LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA SOCIEDAD RED: DE IDENTIDADES DE RESISTENCIA A SUJETOS TRANSFORMADORES
Olga Beatriz Rueda Barrios*
*Comunicadora Social – Periodista-Máster en Comunicación, Educación y Cultura – Universidad Autónoma de Barcelona. Magíster en Comunicación Digital – Universidad Pontificia Bolivariana. Directora Facultad de Comunicación Social – Periodismo, Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga, Colombia. olgab.rueda@upb.edu.co.
RESUMEN
Internet se ha convertido en un medio esencial sobre el que se basa una nueva forma de sociedad, denominada por Castells (2005), la sociedad red, desde este escenario tecnosimbólico se generan nuevas formas de relación social (en los ámbitos laborales, informacionales y comunicativos), además, se facilita la creación de procesos deliberativos y movilizadores, desde los cuales diversos actores, entre ellos, los movimientos sociales, activan sus apuestas colectivas en los que su acción pública pretende generar apoyos, alianzas, movilización y compartir significados a partir de la conexión con otros actores sociales. En este panorama surge la reflexión del papel de los movimientos sociales en la sociedad red como actores en tránsito hacia la conformación de sujetos transformadores.
Palabras clave: Identidad, comunicación política, procesos deliberativos, sociedad red, uso, apropiación.
SOCIAL MOVEMENTS IN SOCIETY RED: IDENTITY
OF RESISTANCE TO SUBJECT TRANSFORMERS
ABSTRACT
Internet has become an essential medium that is based on a new form of society that Castells (2005) calls the network society, since this techno - symbolic scenario new forms of social relationship are generated (at workplace, informational and communicative settings) it also facilitates the creation of deliberative and mobilizers processes, from which various actors such as social movements, activate their collective goals from which his public action intend to generate support, alliances, mobilization and share meanings through the connection with other social actors. In this scenario reflection of the role of social movements in the network society as actors in transit to the formation of transformers subject arises.
Keywords: Identity, political communication, deliberative processes, network society, use, appropriation.
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA SOCIEDAD RED: DE IDENTIDADES DE RESISTENCIA A SUJETOS TRANSFORMADORES
INTRODUCCIÓN
La revolución tecnológica de las últimas décadas se ha gestado sobre diversos procesos sociales relacionados con la construcción de redes de comunicación y de poder; evidencian las posibles resistencias y alternativas que se pueden dar desde la agrupación libre de individuos o desde los movimientos sociales organizados. En este panorama han surgido experiencias de organización social, otras ya existentes han cambiado sus sistemas organizativos, de comunicación y trabajo cooperativo a través de la incorporación de las TIC, en el que se generan nuevas prácticas que les permitan compartir sus apuestas políticas, tomar posiciones y desarrollar acciones conjuntas, desde allí, se observan otras formas de ciudadanía o ciberciudadanías, ciudadanía 2.0 y ciberactivismo, como ejercicios de acción colectiva que vinculan el empoderamiento, la interactividad, la necesidad de poner en la agenda pública temas y causas comunes, el sentimiento y la intersubjetividad ciudadana, aspectos que sin duda se han fortalecido por el uso de las herramientas digitales. Estas transformaciones no han estado exentas de los movimientos sociales, para quienes el uso y apropiación de las TIC les plantean nuevos desafíos en la reinvención de sus prácticas políticas.
A partir de este contexto surgió una investigación que buscó, desde el análisis de dos casos, caracterizar los rasgos que identifican el uso del sitio web en el marco de la participación y la movilización, para lo cual se adoptó un diseño de investigación con fines descriptivo – exploratorios, con estudio de caso múltiple de diversas unidades. Se trata, desde esta perspectiva, de una investigación de enfoque cualitativo que pretendió analizar las nociones teóricas de la relación movimientos sociales y TIC desde una mirada práctica.
Este artículo muestra el desarrollo del estudio, en la primera parte se exponen las perspectivas teóricas abordadas, especialmente desde las posibilidades de transformación de la sociedad a partir de la tipología de identidades caracterizada por Castells (2003). En un segundo momento se presenta la metodología adoptada con los instrumentos y categorías de análisis y, finalmente, se exponen los principales hallazgos que pretenden dar respuesta a las preguntas que orientaron la investigación.
1. EL PODER EN LA SOCIEDAD RED
De manera exponencial, la sociedad red permite la formación y ejercicio de las relaciones de poder que cambian sustancialmente los entornos organizativos. Así, es posible entender el poder como la capacidad relacional que admite a unos actores influir en las decisiones de otros, de manera tal, que se favorezcan las motivaciones, intereses y valores del actor que tiene el poder. Desde esta perspectiva, actor puede ser una persona, una colectividad, una organización, una institución o una red. En los procesos de formación y ejercicio de las relaciones a partir de internet, se hace énfasis en las redes como el conjunto de nodos que evidencian ejercicios de poder y que atienden a la posibilidad de generar estructuras comunicativas.
En suma, Internet como plataforma tecnosimbólica facilita la creación de procesos deliberativos y movilizadores que poco a poco van cobrando vigencia y en los que resulta relevante examinar el tema de las identidades, íntimamente ligado al poder en la sociedad red.
La construcción de identidad está caracterizada por las experiencias personales, la historia, la memoria colectiva, entre otras. La identidad determina el sentido de las acciones, la cual está ligada con la caracterización simbólica que realizan los actores sociales del objetivo de su acción. Al respecto, Castells (2003) propone tres formas y orígenes de la construcción de identidad:
I. Identidad legitimadora: conformada por las instituciones dominantes de la sociedad.
II. Identidad para la resistencia: en este ámbito se ubican los actores sociales que se encuentran en posiciones estigmatizadas por la lógica de la dominación, de tal manera, que generan posiciones de resistencia frente a las instituciones de la sociedad. Es así como, se ubica aquí las identidades que forman comunidades y actúan de manera defensiva contra las instituciones o ideologías dominantes.
III. Identidad proyecto: “Cuando los actores sociales, basándose en los materiales culturales de que disponen, construyen una nueva identidad que redefine su posición en la sociedad, y al hacerlo, buscan la transformación de toda la estructura social” (Castells, 2003, p.36). Este tipo de identidad permite la producción de sujetos, entendidos estos como actores sociales colectivos, allí los individuos se asumen en su relación con el otro para la búsqueda de mejores condiciones de vida. Desde este ámbito, el autor incluye los movimientos sociales que actúan en procesos de transformación social.
2. MOVIMIENTOS SOCIALES Y TIC
Los movimientos sociales son en sí mismos ejercicios de comunicación y de resistencia frente a fenómenos de la cotidianidad, desde sus apuestas pretenden impulsar mejores condiciones de vida para los ciudadanos. En ese ejercicio de información, convocatoria, acompañamiento, organización, entre otras, utilizan las TIC de manera que puedan potenciar sus objetivos.
En cuanto a la tipología de las identidades, se anota que las sociedades civiles - identidades legitimadoras- pierden vigencia por la lógica de creación de poder de la red global, pues la búsqueda de sentido tiene lugar en la reconstrucción de identidades defensivas, es decir, comunidades que funcionan a manera de resistencia contra las instituciones e ideologías dominantes. Conviene exponer entonces la hipótesis de Castells (2003) en función del tema de identidades, “los sujetos, cuando se construyen, ya no lo hacen basándose en las sociedades civiles, que están en proceso de desintegración, sino como una prolongación de la resistencia comunal” (p. 40). En conclusión, aunque la producción de sujetos -identidad proyecto- se ha constituido tradicionalmente desde la sociedad civil, este tipo de identidad en la sociedad red, en el caso que se desarrolle, surge de las comunidades defensivas –identidades de resistencia-. Para el autor, este último es el sentido de la política de la identidad en la sociedad red, de ello se podría derivar la reflexión del cambio social en la era de la información, en otras palabras, el tránsito de una comunidad de resistencia a sujetos transformadores.
Se desea en este contexto subrayar que son precisamente los procesos de construcción de la identidad colectiva los que conducen a un cambio social en la sociedad red, es significativo entonces la realización de una referencia al movimiento social, que a la manera de Touraine (2006) “es la conducta colectiva organizada de un actor luchando contra su adversario por la dirección social de la historicidad en una colectividad concreta” (p. 255). Para el autor, la historicidad es el conjunto formado por los actores sociales y por el enjeu de sus luchas.
El enjeu es un término francés utilizado por Alain Touraine (2006), objeto central de su teoría, es “aquello por lo que se juega o se lucha […] apuesta, objetivo” (p. 20).
Según Touraine (2006), la identificación de los movimientos sociales se puede hacer evidente a partir de varias características:
Para Melucci (2000) los nuevos movimientos sociales surgen de necesidades que no nacen exclusivamente en el terreno de lo político, sino que resultan del desarrollo de la vida cotidiana; en definitiva:
Se debe considerar que los movimientos sociales han reconfigurado sus propósitos en comparación con los movimientos sociales tradicionales (la acción colectiva es instrumental como un medio para conseguir ciertos objetivos), estos propendían por recursos materiales o poder, en el caso de los movimientos sociales en la sociedad contemporánea persiguen un modelo expresivo de la acción social, dicho de otra forma, buscan identidad, autonomía y reconocimiento, fundados en la construcción simbólica de identidades.
Los nuevos movimientos sociales buscan mantener y expresar una identidad, adviértase que la participación en estos se convierte en un fin en sí misma. “Para Melucci, los movimientos sociales producen cambios a dos niveles: a) producen efectos visibles en las instituciones sociales, b) funcionan como signos produciendo desafíos simbólicos” (Chihu Amparán, 2000, p.83).
Melucci (2000) insiste en los efectos que se pueden derivar de los cambios en las instituciones sociales:
En la producción de desafíos simbólicos, segundo aspecto sobre el cual Melucci (2000) distingue los cambios en la sociedad moderna desde los nuevos movimientos sociales:
En consecuencia, se destaca la importancia de los movimientos sociales como productores de símbolos y signos, en los que su capacidad consiste en señalar a la sociedad la existencia de un problema y la posibilidad de alternativas significativas, de tal manera que reciben el apoyo de los actores sociales en la medida en que son capaces de crear un sentido constante de la identidad colectiva.
La profundización sobre los nuevos movimientos sociales obliga a abordar los procesos que conllevan su formación, es decir, cómo se forma la acción colectiva y cómo los individuos se involucran en ella. Para Melucci, la identidad colectiva es el resultado de tres procesos (Chihu Amparán, 2000):
La participación se convierte en el elemento esencial de los nuevos movimientos sociales, en tanto se considera a esta como un proceso social que resulta de la acción intencionada de actores en busca de metas específicas, con el ánimo de integrar intereses diversos a partir de relaciones sociales y de poder. En tal sentido, la participación se constituye como medio para la formulación, discusión y adopción de grandes consensos sobre el desarrollo.
Así pues, los actores con base en la identidad producen la acción colectiva como resultado de su capacidad de definir su relación con otros actores y con sí mismos. Esa identidad colectiva se vincula con tres clases de orientaciones: las relacionadas con los significados que la acción tiene para el actor, los medios y el campo en el cual tiene lugar la acción.
Dicho de otro modo, los movimientos sociales han de comprenderse desde sus propios términos, “según los definen su práctica, sus valores y sus discursos, y los procesos sociales a los que parecen estar asociados” (Castells, 2003, p.103). En otras palabras, son lo que dicen ser y sus prácticas (y sobre todo sus prácticas discursivas) son su autodefinición.
Por otra parte, salir a la calle y decirlo con el cuerpo representa riesgos para sus vidas porque de manera directa se cuestiona el discurso oficial y la institucionalidad. Una institucionalidad plagada con altos grados de impunidad que impiden recordar e inclusive asumir la memoria desde otras orillas.
Los movimientos sociales están asociados a las prácticas de lucha, a las formas de cambio social y a la ampliación de la participación social. Alain Touraine (2006) presenta el movimiento social como la combinación de un principio de identidad, un principio de oposición y un principio de totalidad. Cuando el movimiento social actúa efectivamente con estas tres dimensiones, su capacidad de acción histórica es más fuerte, en tanto que integra reivindicaciones organizacionales y presiones institucionales.
Desde el escenario de las TIC se comprende a los movimientos sociales como agentes que actúan en un nuevo espacio público en el que persiguen procesos de transformación social, desde la conformación de redes de cambio en el que convergen factores culturales (valores y creencias humanas), así como factores políticos y la preeminencia de la institucionalidad. De tal manera, que los movimientos sociales le apuestan al cambio social, utilizando nuevos escenarios como centros de la comunicación. Estos escenarios, sin duda, caracterizados por el espacio virtual en el cual cobran protagonismo las redes.
No obstante, la característica principal de la sociedad red es la posibilidad de la libertad y la autonomía respecto de los controladores de los nodos de comunicación, en la medida en que estas condiciones prevalezcan, aumentarán también las oportunidades para introducir contenidos que cuestionen los valores dominantes. En este sentido, expresa Castells (2009), el fenómeno de la autocomunicación de masas representa la oportunidad de cambio social en una sociedad organizada alrededor de una meta-red de redes de comunicación digital.
Al lado de ello, se precisa que es significativa la importancia de los cambios que ha tenido la acción colectiva a partir del uso de las TIC. Rodríguez (2002) sostiene que las Tecnologías de la Información y de la Comunicación han transformado la práctica, la organización y el discurso de los movimientos sociales contemporáneos. No solo instrumentalmente, ni organizacionalmente, sino profundamente, con ello han proporcionado nuevos modos de relación y de comunicación, que permiten la gestión de conocimientos, la creación de comunidades y el intercambio de significados en otro escenario de relaciones. Desde esta distinción se explica el surgimiento de los movimientos sociales como una respuesta alterna a las fuerzas dominantes con la pretensión de reivindicar el campo de las relaciones sociales, para lo cual, acuden a la reflexión y movilización de diversas prácticas sociales.
Es claro que los movimientos sociales adquieren fuerza y la ganan en su carácter local y global desde su desarrollo en redes que, sin duda, se han visto fortalecidos por el uso de la Internet que les ha permitido expandir sus intereses y expectativas, ganando visibilidad, acompañamiento e incidencia en la vida pública.
De esta perspectiva resulta importante destacar el papel de las TIC y, particularmente, los sitios web, en el desarrollo de las apuestas políticas de los movimientos sociales, como uno de los escenarios desde los cuales se promueve la información, la participación y los procesos transformativos que estos generan entre los actores sociales.
Supuesto esto, según lo expuesto por Touraine (2006) en su conceptualización sobre los movimientos sociales, implica entender sus apuestas políticas en función de la posibilidad de promover el ejercicio de la ciudadanía, en tanto que estas adquieren sentido por la participación en asuntos públicos. En esta perspectiva, valdría la pena trasladar algunas reflexiones de Livingstone (2001), en relación con los procesos de empoderamiento a través de la Internet, espacio desde el cual se puede reafirmar la ciudadanía, en este sentido, plantea la autora, debería existir mayores y mejores competencias en su uso, de manera tal, que se potencien mayores oportunidades y mejores competencias en los procesos de transformación de la sociedad.
Dicho de otro modo, el deber ser de las TIC en la sociedad del conocimiento apunta a entenderlas no el plano de lo instrumental, sino en el escenario para el fortalecimiento de la democracia; se promueve allí la coexistencia de múltiples subjetividades, en ese camino están las apuestas de los movimientos sociales, hecho que permite la emergencia de nuevos actores sociales.
3. DISTINCIONES ENTRE USO Y APROPIACIÓN
Ahora bien, realizar un análisis sobre la práctica que ejecutan los movimientos sociales y su reciprocidad con las TIC, implica detenerse a precisar los conceptos de uso y apropiación. Sobre el primero, Gómez (2009) propone el análisis de los procesos de construcción de un uso social a partir de dos ámbitos: “a) la capacidad de las TIC para ser contingentes y diversas y b) su potencial para formar redes sociales. Estas dos direcciones se encuentran estrechamente relacionadas con los principios de la diversidad cultural y de las sociedades del conocimiento” (Gómez, 2009, p.6).
Aquí vale la pena hacer una digresión sobre los ámbitos mencionados como principios del proceso de una construcción social de un uso, en la que el usuario es un agente innovador: la flexibilidad tecnológica y las redes, que bien podrían caracterizar la relación movimientos sociales y TIC.
En consecuencia, se asumen las redes como nuevos modelos de comunicación que trascienden los límites organizacionales y tecnológicos para desarrollarse fluctuantes nodos de acuerdo con las necesidades de las diversas culturas; “dichas tecnologías cumplen con un papel mediador sumamente importante pues se tornan un objeto que permite colocar en primer plano los procesos de construcción de relación social” (Gómez, 2009, p.11).
Estas reflexiones sobre la sociología de los usos conducen a entender de modo diferenciado, pero interrelacionado, los conceptos de uso y apropiación: “El uso así es una práctica social cuya repetición la vuelve normal dentro de una determinada cultura. Su sentido se aproxima el término de costumbre, donde las prácticas se entienden como naturales” (Gómez, 2009, p.6). De otro modo, “la apropiación tiene como origen una orientación ideológica… La apropiación es un proceso a la vez individual y social” (Gómez, 2009, p.7). Referirse a la apropiación implica involucrar la capacidad que tienen los usuarios de proponer otros usos, distintos a los establecidos por la industria.
A partir de Serge Proulx, Gómez Mont (2009) desarrolla algunos indicadores que aclaran la perspectiva conceptual de la apropiación social:
a) El dominio técnico del artefacto.
b) La integración significativa del objeto técnico en la práctica cotidiana del usuario.
c) Las posibilidades de creación (actividades encaminadas a generar novedad en la práctica
social) ante el uso constante de esta tecnología.
d) El establecimiento de políticas públicas donde sean tomados en cuenta los procesos de
innovación realizados por los mismos usuarios.
Cuando se hace explícito el concepto de apropiación en el marco de los movimientos sociales, de suyo, implica entenderlo desde el uso social que, indiscutiblemente, atañe a la forma en que los sujetos interpretan los objetos tecnológicos y le otorgan sentido político en sus contextos sociales y culturales particulares, mejor aún, en los usos de la tecnología en la posibilidad de construir sentidos alrededor de ella. De allí que hacer referencia al uso y a la apropiación, significa hacer alusión a la expresión del sujeto social y por ende de la subjetividad colectiva.
4. LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y EL USO DEL PORTAL WEB COMO ESTRATEGIA DE PARTICIPACIÓN Y MOVILIZACIÓN
A partir de este contexto se realizó el estudio de caso de dos movimientos sociales de mujeres representativos en Colombia (Rueda Barrios, 2013). La investigación buscó caracterizar los rasgos que identifican el uso del sitio web en el marco de la participación y la movilización, aspectos que, sin duda, marcan desafíos en cuanto al tránsito de identidades de resistencia a identidades legitimadoras.
La investigación se realizó con un enfoque cualitativo cuyo objetivo fue comprender los usos de la página web como estrategia de participación y visibilización de dos casos en estudio. Desde esta perspectiva se adoptó un diseño de investigación con fines descriptivos y exploratorios, con estudio de caso múltiple de múltiples unidades. Se trató de una investigación que pretendió analizar las nociones teóricas de la relación entre los movimientos sociales y TIC desde su apuesta práctica. La selección de las dos experiencias fue consecuencia de la revisión inicial en la que se encuentran diversos movimientos con cierta trayectoria de incorporación de las TIC en sus prácticas cotidianas.
Como se ha mencionado, las TIC propician escenarios para la visibilización de temas de agenda pública, a través de ellas es posible establecer prácticas mediante las cuales los actores sociales se agrupan de manera deliberada o a través de movimientos organizados para defender intereses sociales y expresar sus voluntades, situación que permite generar nuevas alianzas, abrir las posibilidades para la comunicación, la interacción y la configuración de redes de manera global. Con base en este abordaje conceptual, la investigación pretendió responder los siguientes interrogantes:
El diseño del estudio se estructuró desde de los sucesivos hallazgos que se dieron durante el transcurso de la investigación, de tal manera que cobraron valor el diálogo, la interacción y la vivencia, en tanto hicieron parte de los procesos de observación, reflexión, construcción de sentido compartido y sistematización de los casos analizados.
Como se anticipó, la investigación se desarrolló desde el estudio de caso, se subraya en esta metodología que “desde un origen evaluativo, el enfoque de investigación con estudio de casos implica descripción, explicación y juicio. El estudio de casos es una modalidad de informe que valora la información para luego emitir un juicio” (Ceballos- Herrera, 2009).
El desarrollo metodológico de la investigación obligó a caracterizar la lógica del proceso de recolección de datos, así como de las técnicas e instrumentos que sirvieron para conocer la realidad explorada.
Las decisiones sobre los instrumentos adecuados para la recolección de información se tomaron con base en los niveles planteados por Galindo (2002) para el desarrollo investigaciones que involucran comunidades virtuales.
Desde esta perspectiva se propuso no perder de vista que las comunidades virtuales están caracterizadas por significados que le otorgan sentido a su participación en la virtualidad; ningún estudio sobre ellas podría deslindarse de esta realidad y concebirlas como autónomas y separadas de su referente en la sociedad real.
La recolección de información se realizó a través de dos técnicas: la entrevista individual estructurada y el análisis de contenido. La primera se llevó a cabo con el objetivo conocer la realidad desde adentro, es decir, desde las significaciones de los sujetos. Esta técnica permitió interiorizar y profundizar en la mirada de los desarrolladores de contenidos y las líderes de los movimientos sociales, sobre los usos y los significados de la apropiación que develan sus intereses en el portal web en función del fortalecimiento de sus apuestas políticas. Por su parte, el análisis de contenido se estableció como una práctica que posibilitó la descripción de los factores esenciales del producto digital que aparecen en los portales web objeto de análisis. Este seguimiento se desarrolló durante un mes hasta alcanzar el punto de saturación de la información.
A continuación se muestran las categorías de análisis en cada uno de los instrumentos de recolección de información utilizados, de acuerdo con los resultados se realizó un cruce de información que permitió efectuar algunas conclusiones.
En la investigación realizada se pudo concluir, entre otros aspectos, que para los movimientos sociales en estudio la información es su recurso central y luchan por construir una identidad mediante su participación en diferentes formas de acción social.
Así mismo, se observa que desde las posturas teóricas es posible situar a los movimientos sociales de mujeres como un actor social colectivo y dinámico con una tradición de trabajo en red. En la revisión de experiencias se denota un trabajo articulado entre las diferentes organizaciones de mujeres, especialmente, por la reivindicación de sus derechos, con un énfasis en la lucha contra la violencia de género y los abusos en el marco del conflicto armado en Colombia.
Por otra parte, los movimientos en estudio se reconocen a sí mismos como escenarios para la reflexión y la discusión, con el ánimo de construir propuestas e iniciativas que fortalecen distintos ámbitos de la calidad de vida de las mujeres. En este ejercicio de organización en torno a la comunicación es donde se configuran como lugares de “resistencia” en el que promueven una mirada alterna sobre el papel de la mujer en la sociedad y el respeto a sus derechos, especialmente, en contra de la violencia sexual y de género.
Puede reconocerse en los movimientos sociales el uso de tácticas tradicionales de comunicación, tales como: foros, campañas, pronunciamientos públicos, boletines, entre otros, no obstante, en el ejercicio de lo virtual estas prácticas son tímidas y poco exploradas; no persiguen otros objetivos más allá de la visibilización.
De acuerdo con la clasificación sobre los tipos de redes desarrollada por Gaytán (2010), se puede afirmar que los movimientos sociales en estudio se encuentran dentro del patrón de red descentralizada, puesto que conservan ciertos niveles de jerarquía, promoviendo el enlace a otros nodos de similar patrón, en tal sentido, son redes de organización de la representación, más no de la acción colectiva. Esta afirmación se sustenta en el hecho de que las redes descentralizadas son nodos-filtro, distinto a las distribuidas, que por naturaleza son totalmente abiertas, lo que De Ugarte (2008) llama poliárquica.
El desarrollo de la página web de los movimientos sociales estudiados se caracteriza por generar contenidos orientados a un cambio social, tratando de promover mejores condiciones de vida para las mujeres en Colombia, situación que fortalece su potencial en la contribución para la afirmación de la ciudadanía, en tanto estas prácticas de comunicación a largo plazo empoderan a la comunidad involucrada promoviendo transformaciones y cambios posibles.
En concordancia con lo expuesto por Castells (2009), el fortalecimiento de las redes como ejercicios de poder tiene su sustrato en tres rasgos fundamentales: flexibilidad, adaptabilidad y capacidad de supervivencia. Tales características desde los movimientos sociales en estudio se observan como fuertes al interior de sus propias redes de acción (otros movimientos de mujeres), no obstante, aún son débiles en generar mayor incidencia en la sociedad, aspecto que puede robustecerse en sus ejercicios de relación, visibilización y movilización.
Es posible afirmar que el uso de las TIC facilita la creación de procesos deliberativos y movilizadores, en el que surgen nuevas opciones que no están previstas dentro de los sistemas políticos, a pesar de esto, estas potencialidades aún son poco exploradas en los movimientos estudiados, aspecto que se evidencia en las pocas herramientas que se utilizan en las páginas web de los movimientos sociales y se precisa que aún son tímidos los ejercicios de control ciudadano, en los que el poder y el contrapoder podrían cobrar mayor visibilidad.
La peculiaridad principal de la sociedad red es la posibilidad de la libertad y la autonomía respecto de los controladores de los nodos de comunicación, en este sentido, se rescata el papel de los movimientos sociales en el uso de la página web, en la cual introducen contenidos que cuestionan los valores dominantes con referencia a los temas de mujer.
Desde los casos observados es posible aseverar que los movimientos sociales en estudio requieren fortalecerse como identidades de resistencia con una apuesta política visible y participativa a través de su página web, de manera tal que puedan pensarse a futuro como esas identidades, proyecto planteado por Castells (2003), generadoras de cambio social.
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