde la velocidad
aumenta en profundidad pero incluye una capa de baja velocidad. La FIGURA 3B
muestra la correspondiente sección apilada, donde, bajo la falla, los
reflectores entre 0,05 y 0,10 segundos se ven plegados y los reflectores entre
0,10 y 0,20 segundos muestran un sinclinal y un anticlinal. La imagen apilada
induciría una interpretación diferente al modelo con reflectores planos bajo la
falla. La FIGURA 4A muestra el modelo bajo un régimen compresivo con una falla
inversa donde el bloque colgante cabalga sobre el yacente. La FIGURA 4B
contiene la correspondiente sección apilada obtenida al procesar los registros
sintéticos generados en el modelo. Bajo la falla, en los reflectores entre 0,0
y 0,10 segundos se ven pequeños pliegues cerca al plano de falla mientras los
reflectores entre 0,20 y 0,25 segundos muestran anticlinales y anticlinales
espurios. El efecto de sombra en es más pronunciado que en el extensional
debido al fuerte contraste de velocidad, la mayor deformación y desplazamiento
del bloque cabalgante.
FIGURA
3.
A. Modelo de esfuerzo distensivo con
falla normal e inversión de velocidad y B.
La respuesta sísmica “zero offset” del modelo con levantamientos y hundimientos
de los reflectores bajo la falla
FIGURA
4.
A. El modelo de capas planas
horizontales y paralelas con una falla inversa bajo un régimen compresivo y B. sección apilada correspondiente al
modelo con reflectores fuertemente distorsionados en la zona de sombra de
falla.
La
formación León crea una inversión de velocidad al yacer entre dos formaciones
de mayor velocidad, por lo que se estudió la respuesta sísmica en modelos con y
sin inversión de velocidad. La FIGURA 5A muestra el modelo de una capa de alta
velocidad entre dos capas de baja velocidad con una falla normal inclinada y
rayos “zero-offset” que recorren el modelo desde la superficie hasta la base de
la capa de alta velocidad. En una capa de alta velocidad el tiempo de viaje del
rayo (medido por su longitud) es menor que en una de menor velocidad. Así, el
rayo 1 recorre solo la capa de baja velocidad mientras los otros viajan
parcialmente por la de alta velocidad, por lo que sus tiempos de viaje serán
menores cuando el recorrido sea mayor en esa capa y menor en la de baja
velocidad. Los tiempos de los rayos 2, 3 y 4 disminuyen al viajar por la capa
de alta velocidad por lo que la anomalía en tiempo bajo la falla levanta el
reflector en la base de la capa de alta velocidad (“pull-up”). Por el
contrario, la FIGURA 5B muestra un modelo fallado en tiempo con una capa de
baja velocidad entre dos de alta velocidad (inversión de velocidad). Al cruzar
la falla, el rayo demora más tiempo al viajar en la capa de baja velocidad que
en la de alta velocidad, por lo tanto el tiempo de viaje del rayo 1 es menor
que el del rayo 2, tiempo que aumenta para los rayos 3 y 4. La anomalía en
tiempo asociada en este caso hace descender el reflector en la base de la capa
de baja velocidad (“sag”). El levantamiento o hundimiento del reflector depende
de las velocidades, pero según la ley de Snell, afectan el ángulo de refracción
de los rayos al cruzar la falla. En la FIGURA 5A el rayo 1 mantiene su trayectoria
recta, pero parte de la energía de los rayos 2, 3 y 4 se refracta hacia la
izquierda bajo la falla y parte refleja hacia la derecha. A ángulos de
incidencia superior al crítico no cruzará la falla, lo cual oscurece la imagen
bajo la falla y debilita la continuidad del reflector. En la FIGURA 5B, el rayo
1 mantendrá su trayectoria recta mientras parte de la energía de los rayos 2, 3
y 4 se refractará hacia la izquierda y parte se reflejará a la derecha. En
consecuencia se debilita la continuidad del reflector bajo la falla. La FIGURA
5C muestra una sección “zero-offset” generada en el modelo de la FIGURA 5D que
tiene una falla normal de 45° de inclinación y 300m de salto. Las dos
situaciones estudiadas en las FIGURAS 5A y 5B son replicadas en el modelo de la
FIGURA 5D: la primera, en la parte superior del modelo donde la Formación León
supra-yace la Formación Carbonera y la segunda, en la parte inferior del modelo
donde la Fm. León subyace la Fm. Guayabo (mayor velocidad). Alrededor de 0.3
segundos bajo la falla en la FIGURA 5C, el reflector tope de la Fm. León se
dobla levemente hacia abajo cerca a la falla. Por otro lado, bajo la falla el
reflector tope de la Fm. Carbonera (a 0.6 segundos) se dobla hacia arriba igual
a lo mostrado por la FIGURA 5B. Al comparar el reflector tope de la Fm. Mirador
a ambos lados de la falla, a 1.9 segundos en la FIGURA 5C el reflector muestra
un débil y discontinuo sinclinal consecuencia del doblamiento de los rayos con
difracciones en puntos donde los reflectores terminan contra la falla. A la
derecha de la falla todos los reflectores se mantienen planos, paralelos y
horizontales con difracciones en aquellos puntos donde pinchan la falla.
FIGURA
5.
A. El modelo con una capa de alta
velocidad entre dos capas de baja velocidad muestra levantado el reflector base
de la capa de alta velocidad. B. El
modelo con una capa de baja velocidad entre dos capas de alta velocidad muestra
hundido el reflector base de la capa de baja velocidad. C. La imagen apilada muestra bajo la falla un hundimiento al tope
de la Formación León, un levantamiento al tope de la Fm. Carbonera y
reflectores difusos y distorsionados de la Fm. Mirador. D. Modelo de capas planas, horizontales y paralelas fallado
normalmente con velocidades de las formaciones Guayabo, León, Carbonera y
Mirador, del cual se obtuvo la sección apilada en la FIGURA 5C.
Las
16 adquisiciones sísmicas (con la geometría de la línea R-2005-03) de los 16
modelos (combinan saltos de 60, 90, 150 y 300 m y ángulos de falla de 15°, 30°,
45° y 60º) generaron registros que se procesaron en tiempo y en profundidad al
aplicar la misma secuencia de algoritmos usada para lograr la imagen de la
FIGURA 1B. La FIGURA 6A contiene el modelo de velocidades con salto de 60 m e
inclinación de falla de 15° y la FIGURA 6B la sección apilada obtenida del
modelo. Las FIGURAS 6C, 6D y 6E muestran las secciones sísmicas obtenidas de
los modelos con ángulo de 15º y saltos de 90m, 150m y 300m respectivamente. En
la FIGURA 6B el efecto de sombra es casi imperceptible pues los reflectores
ligeramente deformados bajo la falla están muy cerca de sus correctas
posiciones. Esas deformaciones se hacen más evidentes en la FIGURA 6C al
aumentar en el modelo el salto de 60 a 90 m, especialmente al tope de la Fm.
Carbonera donde se nota un levantamiento difuso al igual que en el tope de la
Fm. Mirador. Cuando el salto de falla alcanza los 150 m, la sombra de falla en
la imagen sísmica en la FIGURA 6D muestra un levantamiento claro al tope de la
Fm. Carbonera por encima de su posición correcta igual que al tope de la Fm.
Mirador que luce levantado y distorsionado. En la FIGURA 6E, al alcanzar el
salto de falla 300m, la distorsión por la sombra es extremo con reflectores
difusos y mal posicionados. La secuencia de las FIGURAS 6B, 6C, 6D y 6E indica
que el efecto por sombra aumenta con el salto. Por otro lado, la FIGURA 7
muestra una secuencia de secciones apiladas en función del ángulo de falla
afecta la imagen. La FIGURA 7A muestra el modelo fallado con salto de 60 m e
inclinación de 15° en la falla, mientras la FIGURA 7B despliega la
correspondiente sección sísmica. Las FIGURAS 7C, 7D, 7E y 7F contienen las
secciones correspondientes a los modelos con salto de falla de 60 m y ángulos
de 30°, 45°, 60° y 75°. Tal secuencia muestra que la sombra es mayor a ángulos
menores y que el impacto del ángulo es menor al causado por el salto.
FIGURA 6. A. Modelo de velocidades con salto de
60 m y 15° de inclinación de falla, los demás modelos varían solo en el salto
de falla. B. Sección sísmica de
modelo con salto de 60m. C. Sección
sísmica de modelo con salto de 90m. D.
Sección sísmica de modelo con salto de 150m. E. Sección sísmica de modelo con salto de 300m.
FIGURA 7. A. Modelo de velocidades con salto de
60 m y 15° de inclinación de falla, los demás varían solo en el buzamiento de la
falla. B. Sección sísmica de modelo
con ángulo de 15°. C. Sección
sísmica de modelo con ángulo de 30°. D.
Sección sísmica de modelo con ángulo de 45°. E. Sección sísmica de modelo con ángulo de 60°. F. Sección sísmica de modelo con ángulo
de 75°.
El
resultado del proceso antes descrito se resume en una serie de pasos para
identificar y atenuar el efecto de la sombra de falla: A) Identificar
hundimientos y levantamientos de reflectores bajo la falla. B) Determinar el
tipo de falla de acuerdo con el régimen tectónico en la zona
(compresivo/extensivo) y estimar el ángulo y el salto de falla. C) Construir un
modelo en profundidad con cambios laterales de velocidad en la falla cuyos
valores sean consistentes con los de un registro sónico. D) Realizar el modelado
numérico para confirmar la sombra de falla con levantamientos o hundimientos de
los reflectores en las zonas con variación lateral de velocidad, observados en
la imagen sísmica real. E) Usar el modelo escogido como el modelo inicial para
la migración PSDM. F) Actualizar el modelo en cada iteración con énfasis en las
zonas bajo falla, donde la sección sísmica real exhiba “pull-up” o “sag”, hasta
obtener la imagen correcta (Quigley et al.,
2012). La metodología antes descrita es aplicable a zonas con fallas inversas
con la salvedad que las zonas de cabalgamiento se caracterizan por su baja
calidad de imagen, consecuencia de las múltiples y curvadas trayectorias de los
rayos y la poca iluminación del bloque colgante. Por ende, el éxito de la PSDM
depende del modelo de velocidad consistente con registro de pozo que
caracterice la litología del sector en consideración.
La FIGURA 8A muestra la
sección sísmica con reflectores de la Formación Carbonera con forma anticlinal
en el bloque yacente mientras en la base se distinguen distorsiones en la
geometría de la estructura bajo la falla, lo cual puede ser causado por la
sombra de falla. Se identifica la falla normal con componente de rumbo con
salto estimado de 90 m y máximo ángulo de 45º, en concordancia con la tectónica
distensiva del área de la Cuenca Llanos.
Se
creó un modelo en profundidad con estas características y se generaron datos
sintéticos que fueron luego procesados hasta lograr la sección apilada de la
FIGURA 8B. Los reflectores tope y base
de la Formación Carbonera muestran igual comportamiento en las FIGURAS 8A y 8B,
con un “pull up” al tope el reflector con igual geometría, de lo cual se deduce
que el modelo se aproxima la del subsuelo.
FIGURA 8. A. Interpretación en tiempo de la línea
R-2005-03 donde bajo la falla se observan hundimientos en la Fm. Carbonera y un
levantamiento en su tope. B. Sección
sísmica obtenida de procesar los registros del modelo con 90m de salto e
inclinación de falla de 45°. Las dos imágenes se obtuvieron con la misma
secuencia de procesamiento
La
FIGURA 9A muestra la imagen PSDM obtenida mediante el procesamiento
convencional, donde la sombra de falla causa el levantamiento de los reflectores,
fuertes cambios en sus buzamientos y distorsiones en el trazo del plano de la
falla. Se construyó el modelo inicial en profundidad con salto de 90m y ángulo
máximo de 45º, con perfil de velocidad de las formaciones tomadas del registro
sónico, el cual fue utilizado junto con los registros CDP sin apilar en la
migración en profundidad – PSDM. El registro sónico permitió actualizar en
detalle la zona de falla del modelo inicial. El nuevo modelo junto con los registros
CDP permitió obtener la sección PSDM que se ve en la FIGURA 9B. Al comparar con
la FIGURA 9A, la FIGURA 9B muestra bajo la falla los reflectores mejor
definidos y sin estructuras espurias, los cuales presentan cambios laterales en
amplitud que facilitan un trazo más definido de la falla.
FIGURA 9. A. La imagen migrada en profundidad –
PSDM de la línea R-2005-03, obtenida del modelo inicial, muestra falsos
anticlinales bajo la falla. B. La
imagen migrada en profundidad – PSDM de la línea R-2005-03, obtenida del modelo
actualizado con información de inclinación y salto de falla, muestra los
reflectores con una geometría acorde con el régimen de esfuerzos de la cuenca
Llanos.
Los efectos bajo la sombra causados
por el salto y el ángulo de falla se estudian al simular la propagación de
ondas en modelos 2D. Mediante modelamiento en zonas con fallas normales e
inversas se observa el efecto de sombra causado por el gradiente de velocidad a
través de la falla. Como resultado se propone una metodología para atenuar la
distorsión por sombra de falla en el bloque colgante, que también es aplicable
a zonas con fallas inversas. La metodología se aplicó en un sector de la Cuenca
Llanos que tiene registros de pozo y una línea sísmica 2D, cuya
interpretación suministró el modelo de velocidad en profundidad en el que la
propagación de las ondas replicó las estructuras espurias bajo la falla. El
modelo de la PSDM convencional fue modificado en la zona de falla y refinado
con un perfil de velocidad ajustado a un registro de pozo. La migración PSDM
con el nuevo modelo suministró una imagen que difiere de la anterior imagen
PSDM obtenida. Acorde con el régimen distensivo de la cuenca en el sector
considerado, la imagen en profundidad suministrada no tiene estructuras falsas
bajo la falla y sus reflectores mejor definidos muestran cambios laterales en
amplitud que definen mejor el trazo de la falla.
Los autores manifiestan agradecimiento
a la Universidad Nacional de Colombia y en particular al programa de Maestría
en Geofísica. De igual modo extendemos nuestros agradecimientos a la compañía
Petróleos Sudamericanos por el acceso a los datos y a las compañías CGG e
Inforpetrol por la asesoría y el acceso al software empleado. Finalmente,
gracias a los evaluadores cuyas sugerencias contribuyeron a la mayor claridad
del documento.
Alaei,
B. 2012. Seismic Modeling of Complex Geological Structures. In: Kanao, M.
(Ed.). Seismic Waves - Research and Analysis. InTech, Chapter 11.
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Forma
de citar: Torres-Vega, C.M, Almanza-Montero, O.A., y
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