https://doi.org/10.18273/revmed.v30n1-2017010
Revisión de Tema
Cambios corneales producidos por la cirugía refractiva con excimer
láser: revisión de tema
Changes produced by corneal refractive
surgery with excimer laser: a review
Virgilio Galvis*
Alejandro Tello*
Luis Carlos Jaramillo**
Ángela M. Castillo***
Luis A. Pareja****
Paul A. Camacho*****
*Médico Oftalmólogo. Centro Oftalmológico
Virgilio Galvis. Docente. Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Facultad de Salud. Escuela de Medicina. Floridablanca. Colombia.
**Residente
de Oftalmología IV Año. Universidad Autónoma de Bucaramanga. Facultad de Salud.
Escuela de Medicina. Floridablanca. Colombia. ***Médico Oftalmólogo.
Centro Oftalmológico Virgilio Galvis. Floridablanca. Colombia.
****Médico
General. Centro Oftalmológico Virgilio Galvis. Floridablanca. Colombia.
*****
Médico Epidemiólogo. Sub-Dirección de Investigación y Desarrollo. Fundación
Oftalmológica de Santander FOSCAL. Docente. Universidad Autónoma de
Bucaramanga. Facultad de Salud. Escuela de Medicina. Floridablanca. Colombia.
Correspondencia: Dr.
Alejandro Tello. Dirección: Centro Oftalmológico Virgilio Galvis. Centro Médico Ardila Lulle. Torre A. Piso 3. Módulo 7.
Teléfono:+57 7 6392929. FAX: 57 7 6392626. Floridablanca. Colombia. Correo electrónico:
alejandrotello@gmail.com
El auge de la cirugía
refractiva con excimer láser en las últimas dos décadas se ha reflejado en que
un grupo creciente de pacientes con antecedente de este procedimiento necesitan
ahora cirugía de catarata. Debido a las modificaciones generadas en la córnea
por la fotoablación con el láser, la determinación del poder corneal necesario
para el cálculo del poder del lente intraocular a implantar en la cirugía de
catarata, es difícil. Teniendo en cuenta estos aspectos se hace una revisión de
las causas de estos errores de medición y los abordajes existentes para
minimizar su impacto. MÉD.UIS.
2017;30(1):99-105.
Palabras clave:
Láseres de Excímeros. Queratectomía Fotorrefractiva. Topografía de la Córnea. Córnea.
The rise of excimer laser refractive surgery in the
last two decades has been reflected in a growing group of patients with a
history of this procedure who now need cataract surgery. Because the generated
modifications to the cornea with the laser photoablation, determining the
corneal power, necessary for calculating the power of the intraocular lens to
be implanted during the cataract surgery, is difficult. We review the causes of
these errors of measurement and existing approaches to minimize its impact. MÉD.UIS. 2017;30(1):99-105.
Keywords: Lasers, Excimer. Photorefractive keratectomy. Corneal topography.
Cornea.
Artículo
recibido el 14 de abril de 2016
Aceptado
para publicación el 3 de Febrero de 2017
La cirugía refractiva con excimer láser en
sus diferentes modalidades, se emplea para corregir los defectos visuales
(miopía, hipermetropía o astigmatismo) generando cambios en la curvatura de la
córnea(1),(2). Los resultados actuales de estos procedimientos, con
los equipos de última generación que poseen capacidades técnicas avanzadas, son
buenos, y la satisfacción de los pacientes es muy alta(3),(4),(5).
Por otra parte, cuando estos pacientes llegan a la edad adulta avanzada, tienen
el riesgo natural de presentar cambios seniles en el cristalino y de requerir
cirugía de catarata(6). El cálculo del poder del lente intraocular
que se implanta luego de la extracción de la catarata, se fundamenta en una
serie de fórmulas que tienen en cuenta siempre el poder corneal y la longitud
axial. En estos casos se ha evidenciado que la medición del poder corneal
realizado con los instrumentos usuales, no refleja el verdadero poder corneal
del paciente operado de cirugía refractiva corneal con láser, y por ello se
presentan errores en el cálculo del poder del lente intraocular cuando estos
pacientes requieren cirugía de catarata. Se han diseñado múltiples métodos para
tratar de compensar esos errores, con resultados bastante prometedores(7),(8).
Sin embargo, la opción ideal sería poder obtener una medida precisa en el
postoperatorio de la cirugía refractiva, con algún tipo de equipo o de método.
En ese sentido han emergido nuevas tecnologías (tomógrafos corneales) que
pueden aproximarse a obtener mediciones más reales de la córnea en el
postoperatorio de cirugía con excimer láser.
Teniendo en cuenta el envejecimiento de la
población, cada vez habrá un mayor número de pacientes que requieran cirugía de
catarata y que tengan el antecedente de la cirugía corneal fotorrefractiva, por
tanto, la disponibilidad de un método efectivo para solucionar este problema es
necesario y pertinente. Investigadores como Holladay y coautores, Sónego-Krone
y coautores, Gelender y Jaramillo y coautores han estudiado la medición del
poder corneal en pacientes sometidos a cirugía fotorrefractiva utilizando
parámetros obtenidos mediante diferentes tomógrafos corneales como el Pentacam
(Queratometría Equivalente “EK”), el Orbscan II (Total-Optical Power “TOP” y Total-Mean Power “TMP”) y el Sirius (Mean Pupil Power “MPP”) y han encontrado
que estas mediciones pueden servir de base para determinar de manera directa el
poder corneal luego de cirugía fotorrefractiva(9),(10),(11),(12). El
objetivo de este trabajo es realizar una revisión actualizada acerca de las
causas de los errores de medición del poder corneal luego de cirugía
fotorrefractiva y de los métodos existentes para determinar de manera directa
el poder corneal real luego de estos procedimientos.
La obtención de la información se hizo
mediante consulta de la bases de datos como Medline/PubMed para artículos que
se publicaron en cualquier idioma hasta el día 12 de marzo de 2016. Los
términos de búsqueda que se usaron (en idioma inglés) fueron: “poder corneal”,
“queratometría”, “topografía corneal”, “tomografía corneal”, “poder del lente
intraocular” empleando la herramienta de búsqueda avanzada, con la limitante de
que los términos estuvieran incluidos dentro del título o el resumen de los
artículos y adicionalmente que también incluyeran en el título o el resumen los
términos “Excimer láser” o “cirugía refractiva”. Adicionalmente, se realizó una
búsqueda en cada página de las revistas nacionales clasificadas en Publindex
como categorías A1, A2 y B con los términos “refractiva” o “excimer”.
En total se identificaron 899 publicaciones.
Se revisaron los títulos para seleccionar los que se relacionaran directamente
con la determinación de los cambios corneales generados por la cirugía
refractiva y su impacto en el cálculo del poder del lente intraocular. Luego de
la revisión de los resúmenes se seleccionaron 29 artículos para ser revisados
en forma completa. Finalmente, se escogieron para ser incluidos dentro de la
revisión de tema 17 artículos de este grupo. Se adicionaron cuatro artículos
más, procedentes de las citaciones de estos y otros dos trabajos aún no
publicados por los autores del actual artículo (uno enviado y uno aceptado),
los cuales se consideraron pertinentes.
CIRUGÍA REFRACTIVA CON EXCIMER LÁSER:
PRINCIPIOS Y TÉCNICA
El principio básico de la cirugía refractiva
con excimer láser es la de cambiar la forma de la cara anterior de la córnea
retirando una cantidad muy precisa de tejido estromal. Esto se logra aplicando
una energía lumínica muy intensa, que causa una ruptura de los enlaces de las
moléculas del tejido y por lo tanto los descompone, originando lo que se conoce
como una fotoablación. Cuando el ojo sufre de miopía, es decir la imagen de un
objeto lejano se está formando antes de la retina, la cirugía consiste en
retirar tejido del área central, de manera que la córnea en esa zona se vuelva
menos curva. Al disminuir así el poder de convergencia de los rayos de luz, el
foco se desplazará hacia atrás y llegará a la mácula. Por el contrario, en un
ojo hipermétrope la fotoablación con el excimer láser se realiza en la media
periferia de la córnea, de manera que el centro de la córnea se torna mas
curvo. Como en la hipermetropía la imagen se forma detrás de la retina, al ser
la córnea más curva, y por ende más poderosa, el foco se desplazará hacia
delante, llegando a la retina (Ver Figura 1).
Figura 1. A: En el caso de miopía el láser
(flechas rojas) se aplica en el centro de la córnea, de manera que elimine una cantidad
de tejido en esa zona (flecha amarilla), lo que hace que el perfil de la córnea
cambie y llegue a ser menos curva (línea negra). B: En el caso de hipermetropía
el láser (flechas rojas) se aplica en la media periferia de la córnea, de
manera que elimine una cantidad de tejido en esa zona (flechas amarillas), lo
que hace que el perfil de la córnea cambie y llegue a ser más curva en el
centro (línea negra). Fuente: autores
Existen dos técnicas básicas de cirugía
refractiva con excimer láser. La primera consiste en realizar inicialmente un
corte que genera un colgajo de tejido corneal de aproximadamente 130 micras de
espesor. Al levantar este colgajo que incluye el epitelio, la membrana de
Bowman y el estroma superficial, se expone el estroma corneal medio, y es allí
en donde se aplica la energía del láser. Esta técnica se denomina
queratomileusis asistida con excimer láser, y se conoce como LASIK por sus
siglas en inglés. La otra alternativa es la aplicación directa del láser sobre
la superficie de la córnea, en lo que se conoce como técnicas de ablación de
superficie. Dentro de estas técnicas se encuentra la queratotomía
fotorrefractiva (conocida como PRK por sus siglas en inglés) y la queratotomía
fotorrefractiva transepitelial (conocida como TRANS-PRK por sus siglas en
inglés). La diferencia fundamental con el LASIK es que estas técnicas no se
acompañan de ningún corte y el láser se aplica sobre la membrana de Bowman
después de haber retirado mecánicamente el epitelio (en el caso de la PRK) o
directamente sobre el epitelio corneal (en el caso de la TRANS-PRK). Los
resultados de las dos técnicas son equivalentes en los defectos bajos o
moderados. En los defectos más altos, la ablación de superficie tiene un poco
mas de riesgo de generar cicatrización corneal, y se prefiere el LASIK, si es
que el espesor de la córnea lo permite.
CÁLCULO DEL PODER
DE LOS LENTES INTRAOCULARES
Hasta mediados del siglo XX a los pacientes
que se operaban de catarata se les extraía el cristalino opaco y no se les implantaba
un lente artificial (lente intraocular) que compensara el poder de convergencia
óptico del cristalino. Los pacientes quedaban áfacos (sin cristalino ni lente
intraocular) y requerían el uso de unas gafas con un poder de aumento positivo
muy alto. A finales de la década de los años cuarenta un oftalmólogo del Reino
Unido que trabajaba con la Real Fuerza Aérea (el Dr. Harold Ridley) desarrolló
e implantó el primer lente intraocular para reemplazar al cristalino(13),(14),(15).
El proceso para que este tipo de prótesis se desarrollara hasta lograr un buen
desempeño clínico, seguro y efectivo, tomó alrededor de tres décadas.
Actualmente, los avances en las técnicas quirúrgicas para extraer el cristalino
(microcirugía con facoemulsificación) y la calidad óptica de los nuevos lentes
intraoculares, han permitido que la cirugía de catarata se convierta en una
cirugía muy segura y con resultados refractivos predecibles en la mayoría de
los pacientes(16).
Sin embargo, para alcanzar esto es necesario
realizar mediciones preoperatorias precisas para calcular el poder del lente
intraocular usando las fórmulas biométricas. Actualmente, se emplean
frecuentemente las fórmulas de tercera (SRK/T, Hoffer Q y Holladay 1) y de
cuarta generación (Haigis, Holladay 2, Olsen, Barrett II) para calcular el
poder del lente intraocular y los resultados son muy satisfactorios en ojos
vírgenes(16).
Para determinar el poder del lente
intraocular a implantar, de manera que el ojo operado quede lo mas cerca
posible de la emetropía, se requiere conocer al menos dos datos: la longitud
axial del ojo y el poder de la córnea. Basándose en estos datos (y otros
adicionales en algunos casos) las fórmulas intentan predecir la posición en que
se ubicará el lente intraocular, y posteriormente calcular su poder dióptrico
ideal en un segundo paso(7),(8),(17).
En los últimos años la investigación y el interés en el cálculo del poder del lente
intraocular en pacientes que se han
sometido a cirugía refractiva con excimer
láser se ha incrementado debido al gran número de estos procedimientos
refractivos que se han realizado en las últimas dos décadas y a que muchos de
esos pacientes están empezando a desarrollar cataratas seniles y muchos otros
la desarrollarán en el futuro, requiriendo implante de lentes intraoculares,
cuyo poder es difícil de calcular en estos casos por razones que se analizaran
más adelante. Adicionalmente, estas son personas que en general alcanzaron muy
buena agudeza visual después de su procedimiento refractivo y por lo tanto tienen
expectativas muy altas con respecto al resultado final de la cirugía de
catarata.
Son diversos los factores que afectan la
precisión de los cálculos biométricos en esta situación, y por ello se requiere
de una serie de consideraciones especiales con el fin de evitar sorpresas
refractivas(18),(19).
DETERMINACIÓN DEL PODER DE LA CÓRNEA EN
UN OJO NORMAL
El poder de la córnea se determina en la
clínica con el empleo de instrumentos de reflexión y de enfoque manual (el
queratómetro) o equipos automatizados de reflexión (topógrafos), o que usan
algún tipo de hendidura óptica (tomógrafos). Todos los queratómetros,
topógrafos y tomógrafos miden el radio de curvatura de la cara anterior de la
córnea en milímetros y convierten este dato a poder en dioptrías.
La relación entre el poder óptico y el radio
de una superficie esférica se expresa en la siguiente fórmula de acuerdo a la
óptica Gaussiana con la aproximación paraxial:
P =
n-1/r
Donde P = poder óptico en dioptrías, n =
índice de refracción del lente y r = radio en metros.
Los queratómetros, topógrafos y tomógrafos
tradicionalmente se usan para determinar el poder total de la córnea, basándose
únicamente en la medida del radio de curvatura de la cara anterior, usando en
la fórmula un valor acuñado en lugar del índice de refracción, de manera que
compense el poder de la cara corneal posterior (cuyo radio de curvatura era muy
difícil de medir cuando se empezó a determinar el poder de la córnea a finales
del siglo XIX, y aún es un reto para los equipos). Este valor (n=1.3375) es
conocido como el “índice queratométrico”(8). El poder promedio de la
córnea medido con este abordaje es de aproximadamente 43,00 D.
Si se quiere determinar el poder total real
de la córnea (no el aproximado usando el índice queratométrico), se debe
calcular el poder de las dos superficies refractivas (anterior y posterior) y
tomar en consideración el espesor del lente, que en este caso corresponde a la
paquimetría promedio, aplicando la fórmula de la lente gruesa.
P=(n2
−n1)/r1 +(n3 −n2)/r2 –T
Donde P = poder de la córnea (Dioptrías); n1=
índice de refracción del aire (1,00); n2 = índice de refracción de la córnea
(1,376); n3=índice de refracción del humor acuoso (1,336); r1 = radio de la
cara anterior de la córnea (metros); r2=radio de la superficie posterior de la
córnea (metros); T= efecto refractivo de la paquimetría en la fórmula del lente
grueso(7),(18),(19),(20).
Teniendo en cuenta esta fórmula sería posible
calcular el poder de la córnea, si los radios de curvatura de la cara anterior
y posterior se conocieran. Esto es factible con los tomógrafos corneales
modernos, que pueden medir el radio de curvatura tanto de la superficie
anterior como de la superficie posterior de la córnea(19),(20),(21),(22).
CAUSAS DE ERRORES BIOMÉTRICOS EN OJOS
POST-CIRUGÍA FOTORREFRACTIVA
Teniendo en cuenta las consideraciones
anteriores de cómo se establece el poder total de la córnea en un ojo normal,
se pueden entender entonces las variaciones que se presentarán en un ojo con
cirugía queratorrefractiva previa. El primer factor de error en la
determinación del poder corneal con la queratometría manual o automatizada es
que los instrumentos realizan la medición de la superficie anterior de la
córnea en una zona de aproximadamente 2,6mm (autoqueratómetros, topógrafos y
tomógrafos) a 3,0mm de diámetro (queratómetro manual) ya que no es posible
hacer una medida del área directamente sobre el ápice. En una córnea normal la
diferencia de esta zona un poco más periférica con el centro es tan pequeña que
no genera un error significativo, ya que a esa distancia existe un perfil
corneal casi esférico o mínimamente prolato (es decir algo más curvo en el
centro). Sin embargo, en una córnea operada con excimer láser se ha alterado ese
perfil, y el centro será menos curvo que el punto medido (tendencia a la
oblaticidad) en un ojo operado de miopía y significativamente más curvo (mayor
prolaticidad) en un ojo operado de hipermetropía. La magnitud del error será
mayor en ojos operados de miopía, porque al tener una curva más plana, la
medida del queratómetro se realizará en una zona aún más alejada del ápice
corneal(8)(Ver Figura 2).
Figura 2. Al realizar la medida en la
zona paracentral, los queratómetros y topógrafos corneales se equivocan luego
de cirugía refractiva con láser. La curvatura corneal en una córnea no operada
tiende a ser casi esférica en el centro, no habiendo diferencia significativa
con la curvatura paracentral. Sin embargo, en las córneas operadas si existen
diferencias generadas por la ablación de tejido.
Fuente: autores.
Además, como ya se indicó, para calcular el
poder corneal total conociendo únicamente el radio de curvatura de la cara
anterior, los queratómetros y topógrafos/tomógrafos emplean el llamado índice
queratómetrico (1,3375) el cual funciona suficientemente bien en córneas
normales. Con la cirugía fotorrefractiva, sin embargo, el escenario se modifica
sustancialmente ya que el procedimiento genera el cambio en el poder de la
córnea, modificando su curvatura en la cara anterior, pero sin causar un cambio
significativo en la cara posterior. Al perderse la relación entre la cara
anterior y la cara posterior de la córnea, el índice queratométrico ya no es
válido en estos pacientes, y este factor de imprecisión es aditivo al ya
mencionado de la medición paracentral, para causar en últimas un error
significativo en la determinación del poder corneal en los ojos operados de
cirugía refractiva.
Teniendo en cuenta este error en la
determinación del poder corneal y otro error adicional que se presenta con las
fórmulas biométricas de tercera generación en la estimación de la posición
efectiva del lente, si se emplea la queratometría estándar y una fórmula de
tercera generación, sin realizar ajustes, en los pacientes operados de miopía
vamos a tener una sobreestimación del poder de la córnea central y una
subestimación de la distancia a la que se implantará el lente (posición
efectiva del lente). Estos dos errores son aditivos, llevando finalmente a una
subestimación de poder del lente y a un resultado postoperatorio hipermetrópico
luego de la cirugía de catarata. En los pacientes operados de hipermetropía
vamos a tener una subestimación del poder de la córnea central y una
sobrestimación de la distancia a la que se implantará el lente (posición
efectiva del lente), errores que son aditivos llevando finalmente a una
sobrestimación de poder del lente y a un resultado postoperatorio miópico luego
de la cirugía de catarata(8). Por todo esto el cálculo del poder del
lente intraocular que va a ser implantado en pacientes con cirugía refractiva
se ha convertido en un reto para los especialistas.
MÉTODOS DE DETERMINACIÓN DEL PODER
CORNEAL LUEGO DE CIRUGÍA FOTORREFRACTIVA CON EXCIMER LÁSER
Con el fin de solucionar los errores ya
mencionados, se han propuesto múltiples métodos. Dentro de estos métodos se
encuentra el denominado de “Historia Clínica” el cual fue descrito por Holladay
inicialmente para ser aplicado en los pacientes operados de refractiva con
bisturí de diamante (queratotomía radial), como se realizaba en las décadas de
1970 y 1980. Esta alternativa de cálculo aún se considera la “regla de oro” en
casos de pacientes operados de cirugía refractiva(23),(24). Este
método se basa en un principio sencillo que consiste en calcular el cambio de
refracción generado por la cirugía, ajustar ese cambio al nivel del plano
corneal, y restarle o sumarle, según sea el caso, ese cambio al poder corneal
medido en el preoperatorio. La debilidad de este método es que requiere
información completa tanto del estado pre como del post-operatorio. Se han
diseñado otros métodos, y actualmente se han incluido en calculadores online, con diversos abordajes para
compensar el error de esta medición. Algunos de estos métodos no requieren
información previa y se basan en las medidas de la córnea postoperatoria
realizadas con tomógrafos y ajustada con algunos factores de corrección (25).
Jaramillo y coautores recientemente
realizaron un estudio de determinación del poder corneal en pacientes con
antecedente de cirugía refractiva con láser basándose en las mediciones
postoperatorias realizadas con los tomógrafos corneales Orbscan IIz y Sirius(12). En este estudio se pudo concluir que el poder
corneal obtenido mediante el mapa Mean
Pupil Power del tomógrafo Sirius, luego de la aplicación de una sencilla
fórmula de regresión, puede ser muy similar al valor obtenido a partir de la
queratometría derivada por el método de la “Historia Clínica”, en pacientes que
han sido sometidos a cirugía fotorrefractiva con excimer láser. La diferencia
fue tan baja entre el poder corneal calculado por el mapa Mean Pupil Power y el derivado del método de la “Historia Clínica”,
que clínicamente no es significativa e inclusive existe la posibilidad de su
utilización de forma directa como valor de poder corneal real postoperatorio en
pacientes con cirugía fotorrefractiva con excimer láser. La diferencia fue tan
baja entre el poder corneal calculado por el mapa Mean Pupil Power y el derivado del método de la “Historia Clínica”,
que clínicamente no es significativa e inclusive existe la posibilidad de su utilización
de forma directa como valor de poder corneal real postoperatorio en pacientes
con cirugía fotorrefractiva con excimer láser.
Con el tomógrafo Orsbscan IIz luego de
valorar mapas que incluían diferentes zonas corneales (desde 1 hasta 4 mm de
diámetro) se encontró que para el “Mapa de Poder Promedio Total” generado por
ese equipo, la zona de 3 mm tuvo la mejor correlación con el método de la
historia clínica. Para el “Mapa de Poder Óptico Total” con este equipo la zona
de 3,5 mm de diámetro tuvo la mejor correlación con el método de la historia
clínica, siendo esta mejor que la alcanzada por el “Mapa de Poder Promedio
Total”(12).
En el estudio de Holladay y coautores
publicado en 2009, donde se utilizó el valor EK del tomógrafo Pentacam para
medir el poder corneal central se obtuvo una desviación media de -0,06 ± 0,56 D
en 100 pacientes sometidos a LASIK(10). Por otro lado, Jaramillo y
coautores utilizando el Mean Pupil Power del
tomógrafo Sirius observaron una desviación media con respecto al método de la
Historia Clínica”, en los ojos miopes, de 0,22 D. Analizando el subgrupo de
miopes mayores de 5 D la desviación media fue mucho menor de 0,04 D (sin
diferencia estadísticamente significativa), pero en los miopes menores de 5 D
la desviación media fue mayor 0,28 D, alcanzado significancia estadística (p=
0.001). Las diferencias en ojos hipermétropes (-0,15 D) y con astigmatismo
mixto (-0,03 D) no alcanzaron significancia estadística(12).
Por otra parte, Sónego-Krone y coautores en
un trabajo publicado en 2004, utilizaron múltiples mapas de poder corneal
obtenidos por el Orbscan II, encontrando que la utilización de los mapas
llamados Total-Mean Power y el Total-Optical Power evalúan de forma
precisa el poder corneal en corneas luego de LASIK miópico. Adicionalmente, se
encontró que el Total-Mean Power es
útil en el área de 2 mm de diámetro central con una desviación media de 0,38 D,
mientras que el Total-Optical Power
realiza una mejor evaluación del poder corneal en 3 y 4 mm de diámetro central
con una desviación media de 0,26 D y -0,08 D, respectivamente(9).
En un estudio por Gelender publicado en el
2006, en ojos sometidos a LASIK miópico se derivó el poder corneal a partir de
los mapas del equipo Orbscan II denominados “Mean
Power” y se encontró que las áreas de 1,5 y 2 mm centrales fueron las más
precisas para realizar esta medida(11).
Los nuevos equipos que emplean una luz de
hendidura para determinar el radio de curvatura tanto de la superficie córneal
anterior como de la posterior (como el Orbscan IIz y el Sirius), son una buena
opción para obtener información directa sobre el poder corneal real en ojos
operados de cirugía fotorrefractiva. Esto podrá disminuir una fuente de error
en los cálculos del poder del lente intraocular utilizando fórmulas biométricas
cuando estos pacientes desarrollen catarata senil y deban ser sometidos a cirugía
de facoemulsificación más implantación de lente intraocular.
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2015;122(12):2443–9. Available from: http://dx.doi.org/10.1016/j.ophtha.2015.08.037
¿Cómo
citar este artículo?: Galvis V, Tello A, Jaramillo LC, Castillo
AM, Pareja LA, Camacho PA. Cambios corneales producidos por la cirugía
refractiva con excimer láser: revisión de tema. MÉD.UIS. 2017;30(1):99-105.