El sismo de Capellades del 2016 y su secuencia
sísmica: Manifestación de fallamiento de rumbo en el
arco volcánico de Costa Rica
The 2016 Capellades
earthquake and its seismic sequence: Expression of strike-slip faulting in the
volcanic arc of Costa Rica
Lepolt Linkimer
lepolt.linkimer@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica, Costa Rica
Ivonne G. Arroyo
ivonne.arroyo@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica, Costa Rica
Gerardo J. Soto
katomirodriguez@yahoo.com
Universidad de Costa Rica, Costa Rica
Juan Luis Porras
juan.porrasloria@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica, Costa Rica
María
Cristina Araya
mariacristina.araya@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica, Costa Rica
Mauricio M. Mora
mauricio.mora@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica, Costa Rica
Magda Taylor
magda.taylor@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica, Costa Rica
El
30 de noviembre del 2016 a las 18:25 (00:25 UTC del 1º de diciembre) ocurrió un
sismo de Mw 5,5 a una profundidad de 2,7 km, 4 km al
norte de Capellades de Alvarado, Costa Rica. Fue el
evento principal de una secuencia con precursores y réplicas, localizada a 5 km
de los volcanes activos Irazú y Turrialba. Este sismo es el más reciente de una
lista de terremotos originados en las fallas que cortan la Cordillera Volcánica
Central, la cual representa el límite norte del área más poblada del país.
Usando principalmente los registros instrumentales de la Red Sismológica
Nacional (RSN), en este trabajo se presenta un análisis sismológico de la
secuencia y se determinan la ubicación y las características de la falla que
originó esta sismicidad. Adicionalmente, se describe el entorno
geológico-tectónico de su origen y sus efectos. La secuencia de sismos muestra
un claro alineamiento de 8 km de longitud y rumbo nor-noroeste,
entre los volcanes Irazú y Turrialba. La interpretación conjunta de la
relocalización de la secuencia, el tensor de momento del sismo principal y los
mecanismos focales de 17 eventos permitió determinar que la falla de origen es
casi vertical y de tipo de desplazamiento de rumbo dextral,
lo cual es congruente con los sistemas de fallamiento
activo de la zona. Esta falla no había sido reconocida previamente y se ha
denominado Liebres en este estudio. El sismo principal fue sentido en casi todo
el país, con una intensidad máxima de VI+. Este sismo ha sido el de mayor
magnitud en el sector oriental de la Cordillera Volcánica Central desde el
terremoto de Patillos de 1952 (Ms 5,9) y el primer sismo de Mw
> 5,0 registrado por la RSN en el edificio volcánico del Turrialba. A pesar
de la cercanía con ese volcán, que ha presentado erupciones periódicas desde el
2010, no se observaron efectos eruptivos inmediatos.
Palabras
clave: falla Liebres, secuencia sísmica, mecanismos focales,
tectónica en volcanes, volcán Turrialba.
On 30 November 2016 at 18:25 (1st
December at 00:25, UTC time) a Mw 5.5 earthquake occurred at 2.7 km depth, 4 km
north of the town Capellades de Alvarado, Costa Rica.
It was the main shock of an earthquake sequence including foreshocks and
aftershocks, located 5 km from the active Irazú and
Turrialba volcanoes. This is the most recent of a series of damaging
earthquakes originated in the faults crossing the Central Volcanic Range, which
constitutes the northern boundary of the most populated area of the country.
Using mainly the seismic records from the National Seismological Network (RSN),
we present in this study a seismological analysis of the earthquake sequence
and the location and characteristics of the fault that originated this
seismicity. Additionally, we describe the geotectonic context of the fault and
the Capellades earthquake effects. The earthquake
sequence shows a clear 8-km long alignment striking nor-northwest between Irazú and Turrialba volcanoes. The joint interpretation of
the earthquake relocation, the main-shock moment tensor solution, and the focal
mechanisms of 17 events allows for determining the source in a nearly vertical
strike-slip fault, in agreement with regional active fault systems. This
structure had not been recognized previously and has been named Liebres Fault in this study. The main shock was felt in
most of the country, with a maximum intensity of VI+. This earthquake has been
the largest in the eastern part of the Central Volcanic Range since the 1952 Patillos earthquake (Ms 5.9) and
the first Mw > 5.0 earthquake recorded by the RSN in the Turrialba volcano
edifice. Despite the proximity to this active volcano, which has been erupting
periodically since 2010, there were no immediate eruptive effects.
Keywords: Liebres Fault, seismic sequence, focal
mechanisms, tectonic in volcanoes, Turrialba Volcano.
Forma de citar: Linkimer, L, Arroyo,
I.G., Soto, G.J., Porras, J.L., Araya, M.C., Mora, M.M., y Taylor, M. (2018).
El sismo de Capellades del 2016 y su secuencia
sísmica: Manifestación de fallamiento de rumbo en el
arco volcánico de Costa Rica. Boletín de Geología, 40(2), 35-53. DOI: 10.18273/revbol.v40n2-2018002.
El 30 de noviembre del 2016 a las 6:25 p.m., hora
local de Costa Rica (1º de diciembre a las 00:25 UTC), ocurrió un sismo de
magnitud Mw
5,5 muy cerca (4 km) de la localidad de Capellades de
Alvarado, en la provincia de Cartago, Costa Rica (FIGURA 1). Este fue el
evento principal de una secuencia de sismos que incluyó precursores y réplicas,
localizada a 5 km de los cráteres de los volcanes activos Irazú y Turrialba, en
una zona de tectónica regional compleja, cerca de donde se ha establecido la
confluencia entre los cinturones deformados del Centro de Costa Rica y del
Norte de Panamá (ej. Marshall
et al.,
2000; Montero,
2001; FIGURA 1).
FIGURA 1
A. Contexto Tectónico De Costa
Rica. Los Elementos Tectónicos Principales Son: Cinturón Deformado Del Centro
De Costa Rica (Cdccr), Cinturón Deformado Del Norte
De Panamá (Cdnp), Placa Nazca (Pn)
Y Zona De Fractura De Panamá (Zfp). El Recuadro
Denota El Área Mostrada En La Figura 2 Y La Estrella Azul El Epicentro Del
Sismo Principal De La Secuencia De Capellades. B.
Ubicación De Las 168 Estaciones Sismológicas Usadas Para Estudiar El Sismo
Principal De La Secuencia De Capellades. Los Cuadros
Con Borde Negro Representan Las 23 Estaciones Usadas Para La Estimación Del
Tensor Momento (Figura 6b).
El arco magmático de Costa Rica está conformado por
voluminosos edificios volcánicos (>150 km3) que están cortados
por fallas activas, las cuales pueden generar sismicidad debido tanto a
procesos meramente tectónicos, como a la interacción de los procesos volcánicos
y tectónicos. Históricamente, algunos terremotos han sido originados en esas
fallas, como por ejemplo el terremoto de Patillos de 1952 (Ms 5,9; FIGURA 2) en el sector
noroeste del volcán Irazú (Montero
y Alvarado, 1995) y el terremoto de Cinchona
del 2009 (Mw
6,1) en el flanco este del volcán Poás (Montero et al., 2010).
Ambos eventos generaron víctimas mortales y daños considerables en la
infraestructura del área central de Costa Rica, que es el centro socioeconómico
del país. Por estas razones, el estudio de las fallas activas en el arco
volcánico reviste crucial importancia para la evaluación de la amenaza sísmica.
FIGURA 2
Sismicidad De La Zona De Los
Volcanes Irazú Y Turrialba Localizada Por La Rsn
Durante El Periodo Del 1º De Enero De 1974 Al 30 De
Noviembre Del 2016 (Círculos Amarillos). Las Fallas Activas (Líneas Rojas) Son
Tomadas De Montero Et Al. (2013a, 2016). La Estrella Amarilla Representa El
Terremoto De Patillos (Montero Y Alvarado, 1995) Y Los Cuadros Verdes Algunas
Localidades. El Recuadro Representa El Área Mostrada En Las Figuras 3, 4, 7 Y
9.
La Red Sismológica Nacional (RSN) de Costa Rica es una
de las principales instancias del país dedicada desde 1973 a investigar sus
procesos sísmicos y volcánicos, así como a la promoción de la cultura de la
prevención de desastres. La RSN es un convenio de cooperación científico y
técnico entre la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Instituto Costarricense
de Electricidad (ICE). La amplia cobertura de estaciones sísmicas de la UCR y
del ICE permitió estudiar con detalle este evento sísmico, denominado en
adelante “sismo de Capellades del 2016”, el cual ha
sido el de mayor magnitud (Mw 5,5) en el
sector oriental de la Cordillera Volcánica Central desde el mencionado
terremoto de Patillos de 1952, y el primer sismo de Mw
> 5,0 registrado por la RSN en el edificio volcánico del Turrialba (FIGURA 2).
En este artículo se presenta la localización de este
sismo, el cálculo de su mecanismo focal, su entorno geológico-tectónico de
origen, y se describen sus efectos. Adicionalmente, mediante el análisis de los
sismos precursores y las réplicas fue posible detallar la ubicación y las
características geométricas de la falla que originó esta sismicidad, la cual en
este trabajo ha sido denominada falla Liebres.
CONTEXTO GEOTECTÓNICO
Costa Rica se localiza dentro de un marco geotectónico
complejo y muy dinámico, debido a su localización en una zona de subducción y
cerca del punto triple de las placas del Coco, Caribe y Nazca (FIGURA 1). La
sismicidad es especialmente abundante a lo largo de la fosa Mesoamericana, en
la zona sismogénica interplacas
en la parte somera de la subducción de la placa del Coco debajo de la placa
Caribe y de la microplaca Panamá, y en la zona de Wadati-Benioff hasta profundidades máximas de ~200 km (Lücke y Arroyo, 2015).
Otras fuentes de sismicidad son la Zona de Fractura de Panamá (ZFP), que actúa
como límite entre las placas del Coco y Nazca, y los cinturones deformados del
Norte de Panamá (CDNP) y del Centro de Costa Rica (CDCCR). Estos dos cinturones
son anchas zonas (100-200 km) de deformación cortical que se han postulado como
los límites entre la placa Caribe y la microplaca de
Panamá (ej. Fan et al.,
1993; Goes et al., 1993; Marshall et al., 2000; Montero, 2001; FIGURA 1).
El CDCCR incluye fallas y pliegues neotectónicos
de diversa geometría (Marshall
et al.,
2000; Montero,
2001) ubicados en una franja de aproximadamente 100 km de
ancho (FIGURA 1) y
que transfieren desplazamientos mediante movimientos traslacionales
y rotacionales entre los diversos bloques tectónicos que constituyen la zona (Montero, 1994, 2001).
El origen del CDCCR podría estar asociado con la subducción de la cordillera
del Coco bajo el sureste de Costa Rica y la subducción de montes submarinos y
corteza oceánica engrosada, que causan el desplazamiento de la microplaca de Panamá con respecto de la placa Caribe (Marshall et al., 2000; Montero, 2001).
Desde el siglo XIX el CDCCR ha sido el origen de unos 20 terremotos, entre
ellos el de Cartago del 4 de mayo de 1910 (Mw
6,4), que ha sido el peor desastre de la historia de Costa Rica con un saldo de
~300 víctimas (Montero
y Miyamura, 1981; Montero, 2010).
El área de los macizos de los volcanes Irazú y
Turrialba es parte del CDCCR. Para esta zona, Montero (2003) y Montero et al. (2013b)
propusieron una cuenca de tracción (pull-apart) que
denominan Turrialba – Irazú, que incluye fallas neotectónicas
de rumbo noroeste predominantemente dextrales, como
las fallas Azul, Turrialba y Tucurrique (FIGURA 2),
pertenecientes a los sistemas de fallas Atirro y Río
Sucio.
En el volcán Irazú se han reconocido fallas y
alineamientos de 2 a 6 km de longitud y con orientación noreste, como la falla
Irazú (Montero
y Alvarado, 1995). Además, existen fallas de mayor longitud (hasta 14
km) que afectan el flanco norte, como las fallas Río Sucio y Blanquito (FIGURA 2). Estas
fallas son de desplazamiento de rumbo dextral, tienen
un rumbo general noroeste y una expresión geomorfológica prominente (Montero y Alvarado, 1995; Linkimer, 2003; Montero, 2003).
El terremoto de Patillos de 1952 (FIGURA 2)
es el sismo de mayor tamaño conocido en esta zona y su origen se relaciona con
la falla Río Sucio (Montero
y Alvarado, 1995). Además, numerosas crisis sísmicas han sido
identificadas en la periferia del volcán Irazú entre 1982 y la actualidad (ej. Barquero et al., 1992, 1995; Fernández et al., 1998; Mora et al., 2012).
En el macizo del Turrialba las estructuras tienen una
clara orientación noreste, como por ejemplo la ubicación de los cráteres cuspidales, un anfiteatro sectorial de colapso, las fallas
Elia y Ariete, y dos conos piroclásticos en el flanco
al suroeste de la cima (Soto,
1988a, 1988b).
Existen otras estructuras que cortan el volcán Turrialba, particularmente en el
flanco sur, como las fallas Capellades y Maravilla (FIGURA 2) que son
consideradas como parte de los sistemas de fallas Aguacaliente
y Navarro, respectivamente (Alonso-Henar
et al.,
2013; Montero
et al.,
2016).
La falla conocida más cercana al epicentro del sismo
principal es la Capellades, a la cual no se han
asociado terremotos históricos (Montero
et al.,
2013a; FIGURA 2).
De acuerdo con Montero
et al.
(2013a), esta falla es de desplazamiento de rumbo sinestral y tiene un rumbo este-noreste a noreste, una
longitud de 25 km y una tasa de deslizamiento de entre 0,5 y 3,3 mm/año.
La geología y la tectónica entre los volcanes Irazú y
Turrialba han sido estudiadas en diferentes trabajos (Krushensky, 1972; Soto, 1988a, 1988b, 1994; Montero y Alvarado, 1995; Montero, 2003; Alvarado et al., 2004, 2006; Soto et al., 2010; FIGURA 3). En esa zona
se ha identificado la Unidad Finca Liebres, que es un cono compuesto erosionado
andesítico (Soto,
1988a) cuya última actividad ocurrió hace 251 ± 4 ka (Ruiz
et al.,
2010). Mediante el análisis fotogeológico presentado por Soto et al. (2010) se
identificaron alineamientos con rumbo nor-noroeste en
la cabecera del río Toro Amarillo, uno de los cuales transcurre por el sector
de la Unidad Finca Liebres. En este trabajo, dicho alineamiento es analizado a
la luz de la secuencia sísmica de Capellades.
FIGURA 3
Mapa Geológico Simplificado Del
Sector Entre Los Volcanes Irazú Y Turrialba Y La Cabecera Del Río Toro
Amarillo, Donde Se Muestran Las Diferentes Unidades Geológicas Y Fallas.
Reformado A Partir De Los Mapas De Krushensky (1972);
Soto (1988a, 1994); Montero Y Alvarado (1995); Montero (2003); Alvarado Et Al.
(2004, 2006) Y Soto Et Al. (2010).
La mayor parte de los registros sísmicos utilizados en
este trabajo provienen de las estaciones sísmicas de la RSN (UCR e ICE), pero
también se incorporaron estaciones del Observatorio Sismológico y Vulcanológico
de Costa Rica (OVSICORI-UNA) y de redes internacionales, como el Instituto
Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), la Universidad de Panamá y el
Observatorio Sismológico del Occidente de Panamá (OSOP), disponibles a través
de IRIS (Incorporated Research Institutions for Seismology).
La detección y la localización automática de la
sismicidad se realizó a través de los sistemas Earthworm
(Johnson
et al.,
1995) y SeisComp (Weber et al., 2007).
Posteriormente, la revisión y lectura manual de los arribos de las ondas
sísmicas, la localización de hipocentros y el cálculo de la magnitud momento (Mw)
se llevaron a cabo mediante los programas Multplt y Hyp (Lienert y Havskov, 1995)
integrados en el programa SeisAn (Ottemöller et
al., 2011).
Para las lecturas se siguió un esquema de pesos dependiendo de la claridad de
los arribos y además, se asignaron pesos para las
estaciones a más de 100 km de distancia, de forma que en la localización
tuvieran un mayor aporte las observaciones cercanas. Para la localización de
sismos se utilizó un modelo de velocidades de la onda primaria (P) de siete
capas basado en Matumoto et al. (1977) y
una razón de velocidades (Vp/Vs) de 1,74.
El evento principal, las réplicas y los sismos
precursores con mayor número de lecturas de la onda P fueron seleccionados y
relocalizados con el programa HypoDD (Waldhauser, 2001).
Esta base de datos consta de 120 sismos, con lectura de la onda P en al menos
ocho estaciones. El programa HypoDD usa tiempos de
arribo absolutos y diferenciales. Los tiempos de arribo absolutos fueron
tomados directamente de la lectura de los sismogramas. Los tiempos
diferenciales se obtuvieron sustrayendo el tiempo de arribo entre pares de
eventos que tuvieran una distancia menor a 10 km entre sí y registrados en
estaciones comunes dentro de un radio de 200 km con respecto al conjunto de
sismos de interés. En el catálogo de tiempos diferenciales así construido, cada
evento está ligado con un mínimo de 20 eventos cercanos por al menos 10 pares
de observaciones, lo que resultó en una separación promedio entre eventos
fuertemente ligados de 3 km. Los residuos de las diferencias entre pares de
eventos en cada estación fueron tratados por mínimos cuadrados según el método
de descomposición de valores singulares (SVD). En comparación con los métodos
de localización de un evento de forma aislada, el algoritmo de localización
simultánea de HypoDD ofrece la ventaja de ubicar
mejor cada evento con respecto de los otros en el caso de que todos ocurran a
lo largo de una misma estructura (Waldhauser y Ellsworth, 2000).
Como resultado, es posible determinar de forma más precisa la forma de la
estructura que generó la sismicidad.
Por otra parte, el análisis de la fuente sísmica del
evento principal se efectuó mediante el cálculo del mecanismo focal con el
programa FOCMEC (Snoke et
al., 1984) a
través de observaciones de la polaridad del primer arribo de la onda P y se
determinó el tensor momento con el módulo de análisis de tensor momento (scmtv) de Seiscomp.
Finalmente, los mapas de intensidades instrumentales
fueron elaborados usando el programa Shakemap (Wald et
al., 1999).
Este programa utiliza la localización del hipocentro, la magnitud, los
registros instrumentales del movimiento del suelo en las estaciones de la RSN y
los modelos GMPE (Ground Motion Prediction Equation) de Zhao et al. (2006) y GMICE (Ground Motion to
Intensity Conversion Equation) de Wald
et al.
(1999).
Para analizar la sismicidad previa en la zona de Capellades, se efectuó una búsqueda de todos los sismos
superficiales (< 20 km de profundidad) en el catálogo de la RSN desde el año
1974. Con el fin de seleccionar los sismos localizados con la mejor calidad en
esa zona, se buscaron los eventos con lecturas de al menos seis estaciones, con
un valor de la raíz cuadrática media (RMS) menor a 1,0 s y un gap de cobertura
azimutal máximo de 200º. Como resultado se observa que, en general, hay una
mayor cantidad de sismos ubicados en el macizo del Irazú en comparación con el
Turrialba, y que en la zona mesosísmica de la
secuencia en estudio existen pocos epicentros (FIGURA 2).
Debido a variaciones en la cantidad de estaciones y
las metodologías de detección y localización a lo largo de la historia de la
RSN, es probable que muchos sismos no hayan sido detectados o localizados con
precisión, por lo cual no se puede asegurar categóricamente que en esta zona no
habían ocurrido sismos a lo largo del periodo que cubre el catálogo de la RSN.
A partir de noviembre del 2015, la red de estaciones de la RSN creció en 90
sitios a nivel nacional, incluyendo nuevas estaciones en los volcanes Irazú y
Turrialba. Esta nueva configuración ha permitido tener una mejor cobertura para
la localización de los sismos en esta zona. Aún después de la ampliación de la
red, la sismicidad en la zona mesosísmica entre
noviembre del 2015 y noviembre del 2016 fue baja. No obstante, en ese periodo
se detectaron 13 sismos ubicados muy cerca del sismo principal, 11 de ellos se
encuentran alineados con la secuencia de Capellades (FIGURA 4A). Estos
sismos tuvieron Mw de entre 2,3 y 3,7 y
profundidades menores a 4 km.
FIGURA 4
Evolución Temporal De La
Sismicidad Para Cuatro Rangos Temporales. Los Epicentros De Los Sismos
Ocurridos En Cada Rango Temporal Se Resaltan Como Círculos Azules A. Eventos
Precursores Del 24 De Abril Al 30 Noviembre Del 2016.
B. El Evento Principal (Estrella Azul) Y Las Réplicas Del 1 De Diciembre Entre Las 0:00 Y Las 8:59 Utc.
C. Las Réplicas Desde Las 9:00 Del 1 De Diciembre
Hasta Las 23:59 Utc Del 3 De Diciembre. D. Las
Réplicas Del 4 Al 9 De Diciembre. El Nombre De Las
Fallas Principales Se Muestra En La Parte A.
LA SECUENCIA SÍSMICA DE CAPELADES
La secuencia sísmica de Capellades
inició con un evento precursor de Mw 2,9 el día 29
de noviembre (FIGURA 4A).
Luego sucedió el sismo principal, 27 horas después (TABLA 1), y la
secuencia de réplicas, que se prolongó hasta el 9 de diciembre del 2016. Un
conteo en la estación CVTQ arrojó 2151 eventos registrados (FIGURA 5A). Esta
estación se encuentra en el volcán Turrialba, a 6 km del epicentro, y fue
seleccionada por su bajo nivel de ruido en comparación con otras más cercanas.
Del conteo realizado en esta estación, el periodo más intenso ocurrió entre el
sismo principal y las 9:00 UTC del 1º de diciembre, con una tasa promedio de
126 eventos por hora. En las siguientes 20 horas, a pesar de un segundo
incremento de actividad alrededor de las 12:00 UTC, esta tasa cayó a cerca de
30 eventos por hora. Un tercer incremento ligero de actividad se observó el 4
de diciembre (FIGURA 5A).
TABLA 1
Características Del Sismo
Principal Determinadas En Este Estudio.
FIGURA 5
A. Número De Eventos Tectónicos
Locales (Barras Grises) Registrados En La Estación Cvtq
Y Número De Sismos Localizados Por La Rsn (Círculos)
Entre El 1º Y 5 De Diciembre Del 2016. B. Energía
Liberada De Los Sismos Localizados.
La localización del sismo principal se efectuó con la
lectura de arribos de la onda P en 168 estaciones (FIGURA 1B), lo que
permitió un gap de cobertura azimutal de sólo 21º. La estación más cercana al
epicentro se encuentra en San Rafael de Irazú, a sólo 2 km del epicentro, y la
más lejana en la península de Azuero en Panamá, a 455 km. Del total de
estaciones usadas, hay 53 a una distancia menor a 50 km del epicentro. La
solución inicial del hipocentro con el programa Hyp
usando 109 observaciones claras (i.e., con la incertidumbre máxima de 0,05 s)
de la onda P, tiene un RMS de 0,31 s. El RMS de la localización inicial es
mínimo en el rango de profundidades que va desde 1,1 a 2,7 km bajo el nivel del
mar. A su vez, la localización de todo el conjunto de sismos usando HypoDD presenta el menor RMS cuando el hipocentro del
evento principal se ubica a una profundidad de 2,7 km, por lo que esa
profundidad fue seleccionada como la mejor solución.
De los más de 2000 eventos contabilizados (FIGURA 5A), se
localizaron los sismos registrados por al menos ocho estaciones con el fin de
minimizar las incertidumbres durante el proceso de relocalización. Esta base de
datos corresponde con 120 sismos que presentan Mw
entre 2,5 y 4,5. Únicamente 10 réplicas sobrepasaron la Mw
3,5 y de estas, las tres de mayor tamaño ocurrieron a las 00:33 (Mw
4,2), 01:05 (Mw 4,5) y 01:20 (Mw
4,0) UTC del 1º de diciembre. Además, después del pico inicial de las primeras
horas, la liberación de energía de las réplicas se mantuvo relativamente
estable hasta el día 5 de diciembre (FIGURA 5B).
La migración espacial y temporal de la actividad
sísmica localizada se resume en la FIGURA 4.
Entre abril y noviembre del 2016 ocurrieron 13 sismos, incluyendo un evento de Mw
3,7 y seis sismos acompañantes con Mw de entre 2,4 y
3,1 el 24 de abril (FIGURA 4A),
y el evento precursor del 29 de noviembre. Estos sismos se alinean en dirección
noroeste-sureste, coincidiendo con el alineamiento que atraviesa la Unidad
Finca Liebres (Soto
et al.,
2010, FIGURA 3).
El evento principal sucedió al sureste de ese conjunto
de sismos. Es notorio que la gran mayoría de las réplicas localizadas durante
las primeras ocho horas se distribuyó a lo largo de un segmento lineal casi 2
km al noroeste del evento principal, mientras que muy pocos sismos ocurrieron a
menos de 2 km al sureste (FIGURA 4B).
No fue posible localizar réplicas en la vecindad inmediata del evento
principal. Entre las 9:00 UTC del 1º de diciembre y hasta el 3 de diciembre,
disminuyó la sismicidad y los eventos siguieron ocurriendo al noroeste y
sureste del sismo principal, pero además se generaron al oeste (FIGURA 4C). Estos
últimos sismos se distribuyeron de una manera más dispersa que el resto de la
sismicidad. El día 4 de diciembre, durante el tercer aumento de actividad, los
eventos sucedieron principalmente en los grupos noroeste y sureste a lo largo
del mismo alineamiento (FIGURA 4D).
El mecanismo focal del sismo principal fue calculado
usando 68 polaridades claras (FIGURA 6).
La búsqueda de planos nodales fue realizada cada cinco grados, de forma que
estos planos permitieran separar totalmente los grupos de observaciones de
compresión y dilatación. También se efectuó una exploración de soluciones a
diversas profundidades para evaluar la estabilidad de la solución. En el rango
de profundidades entre 1,1 y 2,7 km, en el que la localización inicial presenta
RMS mínimos, la solución del mecanismo focal es de una falla de desplazamiento
de rumbo. Este resultado es consistente al explorar soluciones hasta 5 km de
profundidad.
FIGURA 6
Soluciones Del Mecanismo Focal
Del Evento Principal Derivado Con La Polaridad Del Primer Arribo De La Onda P
Para Un Hipocentro A Varias Profundidades A. 1,0 Km. B. 2,7 Km. C. 4,0 Km. Los
Círculos Denotan Compresión Y Los Triángulos Dilatación Y P Y T Representan Los
Ejes De Compresión Y Tensión, Respectivamente. D. Solución Del Tensor Momento
Para Una Profundidad De 2,7 Km.
Debido a la alta cantidad de observaciones de
polaridades y a un gap en la cobertura azimutal de 21°, la solución de los
planos nodales tiene un rango restringido. De todas las soluciones posibles
para cada profundidad explorada se seleccionó la media como la solución final (TABLA 2, FIGURA 6A-C).
TABLA 2
Plano Nodal Seleccionado Para La
Solución Del Mecanismo Focal Del Evento Principal A Varias Profundidades.
Con base en los resultados de la localización en HypoDD discutida previamente, la solución final
seleccionada para el mecanismo focal es la obtenida para una profundidad de 2,7
km (FIGURA 6B).
Esta solución posee un plano nodal dextral (rake 168º) de rumbo N33ºW y 74º de inclinación y un plano
nodal sinestral (rake 17º)
con rumbo N61ºE y 79º de inclinación. Este mecanismo tiene ejes P y T con
orientación N13ºE/3º y S76ºE/20º, respectivamente (FIGURA 6). Para el
resto de las profundidades exploradas para el sismo principal (TABLA 2), se
obtuvieron soluciones de planos nodales casi verticales (inclinación 71-84º) de
fallas de desplazamiento de rumbo dextral (rake 159-174º) con rumbo noroeste (N28-40ºW) y fallas de
desplazamiento de rumbo sinestral (rake 8-18º) con rumbo noreste (N56-65ºE).
Para el cálculo del tensor momento del sismo
principal, se compararon los sismogramas sintéticos y observados en las
estaciones de banda ancha de la RSN y del OVSICORI-UNA disponibles a través de
IRIS, obteniéndose un ajuste del 92% para 23 estaciones (FIGURA 6D, TABLA 3). El cálculo
del tensor también se efectuó a diversas profundidades entre 0 y 5 km. La
solución obtenida es consistente con la del mecanismo focal y describe una
falla de desplazamiento de rumbo, con un plano nodal casi vertical (inclinación
88º) de tipo dextral puro (rake
180º) y rumbo N30ºW, y un plano nodal vertical de tipo sinestral
(rake 2º) y rumbo N60ºE. Este resultado es similar al
del catálogo del Centroid Moment
Tensor Project (CMT), con un plano nodal dextral
(rake 177º) de rumbo N31ºW y 78º de inclinación y un
plano nodal sinestral (rake
12º) con rumbo N60ºE y 87º de inclinación (Ekström et al., 2012; Global CMT Catalog,
2017).
TABLA 3
Solución Del Tensor Momento Del
Evento Principal Determinadas En Este Estudio.
Buz.
Buzamiento.
Adicionalmente al sismo principal, se calculó el
mecanismo focal de 16 sismos (TABLA 4, FIGURA 7) con un
número de observaciones de polaridades de entre 22 y 40. El procesamiento fue
el mismo que el empleado para el evento principal y la calidad de los
resultados se categorizó en dos grupos. La calidad A corresponde con mecanismos
que tienen menos de cinco soluciones, por lo que existe poca variación en el
rumbo y la inclinación de los planos nodales posibles. La calidad B corresponde
con mecanismos que tienen entre 13 y 58 soluciones. En estos casos, aunque se
obtuvieron múltiples soluciones, todas sugieren el mismo tipo de fallamiento.
Los mecanismos focales obtenidos para ambas calidades
representan fallas de desplazamiento de rumbo con un plano nodal dextral (rake -165 a 178º) de
rumbo N9-41ºW e inclinación 61-87º, y un plano nodal sinestral
(rake -22 a 33º) de rumbo N51-89ºE e inclinación 66-
88º (TABLA 4).
TABLA 4
Plano Nodal Seleccionado Para La
Solución Del Mecanismo Focal De Los Principales Sismos De La Secuencia (Figura
7).
Buz.
Buzamiento, Cal. Calidad, Pol. Número de polaridades, Rum.
Rumbo.
TABLA 7
Mecanismos Focales Calculados
Para La Secuencia De Capellades, Clasificados Como
Calidad A (Negros) Y B (Grises). El Número En Cada Mecanismo Focal Corresponde
Con El De La Tabla 4.
Con base en los reportes recabados vía internet, se
pudo determinar la intensidad con que fue percibido el sismo principal (Mw
5,5) en 46 localidades ubicadas en todo el país. Esto permitió asignar un valor
preliminar en la escala de Intensidad Mercalli Modificada (IMM) para cada
localidad, con lo cual se determinó un mapa de isosistas (FIGURA 8A). Además, se
pudo documentar que 19 réplicas fueron sentidas cerca del epicentro.
FIGURA 8
A. Mapa De Intensidades
Observadas. Las Siguientes Localidades Son Señaladas Con Una Letra: Cartago
(C), Valle La Estrella (E), Puerto Viejo De Sarapiquí (P), San José (S) Y
Turrialba (T). B. Mapa De Intensidades Instrumentales Generado Por El Software Shakemap Usando Las Estaciones De La Rsn
(Triángulos).
La IMM máxima observada fue de VI+ en las localidades
de Capellades y Pacayas. En estos lugares hubo daños
en viviendas, deslizamientos, cortes temporales en el servicio de agua y
electricidad y caída de objetos. Mediante un sobrevuelo se constató que el
sismo principal disparó unos 40 deslizamientos distribuidos en un sector de 7 x
5 km, con un área total deslizada de aproximadamente 4 km2. Lo
anterior concuerda con una intensidad epicentral de
VI en la escala ESI-2007 (Environmental Seismic Intensity).
Los deslizamientos dispararon flujos de escombros volcánicos (lahares) a lo largo de ríos ubicados en la vertiente
sureste del volcán Turrialba (ej. ríos Coliblanco, Playas y Turrialba), sin
provocar daños a infraestructura (Linkimer y Soto, 2016).
Adicionalmente, hubo reportes de caída de objetos y
daños menores en comunidades como Cervantes de Alvarado y Aquiares
de Turrialba, en donde se estimó una IMM de VI. En las ciudades de Cartago y
Turrialba se experimentó una intensidad de V y se reportó la caída de objetos
livianos. En las zonas con IMM V y VI, los medios de comunicación nacionales e
internacionales informaron que la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos atendieron
unos 30 incidentes que incluyeron heridos leves por golpes con objetos caídos y
cortaduras con vidrios y personas con crisis nerviosas. Cinco personas
requirieron ser trasladas a centros médicos y unas 25 debieron ser evacuadas a
un albergue debido a que se encontraban en zonas vulnerables a deslizamientos.
En el área metropolitana de San José las intensidades
fueron de entre IV en el sector este y III en el oeste. Las localidades más
distantes de las que se tienen reportes del sismo fueron Valle La Estrella y
Puerto Viejo de Sarapiquí, a 85 y 60 km de distancia del epicentro,
respectivamente. En estas localidades fue sentido con una intensidad de II (FIGURA 8A).
Los reportes de los usuarios de redes sociales fueron
consistentes con el mapa de intensidades instrumentales determinado a partir de
registros de movimiento del suelo de las estaciones de la RSN (FIGURA 8B). En ese mapa
se observó que el radio de percepción del sismo fue de aproximadamente 75 km.
La IMM máxima de VI fue percibida en un radio de aproximadamente 10 km
alrededor del epicentro, mientras que las IMM de V y IV alcanzaron distancias
de hasta 20 y 30 km del epicentro, respectivamente. Las intensidades más bajas
de III y II ocurrieron en un área más extensa, que incluyó estaciones ubicadas
a 90-120 km al sureste del epicentro que a su vez experimentaron intensidades
mayores a las zonas aledañas, debido probablemente a efectos de sitio (FIGURA 8B).
La secuencia sísmica, que incluye los eventos
precursores, el sismo principal y las réplicas relocalizadas entre el 30 de
noviembre y el 9 de diciembre del 2016, muestra un claro alineamiento de rumbo nor-noroeste, entre los volcanes Irazú y Turrialba (FIGURA 9). La mayoría
de las réplicas se localizaron en el extremo noroeste del alineamiento y se
distribuyeron a lo largo de unos 3 km. El sismo principal se ubica a unos 3 km
al sureste del centro del conjunto principal de réplicas y se alinea con otras
tres réplicas aisladas y un grupo de tres sismos ubicados al norte de la
localidad de Capellades. Con base en esto, la
longitud total del alineamiento de epicentros es de 8 km, desde las cercanías
de Capellades hasta la cuenca alta del río Toro
Amarillo (FIGURA 3).
FIGURA 9
A. Mapa De Epicentros De La
Secuencia De Capellades. B. Perfil Norte Perpendicular
A La Falla Liebres. C. Perfil Sur Perpendicular A La Falla Liebres. Los
Perfiles Incluyen Los Hipocentros Localizados A 2 Km A Ambos Lados Del Eje.
La profundidad de la mayoría de los hipocentros
relocalizados varía entre algunos cientos de metros y 4 km. Las réplicas
aglomeradas al norte del evento principal se distribuyen en profundidad a lo
largo de un plano buzando con alto ángulo hacia el suroeste (FIGURA 9B). Una sección
más al sur (FIGURA 9C)
muestra que el evento principal y los eventos al sur del mismo parecen
pertenecer al mismo plano de falla que los eventos en el norte.
Es notorio el bajo número de réplicas localizadas en
la zona del sismo principal. Una posible explicación es que la falla rompiese
completamente a lo largo de ese sector, dejando una zona de asperezas en el
extremo noroeste, en donde ocurrieron la mayoría de las réplicas.
Otro aspecto relevante es la localización de al menos
11 sismos en la zona entre la cima del volcán Irazú y la localidad de Capellades, los cuales no se encuentran alineados con el
resto de eventos, pese a haber ocurrido durante el periodo de réplicas (FIGURA 4C). En el
perfil de la FIGURA 9C se observa que estos sismos dispersos podrían haberse originado en
una o varias fallas con buzamiento general hacia el este, activadas por el
movimiento principal. La falla reconocida más cercana a estos epicentros es la
falla Irazú (Montero
y Alvarado, 1995; Montero,
2003).
El comportamiento espacio-temporal de la secuencia
sísmica de diciembre del 2016 y las características de la fuente que se
desprenden de los mecanismos focales y el tensor de momento permiten
interpretar que el origen es una falla casi vertical de tipo dextral y rumbo nornoroeste. Esta estructura se denomina en
este trabajo “falla Liebres” debido a que se ubica en la zona de la finca
Liebres. La falla Liebres transcurre por el alineamiento propuesto por Soto et al. (2010) y
se alinea hacia el noroeste con la traza de la falla Blanquito, que corta el
norte del macizo del Irazú y que había sido previamente reconocida por Montero y Alvarado (1995), Montero (2003) y Alvarado et al. (2006).
Cabe señalar que el extremo sureste de la falla
Liebres, en donde se concentró la sismicidad del 2016, no posee una expresión
superficial prominente. La sismicidad del 2016 iluminó un segmento de 8 km de
longitud invisible desde el análisis geomorfológico. Esto tiene implicaciones
para el potencial sísmico y la amenaza sísmica de la zona, ya que la falla es
más larga de lo que se había identificado previamente.
En cuanto a los procesos que habrían disparado el
movimiento de la falla Liebres y, por lo tanto, la secuencia sísmica de Capellades, los resultados del tensor momento indican que
existe un porcentaje de doble copla del 84,5%. Este alto porcentaje de doble
copla permite descartar la influencia significativa de fluidos en el mecanismo
de ruptura o el movimiento de cizalla en un plano muy irregular.
La falla Liebres discurre a menos de 5 km de las cimas
de los volcanes Irazú y Turrialba. El volcán Irazú se encuentra en calma
eruptiva desde 1965, mientras que el volcán Turrialba entró en un periodo de
actividad interna acentuada desde el 2007, y eruptiva desde enero del 2010, que
se mantiene hasta noviembre del 2017. Previo al sismo de Capellades,
entre abril y noviembre del 2016, este volcán mantuvo una actividad muy estable
caracterizada por emisiones de ceniza con volúmenes y alturas de columna
variables (<4 km sobre el cráter), y esporádicamente proyecciones de bloques
en las proximidades del cráter activo. Durante ese periodo no hubo cambios
mayores en la actividad del volcán ni tampoco cambios o erupciones relevantes
durante los meses posteriores a la secuencia de Capellades.
La cercanía geográfica de la falla Liebres al volcán
Turrialba y la ocurrencia de la secuencia de Capellades,
durante el estado eruptivo de este volcán, motiva preguntas sobre el posible
disparo de la actividad sísmica debido a cambios de esfuerzos en la vecindad de
la falla Liebres causados por el movimiento del magma en la corteza
media-superior o en los reservorios más someros dentro del propio edificio
volcánico. No cabe duda de que hay una estrecha correlación entre sismicidad y
volcanismo en los ambientes cordilleranos de subducción, y en particular para
algunos volcanes individuales, aunque los detalles de estas correlaciones aún
no sean conocidos en toda su dimensión (ej. McNutt y Roman,
2015). Lücke et al. (2010)
sugieren mediante estudios geofísicos que los reservorios magmáticos de los
volcanes Turrialba e Irazú no se encuentran directamente bajo los macizos, sino
desplazados hacia el suroeste, por lo que se dificulta entablar una correlación
directa entre los movimientos magmáticos y la deformación cortical en el sitio
de la falla Liebres. Por lo tanto, se necesitan estudios de deformación
regional más detallados para explorar una posible correspondencia entre la
secuencia sísmica y la actividad volcánica del Turrialba.
El sismo de Capellades del
30 de noviembre del 2016 (Mw 5,5) se
originó entre los volcanes activos Irazú y Turrialba, a una profundidad
bastante somera (2,7 km). Ha sido el sismo de mayor magnitud en este sector
oriental de la Cordillera Volcánica Central desde el terremoto de Patillos de
1952 (Ms
5,9) y el primer sismo de Mw > 5,0
registrado por la RSN en el edificio volcánico del Turrialba.
La configuración de la red de estaciones alrededor de
la fuente sísmica permitió una localización precisa de la secuencia sísmica,
así como la determinación del mecanismo focal y el tensor de momento. Con base
en el análisis sismológico y las observaciones geomorfológicas y geológicas
previas, se concluye que el origen de la secuencia sísmica es una falla de
desplazamiento de rumbo dextral, casi vertical y con
orientación nor-noroeste, que corta la Unidad Finca
Liebres y las cabeceras del río Toro Amarillo. Esta estructura ha sido
denominada falla Liebres y podría ser la prolongación austral de la falla
Blanquito, que corta el volcán Irazú.
El evento principal de la secuencia fue sentido en
casi todo Costa Rica, con una intensidad máxima de VI+ en la zona epicentral. Los deslizamientos importantes estuvieron
restringidos a un área de 35 km2 alrededor del epicentro. A pesar de
que en esta ocasión los daños no fueron severos y no hubo pérdidas humanas ni
heridos graves, este sismo es un ejemplo más de una lista de terremotos
originados en las fallas del arco volcánico que enfatiza la importancia del
estudio de las fallas activas en este sector del país para la evaluación
apropiada de la amenaza sísmica.
Este trabajo ha sido posible gracias a los recursos económicos y de
personal brindados por la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Instittuto Costarricense de Electricidad (ICE), y al finaciamiento que la RSN recibe de la Ley Nacional de
Emergencias Nº 8488. Se agradece el apoyo de la Rectoría de la UCR a través de
asistentes y los recursos de los siguientes proyectos financiados por la
Vicerrectoría de Investigación de la UCR: “Vigilancia Sísmica de Costa Rica”
(113-B5-704); “Estudio del catálogo de sismos de la Red Sismológica Nacional de
Costa Rica” (113-B5-A02); “Apoyo de asistentes a la Sección de Sismología,
Vulcanología y Exploración Geofísica” (113-A1-716) y “Geofísica y Geodinámica
Interna del Arco Volcánico de Costa Rica” (113-B5-A00). Reconocemos la labor de
los técnicos Luis Fernando Brenes y Jean Paul Calvo por el mantenimiento de la
red de instrumentos. Los asistentes Kevin Godínez, Allan Sanabria, Roberto Masís y Silvia Carvajal colaboraron en la localización de
sismos y la recolección de datos de intensidades.
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