Juan Carlos Díaz Alvarez1*; Ramiro Martínez Rey2; Edgar Javier Patiño Reyes3**;
Rigoberto Barrero Acosta3
1 Grupo de Investigación Modelamiento de Procesos de Hidrocarburos - GMPH. Universidad Industrial de Santander, Cra 27 Cl 9, Bucaramanga, Santander.
*diaz.alvarez.carlos@gmail.com
2 Escuela de Ingeniería Química. Universidad Industrial de Santander, Cra 27 Cl 9, Bucaramanga, Santander.
3 Ecopetrol S.A - Instituto Colombiano del Petróleo, A.A. 4185
**edgar.patino@ecopetrol.com.co
Fecha Recepción: 23 de julio de 2013
Fecha Aceptación: 22 de octubre de 2013
El transporte de crudos pesados a través de oleoductos es muy difícil debido a su alta viscosidad y baja movilidad. Actualmente, el ultrasonido de alta intensidad está siendo explorado como una nueva alternativa potencial para reducir la viscosidad de los crudos pesados y facilitar el transporte por tubería. En este trabajo se estudia los efectos de la energía ultrasónica sobre la viscosidad de un crudo pesado. Esto se realiza mediante un estudio experimental sistemático en un sistema de flujo continuo a escala piloto, en el cual se analiza la influencia de variables de proceso, como temperatura del tratamiento (308 y 319K), tiempo de exposición (5,66 y 16,98s) e intensidad sónica (170-250 y 400-680kW/m2) sobre la viscosidad. El estudio reveló que la temperatura del tratamiento en el intervalo estudiado no tiene un efecto significativo en el rendimiento de las vibraciones ultrasónicas para reducir la viscosidad del crudo pesado. Por otro lado, se encontró que el incremento del tiempo de exposición favorece la reducción de la viscosidad, y la intensidad sónica en los niveles establecidos tiene un efecto favorable o desfavorable dependiendo de la magnitud del tiempo de exposición. Esta investigación representa un avance importante en la aplicación industrial de la tecnología de ultrasonido que se encuentra en desarrollo, ya que se genera por primera vez información relevante acerca de la efectividad de un proceso continuo de tratamiento ultrasónico a escala piloto para reducir la viscosidad de un crudo pesado.
Palabras clave: transporte crudos pesados, ultrasonido, cavitación acústica, mejoramiento de residuos de vacío.
The transportation of heavy crude oils through pipelines is very hard due to their high viscosity and low mobility. Nowadays, high intensity ultrasound is being explored as a new potential alternative to reduce the viscosity of heavy crude oils and facilitate the transport by pipeline. This work studies the effects of ultrasonic energy on the viscosity of heavy crude oil. This is done through a systematic experimental study in a pilot scale continuous flow system, in which the influence of process variables such as treatment temperature (308 y 319K), exposure time (5.66 y 16.98s), and sonic intensity (170-250 y 400-680kW/m2) is analyzed. The study revealed that the treatment temperature in the proven range has not a significant effect in the efficiency of ultrasonic vibrations to reduce the heavy crude viscosity. On the other hand, it was found that the increase of exposure time favors the viscosity reduction. It also observed that sonic intensity in the established levels has an effect favorable or unfavorable depending of the exposure time magnitude. This investigation represents an important advance in the industrial application of ultrasound technology, since it is the first study that shows essential information about the effectiveness of a continuous ultrasonic treatment process to reduce the viscosity of heavy crude oil.
Keywords: heavy crude oils transportation, ultrasound, acoustic cavitation, vacuum residue upgrading.
En las últimas dos décadas, los crudos pesados y
extrapesados están siendo visualizados como una
fuente de energía alterna, debido a la declinación en
la producción de crudos livianos y al incremento en
la demanda de energía [1-3]. Pero históricamente,
la demanda de esta clase de crudo ha sido marginal
debido a su alta viscosidad y composición química
compleja, que dificultan y hacen costoso las etapas
de producción, transporte y refinación. El transporte
de crudo a través de tuberías es el método más
conveniente y económico para la evacuación del
crudo y sus productos. No obstante, el transporte de
crudo pesado y extrapesado por este medio es muy
difícil debido a su alta viscosidad y baja movilidad.
La baja gravedad API (crudo pesado < 20°API,
extrapesado < 10°API) y la alta viscosidad (103 -
106cP) que caracterizan a este tipo de crudos está
asociado a la presencia de altas concentraciones
de asfaltenos y resinas, así como de una baja
proporción relativa de componentes de bajo peso
molecular y fracciones livianas [4]. Además, pueden
tener también altos contenidos de azufre, nitrógeno,
sales, y metales como níquel y vanadio [5].
Actualmente, para mejorar la manipulación del
crudo pesado la industria tiene a disposición
ciertas tecnologías que se orientan a reducir la
viscosidad (calentamiento, mejoramiento, dilución,
emulsiones inversas) y la fricción entre la superficie
de la tubería y el fluido (flujo anular, reductores
de fricción). Pero cada una de estas alternativas
posee varios inconvenientes que se manifiestan en
un aumento en los costos de capital y operación,
o la imposibilidad de ser usadas debido a
limitaciones tecnológicas [5,6]. En consecuencia,
los investigadores se están viendo presionados
fuertemente a desarrollar nuevas alternativas
para reducir la viscosidad de los crudos pesados
y facilitar el transporte por tubería. Dentro de las
nuevas alternativas que se contemplan para reducir
la viscosidad, el ultrasonido (ondas acústicas
o de presión) ha generado gran atención en la
industria del petróleo debido a que las vibraciones
mecánicas tienen el potencial de realizar cambios
físicos y químicos en el medio a través del cual
éstas se propagan. Las alteraciones pueden ir
desde un simple fenómeno de agitación turbulenta
en un fluido, hasta modificaciones en la estructura,
morfología y composición de los materiales que son
sometidos a este tipo de vibraciones [7-9].
La clase de ultrasonido usado en estas aplicaciones
está conformado por ondas acústicas de alta
energía (alta amplitud y baja frecuencia) conocido
de forma general como "ultrasonido de alta
intensidad". También, a nivel de la literatura este
concepto se conoce con otras palabras como,
energía ultrasónica, sonicación y cavitación
acústica. Esta clase de energía es transmitida
al medio a través de un contacto directo entre
el fluido y una punta metálica (Probe) que vibra
longitudinalmente en frecuencias superiores al
límite audible humano (f>20kHz). El proceso de
suministro de energía ultrasónica se realiza a
través de dos etapas consecutivas. Esto inicia
con un generador que transforma una línea de
voltaje estándar (50/60Hz) a energía eléctrica
de alta frecuencia. Posteriormente, este voltaje
es aplicado a un transductor electromecánico
que convierte la energía eléctrica en vibraciones
mecánicas. Finalmente, estas vibraciones son
amplificadas y transmitidas al líquido como ondas
ultrasónicas que consisten en ciclos de compresión
(incremento en la presión local) y rarefacción
(disminución en la presión local) [10,11].
La energía ultrasónica puede activar varios
mecanismos para promover efectos sobre el
medio, pero los mecanismos involucrados no son
siempre conocidos o comprendidos. Hasta ahora,
la mayoría de los investigadores están de acuerdo
en que el fenómeno llamado cavitación acústica es
el responsable de la mayoría de los efectos físicos
y químicos observados [7,12]. Este fenómeno es
definido como la formación, crecimiento y colapso
de microburbujas cuando un líquido es sometido
a ultrasonido [13-14]. La implosión violenta de
las burbujas es la etapa final y más importante
de la cavitación acústica, debido a que genera
condiciones inusuales de alta temperatura y
presión en regiones microscópicas con tiempos de
vida muy cortos [15-17]. Algunos autores afirman
que este fenómeno tiene el potencial de mejorar
las velocidades de reacción debido a la formación
de radicales libres y ruptura de enlaces [18-21].
La energía ultrasónica ha sido ampliamente
usada a lo largo de la historia en una variedad de
aplicaciones, incluyendo homogenización y ruptura
de células, dispersión de pigmentos en pinturas,
limpieza de superficies y otros. Pero recientemente,
se ha generado un gran interés en el uso de
ultrasonido en los campos de la química orgánica,
inorgánica y petroquímica, especialmente en el
mejoramiento de las propiedades fisicoquímicas
de las fracciones pesadas del petróleo. Lin y Yen
[12] evaluaron el ultrasonido como un proceso
alternativo de mejoramiento de fracciones
pesadas del petróleo, principalmente a través
de la conversión o degradación de asfaltenos
hacia fracciones de saturados, aromáticos y
resinas en condiciones de presión atmosférica y
temperatura ambiente. Los resultados mostraron
una reducción en el contenido de asfaltenos de
7,5% para un tiempo de tratamiento de 60min. Con
la combinación de cavitación acústica, surfactante
y un donador de hidrógeno (H2O2), lograron una
reducción más profunda del 35% por un periodo
de tratamiento de 15min. Chakma y Berruti [11]
presentaron el primer estudio acerca del efecto de
las vibraciones ultrasónicas sobre la viscosidad de
crudos extrapesados, en particular en el bitumen
Athabasca y mezclas Bitumen-solvente por
diferentes periodos de tiempo (10, 30, 60min). Los
resultados mostraron que el bitumen puro presentó
una reducción en la viscosidad del 12%, mientras
en el caso de mezclas bitumen-tolueno solamente
se logró una reducción del 3-4%.
Gopinath et al. [10] investigaron en detalle
los efectos del tratamiento ultrasónico sobre
la degradación de un Gas Oil pesado (HGO)
proveniente del bitumen Athabasca sin el uso de
aditivos. El resultado más importante e interesante
de este trabajo fue la identificación de hidrocarburos
livianos de baja volatilidad durante el tratamiento,
como: metano, etano, etileno y propileno. Ajay
Kumar et al. [22] investigaron la degradación de
residuos de petróleo crudo en tolueno en un reactor
ultrasónico a diferentes tiempos de reacción (10-
90min). El estudio reveló que el contenido de
asfaltenos en la muestra tratada disminuyó en
40-48% resultando en la generación de productos
más livianos, y la viscosidad presentó un descenso
alrededor del 20-25%. Además, se presentaron
ligeras variaciones en la gravedad API (desde 4,8
a 5,2), punto de fluidez (desde 57 a 51°C), relación
atómica C/H (desde 8,39 a 8,12), y contenido de
azufre (desde 5,77 a 5,71%p). Mousavi et al.,
[23] estudiaron el efecto del ultrasonido sobre las
propiedades reológicas de crudos asfalténicos para
diferentes intervalos de tiempo (5-240min). Los
autores observaron un aumento en la viscosidad
y en el valor del esfuerzo del límite elástico para
las muestras tratadas. Además, los análisis
reológicos indicaron que la relación (valores de
módulo viscoso/ valores de módulo elástico) es
menor a medida que se incrementa el tiempo
del tratamiento, lo cual implica que el crudo se
comporta más elásticamente, haciendo más difícil
su manipulación. Es importante mencionar que
éste ha sido uno de los pocos trabajos donde se
observó un comportamiento inesperado que va en
sentido contrario a lo encontrado en los estudios
anteriores [11,22].
Sobre las bases de la evidencia experimental
mostrada anteriormente, se puede manifestar que la
energía ultrasónica podría ser usada efectivamente
para reducir la viscosidad de fracciones pesadas
del petróleo. No obstante, es importante mencionar
que los estudios reportados han evaluado la
efectividad del ultrasonido y sus efectos a escala
de laboratorio en condiciones de operación batch.
Otro de los puntos importantes a mencionar, es que
el número de trabajos reportados donde se utiliza
crudos pesados como alimento son muy escasos.
Además, existe un alto grado de incertidumbre en
cuanto a la efectividad de esta tecnología, debido
a que se ha reportado resultados favorables y
desfavorables hacia la reducción de la viscosidad.
Por tal razón, es necesario ampliar la información
referente a los efectos ultrasónicos sobre las
propiedades fisicoquímicas de los crudos pesados.
El objetivo principal de este trabajo fue realizar un
estudio experimental sistemático del tratamiento
ultrasónico en un sistema de flujo continuo a
escala piloto para estimar los efectos sobre la
viscosidad de un crudo pesado. El estudio se
centró en la evaluación de la influencia de las
variables de proceso, temperatura del tratamiento,
tiempo de exposición e intensidad sónica sobre
la viscosidad. Finalmente, se presenta un análisis
estadístico con el fin de identificar cuales variables
de proceso tienen un efecto estadísticamente
significativo sobre la variabilidad de la viscosidad.
Esta investigación se realizó con el fin de proveer
por primera vez información detallada acerca de
los efectos de un proceso continuo de tratamiento
ultrasónico sobre la viscosidad de un crudo
pesado. Además, esto permite hacer una primera
valoración de la efectividad y la aplicabilidad de esta
tecnología para reducir la viscosidad de un crudo
pesado colombiano en condiciones de proceso más
próximas a un tratamiento en campo.
Materiales y caracterización del crudo
Las muestras de crudo pesado fueron suministradas
por ECOPETROL S.A- ICP desde un campo
situado en los llanos orientales y recolectadas
después de los procesos de deshidratación y
desalinización. La caracterización se realizó a
través de normas ASTM, y las propiedades físicas
y químicas del crudo se muestran en la Tabla 1.
Descripción de la planta piloto
Las pruebas experimentales se llevaron cabo en
una planta piloto que opera en continuo, y está
conformada por cinco secciones principales (Figura 1). a) zona de carga (tanque con capacidad de 10L),
b) sistema de calentamiento con transferencia de
energía a través de un tubing (agua como fluido
de calentamiento), c) sistema de bombeo para
crudo pesado (bomba de desplazamiento positivo
y variador de velocidad que controlan el flujo
de crudo), d) procesador ultrasónico industrial
Hielscher modelo UIP2000 tipo probe con celda
de flujo que funciona a una frecuencia de 20kHz
y una potencia eléctrica máxima de salida de
2000Watts. Además, tiene la disponibilidad para
establecer la amplitud de la onda, que varía entre
0% y 90%, e) viscosímetro Brookfield modelo
AST-101 EXTSYETP-HP EXPLOSION PROOF
para medición en línea de viscosidad (sensibilidad
1cSt) y temperatura (sensibilidad 0,01°C).
Procedimiento
Para cada experimento, la operación se inició
con el cargue de 4L de crudo en el tanque TK1.
Posteriormente, el fluido fue bombeado a través
del sistema con un caudal de 11,24cm3/s, pasando
por las zonas de tratamiento ultrasónico, de
medición de viscosidad y regresando al tanque
TK1 para su posterior recirculación y operación
continua. El proceso de bombeo se realizó hasta
alcanzar condiciones estables de operación en la
temperatura (T=307-310K) y la viscosidad, usando
simultáneamente el sistema de calentamiento
para mejorar la movilidad del crudo. Una vez
logrado el estado de estabilidad en el sistema, se
procedió a la aplicación del tratamiento ultrasónico
a las condiciones de ensayo definidas en el diseño
experimental (intensidad sónica y tiempo de
exposición). Después del tratamiento, se estabilizó
la temperatura del sistema (T=308K) para realizar
el monitoreo y registro de los cambios en la
viscosidad del fluido. Con el fin de garantizar la
reproducibilidad de los resultados, se realizó una
etapa de limpieza de la planta con crudo sin tratar
entre cada experimento para evitar contaminación
entre las corridas.
Plan experimental
Con el objetivo de estimar la influencia de las
variables del proceso: temperatura inicial del
tratamiento (T), tiempo de exposición (tu) e
intensidad sónica (I) (relacionada con la amplitud
de la onda) sobre la viscosidad del crudo pesado,
se desarrolló un plan experimental conformado
por dos etapas. En la primera, se estudió la
influencia de la temperatura inicial del tratamiento
a través de un diseño secuencial (2 réplicas, 4
experimentos totales), manteniendo constante la
intensidad sónica y el tiempo de exposición en
niveles definidos (Tabla 2). El planteamiento de
esta clase de diseño para esta variable surgió
como consecuencia de una recomendación que
expresan comúnmente algunos investigadores.
Esta se fundamenta en que cuando no se tiene
un conocimiento previo de la clase de influencia
(positiva o negativa) que tiene la variable a estudiar
en una región experimental específica sobre el
comportamiento de un proceso, es conveniente
realizar un estudio exploratorio de la variable en una
zona de experimentación amplia sin considerar el
efecto de otras variables, y esto se logra solamente
a través de un diseño secuencial. Según esta
recomendación y considerando la inexistencia de
literatura referente al estudio de la temperatura
inicial del fluido en el tratamiento ultrasónico, se
desarrolló el diseño secuencial especificado. La
segunda etapa consistió en determinar la influencia
de la intensidad sónica y el tiempo de exposición,
realizando un diseño factorial 22 con dos réplicas
(8 experimentos totales) como se muestra en la
matriz de diseño (Tabla 3). Para estos ensayos,
la variable temperatura inicial del tratamiento se
estableció en un intervalo estrecho (307-310K).
El dominio experimental de las variables se fijó
de acuerdo a las condiciones límites o críticas de
operación en el proceso, las cuales están ligadas
al diseño de los equipos (forma, tamaño y tipo de
material). Para establecer el límite superior de la
temperatura inicial del tratamiento, se consideró
cual era la máxima temperatura que podría
soportar los equipos del proceso. Para la planta
piloto usada en este trabajo, el sistema de bombeo
tenía una temperatura máxima de operación de
348K (75°C). En consecuencia, el nivel alto para
la temperatura del tratamiento fue 319K (46°C), ya
que las ondas ultrasónicas por su naturaleza física
inducen un calentamiento en el fluido durante su
operación. El nivel bajo se estableció en 308K
(35°C).
Debido a que las pruebas experimentales
consistieron en un tratamiento continuo, se definió
el tiempo de exposición como la cantidad de
tiempo en el cual un elemento de fluido permanecía
en la zona de tratamiento ultrasónico por ciclo de
operación. Según el caudal y las dimensiones de
la zona de ultrasonido, el tiempo de exposición
por ciclo fue 1,89s/ciclo. Debido a que el tiempo
de exposición era muy pequeño, se realizaron
corridas de varios ciclos. Es decir, se hizo pasar
varias veces la cantidad total de fluido por la zona
de tratamiento, indicando de esta manera que el
fluido fue sometido a tiempos de exposición más
prolongados. Los niveles bajo y alto fueron 5,66s
(3 ciclos) y 16,98s (9 ciclos), respectivamente.
El nivel alto del tiempo de exposición se fijó en
9 ciclos debido a que el tiempo de encendido
del procesador ultrasónico está relacionado con
la temperatura máxima que puede soportar el
sistema de bombeo.
La intensidad sónica suministrada por un
procesador ultrasónico es un parámetro que
depende de variables operativas (temperatura,
volumen de fluido), variables de diseño del
generador (amplitud de la onda, potencia
máxima de salida) y propiedades del fluido
(viscosidad). Para conocer este parámetro se
usó la metodología descrita por Ratoarinoro et
al., [24], pero se establece principalmente en el
tablero del generador ultrasónico con la amplitud
de la onda. El nivel bajo y alto para la intensidad
sónica fue 170-250kW/m2 y 400-680kW/m2, que
corresponde a una amplitud de la onda de 20% y
90%, respectivamente.
Estimación de la potencia acústica suministra-da
al fluido (Psum)
Este parámetro es uno de los tantos que conforman
la estructura de descripción y especificación
de un proceso de ultrasonido, ya que permite
conocer la cantidad de energía que suministra
las ondas ultrasónicas al fluido en condiciones
de proceso específicas. Además, es considerado
una estimación importante para realizar estudios
comparativos y garantizar condiciones de
experimentación constantes y reproducibles. Así
mismo, la estimación de esta variable es necesaria
para estudios de optimización en el consumo
de energía eléctrica por parte del generador
ultrasónico.
En este proceso complejo de conversión de energía,
diferentes técnicas de medición de la potencia
acústica suministrada pueden ser usadas [24-28].
Estos métodos se fundamentan en la medición
de efectos primarios o secundarios que surgen
de la propagación de las ondas sónicas, y están
clasificados en: a) métodos que suministran valores
de energía absoluta (mediciones térmicas), b)
métodos basados en presión acústica (fenómenos
ópticos, sondas piezoeléctricas o capacitivas), y c)
métodos basados en efectos no-lineales (fuerza de
radiación) [29]. No obstante, los métodos térmicos
son los más usados y recomendados debido a su
alta confiabilidad [27,30].
Para estimar la potencia acústica suministrada
o disipada en el medio se utilizó el método
calorimétrico que se expresa mediante la Ecuación 1, la cual asume que toda la potencia de entrada
es disipada como calor [27,30,31].
Donde (dT/dt) es la pendiente de la temperatura del fluido versus el tiempo de exposición a las ondas ultrasónicas, m y Cp son la masa y la capacidad calorífica del fluido, respectivamente. Para medir la potencia acústica se realizó un experimento adicional, el cual consistió en cargar la planta piloto con una masa de crudo de 3,9288kg (4 litros) que posteriormente fue sometida a ultrasonido por un periodo de tiempo de 36min y se midió el incremento de temperatura. Esto se realizó para cada una de las amplitudes de la onda acústica (30%, 50%, 70%, 90%) y la temperatura inicial del crudo se estableció en T= 308-309K. Además, se estimó la potencia eléctrica de entrada o de consumo del generador ultrasónico (Pelec) usando la Ecuación 2. Sin embargo, la potencia acústica suministrada y la potencia eléctrica de consumo se reporta usualmente como densidad de potencia (Ecuaciones 3 y 4).
Donde, Iprom es la corriente promedio de consumo,
Vo es el voltaje en el generador, Dsum es la densidad
de potencia acústica suministrada, Delec es la
densidad de potencia eléctrica de consumo y V es
el volumen de fluido.
En la Figura 2 se muestra la funcionalidad de la
densidad de potencia acústica suministrada (Dsum)
y la densidad de potencia eléctrica de consumo
(Delec) con la amplitud de la onda. Las mediciones
se realizaron con un volumen de crudo de 4L y
la temperatura inicial del crudo se estableció en
T= 308-309K. Inicialmente, se observa que cada
una de las densidades de potencia tiene un
comportamiento creciente no lineal a medida que
aumenta la amplitud de la onda. Pero la densidad
de potencia eléctrica presenta un crecimiento más
acentuado que la densidad de potencia acústica.
Los mejores ajustes de una línea de regresión fueron obtenidos con polinomios de segundo orden (Tabla 4). Estos resultados corresponden con la relación teórica entre la potencia de entrada y la amplitud de la onda [32].
Por otro lado, otro parámetro de gran importancia a considerar en la evaluación de la efectividad de la tecnología de ultrasonido, es conocer la eficiencia energética del procesador ultrasónico (ɳP) durante la operación en la conversión de energía eléctrica a energía acústica. Según los experimentos realizados por algunos autores, la eficiencia energética del procesador ultrasónico es dependiente de muchas variables [30,32], y entre las más importantes están: propiedades fisicoquímicas del medio (viscosidad, tensión superficial, impedancia acústica, presencia de partículas sólidas), condiciones de tratamiento (temperatura) y parámetros del generador ultrasónico (tipo de transductor, frecuencia, potencia de entrada, amplitud de la onda) [24,28,33]. Sin embargo, este parámetro puede ser estimado como la relación entre la densidad de potencia acústica suministrada y la densidad de potencia eléctrica de consumo del generador (Ecuación 5).
En la Figura 3 se muestra la relación entre la eficiencia del procesador ultrasónico y la amplitud de la onda. Se aprecia que la eficiencia del procesador ultrasónico disminuye con el incremento de la amplitud de la onda. Este efecto puede ser explicado de la siguiente manera. Inicialmente, un aumento en la amplitud causa un incremento en la magnitud de las pérdidas de potencia por parte de los instrumentos dieléctricos y piezas mecánicas. Este fenómeno fue observado en la investigación realizada por Lin y Zhang [33]. En segundo lugar, un aumento en la amplitud acústica induce un incremento en los niveles de la intensidad de cavitación, y por lo tanto, esto cambia la potencia o carga eléctrica del transductor ultrasónico, el cual tiene una eficiencia menor en amplitudes más altas para la conversión de energía eléctrica a oscilaciones mecánicas [34]. Otra de las posibles razones, es que durante la operación el sistema transfirió energía (calor) por conducción en magnitudes no despreciables para amplitudes más altas (alta temperatura del fluido) a través de zonas metálicas que no se encontraban totalmente aisladas. Esta pérdida de energía afecta los niveles de temperatura, y por lo tanto la estimación de la densidad de potencia acústica.
Es importante mencionar que los niveles de eficiencia energética del procesador ultrasónico logrados en este estudio son superiores a los observados por Sawarkar et al. [35], que se ubicaron alrededor de 3,9%. No obstante, es necesario considerar que este parámetro depende del tipo de procesador ultrasónico y de las propiedades del fluido.
Efecto de la temperatura inicial del tratamiento
En la Figura 4 se presenta el efecto de la
temperatura inicial del tratamiento (T) sobre la
viscosidad aparente de muestras sometidas
a ultrasonido a 307,8K (34,65°C) y 319,21K
(46,06°C) (valores promedio). La intensidad sónica
y el tiempo de exposición de los tratamientos
se establecieron en 400-680kW/m2 y 5,66s,
respectivamente. Inicialmente, se puede observar
un ligero aumento en la viscosidad de 3cSt (0,09%)
para la muestra tratada a 307,8K, mientras que
para una temperatura de 319,21K la viscosidad
se reduce en 2cSt, presentando una magnitud
de 3210cSt. Sin embargo, se considera que los
valores promedio de la viscosidad de las muestras
tratadas son estadísticamente iguales al valor de
la viscosidad del crudo sin tratamiento, a causa
que los intervalos de las desviaciones del error de
los datos se traslapan. Este comportamiento indica
que la temperatura inicial del tratamiento no tiene
ningún efecto sobre la efectividad de la energía
ultrasónica hacia la reducción de la viscosidad.
De acuerdo a estos resultados, se puede afirmar
que la temperatura inicial del tratamiento en el
intervalo estudiado no tiene un efecto importante
ni positivo en el desempeño de las vibraciones
ultrasónicas hacia la reducción de la viscosidad
de los crudos pesados. Sin embargo, existe la
posibilidad de que a temperaturas más altas de
tratamiento (T>323K) la energía sónica pueda
inducir cambios químicos severos a través del
fenómeno de cavitación acústica, ya que a estas
condiciones el umbral de cavitación podría ser
reducido significativamente, debido a la fuerte
interrelación que existe con la viscosidad y la
presión de vapor del crudo [36,37]. En este sentido,
Zhonglin et al. [37] evaluaron el efecto de la
temperatura del tratamiento, tiempo de exposición
e intensidad sónica sobre la viscosidad de un
residuo de vacío. Los autores encontraron que la
temperatura óptima para reducir la viscosidad se
ubicó alrededor de 453K (180°C).
Efecto del tiempo de exposición
En la Figura 5 se muestra el efecto del tiempo de
exposición (tu) en el tratamiento ultrasónico sobre
la viscosidad aparente de muestras sometidas a
5,66 y 16,98s. La temperatura de los experimentos
se preservó en el intervalo 307-310K, y las
intensidades sónicas (I) fueron 170-250kW/m2 y
400-680kW/m2. Los datos de viscosidad que se
muestran en la figura son valores promedio según
la Tabla 6. De esta figura se puede observar un
aumento moderado en la viscosidad de 85cSt
(I=170-250kW/m2) y 44cSt (I=400-680kW/m2),
respectivamente, para las muestras expuestas
a ultrasonido por un periodo de tiempo de
5,66s. Este cambio no deseado en la viscosidad
también ha sido observado en otros estudios
[23,38]. Actualmente, no existe una explicación
contundente y verosímil entre los investigadores
con respecto a este comportamiento. Sin embargo,
en un trabajo reciente se afirma que el aumento
en la viscosidad de las muestras después del
tratamiento ultrasónico se debe posiblemente a
un incremento en la dispersión y disolución de
los agregados moleculares resina-asfalteno (R-A)
[23], lo cual no ha sido verificado.
Por otra parte, se logra visualizar una reducción en la viscosidad de 40cSt (I=170-250kW/m2) y 30cSt (I=400-680kW/m2) para las muestras sometidas a un tiempo de exposición más extenso de 16,98s. Esto se debe a que en estas condiciones de tratamiento se logran niveles más altos de energía acústica que superan las energías de interacción (asociación) entre monómeros de resinas, logrando una posible perturbación en la solvatación de los asfaltenos. Pero la energía acústica generada no es lo suficientemente elevada para superar las energías de interacción entre las estructuras laminares de los monómeros de asfaltenos (Tabla 5). En consecuencia, el impacto generado sobre la estructura coloidal de los aglomerados asfalteno-resina no es transcendental, induciendo solamente una reducción moderada en la viscosidad. Esto finalmente es una disputa entre los esfuerzos generados por la energía sónica y las fuerzas físicas de interacción (Van der Waals, puentes de hidrógeno, transferencias de carga) que mantienen la estructura de los asfaltenos y las resinas en un estado de equilibrio con los demás componentes del crudo.
Otro de los comportamientos interesantes que se observa en la Figura 5, es la presencia de dos etapas características. Una etapa I que se identifica por un aumento en la viscosidad a tiempos cortos de exposición hasta alcanzar posiblemente un punto máximo, y consecutivamente una etapa II descrita por un descenso en la viscosidad a medida que se prolongan los periodos de tiempo de exposición. Además, se puede apreciar que este comportamiento es independiente del valor establecido para la intensidad sónica en los intervalos estudiados. En algunos trabajos también se reporta este tipo de comportamiento [23,38], inclusive los autores visualizan una etapa final III donde la viscosidad presenta nuevamente un aumento a tiempos de exposición muy extensos. Adicionalmente, se puede notar que la variable tiempo de exposición tiene un efecto moderado sobre la viscosidad, ya que genera un cambio de 3,2% en promedio cuando su magnitud cambia desde el nivel bajo (5,66s) al alto (16,98s).
Finalmente, según estos resultados se puede manifestar que el proceso de reducción de viscosidad a través de energía sónica es favorecido por el incremento del tiempo de exposición, logrando una máxima reducción de 1,32%. Sin embargo, el porcentaje de reducción de viscosidad logrado en estos experimentos no es significativo desde un punto de vista práctico. Otros autores han observado reducciones de viscosidad más significativas, alrededor de 12- 25% [11,22]. Esto se debe a que en estos estudios los tiempos de exposición son más extensos, cercanos a 15-90min. En estas condiciones existe la posibilidad de generar niveles de energía acústica de gran magnitud que pueden perturbar más eficientemente la estructura del sistema coloidal e inducir un cambio reológico importante en el crudo.
Efecto de la intensidad sónica
En la Figura 6 se presenta la influencia de la
intensidad sónica (I) sobre la viscosidad aparente
de muestras expuestas a 170-250kW/m2 y 400-680kW/m2. La temperatura del crudo en los
ensayos se estableció en el intervalo T=307-310K,
y el tiempo de exposición fue 5,66s y 16,98s. Los
datos de viscosidad que se esquematizan en
la Figura son valores promedio según la Tabla 6. En primera instancia, se logra apreciar que la
intensidad sónica puede tener un efecto favorable
o desfavorable hacia la reducción de la viscosidad
dependiendo de la magnitud del tiempo de exposición.
Por ejemplo, para I=170-250kW/m2 y tu=5,66s se
observa un aumento en la viscosidad de 2,8%,
mientras que para la misma intensidad sónica
(170-250kW/m2) pero con un tiempo de exposición
más extenso de 16,98s, se logra una reducción en
la viscosidad de 1,35%. Este comportamiento se
presenta igualmente para una intensidad sónica
mayor de 400-680kW/m2. Con estos resultados se
puede inferir que las variables intensidad sónica
y tiempo de exposición presentan un efecto de
interacción sobre la viscosidad del crudo en el
tratamiento ultrasónico. Es decir, que el efecto
que ejerce la intensidad sónica sobre la viscosidad
depende del nivel establecido para el tiempo de
exposición. Este es un resultado importante para
la comprensión del compartimento del proceso
de ultrasonido, ya que hasta el momento según
lo mencionado por la literatura [10], el proceso
de reducción de viscosidad usando energía
ultrasónica es más eficiente cuando se incrementa
la intensidad sónica. Sin embargo, es necesario
mencionar que las condiciones de operación sobre
las cuales se realizaron los experimentos no fueron
las mismas que se establecieron en este trabajo.
Por otra parte, se observa que cuando la intensidad
sónica cambia de su nivel bajo (170-250kW/m2)
al alto (400-680kW/m2) las alteraciones en la
viscosidad no son severas (0,82% en promedio),
indicando que esta variable tiene un efecto de
menor magnitud que el tiempo de exposición
(3,2%). Otro aspecto interesante que se puede
observar, es la trayectoria que sigue la viscosidad
aparente cuando se incrementa la intensidad
sónica para un tiempo de exposición específico. Por
ejemplo, para tu=5,66s un cambio en la intensidad
sónica de 170-250kW/m2 a 400-680kW/m2 genera
una reducción en la viscosidad de 1,32% relativa
al valor correspondiente de I=170-250kW/m2. Esto
indica que si se continua con este comportamiento
decreciente, existe la posibilidad de que para
intensidades superiores (I>700kW/m2) se genere
una reducción más profunda en la viscosidad en
contraste con la viscosidad del crudo sin tratar.
Sin embargo, es necesario realizar experimentos
adicionales en estos nuevos intervalos que afirmen
o refuten lo expresado.
Análisis estadístico
Como fase final de este estudio se realizó un análisis
estadístico con el fin de estimar la significancia
estadística de los efectos de las variables sobre
el proceso, obtener una ecuación matemática que
modele la variación de la variable de respuesta, y
finalmente determinar el mejor punto experimental.
Para este análisis se consideró como variables de
entrada o factores de diseño, la intensidad sónica y
el tiempo de exposición, y como variable de salida,
la viscosidad aparente del crudo. Los datos usados
en este análisis se muestran en la Tabla 6, y se
usó como herramienta computacional statgraphics
centurion XVII (versión de evaluación).
Modelo estadístico e hipótesis de interés. El modelo estadístico de efectos para el diseño experimental desarrollado en este trabajo, está dado por:
Donde Yijk es la variable de respuesta, μ es la media
general, αi es el efecto debido al i-ésimo nivel del
factor A, βj es el efecto del j-ésimo nivel del factor
B, (αβ)ij representa al efecto de interacción en la
combinación ij y εijk es el error aleatorio que se
supone sigue una distribución normal con media
cero, varianza constante y son independientes
entre sí.
Las hipótesis de interés a evaluar para los tres
efectos en el modelo anterior son: (Ho: hipótesis
nula; HA: hipótesis alternativa)
Ho: Efecto individual de (A) = 0
HA: Efecto individual de (A) ≠ 0
Ho: Efecto individual de (B) = 0
HA: Efecto individual de (B) ≠ 0
Ho: Efecto de interacción (AB) = 0
HA: Efecto de interacción (AB) ≠ 0
Análisis de varianza. En la Tabla 7 se muestra
el análisis de varianza (ANOVA) para este diseño.
Inicialmente, se puede observar que la variación total
de los datos es de 21864 (SCT). De esta cantidad,
el 90,6% se debe al tiempo de exposición, 6,18%
corresponde a la interacción AB, 2,19% representa
la variable intensidad sónica, y solamente el 1,05%
corresponde al error experimental. Al ponderar
la suma de cuadrados por los correspondientes
grados de libertad, se obtienen los cuadrados
medios (CM) que reflejan la magnitud real de cada
fuente de variación. De esta manera, vemos que el
CM del error es el único que cambia de 231 a 57,75.
Por lo tanto, las magnitudes de los CM del tiempo de
exposición, la intensidad sónica y la interacción AB
son 342,87; 8,32 y 23,41 veces más grandes que el
CM del error, lo cual indica que la variación asociada
a los efectos A, B y AB son significativos y que no se
deben a pequeñas variaciones muestrales (error).
Por otra parte, si el valor-p es menor al nivel de
significancia α prefijado se rechaza la hipótesis
nula Ho y se concluye que el correspondiente efecto
influye en la variable de respuesta. En la mayoría
de los análisis se define comúnmente α= 0,05. Al
visualizar el ANOVA se puede manifestar que con
un nivel de confianza del 95%, los tres efectos A:
intensidad sónica, B: tiempo de exposición y la
interacción doble (AB) están activos e influyen
sobre la viscosidad aparente del crudo. Además,
observando la magnitud del estadístico de prueba
Fo, se puede decir que el efecto más importante
es el factor tiempo de exposición seguido por la
interacción AB y la intensidad sónica.
Interpretación de los efectos. De acuerdo con el ANOVA, tanto los efectos principales (Intensidad sónica y tiempo de exposición) como el efecto de interacción (Intensidad sónica x tiempo de exposición) tienen un efecto significativo sobre la viscosidad aparente del crudo pesado. En la Figura 7a se muestran los efectos principales de los factores, en cuyo eje horizontal se ubican los niveles del factor y en el eje vertical se encuentra la media de la respuesta observada en los correspondientes niveles. En esta Figura se puede observar que el factor tiempo de exposición tiene un efecto más significativo que la intensidad sónica sobre la viscosidad, como se había concluido anteriormente en el ANOVA. Sin embargo, dado que el efecto de interacción AB resulta significativo y que los efectos de interacción tienen prioridad con respecto a los efectos principales, prácticamente toda la información relevante del comportamiento del proceso se debe obtener de la representación gráfica de la interacción AB (Figura 7b). De esta Figura se puede observar algo de la física del proceso, se puede afirmar que cuando el tiempo de exposición se encuentra en su nivel alto, la intensidad sónica no afecta de manera significativa la viscosidad del crudo, por el contrario, cuando el tiempo de exposición se encuentra en su nivel bajo, la intensidad sónica tiene un efecto considerable sobre la viscosidad. En otras palabras, al estar el tiempo de exposición en su nivel alto, la viscosidad tendrá un valor bajo sin importar el valor de la intensidad sónica.
Como se presentó anteriormente el objetivo
principal del tratamiento ultrasónico es reducir
la viscosidad del crudo pesado. Entonces,
de acuerdo a lo observado, el mejor punto
experimental es cuando el tiempo de exposición
se encuentra en su nivel alto y la intensidad
sónica puede tomar tanto el nivel bajo como alto,
denotado como: (A+, B+) o (A-, B+), ya que ambos
logran prácticamente los mismos resultados. La
decisión final de cuál de los dos utilizar se puede
tomar con otros criterios, por ejemplo el consumo
de energía eléctrica del procesador.
Los anteriores resultados son de gran importancia
en la comprensión del comportamiento del
proceso, ya que hasta el momento no se tenía una
conclusión que afirmara la existencia de un efecto
de interacción de variables. Todos los estudios
reportados realizaron diseños experimentales
secuenciales, donde no es posible realizar este
tipo de análisis.
Diagnóstico. La verificación de los supuestos del modelo estadístico es una etapa fundamental de análisis que permite validar o refutar los resultados obtenidos en cualquier análisis de varianza, de ahí su importancia de ser realizado después de una fase de interpretación de resultados experimentales. La validez de los resultados obtenidos queda supeditada a que los supuestos del modelo se cumplan, si estos son infringidos fuertemente existe una gran posibilidad de obtener conclusiones erróneas y de incurrir en una comprensión desacertada del comportamiento del proceso. Los supuestos del modelo son: normalidad, varianza constante e independencia. Es decir, la variable de respuesta (Y) se debe distribuir de manera normal, con la misma varianza en cada tratamiento y las mediciones deben ser independientes. Estos supuestos sobre Y se traducen en supuestos sobre el termino error (ε) en el modelo. Es una práctica común utilizar la muestra de residuos para comprobar los supuestos del modelo, ya que si los supuestos se cumplen, los residuos o residuales se pueden ver como una muestra aleatoria de una distribución normal como media cero y varianza constante. Los residuos eij se definen como la diferencia entre la respuesta observada (Yij) y la respuesta predicha por el modelo (Ŷij) (Ecuación 7, Ῡij es la media de las observaciones del i-ésimo tratamiento), lo cual permite hacer un diagnóstico más directo de la calidad del modelo, ya que su magnitud señala que tan bien describe los datos experimentales.
Para comprobar cada supuesto se usaron las pruebas gráficas. Estas tienen el inconveniente de que no son "exactas" debido al criterio subjetivo del observador, pero aun así, en la mayoría de las situaciones prácticas proporcionan la evidencia suficiente en contra o a favor de los supuestos.
Normalidad. Un procedimiento gráfico para verificar el cumplimiento del supuesto de normalidad consiste en esquematizar los residuos en la gráfica de probabilidad normal. Si los residuos tienden a quedar alineados en una línea recta, se concluye que el supuesto de normalidad se cumple. Al observar la Figura 8 donde se muestra los datos, se puede afirmar que los residuos siguen una distribución normal, y por lo tanto el supuesto de normalidad no se infringe.
Varianza constante. Una forma de verificar este
supuesto es bosquejar los residuos contra los
predichos (ei vs Ŷij). Si los puntos de esta gráfica
se distribuyen de manera aleatoria en el sentido
vertical dentro de una banda horizontal sin ningún
patrón claro y contundente, entonces es señal de
que se cumple el supuesto de que los tratamientos
tienen igual varianza.
En la Figura 9a se esquematiza la relación entre los
residuos y los predichos del modelo. Inicialmente,
se observa la existencia de un gran espacio
horizontal entre los datos. Esto se debe a que son
solo cuatro puntos de diseño y que las variables
estudiadas generan cambios significativos en la
variable de respuesta, lo cual fue demostrado en
el ANOVA. Por otra parte, se puede observar una
diferencia notable en la amplitud de la dispersión
de los datos con referencia a la media 0. En los
predichos de baja magnitud se presenta una
dispersión más compacta en relación con los
predichos de alto valor. Este comportamiento
podría ser un indicativo de que el supuesto de
varianza constante no se cumple. Sin embargo, en
este caso no es una situación grave que pudiera
afectar las conclusiones del ANOVA. Además, en
la interpretación de esta gráfica debe considerarse
que, en estadística las pequeñas diferencias por
lo general nos son significativas, y también debe
tenerse en cuenta la cantidad de observaciones
realizadas en cada nivel del factor, puesto que
este hecho puede impactar la dispersión aparente
en cada tratamiento.
Otra gráfica que ayuda a verificar el supuesto y
puede proporcionar información del origen de la
dispersión, es la gráfica de residuos contra niveles
de cada factor. En el eje horizontal se sitúan los
tratamientos o los niveles de un factor, y en el eje
vertical se agregan los residuos correspondientes
a cada tratamiento o nivel de factor. Si se cumple
el supuesto de varianza constante, se espera
que la amplitud de la dispersión de los puntos en
cada nivel de factor tienda a ser similar; y no se
cumplirá el supuesto si hay diferencias fuertes en
esta amplitud.
En la Figura 9b se muestra la relación entre los
residuos y los niveles del factor intensidad sónica.
Se puede observar que la amplitud de la dispersión
de los datos en los dos niveles es muy similar,
indicando que el principio de varianza constante
en el caso de la intensidad sónica si se cumple.
Sin embargo, observando la Figura 9c donde se
esquematiza los datos de residuos vs los niveles
de la variable tiempo de exposición, se logra
visualizar una gran diferencia en las amplitudes
de dispersión entre los datos, revelando una
violación del supuesto de varianza constante. Sin
embargo, la menor dispersión ocurre justo en los
puntos experimentales donde la viscosidad del
crudo es menor (A+, B+ o A-, B+), lo cual refuerza
las conclusiones obtenidas referentes al mejor
tratamiento experimental en el proceso.
Finalmente, se puede enunciar que la violación
de este supuesto no es preocupante, y se puede
considerar que el nivel de incumplimiento es
mínimo y no afecta radicalmente las conclusiones
obtenidas anteriormente.
Independencia. La suposición de independencia en los residuos puede verificarse si se esquematiza el orden en que se colectaron los datos contra el residuo correspondiente. De esta manera, si al graficar en el eje horizontal el tiempo (orden de la corrida) y en eje vertical los residuos se detecta una tendencia o patrón no aleatorio claramente definido (por ejemplo, perfiles que ascienden o descienden), esto es evidencia de que existe una correlación entre los errores. Es decir, experimentos iniciales realizados que influenciaron la variable de respuesta en experimentos posteriores, y por lo tanto, el supuesto de independencia no se cumple. En la Figura 10 se muestra la relación entre los residuos y el orden de corrida. Se puede observar a primera vista una tendencia aleatoria en los residuos consecutivos. Sin embargo, se aprecia que existe un patrón no consecutivo de simetría de un pequeño grupo de residuos alrededor del eje horizontal. Teniendo en cuenta la definición anterior, este comportamiento podría ser considerado como un indicativo de la violación del supuesto de independencia. No obstante, realizando una revisión detallada de los datos experimentales se puede afirmar que la simetría presente se debe simplemente a que se realizaron dos replicas al diseño experimental. En consecuencia, cuando se estiman los residuales (Ecuación 7) de dos experimentos en un punto del diseño, la desviación correspondiente a la diferencia entre el valor de la corrida y la media de las observaciones en el punto experimental es de la misma magnitud y solo difiere en el signo, ya que la media representa el punto central de los dos experimentos. Por ejemplo, la corrida 5 es la réplica de la corrida 1, y observando la figura vemos que los residuales son 7 y -7, respectivamente. De acuerdo a lo anterior, se puede enunciar que no se presenta una violación al supuesto de independencia, y por lo tanto las conclusiones obtenidas no se ven afectadas.
En la etapa de estimación de la eficiencia
energética del procesador ultrasónico, se encontró
que la densidad de potencia eléctrica de consumo
del generador ultrasónico y la densidad de
potencia acústica presentan un comportamiento
creciente no lineal a medida que aumenta la
amplitud de la onda, descrito por polinomios
de segundo orden. Además, se observó que la
eficiencia del procesador ultrasónico disminuye
con el incremento de la amplitud de la onda,
presentando valores entre 9,91 y 11,08%.
Esto indica que casi el 90% de la energía de
entrada al generador es desperdiciada debido a
limitaciones que se presentan en los instrumentos
piezoeléctricos y pizas mecánicas que conforman
el equipo de ultrasonido. No obstante, también es
necesario considerar que la eficiencia energética
del procesador depende de las propiedades del
fluido.
En la evaluación de la influencia de las variables de
proceso, se encontró lo siguiente: 1) La temperatura
inicial del tratamiento en el intervalo estudiado
(308-319K) no tiene un efecto significativo en el
desempeño de las vibraciones ultrasónicas hacia
la reducción de la viscosidad del crudo pesado.
2) La reducción de la viscosidad es favorecida
por el incremento del tiempo de exposición. Sin
embargo, el porcentaje de reducción de viscosidad
logrado en los experimentos (0,99 y 1,35%) no es
significativo desde un punto de vista práctico. 3) La
intensidad sónica en los niveles estudiados (170-
250 y 400-680kW/m2) tiene un efecto favorable o
desfavorable hacia la reducción de la viscosidad
dependiendo del valor establecido para el tiempo
de exposición, lo cual indica que el comportamiento
del proceso está regido por la interacción de estas
variables operativas.
En la etapa de estimación de la energía acústica
suministrada al fluido, se encontró que para las
condiciones de operación que ocasionan una
reducción en la viscosidad se alcanzan niveles
de energía que se sitúan en el mismo rango
de magnitud de las energías de interacción
que mantienen enlazados los monómeros de
resinas. Esto indica la posibilidad de una ruptura
de estos enlaces, induciendo un cambio en el
sistema coloidal para favorecer la reducción en la
viscosidad. Sin embargo, no se logra superar las
fuerzas de interacción entre los núcleos aromáticos
que conforman las estructuras primarias de los
asfaltenos (monómeros). Estos hechos sugieren
la posibilidad de generar una reducción más
profunda en la viscosidad a través del suministro
de mayores niveles de energía acústica al medio,
explorando nuevas regiones en las variables
operativas: intensidad sónica (500-1000 kW/m2)
y tiempo de exposición (>60s). Esto se podría
lograr mediante el uso de equipos ultrasónicos
más robustos en la capacidad de suministro de
potencia y sistemas modulares de procesadores
ultrasónicos en serie (clusters).
El análisis de varianza demostró que los
efectos de los factores, A: Intensidad sónica, B:
tiempo de exposición, y la interacción (AB) son
estadísticamente significativos (están activos)
e influyen sobre la variabilidad de la viscosidad,
predominando en el comportamiento físico del
proceso el efecto de interacción. Además, se
encontró que la magnitud de los efectos de las
variables siguen el siguiente orden de mayor
a menor, tiempo de exposición>interacción
(AB)>intensidad sónica.
Según los resultados experimentales, se puede
afirmar que el tratamiento ultrasónico en un
sistema de flujo continuo en las condiciones de
proceso estudiadas no constituye una alternativa
viable para reducir la viscosidad y facilitar el
transporte del crudo pesado evaluado en este
trabajo, a causa de que la extensión lograda en la
reducción de la viscosidad no es trascendental. No
obstante, la naturaleza de los posibles fenómenos
o mecanismos promotores de los cambios físicos
y químicos en el fluido, permiten inducir que la
efectividad del tratamiento ultrasónico hacia la
reducción de la viscosidad podría ser potenciada
evaluando nuevos caminos que reestructuren
el proceso. Uno de ellos seria favorecer las
condiciones para la cavitación acústica modificando
las propiedades fisicoquímicas del alimento. Por
ejemplo: mezclas de crudo/diluyente, emulsiones
inversas, inyección de gases en el fluido etc.
Los autores expresan su gratitud a Ecopetrol S.A - ICP, Universidad Industrial de Santander, y Grupo de investigación modelamiento de procesos de hidrocarburos (GMPH) por proporcionar los recursos académicos, técnicos, humanos y financieros para el desarrollo de esta investigación.
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