Correlacion geoquímica entre
crudos y rocas del sistema petrolero de la península de Santa Elena y el golfo
de Guayaquil
Geochemical correlation between oils
and rocks of the petroleum system of the Santa Elena peninsula and the gulf of
Guayaquil
Erica Lorenzo
elorenzo@upse.edu.ec
Universidad Estatal Península de Santa Elena (UPSE), Ecuador
Wladimir Andrés Roca-Beltrán
wladimir_andres_17@gmail.com
Universidad
Estatal Península de Santa Elena (UPSE), Ecuador
Manuel Martínez
manmarti@gmail.com
Universidad
Estatal Península de Santa Elena (UPSE), Ecuador
Antonio Morato
amorato@upse.edu.ec
Universidad
Estatal Península de Santa Elena (UPSE), Ecuador
Paulo César Escandón-Panchana pcescandonp@hotmail.com
Universidad
Estatal Península de Santa Elena (UPSE), Ecuador
Cristian Paul Álvarez-Domínguez
calvarez@upse.edu.ec
Universidad
Estatal Península de Santa Elena (UPSE), Ecuador
El
área suroeste de la costa ecuatoriana es una región tradicionalmente petrolera,
sin embargo aún no se ha definido cuál es el sistema
petrolero reinante en la región. Entre las principales rocas propuestas como
generadoras de los crudos del litoral, se encuentran las formaciones Seca y
Socorro del Eoceno así como Dos Bocas y Subibaja del
Mioceno. Con la finalidad de aportar nuevos elementos al conocimiento de la
zona, fueron estudiados tanto crudos como rocas provenientes de campos onshore y offshore, usando técnicas geoquímicas que
incluyen cromatografía de gases e isótopos de carbono. Parámetros como el
Índice Preferencial de Carbonos (IPC), Pri/ n-C17, Fit/n-C18 y las distribuciones isotópicas, indican que los
crudos de los campos onshore están genéticamente
diferenciados de los crudos offshore, y se asocian con una roca madre clástica
con aporte de materia orgánica mixta, depositada en ambiente subóxico, consistente con la parte distal de un complejo estuarino. Por otro lado, las rocas analizadas son
inmaduras térmicamente y con muy bajo potencial generador, por lo que no pueden
ser correlacionadas con los crudos analizados, tal y como se venía haciendo
tradicionalmente.
Palabras
clave: Geoquímica, roca madre, madurez térmica, Golfo de
Guayaquil, Ecuador.
The southeastern of the Ecuadorian
coast is a traditionally oil producing region, but the petroleum system has not
been defined yet. The proposed main source rocks are Seca
and Socorro formations (Eocene) and Dos Bocas and Subibaja
formations (Miocene). In order to contribute new elements to the knowledge of
the area, both crude and rock from onshore and offshore fields were studied,
using geochemical techniques that include gas chromatography and carbon
isotopes. Parameters such as the Carbon Preference Index (IPC), Pri/n-C17 and Phy/n-C18 ratios
and the isotopic distributions, indicate that onshore oils are genetically
differentiated from offshore oils and are associated with a detritic
source rock with mixed organic matter, deposited in a suboxic
environment, consistent with the distal area of an estuarine complex. On the
other hand, the rocks analyzed are thermally immature and with very low
generating potential, so that they cannot be correlated with the crude
analyzed, as was traditionally done.
Keywords: Geochemistry, source rock, thermal
maturity, Gulf of Guayaquil, Ecuador.
Forma de citar: Lorenzo,
E., Roca-Beltrán, W.A., Martínez, M., Morato, A.,
Escandón-Panchana, P.C., y Álvarez-Domínguez, C.P. (2018). Correlación
geoquímica entre crudos y rocas del sistema petrolero de la península de Santa
Elena y el golfo de Guayaquil. Boletín de Geología, 40(1), 31-42. DOI:
10.18273/revbol.v40n1-2018002.
El área del Golfo de Guayaquil se ubica en el suroeste
de la costa ecuatoriana y cubre aproximadamente 15.000 km2. La roca
madre de petróleo es desconocida, aunque han sido propuestas muchas unidades
para cumplir dicha función (Benítez,
1995; Jaillard et al.,
1995; Deniaud et al.,
1999). Las principales acumulaciones petroleras se
encuentran en rocas de edad Eocena (Grupo Azúcar) y Miocenas (Formaciones Seca
y Socorro). Por otro lado, la región conocida como “Campo Amistad” se localiza
próxima a la isla de Puná entre la Cuenca Jambelí y el Alto de Santa Elena al suroeste del golfo, a
unos 60 km al oeste de Machala (Benítez,
1995) (FIGURA 1).
FIGURA 1
Ubicación de la zona objeto de estudio
La Península de Santa Elena ha sido dividida en varias
regiones; la más importante de ellas desde el punto de vista petrolífero es el
bloque Gustavo Galindo Velasco, con un área de 70 km2. Este bloque
está dividido en tres zonas, norte, central y sur, y algunos de sus campos más
importantes son: Ancón, Petrópolis y Santa Paula.
Estos campos poseen crudos de importancia económica
para el país, y entre ellos destaca el Campo Ancón, cuyos crudos presentan una
gravedad API de 35º en promedio, lo que los clasifica como crudos livianos (Cobos, 2010).
Sin embargo, se conoce muy poco de sus características geoquímicas, las cuales
pueden contribuir a los estudios de exploración, con miras a futuras
explotaciones en este campo.
Este trabajo presenta el estudio geoquímico de cinco
muestras de crudos, cuatro de ellos procedentes del área de la Península de
Santa Elena (onshore) y una del Golfo de
Guayaquil (offshore).
Los datos de esta última se han usado como referencia a la hora de extrapolar
los datos y comparar si todas pertenecen a un mismo sistema petrolero. Así
mismo fueron analizadas 20 muestras de rocas procedentes de 5 pozos, ubicados offshore
y onshore
(FIGURA 1).
La finalidad de este trabajo es obtener información sobre el origen de la
materia orgánica precursora de los crudos y del tipo de roca fuente que los
originó, del grado de madurez alcanzado por la roca fuente y los posibles
procesos de alteración que ocurrieron en estos crudos en el yacimiento.
La geología del suroeste de Ecuador ésta condicionada
por la interacción de las Placas Nazca y Sudamericana (Jaillard et
al., 2009).
En contexto general, muchos autores (Benítez,
1995; Deniaud et al.,
1999; Cobos,
2010), han reportado la columna sedimentaria de la
Península de Santa Elena y el Golfo de Guayaquil como unidades tectonoestratigráficas sobre un basamento oceánico de edad
cretácica (Formación Piñón) (FIGURA 2).
Cretácico Superior
Cenomaniense-Coniaciense/Santoniense-Campaniense: Sobre
la Formación Piñón se localiza un conjunto de rocas vulcanoclásticas
y lutitas tobáceas que
conforman la Formación Cayo, que a su vez puede ser subdividida en los
miembros: Calentura, Cayo y Guayaquil. El miembro Calentura aparece sobre la
Formación Piñón, como una gruesa sucesión de lutitas,
limolitas negras laminadas y areniscas turbiditicas compuestas de clastos volcánicos y depositadas
en ambientes pelágicos. En el área de Guayaquil, el miembro Cayo se depositó en
disposición concordante sobre la Formación Calentura (Benítez, 1995; Jaillard et al., 2009).
Las rocas que caracterizan a este miembro son grauvacas con intercalaciones de lutitas características de ambientes turbidíticos
de alta densidad con sedimentos vulcanoclásticos.
Finalmente, culminando la Formación Cayo se encuentra el miembro Guayaquil cuya
composición principal está basada en tobas, arcillas y cherts
negros, característicos de ambientes pelágicos con actividad volcánica distal (Marksteiner y Alemán, 1991; Wallrabe-Adams, 1990).
FIGURA 2
Columna EstratigrãFica Progreso/Santa Elena Integradas
Maastrichtiense-Paleoceno
Temprano
La Formación Santa Elena solo aflora en la península
homónima. Ha sido descrita como una sucesión de depósitos turbidíticos
finos, depósitos de deslizamientos por gravedad y flujos densos. Esta unidad es
considerada con un equivalente al miembro Guayaquil (Jaillard et al., 1995; Deniaud, 1998).
Paleógeno
Para el Paleoceno Tardío-Eoceno Inferior, el Grupo
Azúcar (FIGURA 2)
ha sido reportado como una facies conglomerática que
separa dos facies areno-arcillosa, características de ambientes de abanico
submarino. Con base en la composición del grupo, este ha sido a su vez
subdividido en 3 miembros: Estancia, Chanduy y Engabao. Cabe destacar por su importancia en producción
petrolera el miembro Chanduy también denominado
Formación Atlanta, que constituye el principal reservorio de la región (Benítez, 1995).
La sedimentación eocena en la Península de Santa Elena
está representada por el Grupo Ancón, el cual se compone de tres formaciones;
Formación Passage Beds, la
Formación Clay Pebble Beds, la Formación Socorro, la Formación Seca y la
Formación Punta Ancón. La Formación Passage Beds está compuesta por intercalaciones de arenisca
calcárea de grano grueso y areniscas que se dispone discordante sobre el Grupo
Azúcar.
La Formación Clay Pebble Beds corresponde a
sedimentos turbíditicos característicos de corrientes
submarinas de alta densidad. Esta formación incluye un banco de areniscas
aislado denominado Formación Santo Tomas, el cual está considerado como nivel
productor en el campo Ancón.
La Formación Socorro está constituida por lutitas oscuras y areniscas de carácter turbíditico,
características de zona de transición entre abanicos de talud y canales de
plataforma continental.
La Formación Seca depositada concordantemente sobre la
anterior (FIGURA 2),
está constituida por arcillas grises a verdosas características de depósitos de
plataforma y abanicos submarinos. Por último, a este grupo pertenecen las
areniscas con base erosiva de la Formación Punta Ancón que corresponden a
depósitos marinos próximos al talud.
Tras las formaciones eocenas hay una discordancia
erosiva que indica la pérdida de las formaciones de edad más joven, hasta
llegar al Pleistoceno con la Formación Tablazo, la cual son niveles calcáreos
marinos aterrazados. Dado que el estudio que se
presenta abarca muestras en el Golfo de Guayaquil y la geología de la zona no
ha sido reportada en columna estratigráfica, se ha completado la columna
propuesta con los sedimentos de la Cuenca Progreso equivalente a las edades
perdidas en la Península de Santa Elena. Estos son:
Oligoceno: En
el Oligoceno se depositó una serie terrígena compuesta por areniscas,
conglomerados, limolitas y arcillas, con alta
variabilidad lateral y pobremente clasificadas que constituyen la Formación
Zapotal.
Mioceno: El
Mioceno inferior está representado por dos formaciones compuestas por arcillolitas grises correspondiente a un máximo
transgresivo en el área Dos Bocas y Villingota. Los
depósitos correspondientes al Mioceno medio son interestratificaciones
de arcillolitas oscuras y areniscas gruesas mal
seleccionadas. Por último, en el Mioceno superior se depositó la Formación
Progreso, que se compone de interestratificaciones de
areniscas y lutitas marrones, calcáreas y ricas en
fósiles características de medios marinos poco profundos o de transición.
Plioceno: Esta
edad está representada por el Miembro Placer de la Formación Puná, compuesto por intercalaciones de lutitas
con limolitas y areniscas depositadas en ambiente estuarino.
Cuaternario: Sobre
la unidad Pliocena, concordantemente se dispone el miembro Lechuza, cuya
litología es similar al anterior salvo que al norte se intercalan con calizas
dolomíticas depositadas en ambiente marino de plataforma somera.
Muestras
Las muestras de crudos y rocas empleadas en el
presente estudio, fueron colectadas en su momento por la hoy extinta Corporación
Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE) y almacenadas en el Laboratorio de
Petróleo de la Universidad Estatal Península de Santa Elena. Las muestras
fueron tomadas de los pozos cuya nomenclatura y ubicación aparecen en la FIGURA 3.
Obtención de las fracciones orgánicas
Los crudos fueron tratados con benceno en una
proporción 1:1 a fin de remover agua y sedimentos. En el caso de las rocas,
éstas fueron cuidadosamente pulverizadas en un equipo Shatterbox,
con un vial de carburo de tungsteno, por tiempos muy cortos a fin de impedir
posibles alteraciones por calentamiento. Una vez pulverizadas hasta pasar el
tamiz de 150 mesh, fueron sometidas a extracción
exhaustiva Soxhlet con diclorometano
como solvente (aproximadamente 2 días). El extracto obtenido fue rotaevaporado y el bitumen obtenido fue pesado, para luego
ser llevado a fraccionamiento.
FIGURA 3
Localización De Los Pozos De Estudio.
Una alícuota de cada muestra (crudo libre de agua y
sedimentos o bitumen de roca) fue fraccionada en saturados, aromáticos, resinas
y asfaltenos (SARA) mediante técnicas convencionales.
Brevemente, los asfaltenos fueron separados con
n-heptano en una relación 1:40 v/v y haciendo uso de un papel de filtro Whatman’s Nº2, según la norma ASTM D3279-07.
Los asfaltenos fueron purificados varias veces por
extracción Soxhlet con n-heptano hasta obtener el
líquido incoloro.
Determinaciones analíticas
El contenido de azufre fue llevado a cabo usando un
analizador de azufre Leco SC-432. Los análisis cromatográficos
fueron efectuados en un equipo Agilent 6890N con una
columna HP-1 de 30 m de longitud x 0,25 mm de diámetro interno, y espesor de la
película interna de 0,25 μm.
El horno fue programado de 35ºC por 15 minutos; incrementado luego a 270ºC, a
30ºC/min, luego a 300ºC a 10ºC/min, usando Helio como gas de arrastre.
Los biomarcadores fueron
identificados por comparación de los espectros de masa, tiempos de retención y
por iones diagnósticos disponibles en la literatura especializada (Peters et
al., 2005).
Las determinaciones isotópicas de carbono sobre las
fracciones saturadas y aromáticas fueron llevadas a cabo en un equipo
analizador elemental Thermo Finnigan
1112 acoplado a un espectrómetro de masas Finnigan
Mat Delta C. Se emplearon como materiales de referencia el grafito USGS 24,
sacarosa IAEA-CH6, polietileno IAEA-CH7 y crudo NBS-22. Los valores de la
relación δ13C/δ12C
se reportan respecto al patrón PDB. Todos los análisis fueron llevados a cabo
por duplicado.
Caracterización de los crudos
Las características generales de la composición, el
total de azufre y la gravedad API de las cinco muestras de crudo analizadas se
muestran en las TABLA 1.
Del análisis porcentual de las fracciones del crudo, se obtuvo datos similares
para las 5 muestras analizadas: la fracción alifática de hidrocarburos (SAT)
arrojó valores entre el 49,2% y el 69,1% (FIGURA 4);
los hidrocarburos aromáticos (ARO) en el intervalo 4,4 – 20 %; mientras que la
fracción polar (POL) presenta valores entre el 10,4 y el 18,3 % (TABLA 1). Los crudos
analizados, no muestran signos de alteraciones por biodegradación dado el alto
porcentaje de saturados que presentan. Sin embargo, no se puede descartar
rotundamente la ausencia de tal alteración secundaria ya que una eventual
mezcla de crudos puede enmascarar el proceso de biodegradación (Escobar-Navarro, 2008).
Por otra parte, la distribución de las muestras de crudo respecto a las
relaciones Pri/n-C17 y Fit/n-C18
revela distintos grados de alteración para los crudos analizados, de tal forma
que para el SP47 parece que el grado de biodegradación es mayor que para el
crudo offshore
GG-1 (FIGURA 5).
Finalmente, la presencia del C29 25-nor-17(α)-hopano, que deriva de la desmetilación
del C30 17(α)21(β)-hopano (FIGURA 6)
en el fragmentograma m/z 191 confirma la existencia
de biodegradación en los crudos analizados.
TABLA 1
Cuantificación En Porcentaje De Las Fracciones Esenciales Y Gravedad
Específica De Los Crudos Analizados.
Por otro lado, los valores obtenidos para la gravedad
específica de los crudos bajo análisis se encuentran en el intervalo de 29,9-33,9º, lo que permiten inferir un nivel incipiente a
intermedio en madurez térmica. No obstante, dado que se detecta alteración
secundaria en el yacimiento, esta inferencia no es concluyente.
FIGURA 4
Diagrama Triangular De Composición S.A.R.A.
FIGURA 5
Diagrama De Pri/N-C17 Vs. Fit/N-C18
De Los Crudos Estudiados.
Distribución de n-alcanos
En las muestras estudiadas, la distribución de
parafinas es variable, con predominio de n-alcanos livianos (<n-C20)
sobre los pesados (>n-C20,
FIGURA 7).
El Índice Preferencial de Carbonos (IPC) pudo medirse
en dos muestras, AN-58 y GG-1; los valores se encuentran en torno de la unidad
(1,07-1,2) indicando madurez moderada a alta para los crudos en estudio. Para
el resto de crudos ubicados onshore, la
ausencia de n-alcanos en el intervalo empleado por la ecuación del ICP impide
efectuar el cálculo, lo que confirma la existencia de alteración secundaria de
los crudos, posiblemente por biodegradación. En los crudos SP-47, STH-51/5 y
STH-57/5 queda evidente la ausencia de n-alcanos; sólo son detectadas las
señales correspondientes a la familia de isoprenoides,
desde el isoprenoide con 13 átomos de carbono, IP-13,
hasta el fitano.
La distribución de n-alcanos, con predominio de los
livianos sobre los pesados, apunta a materia orgánica marina; por otra parte,
las relaciones Pri/Fit
mayores a la unidad, pero en torno a 2 permiten proponer condiciones
moderadamente reductoras a levemente oxidantes, propias de medios fluvio-marinos, con materia orgánica mixta. Este dato es
coincidente con la información obtenida de la FIGURA 5, la cual agrupa todas las muestras de crudos
obtenidas dentro del campo de materia orgánica mixta (Lijmbach, 1975; Hunt, 1996; Moustafa, 2004).
FIGURA 6
Comparativa De Fragmentogramas M/Z 191
Correspondientes A Los Crudos Sth-51 Y Gg-1
La imagen superior que sirve de referencia para la identificación
proviene de una muestra de la Cuenca Oriental de Venezuela (Peters et
al., 2005).
FIGURA 7
Cromatograma Sobre La
Fracción Saturada Para Las Muestras: A. Gg-1 Y B. Sth-51
Madurez térmica
La madurez térmica de los crudos analizados fue
establecida con base en: la relación 17α-trisnorhopano/18α- trisnorhopano (Ts/Tm), relación Moretano/Hopano (Mo/Ho), relación
de los isómeros de bisnorhopano 33S/33R y el Índice
preferencial de Carbono (IPC). Estos índices fueron calculados a partir de las
áreas de las señales en los cromatogramas y fragmentogramas m/z 191 respectivamente (FIGURAS 7 y 8).
La relación Mo/Ho reporta datos para todos los crudos,
en el rango entre 0,12 y 0,18, lo cual apunta hacia crudos maduros. El hecho de
que los crudos analizados apunten tener cierta madurez está apoyado también por
la relación Ts/Tm. Los valores obtenidos oscilan entre
1,04 y 2,5, indicando que los crudos analizados cuentan con una madurez térmica
mínima de entrada en la ventana de petróleo.
Por último, la relación de esteranos
22S/22R igualmente apunta hacia que los crudos analizados son maduros dado que
los datos obtenidos se encuentran en el rango de 1,5 a 1,9 (Moustafa y Morsi, 2012) (FIGURA 9).
FIGURA 8
Fragmentogramas (Gc-Ms) M/Z 191 Correspondientes A Los Crudos A. Gg-1 Y B.
Sth-51.
FIGURA 9
Fragmentogramas (Gc-Ms) M/Z 217 Correspondientes A Los Crudos A. Gg-1 Y B.
Sth-51.
Isótopos de carbono
Los valores obtenidos del análisis de los isotopos
estables del carbono, para los cinco crudos analizados se presentan en la TABLA 2. Los crudos
SP-47 muestran un δ13C
promedio de -22,4‰ sin embargo el dato obtenido para el CG-1 es isotópicamente
más liviano y se corresponde con un δ13C
de -25,3. La representación gráfica de estos datos en el diagrama de Sofer (1984),
muestra la división de las muestras en dos familias isotópicamente similares,
lo cual apunta hacia un mismo origen sedimentario de la materia orgánica que
generó dichos crudos (FIGURA 10).
Sin embargo, el hecho que el GG1 sea isotópicamente más liviano permite inferir
un aporte significativo de materia orgánica terrestre, dato que se ve apoyado
con la distribución de esteranos discutida en el
siguiente apartado.
TABLA 2
Parámetros Geoquímicos Calculados A Partir De Los Fragmentogramas
Y Fraccionamiento Isotópico De La Fracción Saturada Y Aromática.
Paleoambiente Deposicional y Tipo de Materia Orgánica
La evaluación del ambiente de depósito de las facies
orgánicas que generaron los crudos analizados se estableció con base en el
análisis de los esteranos y la relación pristano/fitano extraídos de los fragmentogramas m/z 217 (FIGURA 9) y m/z 99 (FIGURA 7).
La cantidad porcentual de los esteranos C27
a C29 muestra que los crudos analizados entran dentro del rango
mixto/parálico para la procedencia de la materia
orgánica precursora (FIGURA 11).
Estos datos se confirman con la relación pristano/fitano cuyo valor superior a uno apunta hacia un medio de
depósito subóxico. Por otro lado, las bajas
concentraciones de azufre en el intervalo comprendido entre 0,1-0,11 %
(promedio de 0,048%) apoyan la tesis de una roca clástica como la roca madre de
los crudos analizados. Este tipo de rocas son características de ambientes
transicionales subóxicos apuntado por los parámetros
anteriores.
FIGURA 10
Gráfico De Sofer (1984) Aplicado Sobre Los
Extractos Orgánicos De Las Muestras Estudiadas.
Caracterización de rocas: Las muestras de rocas fueron caracterizadas
con base en el Porcentaje de Carbono Total, los datos de Rock-Eval (S2 y Tmax)
y reflectancia de la vitrinita por intervalo de edad
conocida (TABLA 3).
Se analizó el intervalo correspondiente al Mioceno Temprano (Formación
Dos Bocas?) del pozo STD-1, generando valores de COT % de 0,95%
(promedio de cuatro muestras) y un S2 de 0,58 mg/g de roca lo que
implica que tienen un pobre potencial generador. Por otro lado, las rocas del
intervalo presentado infieren inmadurez dado los valores de Tmax
entre 423º-429º y una reflectancia de la vitrinita entorno a 0,47. Para el mismo intervalo temporal en rocas
analizadas en los pozos D1, GG-1 y AS-1, se obtuvieron los siguientes datos
promedios, COT% 1,07%, S2, 0,66 mg/g de roca seca (promedio de 6 muestras), lo
que concuerda en que se trata de una roca con bajo potencial generador.
Igualmente, los valores de Tmax de 428º y
la reflectancia de la vitrinita con 0,40% infieren
inmadurez.
FIGURA 11
Diagrama Triangular Mostrando La Contribución De Los Esteranos
Regulares Ααα Y Αββ C27, C28 Y
C29. La Interpretación Paleoambiental Y De Fuente
Acorde A Huang Y Meinschein
(1979).
Otro intervalo analizado en el pozo STD-1 es el
correspondiente al Mioceno medio (Formación Subibaja?).
Este intervalo presenta un COT% promedio de 1,1% en peso (promedio de 5
muestras) y un S2 de 3,15 mg/ gr de roca seca, sugiriendo que este
intervalo rocoso posee un potencial marginal para generar hidrocarburos. Sin
embargo, los datos de madurez termal apuntan a que las rocas son inmaduras dado
que la Tmax presenta valores entre 401-432
ºC y una reflectancia de la
vitrinita de 0,42 a 0,53%.
TABLA 3
Parámetros De Caracterización Geoquímica De Las Rocas (Valores
Promediados).
El intervalo correspondiente al Mioceno medio también
fue analizado en los pozos D-1, GG-1 y AS-1 en el Golfo de Guayaquil. Los
valores obtenidos para COT % estuvieron en torno a 1,04% de promedio y unos
valores de S2 superiores a 1,00 mg/ g de roca seca. Esto infiere que
el intervalo analizado tiene potencial generador de hidrocarburos tal y como se
había apuntado en los datos obtenidos del pozo STD-1, sin embargo, de manera
análoga al citado pozo los valores de madurez termal en el caso que nos ocupa
señala hacia condiciones de inmadurez en la roca (Tmax
es 425ºC y una % Ro de 0,41%).
El intervalo rocoso de edad Mioceno tardío (Formación
Progreso) extraído del STD-1 presentó unos valores de COT de 0,70% y un S2
de 1,62 mg/ g de roca seca, lo que indica un bajo potencial generador de
hidrocarburos. El mismo intervalo rocoso en el pozo D-1 arroja valores de COT
entorno al 2,04% y un valor promedio de 5,28 mg/g de roca seca (promedio de
cinco muestras), lo que confirma el bajo potencial generador obtenido en el
pozo STD-1. Sin embargo las muestras de rocas analizadas
del pozo D-1 dieron como resultado valores de COT% de 1,92% y 4,39 S2 que
infieren un cierto potencial generador de hidrocarburos, y pese a presentar
inmadurez la Tmax se muestra próxima la
ventana de petróleo y una reflectancia de la
vitrinita del 0,5% Ro.
Materia orgánica parental en las rocas: Los resultados obtenidos a partir
del análisis Rock-Eval del cálculo del índice de hidrogeno
(IH), índice de oxigeno (IO) fueron representados en el Diagrama de van Krevelen modificado (FIGURA 12).
Como se puede observar, las rocas representadas entran dentro del campo de la
materia orgánica terrestre.
FIGURA 12
Diagrama De Van Krevelen A Partir De Datos De
La Pirólisis Rock-Eval En
Las Muestras De Roca Del Presente Estudio.
Correlación Crudo-Crudo
Algunas características generales y parámetros
geoquímicos determinados en los crudos y sus fracciones constituyentes
sugieren, en primera aproximación, que los crudos estudiados son similares
entre sí. Así, la composición SARA (FIGURA 4),
las relaciones entre isoprenoides (FIGURA 5) al igual que
la distribución de esteranos y terpanos
pentacíclicos (FIGURAS 8 y 9)
es similar. Por último, la interpretación de los ambientes sedimentarios para
la posible roca madre no muestra mayores diferencias; sin embargo, la secuencia
sedimentaria de la Cuenca Progreso no presenta diferencias significativas a lo
largo de la columna; de hecho, predominan y se repiten las secuencias propias
de medios turbidíticos no muy lejanos a aportes estuarinos.
Los efectos de la biodegradación detectada -nivel 3-4
según la escala de biodegradación de Peters et al. (2005)-
pueden estar enmascarando los parámetros geoquímicos en los crudos afectados,
lo que complica una eventual correlación. Por el contrario, la huella isotópica
no es afectada por biodegradación, en las fracciones C15+ (Peters et
al., 2005)
por lo que en el diagrama de Sofer (1984)
correspondiente a la FIGURA 10,
la distribución isotópica distintiva de la muestra del Golfo de Guayaquil GG-1
respecto a los restantes crudos no puede ser atribuida a biodegradación (Vieth y Wilkes, 2010).
La diferencia de más de un 2-3‰ en la distribución isotópica (Peters et
al., 2005)
para este crudo respecto a los restantes permite proponer que al menos este
último no es correlacionable con los restantes. Así,
a pesar de las similitudes geoquímicas, en el Golfo de Guayaquil hay al menos
dos familias genéticas diferentes.
Correlación Crudo-Roca
Los crudos analizados se dividen en dos familias
genéticas, hecho fundamentado en el análisis isotópico como muestra el diagrama
de Sofer (FIGURA 10),
pese a que la materia orgánica precursora de los mismos parece tener el mismo
origen en un medio marino-transicional. La primera familia, correspondiente a
los crudos de la Península de Santa Elena (onshore),
ha sido relacionada tradicionalmente con las formaciones Dos Bocas-Villingota, de origen marino. No obstante, éstas no son correlacionables in situ, dada la
inmadurez de éstas. Por otro lado, la segunda familia correspondiente al crudo
de Golfo de Guayaquil ha sido correlacionada con la Formación del Mioceno
medio, Subibaja, de origen marino y con madurez incipiente.
Se reconocen dos tipos genéticos de crudo, los crudos onshore
de la Península y el crudo del Golfo de Guayaquil.
Las distribuciones de biomarcadores
no permiten discriminar entre los crudos, en parte debido a la similitud de la
calidad de la materia orgánica precursora, y del nivel alcanzado por los
crudos. Sin embargo, la huella isotópica es notablemente diferente en el crudo offshore
del Golfo de Guayaquil respecto a los restantes, correspondientes al área de
Ancón y la Península, por lo que queda evidenciada la presencia de dos tipos de
crudo, muy similares entre sí, pero con una importante diferencia a nivel
isotópico. Por tanto, se propone la existencia de dos sistemas petroleros
diferentes en el área de estudio.
La materia orgánica parental de los crudos analizados
es de origen marino, con significativo aporte terrígeno depositado en ambiente subóxico. Posiblemente se trata de un ambiente de transición
estuarino.
Los crudos analizados presentan madurez térmica
característica de inicio de ventana de petróleo.
Las rocas analizadas son térmicamente inmaduras por lo
que no han podido generar los crudos analizados.
La roca madre del crudo GG-1 se presenta como una roca
clástica de origen marino o transicional, con aporte de materia orgánica
continental, posiblemente de tipo estuarino, que
respondería a las condiciones subóxicas. En
concordancia con ello la posible roca madre puede estar conformada por los
depósitos del intervalo Mioceno medio (Pozo D-1), la cual puede ser la
Formación Subibaja o su equivalente lateral en Golfo de Guayaquil.
La roca generadora de los crudos de la Península de
Santa Elena, se postula como una roca madre marina/transicional. Con esas
condiciones los candidatos disponibles corresponden a depósitos del Mioceno
temprano, Dos Bocas/Villingota; sin embargo, las
muestras analizadas de la misma presentan inmadurez. Cabe señalar la
posibilidad de que esta formación haya alcanzado niveles de madurez mayor hacia
el centro del Golfo y por migración los yacimientos se localizan onshore.
Otra posibilidad que no se puede descartar es que la roca madre provenga de
otros intervalos de la columna estratigráfica ausentes en los pozos analizados,
o inclusive en el Cretácico.
No se puede descartar la existencia de una roca madre
no identificada hasta el momento que haya generado los crudos de la Península
de Santa Elena.
A la Universidad Estatal Península de Santa Elena. A través del proyecto
“Geoquímica de los Crudos del Litoral ecuatoriano (CUP: 91870000.0000.382443)”.
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