La autonomía del aprendizaje el caso del
programa Tecnología Empresarial en el municipio de San Alberto, Cesar
Andrés Leaño: Trabajador social egresado de la Universidad Industrial
de Santander (Colombia), especialista en Pedagogía para el Aprendizaje
Autónomo, de la Universidad Nacional Abierta a Distancia (Colombia), magíster
en Políticas de Desarrollo en la Universidad Nacional de la Plata (Argentina),
magíster en Intervención Social y Comunitaria, SIAC (España). Docente e
investigador UIS y UAN, Bucaramanga, Colombia. Jandres1386@gmail.com.
Diana Gabriela Jaramillo: Trabajadora social. Unidad administrativa ESAP. Bucaramanga, Colombia. dgabriela@gmail.com.
Resumen
Este
artículo se refiere a una investigación mixta, de estudio de caso, llevada a
cabo con la intención de indagar sobre el desarrollo de habilidades autónomas
para el aprendizaje, por parte de los estudiantes del programa Tecnología
Empresarial, en el municipio de San Alberto, Cesar, en los años 2017 y 2018. La
muestra la constituyeron nueve estudiantes por asignatura. Las asignaturas
fueron Metodología de la Investigación, Desarrollo Humano y Gestión del
Conocimiento. Para el estudio y recolección de datos, se emplearon entrevistas,
cuestionarios, observación directa y revisión bibliográfica.
En el
análisis percibimos el número de aprendices entre bajo y medio, con habilidades
autónomas y ausencia de autonomía integral en sus estudios. La carencia
principal se refiere al bajo conocimiento sobre la educación a distancia (EaD) cuando realizaron la matricula, conocimiento que
reviste importancia en la autonomía de su proceso de aprendizaje. Todo
estudiante en la EaD asume la responsabilidad en su
proceso formativo. Este aspecto sitúa al estudiante –sujeto- en el centro como
garante del proceso. Lo anterior permite el desarrollo de habilidades para
desenvolverse en un ambiente virtual de aprendizaje, con elementos de
autodeterminación, toma de decisión, habilidades de organización y habilidades metacognitivas.
Palabras clave: autonomía, educación abierta, educación a distancia,
desarrollo mental, aprendizaje.
The autonomy of learning: The case of the Business Technology program in
the town of San Alberto, Cesar
Abstract
This article refers to a mixed methods research, case
study, which was carried out with the intention of
looking into the development of autonomous learning abilities by students of
the Business Technology program in the town of San Alberto, Cesar, from 2017 to
2018. The sample was nine students per subject: Research Methodology, Human Development,
and Knowledge Management. For the study and data collection, interviews,
questionnaires, direct observation, and bibliographic review were
used.
In the analysis, we perceived the medium-low number of
apprentices with autonomous skills and the absence of integral autonomy in
their studies. The main lack refers to the low knowledge about Distance
Learning (EaD according to its initials in Spanish)
when they made the enrollment at the program, knowledge that shows the
importance of the autonomy in their learning. Every student in the EaD assumes the responsibility in his formative process and
this aspect places them- subject- in the center as the guarantor of the process; which allows the development of their skills to get along
in a virtual learning environment with elements of self-determination, decisionmaking, organizational skills, and metacognitive
skills.
Keywords: autonomy, open education, distance learning, mental
development, learning.
La autonomía del aprendizaje el caso del
programa Tecnología Empresarial en el municipio de San Alberto, Cesar
Introducción
La
educación a distancia (EaD) es una metodología de
aprendizaje formalmente aceptada en el contexto educativo. Ha venido
presentando un crecimiento, tanto en el ámbito mundial como en el nacional,
debido a la necesidad del continuo perfeccionamiento profesional en un exigente
mercado de trabajo. En el ámbito tecnológico, las innovaciones permiten nuevas
situaciones de aprendizaje; en el ámbito pedagógico, la EaD
otorga una modalidad flexible típica del paradigma de la autonomía, y es una
alternativa cada vez más utilizada por los colombianos.
Michael
G. Moore fue de los primeros que definió la EaD, en
el año 1972, como un tipo de método de instrucción en el cual las conductas
docentes acontecen aparte de las de los discentes, de tal manera que la
comunicación entre el profesor y el alumno pueda realizarse mediante textos
impresos, por medios electrónicos, mecánicos o por otras técnicas (Moore,
1972a). En Colombia, el decreto 1820 del año 1983 intentó definir la EaD en su capítulo I, articulo 2: “En la educación superior
abierta y a distancia, la relación profesor-alumno habitualmente no es
presencial, sino mediatizada, a través del uso de uno o varios medios de
comunicación. No obstante, deberán programarse sesiones presenciales. Por
tratarse con mayor flexibilidad las circunstancias de lugar y tiempo del
alumno, se hace posible un acceso más amplio de las personas a los procesos
educativos” (art. 2).
Más
recientemente organismos internacionales como la Unesco (2008) definen la EaD como un “proceso educativo en el que toda o la mayor
parte de la enseñanza es llevada a cabo por alguien que no comparte el mismo
tiempo o espacio que el alumno, por lo cual toda o la mayor parte de la comunicación
entre profesores y alumnos se desarrolla a través de un medio artificial, sea
electrónico o impreso. Por definición, el principal medio de comunicación en la
educación a distancia es la tecnología” (Padilla Beltrán, García García y González Quiroga, 2012).
Las
anteriores definiciones permiten distinguir elementos como alumno/tutor,
aprendizaje autónomo, comunicación textual y electrónica, tecnología y sistema
de tutoría. Con todo lo anterior, conceptualizamos la EaD
como una forma de aprendizaje con un nivel alto de autonomía, flexibilidad y
presencia de algún tipo de tecnología para la comunicación.
Debido
a la flexibilidad de tiempo y espacio, los alumnos necesitan compromiso en los
horarios para el estudio; la flexibilidad lleva al desarrollo de la autonomía.
Según Preti (2005), las diferentes dimensiones de la
autonomía en la EaD son alumno, tutor e institución
educativa, las cuales deben estar enlazadas para generar el desarrollo de
habilidades autónomas. El alumno tiene que forjar la responsabilidad en su
propia formación, y la autonomía y disciplina son los mayores compromisos para
el proceso educativo.
Diferentes
investigaciones se han realizado sobre la autonomía, y los resultados
demuestran que la autonomía se desarrolla de manera equivocada o incluso no se
llega a desarrollar. En palabras de Lima y Riccio,
“en estos tiempos de cursos en línea y fomento a la educación a distancia, es
muy común encontrar enfoques educativos que hablen de autonomía. Sin embargo,
el término ‘autonomía’ es muchas veces vaciado de profundidad, ya que parece
reflejar solo una actuación autodidacta que, en última instancia, vacía el
propio papel de la docencia, que pasa a resumirse en la preparación de
contenidos” (Lima y Riccio, 2008, p. 49).
Los
pioneros teóricos en desarrollar el concepto de autonomía en una teoría de EaD fueron Gallego y Alonso
(2007), que la asociaron con términos como el de la independencia y la
autonomía. La autonomía termina siendo el ideal que los alumnos deben alcanzar
como un indicativo de madurez para el aprendizaje.
Peters (2003) asocia los
términos ‘independencia’ y ‘autonomía’ a procesos industriales de producción en
masa. El autor incorpora gradualmente en su teoría beneficios en las nuevas
tecnologías de la información para los procesos de aprendizaje autónomo. Resalta
además que mayores niveles de actividad y de interactividad se alcanzan con
relativa facilidad, y que hay muchas otras posibilidades promisorias para el
desarrollo del aprendizaje autónomo y para el comportamiento autorregulado. De
este modo, García, Ruíz y Domínguez (2007) refuerzan que los procesos
educativos derivados del contexto posindustrial pueden favorecer el aprendizaje
autónomo. Dicho de otra manera, nuevos procesos de enseñanza y aprendizaje
posibilitan a los alumnos aprender en forma independiente; pero, por medio de
la mediación tecnológica, potencian las características requeridas para el
proceso de aprendizaje colaborativo.
2. Metodología
La
metodología utilizada fue mixta; es decir, contó con enfoques cualitativos y
cuantitativos de estudio de caso. Hacer investigación social va más allá de
simplemente categorizar y cuantificar datos. Hacer investigación social también
es analizar causas y consecuencias en determinado tiempo y espacio. En nuestro
caso, para la recolección de datos se aplicaron los siguientes instrumentos:
entrevistas, encuestas, observación directa y revisión bibliográfica. El
objetivo general fue indagar sobre el desarrollo de habilidades autónomas en el
aprendizaje, por parte de los estudiantes del programa Tecnología Empresarial,
en el municipio de San Alberto, Cesar, entre los años 2017 y 2018.
El
número de participantes fue de nueve estudiantes por cada asignatura. Las
asignaturas fueron Metodología de la Investigación, Desarrollo Humano y Gestión
del Conocimiento, del programa Tecnología Empresarial del Ipred*
-UIS, en el municipio de San Alberto, sur del Cesar.
2.1 El contexto
El
municipio de San Alberto está ubicado en el departamento del Cesar, en el norte
de Colombia, y cuenta con una población superior a 24.500 habitantes (Dane, 2015). En temas de educación, el 25,3 % de la
población no tiene estudios cursados; el 42,5 % cuenta con nivel primario; el
29,79 %, con nivel secundario; el 1,51 %, con nivel universitario, y solo un
0,15 %, con nivel de posgrado (PDM**, 2016). Frente a estas cifras, el
Instituto de Proyección Regional y Educación a Distancia (Ipred)
ofrece desde el 2014 el programa Tecnología Empresarial, en modalidad virtual.
El programa forma tecnólogos con competencias cognitivas, socioafectivas
y comunicativas necesarias para desempeñarse en las empresas y organizaciones
como gestores de actividades y procesos de las áreas funcionales de la empresa:
administración, gestión del talento humano, finanzas, mercadeo, producción y
emprendimiento, así como para plantear proyectos para la creación y el
mejoramiento de empresas, trabajar en equipo, tomar decisiones fundamentadas a
nivel de mandos medios, gozar de excelentes relaciones interpersonales para
comunicar ideas y asumir con ética los roles sociales y organizacionales (Ipred, 2015).
*
Instituto de Proyección Regional y Educación a Distancia
**
Plan de Desarrollo Municipal
3. Resultados
Mediante
las encuestas realizadas a 27 participantes, nueve estudiantes por cada una de
las siguientes asignaturas: Metodología de la Investigación (MI), Desarrollo
Humano (DH) y Gestión del Conocimiento (GC), se realizan las tablas 1, 2, 3 y
4.
Como
resultado de las encuestas también se pudo observar una mayoría del género
femenino, entre las edades de 18 a 22 años, residentes del municipio de San
Alberto. (ver tabla 2).
En la
tabla 3, se presentan los resultados en porcentajes de las doce preguntas por
parte de nueve alumnos de cada asignatura. Las respuestas tenían una escala
valorativa de 1 a 5, donde 1 = insuficiente; 2 = regular; 3 = bueno; 4 =
óptimo, y 5 = excelente. El alumno señaló la respuesta a las preguntas
relacionadas con diferentes asuntos, considerando la vivencia y experiencia en
todas las asignaturas cursadas hasta la fecha.
A
partir de la tabla 3, se observan evidencias de los porcentajes en la
calificación, en donde 3 (bueno) estuvo presente en la mayoría de las
respuestas de los encuestados en las preguntas 3, 4, 5, 6, 7 y 8, relacionadas
con la autonomía. En las preguntas 1, 2, 9 y 10, la calificación fue de 4
(óptimo), y las preguntas trataron temas de la mediación. En las preguntas 11 y
12, el promedio fue de 2 (regular), y esto denota cierta insatisfacción por
parte de los alumnos en relación con las dificultades de adaptación en la EaD y la baja percepción sobre su autonomía. Elemento que
corroboramos más adelante.
La
tabla 4 presenta los porcentajes en las respuestas. Frente a las preguntas 1, 2
y 8 la mayoría da un sí, elementos positivos frente a la elaboración de los
productos; pero el 63 % manifiesta tener dificultad con el uso de la
tecnología. Frente a la pregunta sobre el conocimiento sobre EaD antes de iniciar sus estudios, el 81 % negó tal
conocimiento.
Es
posible interpretar, frente a las repuestas de la tabla 4, que los alumnos
presentan habilidades de autonomía; sin embargo, al parecer existe algún tipo
de relación de dependencia en la orientación de la tutoría. Están muy limitados
al estudio y lectura del material didáctico disponible en el curso, y no buscan
lecturas complementarias. Además, el estudio abre el interrogante sobre las
dificultades en relación con el proceso de construcción de la autonomía.
Mediante
la observación directa, realizada durante el segundo semestre de 2017 y el
primer semestre de 2018, percibimos que los alumnos tenían dificultades en el
uso de programas como Word, Excel y el aula virtual. Además, el alumno no
gestiona lecturas complementarias y se queda con las actividades que están
planteadas en la guía de aprendizaje, información corroborada mediante la
encuesta y las entrevistas.
3.1 Autonomía del aprendizaje
Existe
un consenso en la importancia de la autonomía en la EaD.
Se espera por parte del alumno el desarrollo de esta habilidad para el éxito en
su proceso de aprendizaje, durante el cual asume el compromiso en la gestión de
este proceso de forma individualizada estableciendo cronogramas, organizando el
tiempo y los horarios de estudio, buscando material complementario. Autores
como Muñoz (2004), Pino (2008) y Peters (2003)
señalan la EaD como potencializador
de aprendizaje activo, autónomo e independiente.
En
las entrevistas realizadas a los alumnos, se evidenció el conocimiento sobre la
importancia de la autonomía en su proceso de aprendizaje. Como ejemplo la respuesta
del alumno MI2:
“… es
importante, yo lo sé, eso es lo que me gusta de la EaD;
manejo mi tiempo como yo quiero; me permite estudiar en mis tiempos libres; los
profes nos sugieren seguido lo de la autonomía y gestionar nuestro propio
conocimiento siendo críticos”.
Los
testimonios corroboran lo dicho por Pink (2009) sobre la importancia de que el
alumno administre sus estudios y tenga autonomía referente a cuestiones de
técnica, tarea y tiempo.
El
alumno GC7 reitera la afirmación expresando que:
“…la
autonomía es algo fundamental en el programa, yo no podría estudiar por el
trabajo y mi niño; lo que pasa es que no tengo mucho tiempo, pero yo siempre me
esfuerzo, me gusta ver documentales y hasta hago cursos en el Sena virtual”.
Un
estudiante de EaD debe conocer y dar un buen uso a
los recursos tecnológicos, adecuando diversas opciones de aprendizaje e
innovando en las metodologías de enseñanza (Yan,
2008).
Otra
alumna (DH9) comenta:
“…la
autonomía se ve evidenciada mediante los productos; nadie me los hará, eso me
toca a mí; eso es asunto de cada uno; además muchas veces me toca hacer la Cipa
yo sola, porque mi compañero no puede; y mejor para mí, porque yo aprendo más”.
En la
EaD se exige al alumno no solo el desarrollo de la
autonomía, sino también el desarrollo de la disciplina, organización,
persistencia, motivación y responsabilidad. Según Pires y Moreira (2012), el
alumno es responsable por su proceso de enseñanza-aprendizaje en la
construcción del conocimiento, actuando de forma colaborativa con los
integrantes del proceso educativo.
El
alumno MI2 expresa sobre la importancia de la disciplina como hábito de
estudio:
“…soy
autónomo porque tengo disciplina y responsabilidad; es decir, todo eso está
enlazado, yo aprendí de mi abuelo la disciplina, siempre me levanto a la misma
hora y tengo la rutina, he notado que eso me ayuda bastante y por eso son tan
buenas mis notas”.
Los
sujetos desarrollan su método de aprendizaje y de estudio. Para el caso del
estudiante MI2, construyó su autonomía con base en su abuelo. La EaD ofrece y hace viable varios lenguajes de aprendizaje
para un determinado asunto. Gallego y Alonso (2007) la consideran un ideal a
ser alcanzado, favoreciendo el aprendizaje y la madurez del alumno.
Koory (2003) señala tres
esferas de competencias: autonomía, responsabilidad y comunicación. Esta
clasificación refuerza la formación de competencias directamente relacionadas
con el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Para
el caso del alumno M I5:
“… yo
antes no buscaba nada de parte mía, me quedaba con la guía, pero sentía que con
eso no era suficiente; por eso ahora busco material para profundizar, hay
muchas plataformas para aprender y están al alcance de cualquiera”.
Según
Moran, Masetto y Behrens
(2000, p. 16), “solo podemos educar para la autonomía, para la libertad, con
procesos fundamentalmente participativos, interactivos, liberadores, que
respeten diferencias, que fomenten y apoyen orientados”. Este desarrollo de las
habilidades autónomas para el aprendizaje, con libertad de tiempo y de espacio,
consiste en la instrumentalización para encontrarse con formas saber-hacer y
aprender, haciendo un uso responsable de las tecnologías.
Moore
(1993b) considera que la autonomía se presenta con el proceso de maduración del
individuo. La EaD requiere alumnos con
comportamientos autónomos, de modo que puedan concluir con éxito los programas
de aprendizaje. Autores como Belloni (1999), abordan
la necesidad de la postura activa, centrada y autónoma que los estudiantes
suelen tener al finalizar sus estudios y que continuarán en adelante en su vida
profesional.
4. Discusiones
En
este artículo, realizamos una investigación sobre el desarrollo de habilidades
autónomas en el aprendizaje. El estudio se realizó entre los años 2017 y 2018,
en el municipio de San Alberto, Cesar.
En
él, se pudo constatar que la autonomía del aprendiz en la EaD
se desarrolla a partir de una mediación (exógena) de tutor y tecnología
adecuada, además de la gestión de su propio aprendizaje, responsabilidad,
compromiso, persistencia y reflexión. Todos estos aspectos representan las
posibilidades para la construcción de la autonomía del sujeto en el contexto de
la EaD. En la presente investigación, no se indagó
por las características endógenas, dado que estas son un tema propicio para una
próxima investigación.
Los
interrogantes generados según el trabajo de campo para el desarrollo de la
autonomía fueron: relación de conocimiento por parte de tutores y estudiantes
en el uso responsable de los recursos tecnológicos; tipo de dependencia de los
estudiantes al tutor, y nivel de mediación por parte de los tutores.
También
se aprecia que algunos estudiantes, en especial en los niveles más avanzados,
presentan habilidades típicas de autonomía en su proceso de formación; sin
embargo, ninguno de los estudiantes partícipes de la investigación es
completamente autónomo. Además, encontramos bajo conocimiento sobre la EaD al momento de matricularse.
El
desarrollo de la autonomía es un proceso sistémico que involucra a los
diferentes actores; se denota interés por parte de los aprendices en
desarrollarla. Haría falta, pues, estudiar actores como los tutores y
administrativos en su aporte a la autonomía.
Según
la literatura consultada, el desarrollo de la autonomía emerge mediante la
mediación tutor-aprendiz y de una tecnología adecuada. Cuando esto no sucede,
el proceso es intermedio, porque no hay direccionamiento. En este sentido, es
fundamental el quehacer del tutor y su formación para acompañar cursos en la EaD. La investigación realizada espera generar curiosidad y
expectativa para dar continuidad en mayores estudios en este tema y fortalecer
la EaD para una mejor praxis. El uso de las TIC
promueve la autonomía del sujeto para gestionar y construir su aprendizaje, lo
que deriva en mayor autonomía política, económica y social para el goce
efectivo de los derechos y deberes como ciudadano. Ante esta realidad, los
nuevos paradigmas en la EaD están marcados por la
diversidad, complejidad y flexibilidad, buscando preparar al sujeto para los
cambios (vida, profesional y mercado de trabajo).
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