EL SENTIDO: UN TESORO. TEORÍA Y MÉTODO DE ANÁLISIS SEMIÓTICO DISCURSIVO EN EL ESCARABAJO DE ORO DE EDGAR ALLAN POE


Luis Fernando Arévalo Viveros*


* Licenciado en Lenguas Modernas Inglés - Francés, Universidad del Cauca; Especialista en Pedagogía de la Lectura y la Escritura, Universidad del Cauca; Magíster en Lingüística y Español, Universidad del Valle; Doctorando en études Romanes, Aix Marseille Université. Profesor Escuela de Idiomas, Universidad Industrial de Santander e investigador del Grupo Cultura y Narración en Colombia, CUYNACO, de la misma Universidad. Bucaramanga, Colombia. Correo electrónico: lufareva@uis.edu.co


RESUMEN

Este artículo sugiere una posibilidad de aplicación del método de análisis semiótico del discurso propuesto por la Escuela de París. Para lo anterior, se comparan recientes propuestas teóricas y metodológicas del enfoque citado con lo acontecido en la historia El escarabajo de oro de Edgar Allan Poe, en la cual se hace evidente el recorrido interpretativo - generativo a través de niveles pertinentes para el análisis como los signos, los textos - enunciados, los objetos - soporte, las situaciones y las formas de vida. Desde esta perspectiva se logra una correlación permanente entre el plano de la expresión y del contenido del discurso, hecho que genera una consistente reconstrucción de los efectos de sentido de los textos. Esta alternativa de exploración discursiva es resultado del cuestionamiento y permanente puesta a prueba del método, en el proyecto de investigación, “Negación del yo y destrucción del otro en Satanás”, indagación cualitativa, en la que se recurre al análisis semiótico del discurso para la lectura de la construcción identitaria de los actores del relato policiaco.

Palabras clave: análisis, semiótica, discurso, método, niveles.


MEANING: A TREASURE. THEORY AND METHOD OF SEMIOTIC AND DISCURSIVE ANALYSIS IN THE GOLD BUG BY EDGAR ALLAN POE

ABSTRACT

This article suggests a possible application of the method of semiotic discourse analysis proposed by the School of Paris. For this, we compare recent theoretical and methodological approaches to the events mentioned in the story The Gold Bug by Edgar Allan Poe, in which the interpretive - generative route through appropriate levels for analysis as signs, texts - statements, objects - support, situations and lifestyles is evident. From this perspective a permanent correlation between the level of expression and content of the discourse is achieved, leading to a consistent reconstruction of the effects of meaning of texts. This alternative of analysis is a result of constant questioning and testing of the method in the research project :”Denial of self and other destruction of Satan”, qualitative research, in which semiotic analysis is used to decode the identity construction of the actors in the detective story.

Keywords: analysis, semiotic, discourse, method, levels.


1. INTRODUCCIÓN:

La búsqueda de una exégesis ideal que permita acceder al sentido de los textos ha sido y es uno de los retos intelectuales más codiciados por el ser humano. El desciframiento de enunciados verbales y no verbales es un asunto enigmático que se manifiesta en diversas culturas a través de lo que en occidente se denomina pensamiento mítico o científico, así, encontramos en Hermes una deidad con la virtud de evidenciar lo oculto; líderes espirituales mediadores del diálogo entre las voces celestiales, los libros sagrados y las voces terrenales; o múltiples teorías de la interpretación que indican caminos para asir el sentido.

Sobre esta última perspectiva, relacionada con el desarrollo teórico de la búsqueda del sentido textual, Bajtín manifiesta que

El texto, como enunciado, es entonces punto de partida de todo acto analítico1 pero esa forma inicial se presenta a los lectores como un bloque impenetrable de significación, de ahí que deba ser fragmentado en unidades textuales más maleables. (Latella, 1980). La sugerencia es pertinente, sin embargo, cabe preguntarse, ¿cuáles son esas unidades?, ¿cómo puede ser el recorrido analítico por las unidades sin que se pierda de vista el todo de significación?2

Nos ubicamos así frente al permanente problema del método de análisis, inquietud que nos conduce en este artículo a revisar el cuento “El escarabajo de oro” de Edgar Allan Poe, relato que sugiere una alternativa de lectura a la cual pareciera subyacer toda una teoría de la significación y del método, orientada a considerar la indeleble relación entre los planos de la expresión y del contenido de los textos, asumidos como enunciados y objetos semióticos. Para corroborar esta hipótesis e intentar responder a los interrogantes del párrafo anterior, estableceremos una relación entre la historia citada y la reciente propuesta metodológica para el análisis discursivo de la semiótica de la Escuela de París.

En el escarabajo de oro se relata la historia de William Legrand, un misántropo intelectual que habita una cabaña en la Isla de Sullivan, Carolina del Sur. Otrora rico, una serie de infortunios lo condujeron a la ausencia de recursos económicos. Jupiter, protector permanente de William, es un viejo escudero afrodescendiente que a pesar de haber sido emancipado, no quiso separarse de su “amo” o, en sus propias palabras, de su massa Will. El narrador de la historia, quien actúa como íntimo amigo de William, decide visitarlo y acompañarlo en la búsqueda del tesoro del pirata Kidd. Del encuentro de estos tres personajes y de manera imprevista aparece un texto que atrae la atención de William, hecho que lo conduce a un riguroso análisis del documento y finalmente a obtener las preciadas riquezas de un tesoro. De esta forma, William representa al lector o semiotista pertinaz que se inquieta ante los textos y los sentidos posibles de los mismos.

De otra parte, en el documento “Textos, objetos, situaciones y formas de vida. Los niveles de pertinencia de la semiótica de las culturas”, Jaques Fontanille presenta


2. METODOLOGÍA Y RESULTADOS: EL RECORRIDO DEL ANALISTA

La postura de la semiótica discursiva sobre lo que implica el proceso de significación permite afirmar que el analista de un texto ejecuta simultáneamente dos recorridos: uno interpretativo y otro generativo, doble movimiento orientado a dar cuenta de lo que pudo ser la producción del texto objeto de estudio, por tanto, de su efecto de “sentido inicial”. Lo anterior excluye la idea de “sentido único” o “verdad del texto”, por el contrario, invita a asumir con cautela todo modelo de análisis y por supuesto,

A la mitad del relato “El escarabajo de oro”, William Legrand decide contar a su amigo, el narrador de la historia, todos los detalles relacionados con el proceso analítico que los condujo al tesoro del pirata Kidd, con lo anterior explicita el doble recorrido mencionado y los niveles de pertinencia para su análisis, “cuando se fue usted y Júpiter estuvo profundamente dormido me puse a estudiar el asunto con más método” (Poe, 1990, p.138).

El debate en torno a lo enunciado en un supuesto papel genera el despertar de una inquietud y de un problema, puntos de partida que generan las hipótesis de lectura de William, quien había dibujado un escarabajo en un pergamino pero su amigo, al ver la representación, la percibió e interpretó como una calavera. A pesar de la incomodidad por la apreciación, William tuvo en cuenta la inferencia de su aliado:

La deliberación, la duda y la aceptación de la inferencia inicialmente ajena, respecto a lo enunciado en el pergamino, conducen a William a la captación y experiencia sensible de percibir la figura de una calavera, signo que de ahí en adelante será su obsesión; “(…) puede imaginar mi asombro cuando distinguí, en efecto, la figura de una calavera justo donde creía haber dibujado el escarabajo”. (Poe, 1990, p.137). En consecuencia, la historia nos indica que la apertura sensible y afectiva, preguntas e hipótesis de lectura o inferencias3 iniciales determinan los recorridos interpretativo - generativo, la percepción visual de un signo, la correlación y anclaje de su forma de expresión en una forma de contenido, en este caso, la figura4 plasmada en un pergamino que remite a una calavera configurada como actor humano o antropomorfo.

Como si el cuento aludiera y destacara con cursivas el postulado semiótico sobre el carácter relacional de la significación, proceso que articula de manera isomórfica las formas de expresión y de contenido de los discursos, a través de diferentes niveles de representación, William Legrand manifiesta que después de percibir la calavera “tenía establecida una especie de relación: la unión de dos eslabones de una gran cadena”. (Poe, 1990, p.139). En efecto, William articula la extensa, compleja y lógica relación así: el signo de la calavera, enunciado, textualizado y soportado en un pergamino, ubicado en un espacio pertinente, hecho que corresponde a la situación de izar la bandera durante los combates, práctica habitual de las formas de vida de hombres de mar como los piratas,

El pergamino y su corte, constituyentes de la forma de expresión textual, generan en William la idea de una situación que presupone un enunciador, por ende, un sujeto de hacer con rasgos cognitivos y evaluativos. William relaciona el soporte - material pergamino con los probables enunciadores y usuarios del mismo, atribuyéndoles un saber sobre las características del material, además, los presenta como sujetos que pretenden hacer saber algo sin un límite de tiempo definido para recordar lo enunciado. Asimismo, les atribuye unas características evaluativas, pues se trataría de personas que valoran de manera positiva no sólo lo que hacen saber y recordar sino también el pergamino soporte del mensaje, objeto deseado por su capacidad de resistir y conservar el texto - enunciado.

En esta instancia del análisis William reconstruye la noche y escena inicial del debate sobre lo dibujado en el pergamino, su prolija memoria recuerda cada detalle de la operación5 sobre el objeto - soporte e infiere que la temperatura cálida de su casa y de la cercanía al fuego transformó el pergamino y permitió que apareciera el signo de la calavera. Esta hipótesis condujo a William a exponer y hacer reaccionar el pergamino con ciertas sustancias químicas y la temperatura ambiente, práctica o situación estratégica habitual que involucra a enunciadores con las características descritas, quienes buscan representar, recordar y ocultar los signos enunciados en la superficie de piel animal, al respecto William relata:

En la operación del objeto - soporte William encuentra otro signo que parece un cabrito ubicado en la esquina diametralmente opuesta a la calavera enunciada, con esto genera otras relaciones clave en la construcción de sentido; dos sistemas de significación multimodalmente entrelazados, la imagen del cabrito y la palabra kid que en inglés, lengua del analista, significa cabrito. En otro nexo, y recurriendo a su saber enciclopédico, nuestro lector recuerda que existió en el siglo XVII un famoso pirata y corsario inglés llamado Capitán Kidd, lo anterior, sumado a la consideración de la ubicación estratégica de la figura del cabrito sobre la superficie del pergamino, a manera de estampilla o sello, permite concluir que se trata de una firma logogrífica o jeroglífica, por tanto, faltaría parte del texto del documento, hecho que intranquilizó a William, “me desconcertaba en extremo la ausencia de todo lo demás: el cuerpo de mi imaginado documento, el texto”. (Poe, 1990, p.141). Inquietud justificada en la medida que han ido apareciendo signos de manera progresiva pero no el texto en su totalidad para acceder a lo enunciado.

El hallazgo citado agrega otro elemento importante para la construcción de la relación signos, texto enunciado, objeto - soporte, situación estratégica y forma de vida, era una acción o programa narrativo recurrente que los piratas, como enunciadores, hicieran saber a través de documentos para recordar espacios de ubicación de sus objetos de valor positivo, y a la vez, hicieran no saber para ocultarlos de sus antisujetos, hecho que conduce a William al juicio veridictorio: existe algo que es pero no parece, por tanto, hay un secreto en el pergamino y lo escondido es un tesoro.

El carácter inquieto, la duda razonable y el deseo de saber hacen que William persevere en la operación del objeto - soporte,

Las inferencias de William habían sido lógicas y la intervención sobre el objeto - soporte hicieron que el texto - enunciado se figurativizara de la siguiente manera:

Asimismo, William relaciona su tesis sobre la existencia de un tesoro con los textos que hacen parte de la tradición oral, las formas de vida de su entorno cultural y la identidad del probable enunciador del texto, el pirata Kidd, instaurando un vínculo entre el objeto - soporte y el espacio en el cual se encontraba:

De la intertextualidad descrita se destaca la lectura detallada de los componentes temporales, espaciales, actoriales y actanciales de los rumores como textos - narraciones, lo cual podemos sintetizar de la siguiente manera:

  • Actores: narradores de los rumores, Kidd y los compinches, buscadores de tesoros, un memorándum.
  • Espacios: algún lugar de la costa atlántica, debajo de la tierra, el sitio del tesoro.
  • Tiempo: rumores de hace mucho tiempo y repetitivos.
  • Todos los programas narrativos son de búsqueda.
  • Ningún programa narrativo enuncia la conjunción de algún sujeto con el objeto deseado “tesoro”.
  • A pesar de los aciertos de William, su recorrido interpretativo no es sencillo, hostil como todo acto lector, tiene ante sí una serie de confusos caracteres alineados, “Pero - dije devolviendo la tira, sigo tan a oscuras como antes” (Poe, 1990, p.143). Sin embargo, nuestro analista no se rinde, sabe que esos signos componen un texto que enuncia y refiere algo, “la solución no es tan difícil como cabría imaginar tras un vistazo apresurado de los caracteres. Estos, como cualquiera puede adivinar fácilmente, forman una cifra, es decir, encierra un significado”. (Poe, 1990, p.143). William decide entonces considerar el género textual y la situación estratégica en la cual el enunciador del texto utilizó la criptografía para ocultar el mensaje, hecho que lo remite de nuevo a la identidad del enunciador, específicamente, colige sobre su limitado saber,

    Otro elemento que tiene en cuenta es la lengua como sistema de significación,

    Para William los signos lingüísticos, sus características y la isotopía entre ellos son básicos para alcanzar el preciado sentido del texto. En tal perspectiva, la experiencia figurativa de William lo conduce al retruécano generado por signos como la firma con la imagen del cabrito y la palabra “Kidd”, que lo orienta hacia la lengua inglesa. A partir de este hallazgo la interpretación se centra en los signos lingüísticos específicos de la lengua citada, la forma estratégica como se enuncian en el texto y las recurrencias:

    El conocimiento de las características fonéticas y morfosintácticas de los signos lingüísticos por parte de William permite la reconstrucción de cada uno de los lexemas que componen el texto enunciado. Una ilustración del saber citado es la siguiente:

    De igual manera, William tiene en cuenta la relación entre el género del criptograma y los signos de puntuación, para ello se basa en la práctica social y discursiva, la estrategia e identidad del enunciador, “(…) no dudé que la muestra que tenemos delante pertenece al género más sencillo de la criptografía”. (Poe, 1990, p.148);

    A pesar de tener el texto6, las dudas sobre el referente enunciado persistían, en consecuencia, William toma la decisión de considerar situaciones y formas de vida7 a las cuales envía el texto, de ahí que detenga su indagación documental para iniciar un trabajo de exploración de campo,

    En su sensible estrategia para rastrear las formas de vida, William, además de considerar la tradición histórica que se condensa en un apellido, selecciona una informante e indaga a una mujer negra, la de más edad de su grupo (rasgo cognitivo de quien hace-saber), que trabajaba en la región; ella le aclara que el Castillo de Bessop no es una construcción sino un peñasco alto y lo ubica en el espacio geográfico. William asume el espacio como signo y, a través de la observación de sus formas, descubre que hay una semejante a un “asiento del diablo”, referido en el texto - enunciado. Posteriormente, rememora algunas rutinas propias de marinos y piratas, relacionadas con actividades estratégicas para esconder y descubrir tesoros: uso de herramientas tecnológicas como catalejos para la observación a distancia y brújulas para la localización de puntos a partir de coordenadas geográficas.

    A través del incremento de su captación y experiencia sensible, el uso de las mismas herramientas tecnológicas, la imitación de la estrategia y el probable recorrido generativo del pirata, William descubre el conjunto de signos que constituyen un solo texto: un árbol, un vástago dirigido al lado Este, un cráneo humano, la posición corporal en el momento de la observación y un punto de caída en el terreno. El secreto estaba develado, “la frase “rama principal”, “vástago séptimo, lado este”, sólo podía referirse a la posición del cráneo en el árbol, “mientras que tirar desde el ojo izquierdo de la calavera” tampoco admitía más que una sola interpretación (…)”. (Poe, 1990, p.151). De tal manera podemos decir que William amalgama el texto del pergamino y un entorno particular, hecho que en palabras de Bajtín (1999) corresponde a la fusión de lo dado y lo creado, lo cual da apertura a las puertas del enunciado y el sentido de nuestro analista. El tesoro estaba descubierto.


    3. CONCLUSIONES

    La lectura de Willliam nos ilustra la naturaleza relacional de la significación y la posibilidad de un recorrido interpretativo - generativo riguroso, la pertinencia de los niveles de exploración, la efectividad y coherencia del método. La sincronía del doble movimiento deductivo - inductivo se puede visualizar de la siguiente manera:

    La correlación permanente entre los planos de las formas de la expresión y del contenido es inseparable. Además, es preciso considerar que en el recorrido lineal, el cual une los extremos constituidos por los niveles generales y abstractos con el centro integrado por niveles particulares y concretos, el analista podrá relacionar una práctica social cultural cotidiana o un valor general a una figura actorial o espacial concreta, lo anterior será relativo a la cognición y sanción del analista. En otras palabras, el saber, las creencias, la axiología y las pasiones del lector8 movilizan de manera permanente hipótesis de lectura o inferencias que inciden en la percepción del corpus objeto de estudio y determinan las isotopías entre los niveles de pertinencia durante el recorrido interpretativo - generativo.

    La relación del proceso inferencial pragmático y lógico desempeña un papel fundamental en la búsqueda de los efectos de sentido de un corpus. Por un lado, las inferencias espontáneas, dadas en el acto inmediato de lectura, no ajustadas plenamente al texto y la creatividad permanente para buscar y definir alternativas de fragmentación del texto y estructuración del análisis; por otra parte, la relectura, la duda, la toma de distancia permanente de lo pensado sobre el texto y la adecuación a los límites interpretativos de los signos, los textos enunciados, los objetos soportes y las convenciones genéricas de las situaciones y formas de vida, generan una relación dialéctica analista - corpus que consolida una argumentación sólida no sólo del procedimiento metodológico de interpretación sino también de la posibilidad de sentido generada.

    Los signos y los textos - enunciados son punto de partida del análisis. Corroborando la hipótesis bajtiniana, es el texto y los signos que lo componen los que permiten percibir, especular, debatir, relacionar, corroborar y concluir. Es el texto, como enunciado, el encargado de remitir a otros textos y a niveles generales de la interpretación, de ahí que podamos visualizar la linealidad del recorrido no sólo de manera vertical sino también horizontal, así:

    Desde esta perspectiva, la intertextualidad y la historia de las situaciones, formas de vida y objetos soporte se hace pertinente sólo desde una relación hipotáctica, en la cual el texto es un determinante del recorrido retrospectivo y diacrónico hacia ciertas condiciones de su generación. En tal sentido, el texto es el enunciado que fusiona el pasado y el presente: un entorno dado, una historia y un acto de lectura que sólo existe en un aquí y ahora. Sin descartar, el recorrido inverso, es evidente que William no recurre a él y evidencia sus riesgos a través de la no consideración de las inferencias realizadas por su amigo y protector Júpiter, las cuales condujeron a penosos equívocos durante la interpretación.

    La exploración de los niveles de pertinencia dependerá de factores como las características del texto - enunciado, el objeto de análisis ligado al interrogante e hipótesis que moviliza al lector e incluso de condiciones del proceso investigativo, exógenas al texto - enunciado, como el límite de tiempo de un proyecto. En consecuencia, no es posible generalizar el recorrido por todos los niveles en todo acto analítico, si bien puede ser recomendable, los factores citados condicionarán la búsqueda.

    Es recomendable adoptar una postura heurística e interdisciplinaria que permita ir en búsqueda de los efectos de sentido. Como se manifestó anteriormente, la dificultad es inherente al proceso lector, ya que para interpretar un enunciado, el enunciatario debe generarlo de nuevo, es decir, re-generarlo, lo que en muchos casos equivale a regenerarlo. Por eso afirmamos que toda enunciación es coenunciación, pues el enunciatarioenunciador reenuncia lo que ha sido ya enunciado por el enunciador-enunciatario. Claro, algunos simple y llanamente renuncian. (Serrano Orejuela, 1997). Desde esta línea de sentido, la reconstrucción textual exige un analista obstinado que busque diversas alternativas de conocimiento y pretenda permanentemente superar las barreras de lo explícito para acceder a lo implícito del texto y sepa afrontar los momentos de vacío y sin sentido. Recordemos cómo William vive y se restablece de una crisis:

    William jamás renunció a su propósito de reconstruir el texto y obtener su sentido como el tesoro más preciado.


    1En semiótica el análisis se entiende como el conjunto de procedimientos utilizados en la descripción de un objeto semiótico. Estos procedimientos tienen la particularidad de considerar, inicialmente, al objeto en cuestión como un todo de significación, y tratan de establecer, por un lado, las relaciones entre las partes de ese objeto, y por otro, entre las partes y el todo que él constituye, continuando así, de manera recurrente, hasta el agotamiento del objeto, es decir, hasta el registro de las unidades mínimas indescomponibles. (Greimas, Courtés, 1990).

    2En este avance, derivado de la investigación, “Negación del yo y destrucción del otro en Scorpio City, Relato de un asesino y Satanás”, se destaca la pertinencia de las preguntas citadas, debido a que antes, durante y después de un proceso investigativo, en el cual se recurre al análisis semiótico discursivo, no sólo se presenta una inquietud permanente por el objeto de estudio y sentido del corpus seleccionado sino también por la validez del procedimiento analítico.

    3La incidencia de la indisociable relación entre las dimensiones afectivas, axiológicas y cognitivas del sujeto durante el recorrido generativo - interpretativo nos recuerda la idea de Nietzsche citada por Zuleta, sobre la identidad del sujeto que analiza:

    4En semiótica discursiva se considera como figurativo,

    5En semiótica discursiva se diferencia la operación de la manipulación, la primera entendida como la acción del ser humano sobre las cosas del mundo, la segunda como la acción de un ser humano sobre sus congéneres. (Greimas, Courtés, 1990).

    6El texto fijado en el soporte era el siguiente:

    7Por formas de vida entenderemos las prácticas sociales y discursivas, con frecuencia iterativas, de los grupos humanos, las cuales se organizan a través de convenciones y normas genéricas que se instituyen de manera explícita o implícita. Es innegable que las formas de vida desempeñan un papel fundamental en el proceso de significación, sin embargo, el estudio de su incidencia en la construcción de sentido no ha sido suficiente, Goffman dice al respecto:

    8Constituyentes de la identidad y de la competencia interpretativa del sujeto de hacer, en este caso del analista.

    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

    Bajtín, M. (1999). Estética de la creación verbal. Madrid: Siglo XXI Editores.

    Courtés, J. (1997). Análisis Semiótico del Discurso. Del enunciado a la enunciación. Madrid: Gredos.

    Fontanille, J. (2007). Textes, objets, situations et formes de vie. Les niveaux de pertinence du plan de l’expression dans une sémiotique des cultures, en Transversalité du Sens, Bertrand, D. Costantini, M. París: P.U.V.

    Goffman, E. (1979). Relaciones en público. Microestudios de orden público. Madrid: Alianza Universidad.

    Greimas. A.J. y Courtés J. (1990. Diccionario Razonado de la Teoría del Lenguaje, Vol. I Madrid: Gredos.

    Poe, E.A. (1990). Historias Extraordinarias. Madrid: Promoción y Ediciones.

    Serrano, O. E. (1997). El chiste de la enunciación. En María Cristina Martínez (compiladora), Discurso, proceso y significación. Estudios de análisis del discurso. Cali: Editorial Universidad del Valle y Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso.

    Zuleta, E. (2001). Ensayo selectos. Santafé de Bogotá: Corporación Tercer Milenio.