Editorial
Mujeres con
cardiopatías congénitas y embarazo, una asociación en ascenso
Women with congenital cardiopathies and pregnancy, an ascenting
association
Nathalia Jácome-Pérez*
*Estudiante
de IX Semestre de Medicina. Escuela de Medicina. Facultad de Salud. Universidad
Industrial de Santander. Editor en Jefe Revista Médicas UIS. Editora Asociada
Departamento Editorial. Bucaramanga. Santander. Colombia.
Correspondencia: Sra. Nathalia Jácome-Pérez. Dirección: Carrera 36 # 204-59
Floridablanca, Santander, Colombia.
Correo electrónico:
La Enfermedad Cardiaca (EC) corresponde a una
de las primeras causas de muerte en todo el mundo. Dentro de estas, la
Enfermedad Cardiaca Congénita (ECC) en la edad adulta ha incrementado su
prevalencia en los últimos años debido a los avances tanto en el cuidado médico
como en la cirugía cardiaca, lo cual permite que la asociación ECC y embarazo
sea cada vez más probable. La prevalencia de ECC corresponde alrededor del 0,4%
al 1,5% y de estos más del 90% llega a edad reproductiva(1),
(2). Adicionalmente, la prevalencia de EC en el embarazo se encuentra
cerca del 1% y constituye uno de los principales factores que aumentan la
morbimortalidad en la gestante y en el feto(3).
Con respecto a las complicaciones por EC, estas se han registrado en Estados
Unidos entre el 0,2% al 3% de los embarazos(4).
Dentro de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, la salud materna se reconoce como uno de los
principales proyectos, estableciéndose como líneas de meta para Colombia en el
2015, de acuerdo a la CONPES 140, una tasa de mortalidad materna de 45
gestantes por 100 000 nacidos vivos(5). Ya que son las EC en el
embarazo la primera causa indirecta de mortalidad(6),
asociándose a diversas complicaciones maternas y neonatales como preeclampsia y restricción del crecimiento intrauterino,
entre otras(7); es importante que el personal de salud reconozca el
riesgo en el que se encontraría este binomio madre-feto para un diagnóstico
oportuno y un manejo integral con el fin de reducir la incidencia de
complicaciones.
Durante el embarazo se presentan cambios en todos los
sistemas de la madre para brindar los requerimientos necesarios para la
placenta, el feto y el aumento del útero a lo largo de la gestación. Con
respecto a las principales modificaciones en el sistema cardiovascular se
observa una disminución de la resistencia vascular sistémica que conlleva a un
leve descenso en la presión arterial y con ello un aumento del gasto cardiaco
de aproximadamente un 30% a 50%(8). Toda condición materna,
especialmente la presencia de EC que limite el incremento del gasto cardiaco,
favorece una mala adaptación de la gestación y con esto un mayor riesgo de complicaciones(9).
Adicionalmente, tanto el
incremento en el volumen intersticial, que aumenta su concentración desde la
semana seis de embarazo logrando valores de hasta 50% más del volumen inicial, como
la frecuencia cardiaca (registrándose un ascenso de hasta 10 a 15 latidos),
conllevan al incremento de la precarga y la concentración de CO2 que en algunas
EC no son bien tolerados. Además, durante el tercer trimestre por el incremento
en el tamaño uterino, durante la posición supina ocurre una compresión de la
vena cava inferior que reduce el retorno venoso en aproximadamente un 25%(10).
Por otra parte, durante el trabajo de parto las contracciones uterinas
favorecen el retorno venoso de más de 500mL, el cual lleva a un aumento del volumen
circundante y por ende, del gasto cardiaco, hecho por el cual la terminación
del embarazo por vía baja está contraindicado para algunas EC por riesgo de
descompensación(11)
RIESGO
EN EL EMBARAZO
Se han realizado varias
escalas y clasificaciones para determinar el riesgo de complicaciones en el embarazo
en la gestante con EC. La OMS plantea una clasificación de fácil acceso y
aplicación, en la que si la mujer tiene alguna de las patologías descritas en
la categoría cuatro, el embarazo está contraindicado(12)
(Ver Tabla 1). Por otro lado, se encuentra el estudio CARPREG en donde se
realizó una escala de riesgo que estima la probabilidad de complicaciones
cardiacas en las gestantes; sin embargo, se ha reportado una mejor correlación riesgo
de complicaciones-EC con la escala planteada por ZAHARA(13) para la
evaluación de mujeres con esta patología y que desean embarazarse.
La estratificación del riesgo
de la paciente permite conocer la probabilidad que tiene la mujer con EC de
presentar complicaciones durante su embarazo, es por ello que la consulta preconcepcional ofrece una valoración integral, que le
brinda a la gestante el conocimiento sobre los posibles riesgos si desea embarazarse10 y cuáles son los cuidados y monitoreo
que se recomiendan en caso de continuar con el propósito de embarazo.
Tabla 1. Clasificación del riesgo en el
embarazo por enfermedad cardiaca de acuerdo a la OMS.
CIV: comunicación interventricular, CIA:
Comunicación Intrauricular, FE: fracción de eyección.
Fuente: tomado y modificado de Thorne et al12, Hebson et al13
Dentro de las ECC más frecuentes en mujeres
con deseos de embarazarse o en gestación, se encuentran los defectos del
tabique auriculoventricular, así como la tetralogía
de Fallot corregida. Estas patologías cursan con
buena adaptabilidad y toleran los cambios hemodinámicos generados durante el
embarazo. En el caso particular de la tetralogía de Fallot,
se debe tener en especial consideración factores como hematocrito mayor a 60%,
cianosis representada por saturación de oxigeno menor a 80%, presión sistólica
de ventrículo derecho mayor al 50% de la presión arterial sistémica o
antecedentes de síncope, dado que los anteriores son considerados indicadores
de mal pronóstico(14).
Por otro lado, en menor
prevalencia se observa coartación de aorta, síndrome de Eisenmenger
y la hipertensión pulmonar, las cuales cursan con mal pronóstico y se asocian a
un alto riesgo de complicaciones en el embarazo e incluso la muerte de la gestante(15); tal es el caso de
mujeres con síndrome de Eisenmenger, donde se ha
alcanzado una tasa de mortalidad materna de hasta el 50%(16). El
estudio de la cardiopatía y en especial el riesgo que posee, (estabilidad,
necesidad de medicamentos) permite evaluar que tan probable es la presentación
de complicaciones durante el embarazo dados los cambios hemodinámicos que
ocurren en este.
La presencia de complicaciones maternas o
prenatales depende en gran medida del tipo y la severidad de la ECC. De acuerdo
a Siu et al,
se identificarón como principales factores de riesgo,
según la clasificación OMS del riesgo de EC en el embarazo, la cianosis,
disfunción sistólica ventricular izquierda y obstrucción izquierda, los cuales
determinan riesgo de complicación materna(17). Se ha asociado la presencia
de EC con mayor incidencia de trastornos hipertensivos asociados al embarazo
(del 5,5% al 13%) y preeclampsia (3,2% al 10%)(18), fundamentado en la mayor
presencia de radicales libres y activación del mecanismo de estrés oxidativo.
En lo referente a predictores de
complicaciones, Drenthen et al, realizaron un
análisis multivariado con 1392 gestantes con ECC, donde observaron que la
regurgitación de válvula pulmonar moderada a severa (OR 2,3; IC 1,1-5,0), la
presencia de una EC cianosante (OR 3; IC 1,7-5,0) o
válvula mecánica (OR 74,7; IC 5,3-10,57), la clase funcional NYHA (OR 2,2; IC
1,1-4,5), historia de arritmias (OR 4,3; IC 1,8 – 10,2) se comportan como
factores predictores de complicaciones cardiacas en la gestante(19).
Con respecto a complicaciones fetales, estas
rondan desde una mayor presentación de aborto espontáneo entre el 15% y 25% e
incremento del parto pretérmino, asociándose desde el
10% hasta el 65% dependiendo de la complejidad de la ECC. Otras complicaciones
documentadas incluyen bajo peso al nacer, restricción de crecimiento
intrauterino, síndrome de distress respiratorio y
hemorragia intraventricular. Se ha reportado que el
riesgo de mortalidad perinatal es cuatro veces mayor comparado con las
gestantes sin ECC, siendo de casi el 30% en mujeres con síndrome de Eisenmenger(20).
De acuerdo a un estudio
realizado por Khairy P et al, en gestantes con ECC se registraron con mayor frecuencia
edema pulmonar en un 16%, eventos obstétricos como preeclampsia
y hemorragia postparto en un 11% y eventos neonatales en un 27,8%. Dentro de
estos últimos se presentó en mayor porcentaje el parto pretérmino,
bajo peso al nacer y síndrome de distress
respiratorio en un 20%, 8,3% y 8,3%, respectivamente. Se han identificado como
factores de riesgo importantes en las complicaciones neonatales el tabaquismo
durante el embarazo (OR 8 - p
0,0191), arritmia sintomática durante el embarazo (OR 5,2; p 0,0360) e historia de cianosis (OR 2,1; p 0,0322)(21).
Es importante que las mujeres
en edad reproductiva que posean una ECC y manifiestan su deseo de embarazo o
gestantes con ECC, que no están siendo valoradas por cardiología, sean
asesoradas por el personal de salud y se les mencione los beneficios de asistir
a consulta con el especialista, con el fin de estratificar el riesgo de
complicaciones durante y después del embarazo, la forma en que se llevará el
control de su cardiopatía y la asignación del nivel de complejidad de la
institución de salud para vigilancia y término de su embarazo. Se debe
incentivar la consulta preconcepcional a toda mujer
con ECC y paridad insatisfecha, con el fin de brindar educación sobre su
patología y como esta puede descompensarse por el embarazo(20),
(22).
Una paciente informada, con
conocimiento del comportamiento de su ECC y los riesgos a los que se puede
enfrentar durante la gestación, permitirá la toma consciente de la decisión
sobre embarazarse, la aceptación de los nuevos estilos de vida y entorno
saludable, así como la adherencia a tratamiento,
control e identificación de signos de alarma para consulta en urgencias(23).
Los continuos avances en el
diagnóstico y tratamiento de ECC han ampliado la expectativa de vida de los
pacientes con esta patología. Su aumento en la prevalencia favorece que la
asociación embarazo y ECC sea cada vez más probable. Por esto, es importante
que el personal de salud identifique los riesgos a los cuales está expuesta
toda mujer con ECC con deseo de embarazarse, brindándoles un manejo
multidisciplinario para el binomio madre-feto.
La consulta preconcepcional en estas pacientes
se convierte en una herramienta valiosa para que tanto ella como su familia
conozcan el riesgo de complicaciones durante el embarazo y tomen una decisión
consciente y responsable. Dado los múltiples cambios hemodinámicos durante la
gestación que pueden descompensar la ECC sumado a la historia previa de la
patología, es indispensable la identificación de factores de riesgo, el
monitoreo periódico y la enseñanza de signos de alarma en las gestantes con
ECC, con el fin de minimizar complicaciones maternas y prenatales o en caso de
presentarse, realizar un diagnóstico y tratamiento oportuno. Es claro que estas
dos situaciones, ECC y embarazo, seguirán aumentando su presentación conjunta,
por tanto el conocimiento por parte del personal de salud favorecerá que
complicaciones fatales tales como muerte materna o neonatal, preeclampsia, restricción de crecimiento intrauterino,
entre otras disminuyan.
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¿Cómo
citar este artículo?: Jácome-Pérez N. Mujeres con cardiopatías congénitas y
embarazo, una asociación en ascenso. MÉD.UIS. 2017; 30(1):9-12.