Ecosistemas de aprendizaje con gestión de TIC. Una estrategia de formación desde la pedagogía praxeológica
Edgar Oswaldo Pineda Martínez: Docente de Apoyo. Corporación Universitaria Minuto de Dios- UNIMINUTO, Vicerrectoría Regional Llanos. Villavicencio, Meta. edgar.pineda@uniminuto.edu
Paula Andrea Orozco Pineda: 2Coordinadora Unidad Transversales Dirección Académica Vicerrectoría Regional Llanos. Corporación Universitaria Minuto de Dios- UNIMINUTO. paula. orozco@uniminuto.edu
Yoryina Rodríguez Retamoza: Profesional en Ingeniería de Petróleos. Egresada de la Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga, Colombia. Correo: Yoryinaretamoza@gmail.com.
RESUMEN
Este artículo presenta una metodología para la implementación de una estrategia didáctica desde la pedagogía praxeológica con la incorporación de las Tecnologías de Información y Comunicación-TIC. La inminente incorporación de las TIC en los procesos educativos ha transformado la práctica pedagógica, por lo tanto, en este artículo se muestra una estrategia que permite dar respuesta a preguntas que están relacionadas no solo con las implicaciones que tienen las tecnologías en la pedagogía praxeológica, sino también con la posibilidad de vincular la práctica pedagógica, el saber pedagógico y la enseñanza en los docentes que utilizan las herramientas tecnológicas. También muestra cómo los ecosistemas de aprendizaje mediados con TIC son objetos y a la vez procesos que transforman cada espacio de la cultura, de la sociedad y que, la consideración de incluir las TIC en la vida educativa, desde la pedagogía praxeológica, apunta a construir un proceso de planear y desarrollar prácticas sistemáticas de apropiación y uso efectivo que consideren un papel cada vez más amplio y diverso.
Palabras clave:Ecosistemas de Aprendizaje, TIC, Pedagogía Praxeológica, Creatividad, Cognición, Ambientes Híbridos
THE INTERPRETATION OF GAUTHIER OF
HOBBESIAN POLITICAL ARGUMENT
VIRTUE OF JUSTICE
ABSTRACT
The following article presents a method for the implementation of a didactic strategy from praxeological pedagogy with the incorporation of the Information and Communication Technologies (ICT). The imminent inclusion of ICT in educational processes has transformed the pedagogical practice, and therefore, this article shows a strategy that allows to get a response of questions that are related not only with the implications of the technologies in praxeological pedagogy, but also with the possibility of linking pedagogical practice, pedagogical knowledge and instruction of teachers who use technological tools. Additionally, here is presented how the learning environments with the mediation of ICT are at the same time objects and processes that transform each cultural and social space. Finally, here is also shown that the thinking of including ICT in the educational life, from praxeological pedagogy, aims to construct a process to plan and develop systematic practices of appropriation and its effective use that consider an increasingly wide and diverse role.
Keywords: Learning Ecosystem, ICT, Praxeological Pedagogy, Creativity, Cognition, Hybrid environments.
Ecosistemas de aprendizaje con gestión de TIC. Una estrategia de formación desde la pedagogía praxeológica
Introducción
La investigación sobre competencias
comunicativas y aprendizaje en estudiantes
universitarios de primer año en una
universidad colombiana1 , puso de frente
nuevas comprensiones sobre el
cerebro, el comportamiento del sujeto
y sus maneras de representar, construir,
compartir y apropiar conocimiento. Por
tal razón, se construyó, gestionó, aplicó
y validó una estrategia didáctica que
permitió incorporar los avances de las
neurociencias en la comprensión del
cerebro en el ámbito de la educación
a distancia (B-learning), virtual
(e-learning) y móvil (m-learning),
que se denominó Ecosistemas de
Aprendizaje con Gestión de Tecnologías
de la Información y la Comunicación.
Pedagógicamente se sustenta la
estrategia de los postulados de la
pedagogía praxeológica (Juliao, 2014)
y metodológicamente, desde el enfoque
praxeológico (Juliao, 2011).
Los fundamentos de las disciplinas
que intervienen en el campo del
aprendizaje se han renovado; cómo
entendemos el cerebro, la mente y la
interacción se han abierto a perspectivas
diversas, innovadoras y desafiantes,
especialmente en el mundo de lo que
significa la revolución digital para
la educación (Cornu & Veran 2014).
Pensar cómo diseñamos un ambiente
de aprendizaje con gestión de TIC
y con una estrategia de enseñanza
afectiva implica asumir estas nuevas
fuentes de pensamiento y traducirlas
en metodologías que contribuyan a
tener un aula con prácticas pedagógicas
contemporáneas (Cornu & Veran 2014).
Tener los objetos no es suficiente, ni
siquiera tener buenos objetos, la clave es
la metodología con la cual los usamos
(Pineda & Paz, 2012). Esto quiere decir,
estrategias efectivas basadas en la forma
como comprendemos el funcionamiento
del cerebro y el aprendizaje en su
interacción con las TIC. (Cabrera, 2012)
En la educación con gestión de
tecnologías, tanto en los ambientes
de aprendizaje, como con los objetos
que los componen y la manera como
concebimos el proceso pedagógico,
debe estar ligado a la forma como
comprendemos, utilizamos y diseñamos
los ambientes de aprendizaje centrados
en el estudiante (Joyce & Weil, 2009).
Ninguna tecnología funciona sí no
considera al estudiante y al profesor
como sujetos de aprendizaje con
procesos neurocognitivos específicos,
diferenciados y múltiples. La experiencia
en pedagogía praxeológica (Juliao,
2014) con gestión de tecnologías1
nos muestra que las instituciones con
enfoques compartidos, consistentes
y metodologías centradas en el
aprendizaje, organizadas en prácticas
coherentes y con una constante reflexión
y devolución creativa, muestran mayores
niveles de logro en los procesos de
aprendizaje de los estudiantes (Pineda,
2014).
Una institución eficaz en el desarrollo
del aprendizaje con gestión de TIC es
aquella que conserva la coherencia entre
las prácticas pedagógicas, como un
ecosistema de aprendizaje integral y no
solo con los instrumentos y los ambientes
virtuales. La institución de educación
superior desde su direccionamiento
estratégico organiza la experiencia del
aprendizaje a partir de un conjunto de
orientaciones y directivas construidas
como un cuerpo coherente de principios,
fundamentos y metodologías que guíen
las acciones en los distintos ámbitos de
la práctica pedagógica, incluidos los
soportes digitales.
Descripción del Procedimiento
Los ecosistemas de aprendizaje con gestión de TIC se conciben como la conjunción de ejes puestos en funcionamiento para el logro de las realidades existentes en el ámbito educativo, es decir, que los objetivos, medios y recursos al alcance, tanto humanos como materiales, se organicen, estructuren y sistematicen en un proceso único y global que permita la realización plena del individuo en la sociedad. Este proceso está orientado desde la creatividad, la cognición, los estilos de aprendizaje, las emociones, el trabajo cooperativo y la reflexión sobre los actuares y las prácticas.
Revisión documental
En un ecosistema de aprendizaje
con gestión de TIC desde el enfoque
de la pedagogía praxeológica, es
interesante y pertinente establecer en
primera instancia qué se entiende por
tecnología. Existen muchas definiciones
de la palabra tecnología; lo importante
es considerar que ninguna es buena
o mala por sí sola, lo bueno o malo es
la forma en que se usa, ya que cada
una sirve a ciertos propósitos (Pineda,
2014). La apropiación social de las
tecnologías se sustenta en la creación,
uso y gestión de TIC en programas
académicos en diferentes modalidades,
ya sean presenciales, virtuales o a
distancia, que se gestionan bajo las
premisas de la pedagogía praxeológica
y que a su vez es correspondiente a un
modelo educativo de formación integral
del estudiante (Juliao, 2014). Por tal
razón, es importante reconocer cual es
la definición que de tecnología se tiene
desde la pedagogía praxeológica, con el
fin de fundamentar los propósitos y fines
que posee un Ecosistema de Aprendizaje
con Gestión de TIC.
Por lo anterior, como paso inicial
para poder establecer un estado del arte
del concepto, se estableció un parámetro
de búsqueda en bases de datos para la
revisión documental. Para tal efecto, se
utilizó el buscador de Google, en el que se
digitó la palabra tecnología y el resultado
de la búsqueda fue de un aproximado de
302.000.000, seguidamente se limitó la
búsqueda a definición de tecnología en
la que se obtuvo un total de 1.230.000
resultados que siguieron evidenciando
un alto número de coincidencias en bases
de datos, páginas web y repositorios de
información. Posteriormente, se anexó
a la búsqueda la palabra educación, y
para esta combinación tecnologíaeducación
se obtuvo 10.300.000
resultados. Con miras a objetivizar las
búsquedas, se orientó la estrategia a la
plataforma Google Scholar y, para la
combinación tecnología y educación,
se encontraron 145.000 resultados,
mostrando una delimitación más
cercana a los indicadores deseados. Se
optó por añadir el término praxeología
a la búsqueda, dando 1.560 resultados,
siendo esta delimitación de conceptos
(Educación, Tecnología, Praxeología) el
aceptado por el grupo de investigación.
Posteriormente se realizaron búsquedas
en las siguientes bases de datos: Scopus,
EBSCOHost, SciElo, Dialnet, Proquest;
los términos de búsqueda fueron los
mismos que se utilizaron en Google
Scholar: Educación, Tecnología,
Praxeología; los términos de búsqueda
se utilizaron para todos los campos
(título, resumen, palabras clave y texto
completo), y para todos los tipos de
resultados (Tabla 1).
Las búsquedas focalizadas fueron
realizadas con los siguientes criterios:
•Documento con revisión por pares
publicado en un instancia nacional o
internacional reconocida.
•Perteneciente a un estudio y/o
investigación y que su metodología y
resultados estuviera incluido en el texto.
•Se especifique el método de
investigación utilizado.
•Se comprenda claramente la
motivación o problemática abordada.
• Que el estudio nombrara los conceptos
abordados (Tecnología, Educación,
Praxeología) como objeto de estudio
y/o implementación en forma conjunta,
interdisciplinar, multidisciplinar o de
disciplinariedad cruzada.
Con los anteriores criterios se
condicionó el análisis de documentos
y se limitó la búsqueda. Se analizaron
aquellos documentos seleccionados
para la muestra y que no cumplían los
requisitos previos y se establecieron las
siguientes categorías:
1. Son documentos conceptuales que
no responden a resultados y/o análisis de
estudios y/o investigaciones.
2. Son documentos del campo de la
ingeniería, el mercadeo y/o el comercio
que describen un sistema y carecen de
evaluación por pares.
3. No se define ni se conceptualizan
los términos en el texto.
4. Se enuncia en el texto los conceptos,
pero no constituye el corpus de la
disertación y/o discusión o se nombran
en forma aislada sin ninguna correlación.
5. Tipología de documentos breves /
investigación en curso / resúmenes
Después de realizar los filtros
correspondientes se establecieron para
el análisis y revisión quince (15)
trabajos de investigación en el concepto
identificado y revisados por pares.
En los documentos revisados se
encuentra el concepto de tecnología
como el proceso mediante el cual los
seres humanos usamos herramientas,
máquinas y artefactos para cambiar,
adaptarse, manipular y controlar su
medio. Para Romiszowski (1992) la
tecnología se podría definir como el
ejercicio sistemático del conocimiento,
en la mayoría de casos del tipo científico
para conseguir una meta concreta en
particular. Entendemos entonces que
la tecnología en este caso es el objeto,
es el medio instrumental que se usa
para la obtención de un resultado
específico. Esta primera definición
está profundamente separada de un
modelo educativo de formación integral
(Ilustración 1) y de los postulados de
la pedagogía praxeológica, ya que
plantea un escenario completamente
tecnócrata que no permite la inclusión de perspectivas educativas, formativas y de trasformación social a través del uso y apropiación de las tecnologías. En estos documentos se entiende la praxeología como un proceso de apropiación y uso del aparato, separándolo de la integración y simbiosis con la cognición y el proceso de aprendizaje.
En otro grupo de documentos, fue posible encontrar el planteamiento de un escenario innovador y reformista que ubica a la tecnología como parte y acto inherente de las interacciones humanas. Para Bates (1995), es necesario establecer una diferencia sustancial entre medio tecnológico y tecnología; describiendo que los artefactos (televisión, computador, cámaras, etc.) son medios tecnológicos y la tecnología es el canal por medio del cual puede ser enviada o recibida la señal a esos medios (satélite, cable, etc.). Esta definición se acerca a lo pretendido por el Modelo Educativo de Formación Integral (UNIMINUTO, 2014) y los postulados de la pedagogía praxeológica (Juliao, 2014), proponiendo mejoras en el acto comunicativo y ético de la educación a través de medios como el contacto cara a cara, el hipertexto, audio, televisión, computadoras (Martin- Barbero, 1998; Scolari, 2010). Algunos tipos de tecnología que Bates menciona y que son utilizados en esta postura son: discos compactos, televisión por cable, televisión por satélite, video, correo electrónico, internet, herramientas web 2.0 y software educativo, etc.
Así mismo, García Valcárcel (2003)
comenta: “las tecnologías se consideran
aplicaciones concretas dentro de un
contexto social determinado”, y “la
tecnología es una ciencia aplicada a la
resolución de problemas que se basa en
la utilización de técnicas avaladas por
el conocimiento científico”. En estadios
más cercanos a nuestros tiempos, el
ejercicio de definir tecnología desde el
ámbito educativo se ha vuelto complejo
y sujeto a un conjunto de relaciones,
enfoques y puntos de vista diversos.
Durante los últimos años la tecnología
puede ser entendida como el desarrollo
de un conjunto de técnicas sistemáticas
y de conocimientos prácticos para
acompañar procesos pedagógicos
(Pineda, 2014).
Desde esta perspectiva un Ecosistema
Praxeológico de Aprendizaje, coherente
con el Modelo Educativo de Formación
Integral y las premisas de la pedagogía
praxeológica, busca la aplicación de
un enfoque pedagógico organizado y
científico con fuertes bases de reflexión,
con la organización concomitante al
mejoramiento de la educación y de la
transformación de la práctica pedagógica
en sus variadas manifestaciones y
niveles diversos (Juliao, 2010).
Comprendemos la praxeología como
la disciplina científica que estudia la
Praxis; la entendemos y asumimos
como una teoría de la acción humana,
tal y como es postulada por la Escuela
Austriaca de Economía (Von Mises,
1949). Por tal razón, una visión y
posición conceptual de tecnología
desde la praxeología compete en su
función aspectos de la acción humana,
tales como: la identificación de leyes
universales en los actos humanos para
que, en colaboración con estos, permita y
facilite la lógica del actuar de las personas
a la hora de determinar sus preferencias,
elecciones y consideraciones sobre la
toma de decisiones y el discernimiento
entre medios y fines. Esta concepción de
tecnología es la que consideramos está
más cercana al Modelo Educativo de
Formación Integral y a los postulados
de la pedagogía praxeológica (Juliao,
2010).
Entonces, un ecosistema de
aprendizaje con gestión de TIC se
fundamenta en los principios de la Teoría
Antropológica de lo Didáctico (TAD)
donde se enfatiza en que toda actividad
humana hecha con constante regularidad
puede describirse con un modelo único,
denominado praxeología (Chevallard,
1999). La noción de praxeología
constituye la herramienta fundamental
para modelizar cualquier actividad
humana, y consta de dos niveles:
El nivel de la práctica o del saber
hacer, supone para Aristóteles praxis
(quehacer) la cual, superando la
concepción de trabajo mecánico propio
de la tecné, se introduce en un registro
más amplio, esto es, la Phronesis,
acción que implica interactividad,
experiencia, compromiso y valores en
la acción política de la poli; es decir,
el nivel del logos o del saber. En este
mismo sentido Habermas (1975) señala
al respecto que este juicio práctico, al
ejercerse en un plano interactivo, exige
la acción comunicativa o la interacción
simbólica. En tal sentido, las normas
consensuales y vinculantes son la base
para el cumplimiento de las expectativas
recíprocas. El ecosistema de aprendizaje
con gestión de TIC supone esta
interactividad y reciprocidad de la que
habla Habermas; no obstante, habría
que incorporar otro elemento: el fin de
este modo de vinculación en la praxis
educativa no es el interés práctico sino el
emancipatorio; es decir, un ecosistema
de aprendizaje con gestión de TIC busca
la autonomía, pertinencia y coherencia
del estudiante con referencia a su propio
aprendizaje con una tecnomediación y
un fuerte componente de reflexión sobre
su práctica.
Este interés emancipatorio se basa
en lo llamado por Freire (1975), la
concienciación como capacidad de
situarse como sujeto histórico. Se trata
entonces, del desarrollo de una verdadera
praxis capaz de otorgar los medios
necesarios (TIC) para que los individuos
se eleven a la categoría de sujetos
históricos. Esto reconfigura la acción del
maestro que abandona su praxis como
técnico o administrador de currículo y
encamina su acción a la emancipación,
exigiendo la implementación de
prácticas pedagógicas que logren
distinguir de manera inteligible las
intencionalidades, las estrategias, los
medios, los contextos y, especialmente,
los aspectos constitutivos de los sujetos
de la formación; en el caso de la
pedagogía praxeológica, estudiantes y
profesores (Juliao, 2014).
Un ecosistema de aprendizaje con
gestión de TIC no es un conjunto de
racionalidades instrumentales, al decir
de Habermas (1984), que quedan
atrapadas en el vacío de la cotidianidad
educativa; al contrario, un ecosistema
de aprendizaje con gestión de TIC
para la formación humana y desde el
enfoque praxeológico comprende que el
horizonte de la praxis es la emancipación,
la transformación, la producción de
nuevos capitales culturales (Bourdieu,
2005), pensar de otro modo la sociedad
y la cultura, fomentar la creación y la
acción colectiva. En suma, es un espacio
de interacción entre la sociedad, la
academia, la vida propia del estudiante
y del profesor, su entorno familiar y
barrial, sus expectativas, sueños, ideales
y utopías que se conjugan en un ejercicio
reflexivo de querer, saber y poder educar
desde la reflexión y a través del uso
de TIC que fomenten la cognición, la
creatividad y la interacción social.
Al respecto, la interdisciplinariedad
se convierte en un criterio y, a la vez, en
un procedimiento concreto que puede
favorecer esta deconstrucción curricular
en la conformación de Ecosistemas de
Aprendizaje con Gestión de TIC. La
interdisciplinariedad como categoría
remite a debates profundos en el
orden de lo epistémico, lo teórico y lo
metodológico. Por ahora, basta señalar
que el interés de la interdisciplinariedad
en una perspectiva del Modelo Educativo
de Formación Integral y de su enfoque
praxeológico, es ampliar los niveles
de comprensión de los fenómenos
de los mundos personales, naturales,
físicos y sociales; se trata entonces
de introducir nodos de conceptos,
categorías, explicaciones, que transitan
por disciplinas, campos de conocimiento
y saberes del mundo científico, ancestral
y cotidiano, que permiten pensar de otro
modo el mundo, los sujetos, los saberes
y los contextos, para la formulación de
alternativas creativas de cambio a través
del uso y apropiación de herramientas
de la información y la comunicación
(TIC) que unen un entrelazado de nodos
en la construcción de pensamiento y
conocimiento (Juliao, 2011).
Marco Teórico
Las TIC como un ejercicio de creatividad
Desde el origen de la palabra
tecnología, a partir del vocablo griego
teckne, se establece una concepción
indisoluble entre arte y tecnología
como sustrato de la capacidad humana
para realizar un producto determinado.
De esta forma tanto la técnica
como el arte entrañan pensamiento,
reflexión, creatividad, planificación,
habilidades, esfuerzos, procedimientos,
realización, valoración y crítica de
todo proceso (Pineda, 2014). A partir
de esta formulación, los Ecosistemas
Praxeológicos de Aprendizaje con
gestión de TIC pretenden establecer
recomendaciones para incorporar
la creatividad en el ejercicio de la
investigación praxeológica como
estrategia pedagógica en el aula.
La creatividad es un término usado
con mucha frecuencia en el ámbito
educativo; sin embargo, al tratar de
definirlo en esos determinados contextos
nos encontramos con limitantes de
conceptualización. Creatividad, en el
sentido estricto, implica la capacidad de
crear a partir de la nada; al analizar esta
posición nos encontramos con una nueva
limitante para la creatividad en el ámbito
educativo, para esto y en aras de lograr
ser justo con el término y el contexto,
se pueden establecer cuatro teorías que
abarcan el ejercicio creativo (Bernabeu
& Goldstein, 2012) en el contexto
educativo con base en el Modelo
Educativo de Formación Integral y el
enfoque praxeológico (Juliao, 2011).
El ejercicio creativo
1. La personalidad creadora (Observar)
El proceso creativo inicia con esta fase donde se busca ejercer una mirada crítica sobre el discurso creativo, los métodos y los resultados; es ejercer una mirada más incisiva, que busque la identificación de los estadios de la acción creadora, su génesis, sus intenciones y motivaciones, lo que permitirá juzgar la pertinencia del proceso creador para una nueva comprobación en un contexto diferente. En todo caso, en esta primera fase, como lo expone el enfoque praxeológico, “se trata de establecer (construir) una problemática a partir de diversas técnicas de observación” (Juliao, 2011. p. 37).
2. El proceso de creación. (Juzgar)
Es la “fase paradigmática, le corresponde formalizar, después de la observación, experimentación y evaluación (fase empírica o experimental), los paradigmas de la praxis, es decir, los modelos transferibles de acción definitivos que permitan que otros practicantes la puedan realizar” (Juliao, 2011. p. 39). Entonces, ¿cómo se articula esta interpretación del proceso creativo? Juliao (2011) identifica cuatro estadios que delimitan y conceptualizan este proceso. El primero consiste en problematizar la propia observación; el segundo momento conduce a la formulación de una hipótesis de sentido; el tercer momento busca formular los discursos; el cuarto momento invita a un retorno a las fuentes. Para Juliao (2011) el conjunto de este proceso acarreará un intento de elucidación que llevará a divisar experimentalmente las acciones que buscan reorientar o mejorar el acto creador. Es una fase de inspiración, el sujeto creador obra en incubar las posibles soluciones de la acción creadora de la primera fase.
3. El nuevo producto creado. (Actuar)
En este punto el proceso y acción creativa pasa a llamarse creatividad mezclando procesos cognitivos, afectivos y motivacionales que afectan su mente, su personalidad, su sociedad y en general su entorno. Para Gardner (1995), el sujeto creativo es “una persona que resuelve problemas con regularidad, elabora productos o define cuestiones nuevas en un campo de un modo que al principio es considerado nuevo, pero que al final llega a ser aceptado en un contexto cultural concreto” (p.93).
4. La influencia y validación social. (Devolución creativa)
Desde esta mirada praxeológica,
la creatividad no se limita a un solo
conjunto de variados estilos, habilidades
y capacidades de pensamiento creativo
(inteligencia lógica, analítica, simbólica,
simbológica, analógica), sino un
ligado de representaciones y modos de
expresión creativa total (comunicativa,
literaria, corporal, musical, plástica,
cinemática y simbólica) cuya práctica
continuada fomenta el espíritu creador
de un YO ÚNICO, que logra transformar
significativamente su realidad (cambio
y trasformación social). Entonces
creatividad en un ecosistema de
aprendizaje con gestión de TIC, es
la capacidad de diseñar y desarrollar
estrategias para la transformación del
ser, del vivir, del pensar, del actuar, del
convivir y por supuesto del crear.
Ahora la integración de este proceso
creativo al quehacer pedagógico implica
una práctica sistemática de acciones y
estrategias que escenifiquen un corpus
organizado y coherente con la realidad;
este corpus es lo que definimos como
TIC. Las TIC desde esta concepción
permiten al maestro incorporar la
creatividad acorde en tiempo, espacio y
persona siendo coherente a un ecosistema
de aprendizaje (Pineda, 2014). Para
planificar creativamente el fomento de
habilidades creativas a través de las TIC
resulta necesario que el maestro aborde
tres puntos importantes:
1. ¿Qué enseñar?
2. ¿A quién enseñar?
3. ¿Cómo enseñar?
Dicho de otro modo; el profesor
debe contextualizar estos puntos para
dar rienda suelta a la creatividad en
un ecosistema de aprendizaje. Así,
la tecnología se transforma en una
mediación para el fomento de prácticas
educativas exitosas y coherentes con la
realidad circundante de los estudiantes.
De esta forma los ecosistemas de
aprendizaje con gestión de TIC desde el
modelo educativo de formación integral
y el enfoque praxeológico, se instauran
como el vehículo pedagógico más eficaz
y eficiente para el desarrollo de prácticas
transformadoras y creativas en los
estudiantes
• Metodología
La metodología que se llevó a cabo
en este trabajo se desarrolló en cuatro
fases:
1. Fase del Observar: La fase de
exploración y de análisis/síntesis estuvo
orientada a responder a la pregunta
sobre ¿qué sucede?, lo que acontece
en la personalidad creadora. Fue una
etapa fundamentalmente cognitiva,
donde se recogió, analizó y sintetizó
la información sobre la personalidad
creadora para percibir su problemática
y concienciar frente a ella. Esta fase
fue experimental con una fuerte base
empírica sobre una praxis creadora que
fue anteriormente pensada y controlada.
Esta fase estuvo conformada por la
personalidad creadora, los elementos, su
racionalidad, su desarrollo en el tiempo
y su eficacia en función de los objetivos
(Pineda, 2014).
2. Fase del Juzgar: Fase
denominada de reacción que buscó dar
respuesta a la pregunta sobre ¿qué puede
hacerse?. Fue una fase enmarcada en la
hermenéutica del proceso creativo, en
la que el sujeto creador exploró formas
diversas de encauzar la problemática de
la acción creadora, representó y juzgó
las teorías, con el fin de comprender
la acción creadora, accedió a la
construcción de un punto de vista propio
y desarrolló la empatía requerida para
llevarla a cabo.
3. Fase del Actuar: Fase
denominada como acción situada
(actuar) que buscó dar respuesta a la
pregunta sobre ¿qué hacerse?. Es una
fase enmarcada en la pragmática del
proceso creativo, en la que el sujeto
creador propuso una estrategia de
acción creadora que brindó eficiencia
y resultados sobre las indagaciones
de la acción creadora realizados en la
fase anterior. Es una fase que enmarca
una intención de cambio, “Se trata de
desencadenar un verdadero proceso de
cambio, de transformación” (Juliao,
2011, p. 40).
4. Fase de Devolución creativa:
Fase eminentemente de reflexión, no de
reflexión contemplativa sino de reflexión
de la praxis (acción) donde se acopiaron
y recopilaron los aprendizajes del actuar
creativo. Fue una fase prospectiva
cargada de utopía por la mejora social
e individual que pudo generar la
creatividad puesta en juego en la fase
anterior. El sujeto creativo adquirió
consciencia de la complejidad del
proceso y del actuar creativo, que logra
enunciar teoría a partir de la reflexión
de la práctica; esta fase consistió en
la teorización del acto creativo, ya sea
a través de la sistematización de la
experiencia o de la generación de otros
procesos creativos. Fue un proceso
que desencadenó aprendizajes y
conocimientos.
• Resultados Alcanzados
TIC y Cognición
Para relacionar TIC y educación
hay que pretender el uso de nuevas
nociones y procedimientos que integren
a las diferentes tecnologías. Hay un
elemento, primordial y fundamental,
que constituye una visión holística de
la tecnología: la planificación; para
Ong (2001) “La tecnología tiene que
ver con ordenar lo que posee la mente
humana”, que se revela a través de
acciones evidentes: productos, o lo
que es lo mismo, tecnología. No hay
máquina que exista sin la mediación del
pensamiento humano. De esta forma se
comprende la idea de que la cognición
es materia prima de la tecnología, sin la
cual se haría imposible la manipulación
y comprensión del medio.
Entender la cognición humana como
herramienta tecnológica, nos lleva
a buscar el diseño de una estrategia
eficaz que permita que la creatividad
como la interacción y el movimiento
favorezcan procesos de aprendizaje.
El desarrollo de un ecosistema
praxeológico de aprendizaje logra
estimular estas herramientas para que
los estudiantes consigan llevar a cabo
sus procesos de aprendizaje; la creación
de un ambiente de aprendizaje es
inevitablemente un proceso de diseño y
desarrollo tecnológico. Los ecosistemas
praxeológicos de aprendizaje con
gestión de TIC, buscan crear una imagen
de investigación pedagógica en el aula
donde el profesor invierta tiempo en
planear, innovar, crear y utilizar en el
aula una gama de estrategias TIC a través
de las fases del enfoque praxeológico:
ver, juzgar, actuar y devolución creativa
(Juliao, 2011); que vea su espacio de
trabajo como un área donde se pueden
erguir estructuras que favorezcan el
proceso de aprendizaje teniendo en
cuenta su contexto educativo.
En esta misma línea Benítez
(2002) define “Diseñar un ambiente
de aprendizaje no es construir un
espacio físico, ni cualquier situación
educativa; es la articulación de las
circunstancias y factores que inciden
favorablemente en el proceso de
aprendizaje”. Adicionalmente, Duarte
(2003) y López (2001) explican que el
ambiente es la suma total de condiciones
e influencias externas que afectan
nuestro desarrollo, por lo cual se podría
entender los ecosistemas de aprendizaje
como el resultado de las interacciones de
factores objetivos (físicos, organizativos,
sociales, tecnológicos) y de factores
subjetivos (perceptuales, emotivos,
cognitivos y culturales) cuya interacción
intencionada propicia el aprendizaje que
se quiere proponer.
Los ecosistemas praxeológicos de
aprendizaje con gestión de TIC son
concebidos como una herramienta
didáctica para pensar, ya que logran
aglutinar una gama de recursos que
el maestro puede planear y utilizar en
determinados momentos de su clase
(Pineda, 2014). Al señalar este espacio
pedagógico como una herramienta
didáctica para pensar se concibe al
maestro como creador de herramientas
que estimulen procesos de aprendizaje
(Cabrera, 2012). El ecosistema
praxeológico de aprendizaje con gestión
de TIC, busca exponer una serie de
herramientas de trabajo, ideales para
promover procesos de pensamiento,
las cuales pueden ser elaboradas por
el docente y por los estudiantes. Un
ejemplo de herramientas didácticas para
pensar puede ser la construcción de
organizadores gráficos. Esta categoría
de tecnología abarca, por ejemplo,
materiales como mapas de comprensión,
mapas de comprensión de lectura,
mapas mentales, árboles de decisiones,
diagramas de flujo, entre otros.
Paralelamente hay que tener en cuenta
que, en nuestros días, el maestro cuenta
con otras herramientas didácticas para
pensar que pueden ser de mucha utilidad
para apoyar procesos de aprendizaje
en el aula y fuera de ella, en todos los
niveles educativos: las aplicaciones
digitales y virtuales de aprendizaje.
Aunque la intención de los ecosistemas
praxeológicos de aprendizaje no es
centrarse exclusivamente en el uso e
integración de estas ayudas digitales,
si son un componente importante para
la creación de ecosistemas como una
herramienta didáctica para pensar donde
confluyen las TIC, la neurocognición, la
creatividad, el aprendizaje cooperativo
y la psicología de las emociones dentro
de un contexto de acción regido por el
enfoque praxeológico.
Los ecosistemas praxeológicos
de aprendizaje con gestión de TIC
se promueven como herramientas
didácticas para pensar a través de la
integración de varios elementos que se
deben incentivar al interior y que surgen
de los estudiantes a partir de como el
maestro maneje los componentes del
diseño:
• Motivación
• Meta cognición
• Trabajo en equipo
Principios de acción pedagógica de los Ecosistemas Praxeológicos de Aprendizaje con Gestión de TIC
Para la exposición de los principios de la acción pedagógica de los ecosistemas praxeológicos de aprendizaje con gestión de TIC, se toma como referencia lo expuesto por la UNESCO:
Con esta referencia se puede observar
que los principios de acción pedagógica
de los ecosistemas son, al mismo
tiempo, su objeto central; el apoyo y
la mejora de los procesos de enseñanza
y aprendizaje y la resolución de los
problemas educativos con la gestión
de TIC (Pineda, 2014). Este principio
de acción pedagógica está compuesto
por dos perspectivas diferentes, para
abordar la creación de ecosistemas
praxeológicos de aprendizaje con
gestión de TIC. La primera visión se
puede denominar el diseño y desarrollo
de las TIC desde el concepto centrado
en los medios. Desde esta visión los
ecosistemas de aprendizaje se entienden
como "TIC EN la educación" (Salinas,
1991) y se refiere al diseño, desarrollo e
implementación de técnicas y materiales
(productos) basados en las TIC y los
medios de comunicación para promover
la eficacia y la eficiencia de la enseñanza
y contribuir a resolver los problemas
educativos.
Como segunda visión para ser
abordada, está el concepto centrado en el
proceso de aprendizaje. Aquí podemos
ver un cambio en la concepción del
Ecosistema praxeológico de aprendizaje
entendiendo este como "TIC DE la
educación". Aquí las TIC, van más
allá del dominio de recursos y aparatos,
se caracterizan como un proceso de
planificación y gestión de los procesos
de enseñanza aplicando los principios
científicos; definición de teorías de
aprendizaje, enfoque praxeológico,
estilos de aprendizaje diseño del currículo, selección y producción de materiales, elección de métodos, gestión del proceso de aprendizaje y evaluación de los resultados (Pineda, 2014). En muchos casos se le considera como la aplicación de los principios didácticos al diseño, desarrollo tecnológico en la creación de ecosistemas praxeológicos de aprendizaje como herramienta didáctica para pensar.
• Discusión
Rutas de aprendizaje
Para el fomento y construcción de ecosistemas praxeológicos de aprendizaje con gestión de TIC se puede decir que se considera la concepción teórica como la praxis del diseño y desarrollo, selección y utilización, evaluación y gestión de los recursos TIC aplicados a los entornos educativos como herramientas didácticas para pensar.
• Los componentes de la ruta de aprendizaje
Creación de Ecosistemas Praxeológicos
de Aprendizaje como herramientas
didácticas para pensar.
Su propósito, centrado en el
aprendizaje, es contribuir a la mejora de
las actividades educativas y la resolución
de sus problemas a través de la constante
reflexión sobre la realidad.
•Praxeología. Una acción pedagógica
debe disponer de un conocimiento
teórico, basado en la observación y
la experiencia, en el que se asiente la
práctica.
•Diseño y desarrollo, selección y
aplicación, evaluación y gestión. Se
refiere tanto a las áreas del conocimiento
disciplinar como a las funciones que
realizan los profesionales en el campo
de la acción pedagógica.
•Recursos tecno-pedagógicos. Se
refiere a los objetos, los medios y las
mediaciones para su organización y
utilización; están dirigidos a la obtención
de los objetivos de investigación e
innovación pedagógica.
•Elementos que promueven el
aprendizaje. Se refiere a la concepción
del maestro como diseñador y
desarrollador de TIC que promuevan el
aprendizaje.
Los ecosistemas praxeológicos de
aprendizaje con gestión de TIC se
centran en el entrecruzamiento de
pedagogía praxeológica y tecnologías.
Este entrecruzamiento se materializa
con el diseño y puesta en marcha
de estrategias didácticas a través de
las narrativas docentes. Para este
propósito se establece que el paradigma
investigativo con el que se trabajó, es la
investigación praxeológica, donde se
trabaja con hipótesis de desarrollo TIC en
el diseño de ecosistemas praxeológicos
de aprendizaje que sirven para elaborar
categorías desde la creatividad, la
cognición, las narrativas docentes y el
enfoque praxeológico.
Los ecosistemas praxeológicos
de aprendizaje con gestión de TIC
son herramientas para pensar, que
proporcionan, gestionan y elaboran
recursos y didácticas orientadas en el
aprendizaje desde el ejercicio narrativo
del docente. Siguiendo a Jackson (1998)
las narrativas docentes contienen una
fuerza epistemológica y una fuerza
moral; la primera constituye el saber
que se pretende que el estudiante
posea; y la segunda, hace referencia a
la transformación que el saber ejerce
en el individuo y/o en la sociedad
(Pineda, 2014). Las narrativas docentes
en ecosistemas de aprendizaje buscan
dar respuesta a la pregunta: ¿Qué relato
construye el docente cuando trabaja
con tecnologías? Esta respuesta debe
abarcar el proceso de aprendizaje, el
desarrollo de habilidades de creatividad
y cognición y la constante reflexión
sobre sus prácticas.
Pedagogía Praxeológica y TIC
Los Ecosistemas Praxeológicos de
aprendizaje son una respuesta espacio –
temporal para la organización del proceso
de enseñanza y de aprendizaje, donde
se hace necesario generar situaciones
educativas cuyo centro sean los y las
estudiantes, ya que la forma como se
organice el espacio va a propiciar la
relación de sus diversos componentes.
Los maestros deben ser conscientes que
el diseñador de ambientes praxeológicos
de aprendizaje debe contar con actitudes
que enmarquen la esencia del trabajo,
ya que a partir de allí se reflejan sus
características (Pineda, 2014). Las
actitudes importantes para el éxito de esta
creación se refieren a la responsabilidad,
la empatía, el compromiso, la innovación
y la mediación.
De la misma manera, se identifica
cómo el ecosistema praxeológico de
aprendizaje con gestión de TIC es una
fuente de riqueza, una estrategia educativa
y una herramienta que respalda el proceso
cognitivo, pues permite interacciones
constantes que favorecen el desarrollo
de conocimientos y de habilidades
sociales. Así mismo, Trister y Colker
(2000) presentan las conclusiones por
las cuales un ambiente de aprendizaje
permite el desarrollo social, emocional,
cognitivo, físico-creativo; para estas
autoras, es en el ambiente en donde se
propicia el desarrollo de la autonomía, el
autocontrol, la iniciativa, se fortalece el
lenguaje, el pensamiento y se configura
el aprendizaje.
De esta manera, el maestro que
participa en la experiencia de los
ecosistemas praxeológicos TIC, logra
gestionar un proyecto pedagógico
aplicable que considera los siguientes
aspectos: (i) La dimensión física:
Hace referencia al aspecto material
del ecosistema. Es el espacio físico
y sus condiciones estructurales. (ii)
La dimensión funcional: Se refiere al
modo de utilización de los espacios,
sus diferentes oportunidades de uso y
funciones que puede asumir un mismo
espacio físico; (iii) La dimensión
temporal: Corresponde a la organización
del tiempo y por lo tanto a los momentos
en que se va a distribuir la jornada y los
espacios que se van a utilizar en cada
uno; (iv) La dimensión relacional: Se
refiere a los aspectos vinculados a la
interacción prevaleciente en el espacio.
Sumado a estas dimensiones, el
ecosistema praxeológico con gestión
de TIC debe propiciar un aprendizaje
que permita que el estudiante utilice
todas sus funciones cognitivas, dándole
el máximo de aprovechamiento a
todo su potencial, ya que hablar del
cerebro es referirse a una “estructura”
de innumerables capacidades que rigen
el ritmo de la vida, el organismo y la
misma mente (Pineda, 2014). Para tal
fin, los maestros que participan en la
creación de ecosistemas praxeológicos
de aprendizaje con gestión TIC,
identifican que son herramientas para
pensar y en las cuales se debe aprender
con todo el cerebro, ya que este órgano
es el encargado de todas las funciones
y procesos que tienen que ver con el
pensamiento, la praxis, la emoción, la
intuición, la imaginación, el juego, la
escritura, la conciencia y otros procesos
que hacen que este sistema creativo sea
cada vez más necesario utilizarlo dentro
del desarrollo de las clases (Velásquez-
Burgos et al, 2009).
Dentro de las acciones de construcción
de un ecosistema se desarrolla una
cualificación enfocada a teorías que
hacen referencia a la neuro plasticidad
o principio de distribución masiva
(Hernández-Jaramillo & Uribe-Granja,
2011), en la cual se enmarca la capacidad
del cerebro para hacer una regeneración
neural como resultado de la experiencia,
pero que una vez más confirman que el
cerebro necesita del mismo cerebro para
modificarse como una red gigante de
células y neuronas como sostén para este
proceso (Pineda, 2014). El proceso de
creación de ecosistemas praxeológicos de
aprendizaje permite discutir, identificar
y analizar las estructuras funcionales del
cerebro y la mejor manera de activarlas
para lograr que los estudiantes aprendan
a desarrollar su creatividad de una
manera diferente y efectiva. De esta
manera, se orienta a que los ecosistemas
praxeológicos de aprendizaje respondan
a la neurofisiología cerebral y a la
pedagogía praxeológica, pretendiendo
que los ecosistemas respondan a la
triada cerebral: cerebro reptílico,
cerebro límbico y cerebro neocortical
(MacLaren, 1990).
El primero de ellos, el cerebro
reptílico es hereditario e inconsciente, es
el refugio de los instintos, la agresividad,
los impulsos primarios, es la alarma para
la supervivencia (MacLean, 1990). Su
identificación funcional se basa en la
acción y el movimiento, por lo tanto, es
de gran importancia en lo relacionado
con los procesos de motricidad fina y
gruesa. En este sentido, los docentes
participantes en la construcción de
ecosistemas praxeológicos de aprendizaje
consideran que allí es donde se puede
afirmar que los estudiantes necesitan
contar con tranquilidad en lo relacionado
con su supervivencia, es decir, sentir
tranquilidad en sus aspectos básicos
(confianza, motivación, funciones básicas
del aprendizaje), lo que garantiza que en
un primer momento se cuenta con las
condiciones para el aprendizaje.
De otra parte, el cerebro límbico se
encuentra vinculado con las emociones,
la sexualidad, las reacciones de miedo y
cólera y con la memoria a corto plazo;
en síntesis, tiene estrecha cercanía con
las relaciones sociales y familiares
(MacLean, 1990). Por ende, el
ecosistema praxeológico de aprendizaje
con gestión de TIC debe propender
a la incitación del aprendizaje. Estos
espacios deben permitir la generación
de vocaciones científicas y tecnologías
de los estudiantes; esto sólo se logra a
través de la vinculación afectiva hacia el
objeto de aprendizaje.
El cerebro neocortical es la base
de habilidades analíticas, lógicas, es
lo que pensamos, es el lugar donde se
genera el conocimiento y se permite el
aprendizaje; es allí donde se originan
los dos hemisferios cerebrales los cuales
son los encargados de los procesos
intelectuales superiores del ser humano
y que permiten la unión cuerpo, mente
y cultura (MacLean, 1990). Es aquí
donde las TIC hacen su presencia más
fuerte, son mediaciones y objetos para el
desarrollo de la creatividad aplicada del
estudiante.
De esta manera los maestros logran
relacionar que dentro del diseño de un
ecosistema praxeológico de aprendizaje,
es de suma importancia la relación
de estos tres cerebros (MacLean,
1990) sí se quiere tener un aprendizaje
significativo y duradero ya que allí
convergen acciones de tipo habitual,
relacional y motivacional y de índole
teóricas. Los ecosistemas praxeológicos
de aprendizaje que responden a la triada
cerebral están a su vez influenciados por
seis factores motivacionales que son:
• Actitud
• Necesidad
• Estimulación
• Afecto
• Competencia
• Reforzamiento
Según UNESCO (2004) los
sistemas educativos del mundo entero
se enfrentan en la actualidad al desafío
de utilizar las TIC para brindarles a
sus estudiantes las herramientas y
conocimientos necesarios para el siglo
XXI. Esta particularidad lleva a generar
un cambio en la educación actual desde
una tendencia heteroestructurante hacia
una formación centrada principalmente
en el aprendizaje dentro de un ambiente
interestructurante (Not, 2013) de
aprendizaje, que busque la constante
reflexión sobre las prácticas y que
conlleve a una prospectiva de cambio e
innovación social (Juliao, 2014).
Es en este sentido que la pedagogía
praxeológica entiende que el aprendizaje
es un proceso que se articula a lo largo
de toda la vida y, que con la constante
reflexión sobre su contexto y en especial
lo referente a analizar, observar y
reflexionar sobre el uso pedagógico de
las TIC, busca generar un encuentro entre
la escuela y los diferentes escenarios de
formación humana mediados por el uso
de los medios de comunicación y las
nuevas tecnologías, que logran generar
un influjo notable en la interpretación
y aprehensión de los diferentes saberes.
Las TIC son una herramienta atada
a una forma de uso, a una cultura de
apropiación (Cabrera, 2012). Por ello,
generar un modelo de apropiación, en el
proceso pedagógico implica que no solo
consideremos la dimensión puramente
instrumental del sistema tecnológico,
sino también su dimensión simbólica y
cultural, es decir, las maneras de usar
praxeológicamente la tecnología.
La actividad de formación inmersa
en un proceso de mediación tecno
pedagógica no sucede exclusivamente en
una herramienta, ni en un contenido, ni
en un software o hardware determinado,
sino en el conjunto del proceso cultural
del aprendizaje que moviliza las TIC
en su interacción cultural de los sujetos
(Cabrera, 2010). Aprender con TIC es
una mediación para aprender a través de
las TIC, en el marco de una experiencia
para actuar en la cultura. Por eso el
aprendizaje con TIC es un proceso en
relación con su papel en la cultura de los
sujetos (Autor, 2013).
Frente a esas situaciones recurrentes,
la labor de un proceso con TIC consiste
en crear “puentes de aprendizaje” entre
experiencias de carácter colaborativo,
distribuidas a través de rutas de
aprendizaje que se articulan con las
singularidades de los procesos y los
ritmos de aprendizaje. Con los medios
tradicionales era más complejo dar cuenta
de la singularidad y diversidad de ritmos
y estilos de aprendizaje; con las TIC esto
se vuelve todo lo contrario. Las TIC son
esencialmente objeto de mediación que
apoya la autonomía del sujeto; por su
tecnicidad son interactivas, y por ello
tienen el potencial de uso para responder
diferenciadamente a los ritmos, estilos y
singularidades de aprendizaje (Cabrera,
2010). Esto es, base del apoyo a la
autonomía del aprendizaje. El desarrollo
de habilidades y competencias en TIC
permite que el estudiante invierta su rol
pasivo y se exponga como agente activo
de su proceso de aprendizaje; para esto,
la implementación de las TIC se apoya
en la teoría sociocultural de Vigotsky:
El uso praxeológico de las TIC,
presenta un ecosistema de aprendizaje
colaborativo y cooperativo que permite
una previa relación social con pares
y expertos de sus temas de interés
promoviendo el diálogo, la discusión, la
escritura en colaboración y la resolución
de problemas apuntalando en progreso
en la comprensión de los estudiantes y su
crecimiento cognitivo (Pineda, 2014). La
implementación de las TIC en el enfoque
praxeológico se apoya adicionalmente
en la cognición distribuida, donde se
destaca que el crecimiento cognitivo es
estimulado mediante la interacción con
otros, ya que requiere del diálogo y el
discurso, convirtiendo el conocimiento
privado en algo público y desarrollando
una comprensión compartida. En el
contexto de las TIC se han diseñado
un sinfín de herramientas para facilitar
la colaboración online, como forma de
apoyar la construcción de conocimiento
colaborativo y de compartir este
conocimiento dentro del aula de clase y
fuera de ella a la vez (Oshima, 1995).
El uso praxeológico de las TIC en
el contexto de la educación, resalta el
aprendizaje cognitivo utilizándolo para
denominar el proceso de formación en
el que los pares con más experiencia o
conocimiento brindan a sus compañeros
una guía para apoyar su desarrollo y
crecimiento cognitivo. El aprendizaje
cognitivo permite que los estudiantes
aprendan mediante la interacción, que
construyan sus propias estructuras de
conocimiento y que compartan estas
experiencias con otros integrantes de su
entorno educativo (Palmero, Mereno,
Caballero, Greca; 2009). Las TIC
sirven como poderosas herramientas
para apoyar el aprendizaje cognitivo,
permitiendo que los grupos participen
en contextos de trabajo online para
desarrollar productos en colaboración.
Por otra parte, las TIC son objetos
relacionales, que permiten la interacción
entre los sujetos y sus comunidades.
Como objetos, las TIC son experiencias
multifuncionales en donde cada
uno, con una determinada experticia
comunicativa, pedagógica o disciplinar
puede aportar en la construcción
colectiva. Por ejemplo, actuando en
equipo, una institución puede tener
estudiantes organizados en torno a
diferentes procesos: la producción de
contenidos, su montaje comunicativo
con herramientas TIC y, por supuesto,
su implementación en las prácticas. Las
TIC son más un medio de procesos que
un fin del aprendizaje. En este sentido
siempre son un apoyo y soporte de
cualquier otro proceso de aprendizaje,
y por lo tanto de diferentes tipos de
competencias que pueden usar las TIC
como medio de su desarrollo.
Ecosistemas Praxeológicos de Aprendizaje con Gestión de TIC, un debate por empezar.
La Pedagogía Praxeológica permite
que el imaginario de currículo sea
revalorado. Siguiendo a Grundy (1987),
en cuanto el currículo no es un concepto
sino una construcción cultural, se puede
entender que la articulación praxeológica
de las TIC es un proceso de creencia,
aprobación y adaptación con las nuevas
formas de ser y de estar en la sociedad.
Las Tecnologías de la Información y la
Comunicación han cambiado la forma
de percibir y estar en el mundo, por ende,
inciden en las prácticas educativas; las
TIC según Brunner (2000) se convierten
en la cuarta revolución de la educación,
después de la escolarización, la
educación pública y la masificación de
la educación.
Entonces, se presenta la oportunidad
de hacer, de revaluar el quehacer
docente y volver a pensar el currículo
adecuándolo a un nuevo paradigma
educativo, las TIC. Un currículo que dé
respuesta a las demandas de una nueva era
productora de conocimiento resultante
de nuevas formas de aprendizaje, donde
éste establece las relaciones dinámicas,
los nodos, los núcleos de conceptos,
los procesos dinámicos, el pensamiento
complejo y la interdisciplinariedad
como los ejes fundantes de su desarrollo
(Pineda, 2014). Este nuevo aprendizaje
busca la comprensión, vista ésta
como la tenencia de conocimiento
pluridisciplinar y no como el manejo de
una disciplina. Ante esta realidad vemos
que nuestras escuelas deben enfrentar un
nuevo currículo enfocado al “Aprendiz
del nuevo milenio”1 (Aguerredondo,
2010) caracterizado por atención
múltiple, aprendizaje por ensayo y
error y no por imitación, multimedial,
trabajo cooperativo (con sus pares, no
con adultos). El currículo por ende debe
ser una construcción cultural mediada
por la influencia de las tecnologías de la
información y la comunicación.
Desde esta representación se busca
que las TIC favorezcan la creación de
un currículo emancipatorio; siguiendo
a Habermas (1975), éste se propone
descubrir todas aquellas ataduras de la
realidad en la búsqueda de la conexión
entre saber teórico con la práctica de la
vida. Para Grundy (1987) el currículo
emancipatorio implica un cambio de
estructuras en las cuales se produce el
aprendizaje a través de la promoción de
la crítica para afianzar la transformación;
donde el docente y los estudiantes
son creadores activos del aprendizaje.
Vemos entonces que la pedagogía
praxeológica permite la creación de un
currículo del nuevo milenio centrado en
el uso reflexivo de las TIC a través de
ecosistemas de aprendizaje.
Lograr ecosistemas praxeológicos
de aprendizaje con gestión de TIC parte
de cambiar el paradigma educacional
impuesto desde la revolución industrial
que pasa por supuestos del aprendizaje
memorístico y por imitación. De esta
forma la escuela y los profesores
reconocen que no son los únicos canales
por donde conectar al estudiante con
el conocimiento y la información; la
escuela se adapta a un contexto cultural
más variado y menos lexicográfico, mas
icónico y menos focalizado, es decir,
debe desaparecer lo individual y lo lineal
en nuestro sistema educativo.
Siguiendo esta línea propuesta,
encontramos como condición esencial
que el texto escrito y la palabra del
profesor dejan de ser los canales
exclusivos de comunicación en la
escuela (Gvritz, 2007). Para la óptima
creación de Ecosistemas Praxeológicos
de Aprendizaje según Brunner (2000)
la escuela ya no puede actuar más
como si las competencias que forma,
los aprendizajes a que da lugar y los
tipos de inteligencia, pudieran limitarse
a las expectativas formadas en la
revolución industrial (Brunner, 2000).
Y por último la escuela debe entrar al
mundo globalizado, eso sí sin perder
sus características de ser una entidad
formativa que educa para una óptima
socialización del individuo.
La articulación de las TIC al
currículo empieza con un cambio de
mentalidad por parte de los miembros de
la comunidad educativa, quienes logran
entender la necesidad de las TIC como
mediaciones para el currículo del siglo
XXI. Esta conclusión lleva a establecer
una premisa que debe regir cualquier
modelo de articulación curricular
de las TIC, y es que la institución
educativa debe propiciar la adquisición
y el fortalecimiento de capacidades
y habilidades para la incorporación y
apropiación de las TIC, por medio del
fomento de procesos cognitivos que
utilicen y apropien estas herramientas.
Esta premisa responde a los
planteamientos sobre un currículo como
Referencias Bibliográficas
praxis y hacia el interés emancipador
formulado por Grundy (1987), donde se
compromete al estudiante no solo en ser
un receptor activo, sino como creador
activo del mismo junto con el profesor.
Un cambio de actitud hacia los
procesos de enseñanza y aprendizaje
no basta para la articulación de las
TIC al currículo. Después de una auto
reflexión sobre nuestro quehacer con
miras al siglo XXI, debemos entonces
ver las características de un ecosistema
de aprendizaje, los perfiles de los actores
del ecosistema y las interrelaciones que
se dan entre estos y el aprendizaje con
una gestión de las TIC. Estas últimas
reflexiones quedan para continuar la
discusión.
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1
Corporación Universitaria Minuto de Dios
UNIMINUTO Vicerrectoría Regional Llanos.
Este concepto es introducido por la profesora
Inés Aguerrondo al realizar una traducción
de un concepto esbozado por Brunner “New
Milenium Apprentice” que hace referencia a
un cambio de paradigma en la nueva era de
la sociedad del conocimiento, donde existen
nuevas formas de aprendizaje se convierten
en las habilidades del aprendiz que no
depende exclusivamente de la escuela.
(Aguerrondo, 2010)
2Basado en entrevistas a profesores de la Universidad Virtual y a Distancia de la Corporación Universitaria Minuto de Dios- UNIMINUTO – Vicerrectoría Regional Llanos donde a través de su Proyecto Educativo Institucional (PEI) se fundamenta y ejerce la pedagogía praxeológica.
* Los documentos revisados fueron seleccionados a través de fórmula matemática para identificar el n de cada base de datos. A su vez se verificó que los documentos seleccionados hayan sido sometidos a revisión por pares y contengan la rigurosidad pertinente.