Identificación de concepciones de profesores universitarios sobre la enseñanza y la evaluación
María Basilisa García1: Dra. en Educación Científica. Profesora. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad Nacional de Mar del Plata de formación. Mar del Plata, Argentina. bagarcia@ mdp.edu.ar
Sofía Sol Martín2: Profesora en Ciencias Biológicas. Ayudante Graduado. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad Nacional de Mar del Plata de formación. Mar del Plata, Argentina. sofiasolm@gmail.com
Resumen
Se indagaron las concepciones sobre la enseñanza de docentes universitarios de carreras científicas desde la perspectiva de las teorías implícitas. Desde un enfoque fenomenográfico, se llevó a cabo un estudio descriptivo con un diseño ex post facto. La variable en estudio fue la concepción sobre la enseñanza analizada en dos dimensiones: qué se enseña y cómo se enseña. Se realizaron entrevistas semiestructuradas a 15 docentes. Se extrajeron categorías de respuestas utilizando el método comparativo constante. Respecto de la dimensión qué se enseña, se pudieron describir cinco categorías que recorren un continuo que va desde la concepción que considera que se deben enseñar contenidos conceptuales exclusivamente, hasta la posición que entiende que se deben enseñar competencias para el cambio conceptual. En la dimensión “cómo se aprende” se extrajeron cuatro categorías. En esta dimensión, las concepciones varían desde concebir la enseñanza como la actividad que consiste en presentar información clara y precisa hasta las posiciones en las que enseñar requiere poner el foco en el alumno y ayudarlo a aprender. La distribución de frecuencias en las categorías encontradas muestra que en los docentes entrevistados predominan las concepciones con una visión de la enseñanza centrada en el profesor y orientada hacia los contenidos.
Palabras clave:concepciones, enseñanza, docentes, ciencia, universidad
Identifying university professors’
conceptions about teaching and
assessment
Abstract
It was carried on research on the conceptions about the teaching practice of University professors of scientific careers from the perspective of implicit theories. From a phenomenographical point of view, a descriptive study was carried out with an ex post facto design. The variable in question was the conception about teaching analyzed into two dimensions: what is taught and how is taught. Semi-structured interviews were carried out with 15 professors. The categories of answers were extracted using the constant comparative method. Regarding the dimension of what is being taught, five categories were described. These categories range a continuum that goes from the conception that conceptual concepts must be taught exclusively, to a position that comprehends that competencies must be taught for a conceptual change. In the dimension “how is it learnt”, four categories were extracted. In this dimension, the conceptions vary from conceiving teaching as the activity that consists in presenting information in a clear and precise way to the positions in which teaching requires focusing on the student and helping them to learn. The distribution of frequencies in the categories found shows that in the professors interviewed the conceptions of a teacher-centered and a content-oriented vision prevailed.
Keywords: conceptions, teaching, professors, science, university
Identificación de concepciones de profesores universitarios sobre la enseñanza y la evaluación
Introducción
El trabajo que aquí se presenta surge
como resultado de una investigación
previa (García y Mateos, 2013)
que consistió en el análisis de las
concepciones de docentes universitarios
sobre el conocimiento científico, su
enseñanza y aprendizaje desde un enfoque
cuantitativo y desde la perspectiva de las
teorías implícitas. En esta nueva etapa
se está estudiando el mismo problema
desde metodologías cualitativas con el
fin de profundizar el análisis y poder
trazar un “mapa” más representativo
de las concepciones de los sujetos.
Se presentan los resultados obtenidos
relacionados con las concepciones sobre
la enseñanza, particularmente con (a)
qué se enseña, es decir, de qué manera
conciben los docentes los objetivos de
estudio de su asignatura y, entonces,
qué contenidos deben aprender los
estudiantes, y (b) cómo se enseña, qué
estrategias utilizan los docentes para
cumplir con sus objetivos. Para llevar a
cabo este trabajo se adoptó la perspectiva
fenomenográfica, entendiendo que los
profesores construyen su conocimiento
dentro de un determinado contexto y
se relacionan con los estudiantes en
función de ese conocimiento y a través
de la enseñanza y el aprendizaje en ese
contexto (Martin, Prosser, Trigwell,
Ramsden, y Benjamin, 2000). Se
tomó la idea de concepción propuesta
por Pratt (1992), ya que resulta la
más comúnmente utilizada dentro
de los trabajos realizados bajo esta
perspectiva:
Marco conceptual y antecedentes
Las investigaciones realizadas desde la perspectiva fenomenográfica han permitido crear abundante conocimiento sobre las diferentes concepciones sobre la enseñanza mantenidas por los docentes universitarios (Gow and Kember, 1993; Kember y Leung, 2006; Martin y Balla, 1991; Trigwell y Prosser, 2004; Parpala y Ylänne, 2007; Prosser, Martin, Trigwell, Ramsden y Middleton, 2008; Ravanal, Camacho, Escobar y Jara, 2014; Samuelowicz y Bain, 2001 y 2002). Una de las conclusiones más relevantes es que esas concepciones se pueden agrupar en dos grandes orientaciones: por un lado, las que entienden que el profesor desarrolla su enseñanza centrándose en la materia de estudio, con el objetivo de transmitir información, y, por otro, las concepciones que centran la enseñanza en el estudiante con el objetivo de ayudarlo a complejizar la comprensión que este tiene del mundo que lo rodea. Dentro de estas dos orientaciones, existen posiciones intermedias, según los marcos teóricos y metodológicos desde los que se ha abordado el problema. Los análisis realizados por Kember (1997) y Prosser y Martin (2005), y más tarde confirmados por el trabajo de revisión de Hernández Pina (2010), coinciden en que estos dos enfoques pueden ser subdivididos en cinco categorías. En la Tabla 1 se presenta una breve descripción de cada una.
Método
Se llevó a cabo un estudio
descriptivo con un diseño ex post facto.
La variable en estudio fue la concepción
sobre la enseñanza analizada en dos
dimensiones: qué se enseña y cómo se
enseña. Se realizaron entrevistas que
luego se analizaron en dos etapas. En
la primera se estudió el conjunto de las
respuestas dadas por todos los sujetos que
compusieron la muestra, y se extrajeron
categorías. En una segunda etapa, se
analizaron los casos individuales, y se
caracterizaron las concepciones de cada
sujeto.
Muestra
Instrumentos
Procedimiento
En una segunda etapa, se
describieron los perfiles individuales
A partir de las respuestas dadas por
cada docente, se analizó de qué manera
aparecían las categorías obtenidas en la
etapa anterior tanto en las concepciones
respecto de qué se enseña como en
aquellas relacionadas al cómo se enseña,
indagando si presentaban perfiles
homogéneos, es decir, si se mantenían
dentro de una misma categoría al
cambiar el aspecto (qué se enseñacómo
se enseña) o si se modificaban,
presentando entonces, perfiles mixtos.
Resultados
Obtención de categorías
Qué se enseña
En esta dimensión las categorías obtenidas recorren un continuo que va desde la primera posición en la que se hace referencia a contenidos conceptuales concretos de la asignatura, entendidos como un cuerpo de conocimientos cerrados y acabados, hasta la quinta y última posición, donde el contenido conceptual deja de tener un papel principal para pasar a estar al servicio del desarrollo de competencias. Una síntesis de cada categoría con las respuestas tipo dadas por los docentes se presenta en la Tabla 2.
Descripción de las categorías encontradas
A- El objeto de estudio son los contenidos conceptuales de la disciplina, representados como una colección de conocimientos acabados correspondiente al mundo externo al sujeto que aprende. El foco está en los temas que prevé el plan de estudios para la signatura. Saber ciencias es recordar información aislada sobre tópicos de ciencia. Frente a la pregunta ¿qué es lo que fundamentalmente se aprende en la asignatura en la que está a cargo?, se obtuvieron respuestas como la siguiente:
O citan temas concretos como por ejemplo
Ab- El objeto de estudio es un cuerpo coherente de conocimientos correspondiente al mundo externo, pero que ha sido previamente estructurado por un experto en el tema. El foco está en la comprensión de la asignatura como un todo. Saber ciencias es recordar contenidos científicos y las posibles relaciones entre ellos. Se obtuvieron respuestas del tipo:
O también
O también
Las categorías encontradas coinciden
con las obtenidas por Samuelowics y
Bain (2002) en la dimensión naturaleza
y estructura del conocimiento.
Cómo se enseña
El casillero correspondiente a las respuestas tipo en la categoría B está vacío porque no se encontraron concepciones con estos rasgos.
Descripción de las categorías encontradas
A- El profesor es el centro de la clase, es la autoridad que tiene la información y la presenta. El docente tiene por objeto garantizar que todo el material designado en el plan de estudios sea cubierto, es decir, presentado a los estudiantes rigurosamente y en el período de tiempo requerido. Los docentes que poseen esta concepción describen sus clases como algo similar a dar una conferencia, a “contar su información”. La figura del estudiante no aparece en absoluto. En términos de Fox (1983), esta posición se corresponde con la metáfora de la dispersión de semillas al viento, traducida como “siembra al boleo”, en lugar de transferirlas a contenedores específicos. “Todo lo que se requiere de un docente es que se entregue a sí mismo sus perlas de sabiduría, independientemente de si se trata de algo pertinente o aplicable en contextos particulares o si tienen sentido para nadie más que a sí. Su responsabilidad se refiere exclusivamente a garantizar la pureza de la semilla” (p. 153)
Coincide con la categoría (A) de la dimensión “Naturaleza de la interacción docente y estudiante” analizada por Samuelowicz (1999) en la que la interacción va en un solo sentido, del profesor hacia el estudiante, con la idea descripta por (Samuelowicz y Bain, 1992), donde la enseñanza significa impartir información que se espera que el estudiante obtenga por el solo hecho de estar matriculado en el curso y asistir a clase. Ejemplos de respuestas dentro de esta categoría son:
Ab- El profesor y el contenido son
centrales. Esta concepción todavía se
centra en la transmisión del conocimiento,
pero reconoce la importancia de
estructurarlo y organizarlo para que
el alumno tenga más posibilidades
de recibir la información. El profesor
explica los contenidos conceptuales que
corresponden al plan de estudios con la
intención de que la información correcta
se transfiera. Presenta la información
relacionando contenidos para facilitar
al alumno el proceso de asimilación y
mantener su atención. El alumno entra
en escena, pero sigue siendo un receptor
pasivo. El profesor reconoce que hay un
receptor que necesita para “recoger lo que
se tira”. La semilla, entonces, tiene que
ser arrojada con cuidado y precisión, de
modo que pueda ser capturada. Invierte
una gran cantidad de tiempo en la
preparación del material y de asegurarse
de que la información es precisa y
actualizada. Algunos de ellos también
hacen todo lo posible para desarrollar y
perfeccionar su método de transferencia.
El conocimiento académico sigue
siendo el atributo más importante de
un buen profesor, pero se pone más
énfasis en la calidad de la presentación
que se puede ver como una actuación en
el escenario. Para esta concepción, Fox
(1983) utiliza una analogía de fabricación
de alimentos para bebé, “la madre y el
buen alimento”: “El docente ve su trabajo
como el procesamiento de un material
muy resistente a los nutrientes en algo más
fácil de digerir para mentes más simples
“(p. 153). Coincide con categoría (Ab) de
la dimensión “Naturaleza de la interacción
docente y estudiante” analizada por
Samuelowicz (1999) aunque, según
nuestros resultados, la interacción sigue
produciéndose en un solo sentido –del
profesor al alumno- y no en ambos, como
lo propone la autora. Las respuestas
siguientes ilustran esta categoría:
En otros casos, al describir la clase propia dicen:
B- El centro es el estudiante. El profesor estimula a los estudiantes a desafiar la comprensión de su disciplina con la intención de ayudarlos a evaluar y eventualmente redescubrir sus perspectivas paradigmáticas. Se centra en el cambio de las concepciones de los estudiantes, argumentando acerca de las cosas, y tratando de aplicar las ideas, confrontado con las diferencias entre lo que piensa y lo que realmente sucede. Hacen predicciones sobre lo que va a pasar, tal vez podrían dar marcha atrás y revisar sus propias ideas pasando desde la perspectiva de una persona común a lo que llamaríamos punto de vista de un científico. Se prevé un proceso de desarrollo integral resultante de la creación de las relaciones interpersonales entre el profesor y el alumno. Una analogía a la actividad de un jardinero (Pratt,1992): “El jardín de plantas tienden a crecer con bastante facilidad, independientemente de la intervención del jardinero, y es su objetivo fomentar determinadas plantas a expensas de los otras; encontrar maneras, actuando como catalizador, de sacar lo mejor que pueda de la tierra disponible. El jardinero no va hacia un fin definido con precisión, ya que el jardín está cambiando continuamente a medida que diferentes plantas aparecen. Él tiene planes generales en cuanto a cómo él quiere que el jardín se desarrolle, pero no trata de especificar las dimensiones exactas que cada planta (o estructura concepto) va a lograr (Northedge, 1976, p. 68). Samuelowicz y Bain (1992) encontraron esta concepción solo en el contexto de la enseñanza de posgrado. En la presente investigación no se encontró este tipo de concepciones. Esto no necesariamente significa que sea exclusivo del nivel de posgrado, solo podría significar que la mayoría de los profesores no lo ponen en práctica en el nivel de pregrado.
Respecto de qué se enseña, el 20 % de
los docentes poseen concepciones que
se encuentran dentro de la orientación
centrada en el estudiante (aB y B),
mientras que el 60 % lo hacen dentro de
orientaciones centradas en el profesor
(A y Ab) y el 20 % tienen concepciones
intermedias (ab).
Respecto de cómo se enseña, el 13 %
de los docentes poseen concepciones que
se encuentran dentro de la orientación
centrada en el estudiante, mientras que
el 60 % lo hacen dentro de orientaciones
centradas en el profesor, y el 27 % tienen
concepciones intermedias.
Etapa 2: Descripción del perfil de concepciones de cada docente
En la segunda fase, se analizaron las individualidades. A partir de las categorías encontradas, se describieron, para cada docente, sus opiniones dadas en cada aspecto indagado: qué se enseña y cómo se enseña. La Tabla 4 muestra los perfiles encontrados.
Se observa que:
• De los 11 perfiles encontrados
solo cuatro docentes (D2, D13,
D14 y D15) involucran, en
alguna de las dos dimensiones,
categorías que se corresponden
con orientaciones centradas en
el estudiante. Dos de ellos, D2
y D13, trabajan en la asignatura
Didáctica (de la matemática y
biología, respectivamente). Los
otros dos docentes realizan tareas
de divulgación científica.
• De los 15 docentes entrevistados
solo cuatro de ellos (D1, D2, D10
y D12) mantuvieron sus respuestas
dentro de una misma categoría
al cambiar los aspectos sobre los
que fueron indagados, al pasar
del qué al cómo enseñar. Resulta
importante observar que tres de ellos
mantuvieron sus categorías dentro
de la orientación centrada en el
profesor. Uno de ellos mantuvo sus
concepciones dentro de la categoría
A, otros dos las mantuvieron dentro
de la categoría Ab y la restante en
la categoría aB. Por último, cabe
destacar que este último docente
trabaja en la asignatura Didáctica.
Discusión de resultados
Las categorías encontradas aportan
evidencia empírica a la posibilidad
de describir las concepciones sobre
la enseñanza de los docentes, a través
de cinco posiciones que recorren un
continuo que va desde una concepción
que asocia la enseñanza con transmisión
y adquisición de conocimiento, hasta una
posición que entiende que la principal
meta de la enseñanza es el desarrollo
cognitivo y el cambio conceptual.
El porcentaje de distribución de
frecuencias en cada categoría indica
que los docentes indagados poseen, en
su mayoría, concepciones que están
asociadas con visiones de enseñanza
centrada en el profesor y con énfasis en
los contenidos tanto en la dimensión qué
se enseña como en la relacionada con
el modelo de enseñanza utilizado. No
obstante, también se pudo comprobar
que, de la misma manera que ocurrió
en el estudio cuantitativo previamente
realizado, comparativamente aparece
una mayor cantidad de docentes con
concepciones relacionadas con la visión
centrada en el estudiante en la dimensión
“qué se enseña” respecto de “cómo se
enseña”. En el presente estudio también
se pudo observar que los docentes con
concepciones centradas en el estudiante
respecto de cómo se enseña realizan
tareas de divulgación científica.
Retomando el supuesto de partida
que entiende a las concepciones con
una naturaleza representacional cercana
a las teorías implícitas, estos resultados
abonan la idea que el “qué se enseña”,
vinculado más al saber decir, podría
estar mostrando representaciones de
carácter más explícito respecto del
“cómo se enseña”, del saber hacer, más
ligado a lo procedimental y a una teoría
implícita. Por lo tanto se podría esperar
que, aunque en el ámbito universitario
estudiado puedan observarse algunas
clases con una visión centrada en el
estudiante, lo que mayormente ocurra en
el aula sea fundamentalmente lo descrito
en la dimensión cómo se enseña, visiones
centradas en concepciones tradicionales
sobre la enseñanza, centradas en el
profesor, orientadas hacia los contenidos
y con una idea de estudiante como
receptor pasivo de conocimientos, tal
como lo han sugerido otros estudios
(Ravanal et al., 2014).
Por otro lado, ya centrándonos en las
categorías encontradas, los resultados
obtenidos también acuerdan con la línea
de Samuelowicz y Bain (1999, 2001,
2002) y de Prosser et al. (2000 y 2004),
que describen posiciones de transición
entre estas dos grandes orientaciones.
Con respecto a la discusión
si las categorías encontradas son
independientes entre sí, o si, por el
contrario, tienen un carácter progresivoinclusivo,
se observa que el límite entre
cada categoría se muestra difuso dentro
de una orientación; sin embargo, las
transiciones entre las dos orientaciones
son más claras, ya que requieren un
cambio más significativo. Una quinta
concepción intermedia, denominada ab,
en la que la interacción profesor-alumno
es reconocida por primera vez como
necesaria, se debió incluir como un puente
transitorio entre las dos orientaciones
y sus concepciones subordinadas.
Estos resultados permiten sugerir que
las categorías de las concepciones
de la enseñanza son, entonces, mejor
retratadas como posiciones establecidas
dentro de un continuo (Prosser et al.,
1994; Samuelowicz y Bain, 1992, 2001,
2002).
Con respecto a los perfiles
encontrados en cada docente, los
resultados han mostrado que, tal como
lo han expresado Baena, (2000) y
Boulton-Lewis et al., (2001), existe
mayor coherencia entre qué y cómo se
enseña cuando se mantienen posiciones
centradas en el docente que cuando las
posiciones se centran en el estudiante. En
este último caso, parecería haber cierto
divorcio entre las intenciones respecto
de qué enseñar y finalmente lo que se
concreta, más ligado al cómo enseñar.
Esta situación podría explicarse por el
hecho que, durante esta última década,
la Universidad ha ofertado diferentes
cursos de capacitación para los docentes
universitarios. Esos cursos, de carácter
teórico, han aportado conocimiento
actualizado en torno a la enseñanza
fundamentalmente de carácter verbal
y declarativo. Sin embargo, ante la
ausencia de explicitación de sus propias
concepciones y dado los rasgos de teorías
implícitas que estas tienen, perduran en
el hacer del docente, en el conocimiento
procedimental, las ideas tradicionales,
fuertemente arraigadas en el ámbito
universitario descritas por Campanario
(2002 y 2003).
Por último, respecto de la manera
en que interviene en la conformación
de las concepciones de un docente
el hecho de trabajar en tareas de
divulgación resulta un aporte novedoso
del presente trabajo, ya que no existen
antecedentes de estudios que aborden
este problema y abre una nueva pregunta
de investigación: el hecho de trabajar en
contextos de aprendizaje no formales
¿favorece la complejización de las
concepciones sobre la enseñanza de un
docente? Dado que solo se ha consultado
a 15 docentes, no es posible afirmar que
todos los profesores universitarios de
ciencias estén representados por estas
concepciones; por lo tanto, resulta
imprescindible profundizar en el estudio
del modo en que se construyen y
evolucionan las concepciones.
Conclusiones
El efecto de las concepciones sobre la enseñanza es de tal importancia que, como lo sugieren Åkerlind (2004) y Ho, Watkins y Kelly (2001), es poco probable que se produzcan cambios significativos en la educación, a menos que estas se modifiquen. Afortunadamente, como la asimilación de las creencias suele estar relacionada con la experiencia, las concepciones sobre la enseñanza son maleables y susceptibles al cambio. Estos cambios se producen como resultado de la reflexión permanente sobre los efectos de nuestras propias experiencias sobre la enseñanza, así como también como resultado de ser expuestas a concepciones diferentes en poder de otros profesores (Åkerlind, 2004; Entwistle y Walker, 2000). De esta manera, las concepciones pueden entenderse como estados en desarrollo que pueden ser modificados comenzando por hacerlas explícitas. Este tipo de investigaciones pretende hacer un aporte también en este sentido, no buscando rebatir las concepciones inadecuadas de los profesores, sino generando empatía, proponiendo espacios para que las expliciten de manera tal que reflexionen sobre estas concepciones, que aparezcan dudas sobre sus métodos, que analicen las inconsistencias o los supuestos contradictorios que las sustentan al opinar sobre diferentes aspectos relacionados sobre la enseñanza, y que aparezca la necesidad de formarse en estos temas. Experiencias como las de Cranton y Carusetta (2002) y la de Ho et al. (2001) han dado cuenta que el proceso de enfrentar a los docentes con sus propios supuestos sobre la enseñanza y el aprendizaje y, posteriormente, un debate sobre estos supuestos, ha conducido a la redescripción de sus concepciones hacia visiones pedagógicas y prácticas más actuales.
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