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ANÁLISIS DE LA FIGURA DE "LOS INDIGNADOS" A LA LUZ DE LA TEORÍA DE LA SUBPOLÍTICA DE ULRICH BECK

Fabio Andrés Galvis Gómez

Fabio Andrés Galvis Gómez: colombiano, filósofo de la Universidad Industrial de Santander (Colombia). Actualmente adelanta estudios de Maestría en ciencias humanas, opción filosofía contemporánea en la Universidad de la República (Uruguay). Correo electrónico: fabiogalvis89@gmail.com


RESUMEN

El presente texto pretende ser el punto de partida para una reflexión en torno a los procesos políticos, éticos y sociales derivados de la figura de "Los Indignados". Nuestro estudio iniciará con un análisis de este movimiento, sus orígenes, su pensamiento y su accionar, centrándonos inicialmente en el caso de España para después dar una mirada global. Revelaremos en este sentido una persona que toca fondo y siente angustia pero que a su vez lucha por salir de este estadio gracias al redescubrimiento de sí propiciado por el inconformismo, la crítica activa y participativa; y la interacción generada gracias a los medios de información no burocratizados. Todo lo anterior dará como resultado una muestra práctica de la teoría de la subpolítica de Ulrich Beck.

Palabras clave: indignados, pensar técnico, pensamiento negativo, subpolítica, rizomas.

ANALYSIS OF THE FIGURE OF "LOS INDIGNADOS" FROM ULRICH BECK'S THE THEORY OF SUBPOLITIC

ABSTRAC

The following text intends to be the starting point for a reflection around the political, ethical and social processes derived from the figure of "the outraged". Our study starts with an analysis of this movement, its origins, its thought and its actions; initially the attention will be focused on the case of Spain and then we'll give a global view. In this way will be revealed an anxious person who hits bottom but at the same time struggles to emerge from this stage thanks to the rediscovery of itself impelled by the nonconformity, the active and participatory criticism and the interactive communication generated by no-bureaucratic media; the above ends up in practical demonstration of the subpolitic theory of Ulrich Beck.

Keywords: Outraged, technical thinking, negative thinking, subpolitic, rhizomes.


INTRODUCCIÓN

El presente artículo tiene por objetivo tratar de revelar aquellas características sociales que reposan tras Los Indignados como: la educación, a manera de factor individualista; la subpolítica, en forma de reconfiguradora sociopolítica, entre otras. Sin embargo, es improbable abarcar a cabalidad una vasta llanura con una sola mirada, o decirlo todo en un solo texto. Cabe señalar entonces que la intencionalidad concisa que yace en este escrito es aportar un poco en el discurrir filosófico en torno a la figura de Los Indignados; y aunque su importancia viene en disminución en la escena global, este movimiento ha dado y dará de qué hablar debido a aquello que este sentimiento de indignación andante significa y a que está en el aire la esperanza de un nuevo quehacer subpolítico.

En relación con lo anterior veremos claramente lo que podríamos denominar (parafraseando a Deleuze y Guattari) un "acontecer rizomático sobre el horizonte" que nos da esperanzas de un mañana más próspero y equitativo. Hemos de reconocer, en este sentido, que lo que acaece en este momento histórico exige que la comunidad académica vuelque sus ojos, sus narices, su tacto, sus oídos y su gusto hacia el movimiento que ha recibido por nombre una actitud de algunos miembros de la sociedad. Bien podríamos presenciar en este momento de la Historia Universal, un reconfigurarse del eterno devenir de la humanidad; es menester, por lo tanto, que la comunidad filosófica brinde reflexiones acerca de lo que pasa en nuestro mundo, que piense aquello que otros no piensan, que haga cara de extraño a lo habitual. Si bien es cierto que el auge del movimiento en cuestión fue hace un año aproximadamente, también es indiscutible que éste ha cumplido; ha puesto a pensar a la sociedad en sí misma, ha volcado la mirada del hombre sobre él y ha hecho reflexionar en torno de los problemas sociales derivados de una política de gobierno que toma al neoliberalismo como ideología.

El movimiento de Los Indignados ha revelado a la comunidad que una ideología es justamente eso; y por lo tanto es un tránsito, un paso hacia aquello que esperamos, con fortuna, sea una sociedad más consciente del autocuidado y de la autocrítica pues la situación actual de lo globalizado "[...] nos hace daño a todos diariamente. Pero si todos nos unimos, podemos cambiarla. Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una sociedad mejor [...]" (Manifiesto Democracia Real Ya , 2011).

INICIOS Y JUSTIFICACIONES DEL MOVIMIENTO DE "LOS INDIGNADOS"

En cuanto aquí se replantea parte de lo dicho en uno de los tantos blogs que han sido permeados por la figura de Los Indignados, el carácter de este apartado corresponde a una cita contextual del artículo "Los Indignados ¿Revolución o reforma?" de Claudia Morgade. Habiendo aclarado lo anterior, podemos decir que dicha referencia brindará las bases sobre el terreno donde escudriñamos pues es necesario hacer un repaso general de las causas que han motivado el nacimiento de Los indignados para el correcto desarrollo y comprensión del presente trabajo.

Al respecto conviene iniciar hablando de uno de los redactores de los derechos humanos de 1948 quien es, a su vez, escritor de Indignez vous! Esta persona de origen francés ha repercutido en la historia moderna de manera directa y de un modo impresionante, al dar una sacudida a la juventud europea para despertarla de su adormecimiento. Stéphane Hessel dio nombre, consigna y programa al movimiento de Los Indignados en sólo treinta y dos páginas. La convocatoria se extiende a la población en general e invita a revelarse pacíficamente de cara a un sistema económico y político que niega un presente y futuro promisorio; y propone, a su vez, un alzamiento contra la indiferencia.

Las palabras de Hessel tuvieron oídos en Francia y España inicialmente; sin embargo es en este último lugar donde se inician acciones contundentes. Así pues, se genera una manifestación de autoconvocados el 15 de mayo de 2011 (por lo cual a veces se le conoce al movimiento de Los Indignados como Movimiento 15M); sus pretensiones eran, a partir de la lectura de Hessel, realizar una serie de protestas pacíficas y demostrar que se necesitaban cambios epistémicos en la macroestructura sociopolítica española. Esta macroestructura, según algunas opiniones (claramente expresadas en la página de algunos de los grupos autoconvocados y precursores del movimiento de Los Indignados), evidenciaba crisis debido a la servidumbre del poder político ante lo que podríamos denominar un capitalismo absolutista. Nos referimos con esto a un desarrollo de la política gubernamental que olvida a las personas del común en pro de beneficios a las grandes empresas, de los bancos y de los poderes monetarios en general para sostener un esquema neoliberal. En este sentido, las personas en el estadio dispuesto por el gobierno, quedaron rezagadas al papel de agentes pasivos y por lo tanto al margen de lo que ocurría; a pesar que los problemas del día a día eran el reflejo de la toma de malas decisiones por parte de aquel ente abstracto que conocemos como Estado.

A modo de respuesta al llamado hecho desde el Movimiento y respaldados por el declive financiero y social del país ibérico, algunos simpatizantes empezaron a apoyar la causa. Ésta, en definitiva, buscaba reivindicar lo social a partir de microluchas que pretendían cambiar consciencias al poner de manifiesto que la ciudadanía tenía que estar siempre presente en cada una de las decisiones estatales y, como resultado de ello, el papel del ciudadano sería el de agente político activo.

En el curso de los anteriores planteamientos, cabe destacar lo apolítico que emana esta política activa auspiciada por el movimiento, es decir, que a pesar de la persistente búsqueda de una vinculación a lo político no se pretende atar a las personas con lazos de inconsciencia y filiación a ninguna vertiente política específica. Así, los participantes del movimiento son simplemente sujetos inconformes con los resultados de la democracia española. Versa en este sentido el "Manifiesto" de "Democracia Real Ya" de la siguiente manera: "Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean" (Manifiesto Democracia Real Ya, 2011).

En este orden de ideas, las bases del movimiento son: el apartidismo, el pacifismo y la horizontalidad. Gracias a ello son coherentes con los ideales de la crítica donde no existe un caudillo, un jerarca, una cabeza (...). Podemos observar la manera como el movimiento fue adquiriendo estructura asambleísta pues así todo aquel que deseara podía hacer parte de él, podía opinar y votar; era escuchado y se representaba a sí mismo; a sus propios fines y principios morales. En torno a los anteriores principios cabe destacar que tanto gran parte de la juventud simpatizante así como los estudiantes, fueron quienes constituyeron la base que desató la cadena de eventos que condujo a forjar el movimiento; lo cual, desde una perspectiva amplia, no es para nada accidental sino más bien necesario.

Podemos explicar lo afirmado líneas atrás desde una perspectiva de la juventud como fuerza motora. Las personas que acceden a la educación ganan sentido crítico; dominan además la tecnología y por esto mismo, como medio de expresión, utilizan los medios de información —no burocratizados— para expresar sus opiniones o para revelar al mundo aconteceres que, en muchos casos, los gobiernos desean ocultar (podemos recordar en este sentido lo ocurrido en los países árabes y cómo el pueblo de esta comunidad pudo revelar al mundo a través de la Internet, las injusticias cometidas por parte de los mandos militares y políticos. Asimismo, evoquemos los anuncios de Los Indignados para convocar activamente a la población civil y su emisión repetitiva por medio de las redes sociales o del servicio de Internet de sitios Web como YouTube, que permitieron la diseminación del mensaje más allá de España.

La juventud que, en muchos casos es crítica, individualizada y consciente, es necesariamente la forjadora y emprendedora de opciones nuevas y revolucionarias. Esta parte de la población vive soñando, anhela mejorías en la calidad de vida propia y de los suyos, está siempre expectante y ansiosa de conocimientos pero; a su vez, está exenta de oportunidades laborales, salariales, educativas, entre otras tantas. Es, sin más remedio, el grupo más inconforme con la realidad.

Como bases para lo afirmado previamente encontramos que fue la juventud, en este caso la española, quien le abrió los ojos a un gran porcentaje del mundo mientras los académicos simplemente mirábamos con estupefacción y pensábamos en un posible mayo francés (Para información general de lo acaecido en el momento histórico de Mayo del 68 y comprender el significado del símil propuesto para este caso, el lector puede visitar el vínculo: http://sobrehistoria. com/el-mayo-frances-del-68/- versión española).

Como conclusión de este apartado destacamos que fue entonces la crisis del sistema capitalista en España la que menguaba las expectativas de un grupo de personas que empezaba a vivir y que quería un buen futuro para sí mismo y sus familias. Cada uno de esos seres, una persona, un interés particular y una manera de pensar dieron vida a una unión de multiplicidades y mixturas con un propósito único sin perder de vista la calidad de individuo. La preocupación por el panorama sociopolítico, la corrupción, la manipulación de los medios masivos, la dominación corporativa y el aislamiento de las personas del común movieron al propósito de replantear la democracia, de generar una Democracia Real Ya.

DESPERTAR ANTE LA HIPNOSIS, SER EXIGENTES...

Los descubrimientos que nos entregan las ciencias ponen de manifiesto verdades operacionalizantes que hacen olvidar lo imperante; esto es, la vida misma; y lo logran al ocuparnos de superficialidades y de consumismo desmedido en pro de una felicidad que jamás será plena pues siempre irá encaminada a tener aquello que en algún momento no se posee. Ejemplo y consecuencia de ello: la técnica que somete al ser humano y lo doblega a merced de lo técnico.

Podríamos pensar que la hipnosis es parte de nuestra vida y no nos hemos dado cuenta. Siempre se juega con nuestra mente (los menos preparados académica y críticamente por supuesto, son quienes han de sucumbir primero). Si lo analizamos detenidamente, en todo momento terminamos por aceptar verdades operacionales que encarcelan al hombre dentro de ámbitos o características específicas; siendo, el gobierno o la ideología de paso, quienes imponen su univocidad de perspectiva. Vivimos, por ende, en lo que Kant denominó la minoría de edad, la falta de crítica absoluta y la incapacidad de pensar por nosotros mismos (Foucault, 1991, pp.197-207).

Como consecuencia de dicho proceder hipnótico antes mencionado, los movimientos civiles o sociales que se desarrollan al margen de lo estructurado, muchas veces tienden a criminalizarse o a ser víctimas de ataques desde la entidad que ostenta el poder de paso pues ven en ellas enemigos sustanciales a sus propósitos. Es en este sentido que aceptar como verdad toda información sin haberla pensado críticamente es caer en la superficialidad que nos impone la técnica como razón de nuestro tiempo. De esta manera, el problema se convierte en una cuestión de ignorancia y total ausencia de reflexión. Ser indignado es pensar, es replantear, es preguntarse a sí mismo: ¿Y qué tal si mejor hacemos esto?; es aceptar el reto de ver más allá de lo evidente. Es en este sentido que aparecen las exigencias de Los Indignados en España; que versan en pro de lo socialmente justo, de la paz, de la participación, del encontrarse con lo humano más allá de la técnica que quiere dominar al hombre por medio de hipotecas, el capital (...). Las exigencias dicen así:

Ahora bien, a pesar de que pareciera que existen miles de microdispositivos que impulsan la univocidad de pensamiento en pro de determinadas causas, sabemos que existe una posibilidad de un renacer del hombre en el mundo a través del pensamiento crítico, negativo. Nos enfrentamos diariamente a organismos sutiles de lo normalizador que reposan en cada uno de los actos, se sumergen en las miradas, se disfrazan en el modo correcto de caminar, de expresarnos, de interrelacionarnos y de vestirnos. Nunca se puede ser distinto o intentar individualizarse pues las respiraciones agitadas nos atacan, las cámaras nos vigilan o los demás nos miran con displicencia. Así pues, la relación del individuo y su entorno converge en una microeconomía que normaliza el papel de lo diario en nuestras vidas y, teniendo en cuenta todo esto, podemos suponer que la educación técnica es un agravante que impide la reflexión e invita a consumirnos sin importar las consecuencias. Da la impresión de que se busca una sociedad amorfa y anticrítica (Foucault, 1979 y 2008).

Son miradas, son presiones, son risas y miles de cosas más que pretenden, a partir de un esquema funcional de paso, fomentar hegemonía. Es sintomático el hecho de que los gobiernos no buscan descubrir sentidos más originarios sobre lo que significa e implica la educación reflexiva debido a que en una comunidad crítica existirán personas indignadas atentas a denunciar las injusticias, las injurias y las infamias que a diario se cometen contra la población por parte de las corporaciones, los banqueros y los politiqueros. El "pensamiento negativo" como resultado del pensamiento meditativo, esto es, una educación reflexiva, busca en el interior de la historia, no pierde la memoria cultural y reacciona ante la inconsciencia barbárica del quehacer corporativo-político en nuestra sociedad.

A pesar de lo oscuro que se concibe el panorama podemos dar vuelta, mirar atrás, buscar otras opciones y observar más allá de lo evidente. Así, por ejemplo, siendo críticos y sabedores de lo que pasa en nuestro mundo, ¿Cómo rendirnos ante lo injusto y lo manipulado?, ¿Cómo soportar el "sistema capitalista salvaje y despiadado […] [en el cual] los gobiernos son marionetas de los intereses de multinacionales que arremeten y especulan sin tener en cuenta la devastación social que generan? " (Bonet, 2011). Y ¿Cómo no estar indignado? La persona que reflexione sobre estos asuntos, que los interiorice y los acepte sabrá librarse. Entonces comprenderá que en este punto se adentró en la noche oscura y que ahora le espera el amanecer; sabrá que ha puesto en jaque su alma y empezará a despertar frente a lo salvador; a abrir los ojos, a dilatar las pupilas y a ver en medio de la oscuridad. Es la reflexión aquello que permite despertar, ver y exigir mejores oportunidades que apunten a la inclusión social y política; la reflexión debe volcarnos a hacer manifiestos. Pero cabe ahora preguntarnos, ¿Cómo se organizaron Los Indignados? y ¿Cómo lo han logrado?

EL RIZOMA HUMANO A PARTIR DE LO TECNOLÓGICO

Desde la perspectiva de Heidegger lo salvador se encuentra justo donde el hombre se reencuentra con su ser más íntimo (Heidegger, 1994, p.139). No digamos entonces que el hombre en su totalidad está sometido; pues si bien es cierto que la mayoría prefiere vivir en la ignorancia por comodidad, también es indiscutible que hay grandes hombres quienes luchan día tras día ante lo imperante, debido a que han conocido verdades que ponen en relieve al hombre en su esencia reflexiva. Los escapes de fuga que surgen desde lo "desnormalizante" han develado un nuevo sujeto-activo. Es importante ver, además, que aquello que subyace a la salvación ha sido la búsqueda de la libertad a la luz de la manifestación de lo técnico. La tecnología en nuestro siglo ha permitido gestar nuevos modos de hacer política y participación activa y Los Indignados son una prueba de la revolución subpolítica.

No cabe duda que una nueva valoración es totalmente posible cuando se considera y reflexiona lo imperante y lo ideológico que se puede utilizar para el bien común. Los Indignados, como ejemplo de lo dicho, se han apropiado de lo técnico para ejercer su liberación de la técnica misma. Como vemos, el ejercicio de autoconsciencia, de educación crítica, de buscar la mayoría de edad, de ejercer el "pensamiento negativo", ha dado resultados positivos pues se ha invitado a la población a exigir lo que es exigible, a pedir más participación, a solicitar educación, servicios de salud y de transporte; a decirle al Estado que ellos están ahí para ayudar a replantear España. A propósito de estas afirmaciones podemos citar a Castells quien en este mismo sentido afirma que

A propósito de la cita de Castells cabe volver al ejemplo del mundo árabe que líneas atrás habíamos tomado pues el desarrollo de éste fue muy similar. Además, por medio de dicho ejemplo se refuerza la idea de Internet como entidad liberadora y progresista. En este sentido encontramos que

Lo anterior nos sirve de apoyo para ver que con la masificación de Internet se ha puesto en manifiesto un terreno donde el hombre puede empezar a liberarse del rigor de la política moderna al abrir una brecha que posibilita el territorio donde pueda re-crearse como ser reflexivo. Como consecuencia se genera una tensión casi palpable entre los Estados-Nación y la política naciente de la interacción entre los ciudadanos. Esta es la misma tensión que Ulrich Beck desarrolla en términos de una doble globalización (Beck, 2002, p. 58).

Según Beck existe una globalización que se hace desde arriba, donde la comunicación se da entre los Estados por medio de convenios y tratados, que dejan a los ciudadanos prácticamente al margen de la toma de decisiones; pero así mismo existe una globalización desde abajo, en ésta, la política se hace por medio de las protestas y de las acciones que toman los civiles. Ahora bien, es evidente, desde lo dicho hasta ahora, que aquello que posibilita la globalización desde abajo es una primera liberación del aparato de dominio por medio de una autoconciencia. Cabe destacar entonces, una vez más, lo necesario de la educación reflexiva como transformadora social.

En este orden de ideas, al examinar la plausible teoría de Beck, vemos que la política es aquella que se hace desde las instituciones; por lo tanto, la actividad más propia de la globalización no es la política sino más bien la subpolítica, esta es, según el autor que venimos tratando, una política al margen, que favorece la apertura de horizontes diferentes. En consecuencia, "subpolítica quiere decir configurar la sociedad desde abajo" (62), no desde la alta esfera de las instituciones sino más bien, desde el domino de los intereses de las personas que conforman la sociedad. Entonces, hablar de subpolítica es hablar de una política directa en la que cada ciudadano puede tomar partido, bien sea adhiriéndose a una iniciativa, planteando o replanteando problemas. "Es una forma de [...] protesta directa, anarquista, aquí, ahora y en cualquier lugar, que muchas veces no cuesta nada y que, por expresarlo así, puede añadirse al menú. Por lo tanto, la política puede convertirse en parte integral de la actividad cotidiana y al mismo tiempo implicar la integración activa en el (no-) orden cosmopolita (postradicional)" (68).

De acuerdo con lo que hemos venido planteando de la teoría de Beck hemos visto inevitablemente que Los Indignados, "[...] como movimiento ha [n] sido importante[s] para dar visibilidad mediática a ciertas cuestiones, introducir temas en la agenda política, explorar canales alternativos de participación política o como mecanismo defensivo [...]" (Simón, 2012, p.1). Asimismo, su no-estructura revela esta subpolítica de la que venimos hablando, es decir, la política global, organizada y descentralizada auspiciada por Internet. De aquí que, ya habiendo pasado un tiempo del auge del movimiento, podamos destacar que tales objetivos subpolíticos hayan sido plasmados en la conciencia mundial. Sabemos ahora que se puede hacer algo distinto y además que a nuestros jóvenes se les debe educar críticamente para que así ellos puedan ser forjadores, en gran medida, de su propio futuro y se apoyen en quién sabrá cuantas tecnologías que estarán por venir y que permitirán el ejercicio subpolítico.

DE LO ONÍRICO A ENSEÑANZAS DE "LOS INDIGNADOS"

Si hilvanamos nuestras ideas primarias, encontramos que la institucionalidad modifica aquello que se comprende como bueno o malo, válido o inválido. En suma nos entrega lo que podríamos considerar como verdadero o falso. Ahora bien, cuando un juicio no puede catalogarse como bueno o malo se lo expresa en términos de normalidad; lo normal o lo anormal es sencillamente el dualismo constitutivo de la conciencia. En este sentido para cambiar una consciencia basta con textos y promociones; pero modificar una institucionalidad establecida como ideología es mucho más complejo pues no apuntaríamos simplemente a un individuo sino a un orden social.

¿No es acaso nuestra vida social una gran prisión si se debe excluir a quien no se le permite funcionar dentro de los estándares normalizadores? El normal siempre ha estado preso de su normalidad, de su subordinación, de su pertenencia a un sistema estable y de la frialdad ante la vida. El hombre se torna, desde este ángulo de visión, en una entidad completamente cognoscible y unidimensional debido a que es totalmente manipulable y controlable. Sin embargo, existen distintas alternativas a este modo de vida técnico; por ejemplo, aquellas mencionadas en el presente texto como: la vida en comunidades virtuales en la Internet, la subpolítica y el pensamiento negativo. Ahora bien, gracias a cada una de ellas, según lo expuesto hasta el momento, se conformó el movimiento de "Los Indignados"; a manera de una simbiosis compuesta de múltiples elementos que ha dado como resultado un cambio de pensamiento en la sociedad española y, en algunos casos precisos, en personas de otras nacionalidades con respecto a su sociedad y su modo de ver el mundo.

Es necesario recalcar que el movimiento, ya lo hemos dicho, se organizó a partir de la diseminación de ideas a través de las redes sociales y del servicio de Internet de sitios web como blogs o YouTube. En suma, se gestó de microluchas que despertaron a toda una comunidad adormecida que alzó su voz contra el sistema y sus injusticias; y que buscó la sostenibilidad económica, social, política y ambiental. Así pues, lo que encontramos tras aquellos elementos no es otra cosa que el divino hálito existencial que impulsa al hombre a meditar sobre el peligro de alimentar su propia autodestrucción mediante entidades que transgreden lo humano basado en el neoliberalismo y la búsqueda de dinero y riquezas (cabe destacar en este momento los numerales del cinco, seis, siete, ocho y nueve del "Manifiesto" de "Democracia Real Ya").

Aquellas personas que iniciaron este tránsito, "Los Indignados", son el reflejo de un quejido que huele a cambio en nuestra sociedad, quizás no ya, quizás tampoco ahora pero sí antes de lo que muchos podamos creerlo puesto que las revoluciones surgen sin previo aviso

En este sentido, cabe destacar la posición que han tomado algunas personas las cuales reclaman necesario cambio y esto, como frente de batalla para hacerle cara al sentimiento de indignación e inconformismo generado desde la adversidad e injusticia (...). En un artículo publicado en el diario argentino El observador global (2012) a propósito de "Los Indignados", encontramos cómo los movimientos subpolíticos armaron, en torno de la adversidad, una reconfiguración de un nuevo Estado; así, la

La teoría de Beck se hace más patente todavía al leer, en la misma publicación referenciada líneas arriba, al exdirector de proyectos del Banco Mundial en África, Arturo de Bonis, quien sostiene que "Este tipo de iniciativas van a continuar creciendo en los próximos años porque la gente se va enterando que el actual sistema económico no funciona" (Bonis, 2012).

El obrar del movimiento fue correcto, movió cimientos que se pensaban tan rígidos que no se podrían cambiar (...) nada más duro que la consciencia egoísta humana. Ver cómo los autoconvocados generaron una subcomunidad de cooperativas da esperanzas de cambios. Sabemos que tomará tiempo, que nada se logra tan rápido pero igualmente somos conscientes que es posible y este es el mensaje más importante que nos pueden dejar "Los Indignados". Hay que advertir entonces que nada cambiará en la sociedad si no se transforman los mecanismos mismos intrínsecos al poder que hacen funcionar la macroestructura social. No hablamos de personas o caudillos, hablamos de epistemes socioculturales (Foucault, 2008).

Ahora bien, como respuesta a todo lo planteado y como conclusión de la presente reflexión encontramos correspondencia entre los parámetros apolíticospolíticos que yacen a "Los Indignados", en las teorías de Castells, Beck y de Deleuze. Esta última condensa prácticamente las anteriores y se introduce a continuación

Desde este análisis ganamos una mayor comprensión, una mejor mirada. Se debe obrar por fuera de la maquinaria misma, por sus lados, por debajo, por encima, por todas y ninguna parte al mismo tiempo; por Internet y sus servicios de sitios Web como blogs, YouTube (...); al compartir ideas y despertar consciencias. Debemos obrar además de modo sutil, cotidianamente, diariamente, calladamente y sin cabezas dirigentes. Estas son enseñanzas dejadas por Los Indignados.

En concordancia con lo dicho, al conseguir modificar las relaciones entre los engranes del poder y sus efectos se imposibilita el total funcionamiento a la estructura político-social establecida. "Los Indignados" no pudieron ser acallados, se expresaron, mostraron al mundo aquello que opinaban e hicieron reflexionar a los dirigentes españoles. Si algún día se gesta otro movimiento que adopte estas características a una escala global el sistema será reconstruido. Si hay millones de Indignados con el sistema se le haría saber a los dirigentes tal inconformidad; no con armas, no con fuego, sino con ideas. Algún día, apreciado lector, si se empieza a llevar a cabo dicha utopía, debemos prestar oídos a Foucault, quien dice que debemos "hacer un croquis topográfico y geológico de la batalla... [Debido a que] Ahí está el papel del intelectual, y ciertamente no en decir: esto es lo que debéis hacer" (Foucault, 1979, p.109).

Los Indignados fueron una muestra posible de rizoma que se alzó en contra de lo establecido y se hizo oír; atacó por todas partes pero a su vez por ninguna, simplemente ocupó calles, durmió frente a embajadas españolas en el mundo y caminó desde Madrid, según El Mundo (2011), con más de seiscientas mil voces por las avenidas de casi todo el planeta, impulsado por treinta y dos páginas y una idea.

El rizoma además acampó frente a Wall Street, se quejó de los bancos, de los banqueros, del Estado y sus injusticias, de los excesos y las necesidades ficticias creadas en pro del mal llamado desarrollo. Si bien es cierto que no hubo un cambio global evidente a corto plazo también es verdad que se han modificado consciencias y que muchas de éstas han contemplado la posibilidad de vivir subpolíticamente, activamente y vinculantemente. Pudimos corroborar en este sentido que rizoma no es uno, sino cada uno; es la imagen de lo individualista de la educación, es el resultado del pensar meditativo y de la subpolítica que puede expandirse y propagarse para reconfigurar así pensamientos y eliminar ideologías. "Los Indignados" no están acabados porque, en suma, no eran nadie conciso; ni una cabeza, ni un caudillo. "Los Indignados" son una idea y las ideas reposan adormecidas en cada uno de nosotros, basta despertarlas y hacerlas partícipes en el mundo fenoménicoΦ

REFERENCIAS

Beck, U. (2002). La sociedad del riesgo global. Madrid: Siglo XXI

Foucault, M. (1979). Microfísica del poder. Madrid: La Piqueta.

Foucault, M. (1991). "¿Qué es la ilustración?". Saber y verdad. Madrid: La Piqueta.

Foucault, M. (2008). Vigilar y castigar. México: Siglo XXI.

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CIBERGRAFÍA

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