DOI: https://doi.org/10.18273/revmed.v30n3-2017013
Presentación de Caso
Bacteremia por Aeromonas caviae en paciente con hepatitis
autoinmune: presentación de caso
Bacteremia caused by Aeromonas caviae in-patient with autoinmune
hepatitis: case report
Jorge Mario Palmezano Díaz*
Claudia Lucía Figueroa-Pineda**
Diego Alejandro
Rangel Rivera***
*Residente de III año en Medicina
Interna. Hospital Universitario de Santander. Universidad Industrial de
Santander. Bucaramanga. Santander. Colombia.
**Médico Internista. Maestría en epidemiología. Servicio de Medicina
Interna. Hospital Universitario de Santander. Universidad Industrial de
Santander. Bucaramanga. Santander. Colombia.
***Médico y cirujano. Grupo de
investigación en genética humana. Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga.
Santander. Colombia.
Correspondencia: Dr. Jorge Palmezano. Dirección: Transversal 93 # 34-180, Torre 3,
Apartamento 11-01, Torres de Monterrey. Bucaramanga. Santander. Colombia.
Teléfono: +57 3013382047. Correo electrónico: dar_2333@hotmail.com; palmezano96@hotmail.com
Resumen
La
hepatitis autoinmune es una enfermedad inflamatoria hepática mediada por un
mecanismo de autoinmunidad. Este trastorno tiene un amplio espectro clínico y
debe ser sospechado en presencia de elevación de inmunoglobulinas y
aminotransferasas en un paciente con histopatología positiva para hepatitis. El
diagnóstico se realiza descartando otras causas de hepatitis (viral, secundaria
a medicamentos) y complementado con los estudios de autoanticuerpos típicos de
esta enfermedad. El tratamiento se fundamenta en la monoterapia con
corticoesteroides o su asociación con otros inmunomoduladores, obteniéndose
buenas tasas de respuesta terapéutica.
La
tasa de infección hospitalaria en pacientes con cirrosis hepática oscila entre
32-34% siendo la bacteremia la cuarta fuente más frecuente, la cual tiene como
etiología al género Aeromonas en un
5%. Se presenta el caso de una
paciente de 51 años con hepatitis autoinmune quien consulta por descompensación
de enfermedad hepática secundaria a bacteremia por un microorganismo poco
común. MÉD.UIS. 2017;30(3):121-7.
Palabras claves:
Hepatitis Autoinmune, Bacteremia, Aeromonas, Autoanticuerpos, Autoinmunidad.
Abstract
Autoimmune hepatitis is an inflammatory hepatic
disease mediated by an autoimmune mechanism. This disorder has a broad clinical
spectrum and should be suspected in the presence of elevated aminotransferases
and immunoglobulins in a patient with histopathology hepatitis. Diagnosis is
made by ruling out other causes of hepatitis (viral, secondary to drugs) and
confirmation with positive autoantibodies. Treatment is based on corticosteroid
monotherapy or its association with other immunomodulators, obtaining good
therapeutic response rates. Rate of hospital infection in patients with hepatic
cirrhosis ranges from 32-34%, with bacteremia being the fourth most frequent
source, where Aeromonas represents 5%
of these cases. We report the case of a 51-year-old patient with autoimmune
hepatitis who consults for decompensation of secondary liver disease with a
rare microorganism. MÉD.UIS.
2017; 30(3):121-7.
Keywords: Aeromonas. Autoantibodies. Autoimmunity.
Bacteremia. Hepatitis, Autoimmune.
Artículo
recibido en Mayo 14 de 2017.
Aceptado
para publicación en Agosto 19 de 2017.
La Hepatitis Autoinmune (HAI) es un
trastorno inflamatorio progresivo hepático mediado por un proceso de
autoinmunidad(1),(2). Esta patología presenta hallazgos
inflamatorios en el estudio histopatológico asociados a aumento de
aminotransferasas, autoanticuerpos orgánicos no específicos circulantes y
elevación de inmunoglobulinas(2). Su epidemiología a nivel mundial
es desconocida puesto que pocos trabajos se han realizado al respecto. Sin
embargo, diversos estudios realizados en países como España, Dinamarca, Reino
Unido, Suecia y Japón indican una prevalencia entre 11 y 24 casos por cada 100
000 habitantes(3),(4),(5),(6),(7) . De igual forma, se calcula una incidencia
que oscila entre 0,8-3,5 casos nuevos por cada 100 000 habitantes(8).
A pesar de no conocerse la causa específica
de la enfermedad, se considera que se desarrolla en personas con predisposición
genética que se exponen a algún agente desencadenante como bacterias, virus,
hongos u otras partículas externas al organismo(9),(10); la
caracterización del cuadro clínico es de amplio rango presentándose desde
formas asintomáticas solo detectables por elevaciones moderadas de las
aminotransferasas hasta casos de hepatitis severa fulminante(1),(11),(12).
De esta forma, la mayoría de los pacientes son asintomáticos o presentan formas
leves de la enfermedad, siendo los síntomas generales inespecíficos como
astenia, fatiga y debilidad un motivo de consulta frecuente. Otros pacientes
consultan por ictericia, artralgias sin artritis o por complicaciones derivadas
de la hipertensión portal tales como sangrado gastrointestinal o
hiperesplenismo(9).
El
diagnóstico de HAI se basa en la presencia de transaminasas elevadas, con
aumento de inmunoglobulinas (especialmente IgG), anticuerpos positivos y
estudio histopatológico de hepatitis de interfase; dependiendo de la
positividad del tipo de anticuerpos circulantes se clasifica en dos grupos: la
tipo 1, para anticuerpos antinucleares (ANAS) y/o anticuerpos anti músculo
liso; y la 2 con anticuerpos anticitosol hepático tipo 1 o anticuerpo
antimicrosomal de hígado/riñón tipo 1(8). También, se pueden
utilizar los sistemas de puntajes del International
Autoimmune Hepatitis Group (Ver Tabla 1 y 4)(13),(14), creados
inicialmente para estandarizar el diagnóstico en estudios de investigación,
siendo cada vez más utilizados en pacientes con clínica y hallazgos de laboratorios
no típicos o escasos.
Tabla 1. Sistema de
puntuación para el diagnóstico de hepatitis autoinmune.
Cortes
pretratamiento: 10-15: probable HAI; mayor de 15: HAI definitiva
Cortes
postratamiento: 12-17: probable HAI; mayor de 17: HAI definitiva.
FA: Fosfatasa
Alcalina; AST: Aspartato Aminotransferasa; ALT: Alanino Aminotransferasa; IgG:
Inmunoglobulina G; ANA: Anticuerpos Antinucleares; SMA: Anticuerpos Contra Músculo
Liso; anti-LKM-1: Anticuerpo Antimicrosomal de Hígado/Riñón; AMA: Anticuerpo
Antimitocondriales; HLA: Antígeno Leucocitario Humano; pANCAS: Anticuerpos
Anticitoplasma de Neutrófilo de Patrón de Fluorescencia Perinuclear *Incluyendo
colangitis granulomatosa, fibrosis periductal concéntrica, ductopenia,
proliferación biliar ductal marginal y colangiolitis.
**Otras
características sugestivas de otra enfermedad.Fuente: Adaptado de: Alvarez F,
Berg PA, Bianchi FB, Bianchi L, Burroughs AK, Cancado EL, et al. International Autoimmune Hepatitis Group Report: review of criteria for
diagnosis of autoimmune hepatitis. Journal of hepatology. 1999;31(5):929-38.(13)
El
género Aeromonas agrupa una serie de
bacterias gram negativas anaerobias facultativas localizados en el agua, carne
y vegetales, con la capacidad de colonizar tanto al humano como a los animales(15).
Estas se relacionan principalmente con casos de gastroenteritis, bacteriemia e
infecciones de la vía biliar. Otras formas de infección menos usuales han sido
reportadas, e incluyen infecciones pulmonares, meningitis, peritonitis y
síndrome hemolítico urémico(16). Este grupo de bacterias representa
alrededor del 5% de los casos de bacteriemia en pacientes con cirrosis hepática(17)
y una mortalidad entre el 30-50% en sepsis(16),(18),(19), siendo
mayor y más severa en aquellos infectados con A. hydrophila y A. veronii en comparación con A. caviae, donde se reporta una mortalidad entre el 5-17% de los
casos(16),(20).
En
este artículo se presenta el caso de una paciente femenina adulta media
ingresada por descompensación de HAI asociada a sepsis por Aeromonas Caviae, agente poco común como causa de bacteremia en
nuestro medio. Se resalta la importancia del adecuado estudio de los pacientes
con hepatopatía crónica de causa no clara para administrar tratamiento oportuno
y mejorar su pronóstico.
Paciente
femenina de 51 años natural y procedente de zona urbana de Bucaramanga,
Colombia quien consultó por cuadro clínico de ocho días de evolución de dolor
abdominal generalizado irradiado a reja costal derecha con aumento progresivo
de perímetro abdominal. De forma asociada, presentaba edema en miembros
inferiores, disnea de medianos esfuerzos, astenia, adinamia e hiporexia.
Como
antecedentes personales, paciente con diabetes mellitus tipo 2 e hipertensión
arterial. De igual forma, había presentado episodio de hemorragia de vías
digestivas altas en el año 2012 con estudio endoscópico que evidenció varices
esofágicas grado III y micro úlceras duodenales Forrest IIc, recibiendo
tratamiento con ligadura en tres ocasiones; en ese mismo año, recibe
diagnóstico de cirrosis hepática sin etiología identificada. Como tratamiento
para patologías antes mencionadas, recibía glibenclamida 5 mg y propranolol 40
mg cada 12 horas, enalapril 20 mg, espironolactona 25 mg y omeprazol 20 mg cada
día.
La
paciente había sido valorada por servicio de ginecoobstetricia 6 días antes del
ingreso por sangrado genital anormal indicando ácido tranexámico 500 mg cada
día. Negaba infecciones de transmisión sexual, transfusión de hemoderivados,
consumo de bebidas alcohólicas, tabaquismo y uso de drogas endovenosas. Refería
administración de esquema de vacunación completo en la niñez, pero no portaba
documentos que certificaran dicha información.
Al examen físico de ingreso se encontró
signos vitales dentro de normalidad, conjuntivas ictéricas, abdomen distendido
con onda ascítica positiva y dolor difuso a la palpación profunda; edema grado
II de miembros inferiores con fóvea, sin varices. Resto de examen dentro de
normalidad. Se solicitaron estudios iniciales (Ver Tabla 2). Además, se realizó
paracentesis con líquido sin criterios para infección intraabdominal y con
gradiente albúmina/albúmina de 2,3 sugestivo de hipertensión portal.
Es valorada por el servicio de
gastroenterología considerando paciente sin antecedentes tóxicos o de infección
por virus hepatotropos que cursaba con hepatopatía crónica descompensada sin
etiología clara por lo que se indicó la realización de estudios complementarios
de autoanticuerpos (Ver Tabla 3). Al cuarto día de evolución la paciente
presentó deterioro clínico dado por picos febriles, hipotensión, hipoglicemia,
acidosis metabólica, leucocitosis (22 000 x mm3) e hiperlactatemia
(7,1 mmol/L).
Por los hallazgos anteriores, se inició
cubrimiento antibiótico de amplio espectro con vancomicina y piperacilina
tazobactam asociado a soporte vasopresor (norepinefrina) como parte del
protocolo de manejo de shock séptico. Se estudiaron posibles focos infecciosos
con parcial de orina, cultivo de líquido peritoneal, radiografía de tórax y
tomografía axial computarizada de tórax, todos estos estudios dentro de
normalidad, con excepción de derrame pleural bilateral con atelectasias pasivas
(Ver Figura 1). La paciente presentó buena evolución clínica, sin nuevos picos
febriles en días posteriores, con tolerancia a destete de norepinefrina y
disminución de lactato sérico.
Posteriormente, se recibieron hemocultivos
positivos para Aeromonas Caviae
multirresistente, realizando cambio de tratamiento guiado por antibiograma a
meropenem, tratamiento que recibió durante 10 días con evolución satisfactoria,
con nuevos hemocultivos negativos. Se reciben demás estudios de autoanticuerpos
que orientan hacia el diagnóstico de HAI tipo 2 (Ver Tabla 4). Se consideró que
los anteriores hallazgos en ausencia de otra causa que explicara la hepatopatía
crónica, permitía realizar el diagnóstico clínico de HAI.
Tabla 2. Estudios de
laboratorio solicitados al ingreso
Fuente: Autores.
Tabla 3. Estudio de
autoanticuerpos solicitados al paciente
Fuente: Autores.
Se
tomó una biopsia hepática antes del egreso hospitalario para realizar
confirmación histopatológica con hepatitis crónica severa (Ver Figura 2 y 3).
Dados los hallazgos anteriores junto con el resultado de autoanticuerpos se
decidió iniciar tratamiento de ciclo intensivo por cuatro semanas con
prednisona (la primera semana con 30 mg/día; 20 mg/día en la segunda semana; y
15 mg/día por dos semanas siguientes), azatriopina (50 mg/día) y continuar
manejo de cirrosis hepática por parte de servicio de medicina interna y
gastroenterología al igual que valoración ambulatoria por el servicio de
trasplantes. También se indicó vacunación para hepatitis A, hepatitis B y PPD.
La
HAI es una enfermedad heterogénea con edad de presentación variable que afecta
a cualquier raza, y, de no ser tratada, puede progresar de forma frecuente a
cirrosis(10). El sistema de puntaje inicial descrito en 1999 tiene
la posibilidad de ser aplicado antes o después del tratamiento inmunosupresor
(Ver Tabla 1)(13). Al aplicarlo a nuestro paciente se obtuvo un
valor mayor a 15, confirmando el diagnóstico. Además, se aplicó un sistema más
corto y práctico que ha sido recomendado de forma reciente que también lo
confirmó, con un puntaje de 7 (Ver Tabla 4)(14).
Figura 1. Tomografía axial
computarizada de tórax Derrame pleural bilateral de predominio derecho con
atelectasias pasivas. Pequeña banda atelectásica en língula. Fuente: Autores.
Figura 2. Biopsia Hepática A.
Abundante infiltrado mononuclear linfoplasmocitario (flecha azul). B.
Degeneración balonizante de hepatocitos (flecha negra). (A y B, tinción HE; A:
40X; B: 40X). Fuente: Departamento de Patología, Universidad Industrial de
Santander.
Figura 3. Biopsia Hepática A,
B. Abundante fibrosis porto portal y numerosos septos fibrosos con cirrosis
(flecha negra). Parénquima hepático con evidencia de infiltrado inflamatorio de
predominio mononuclear asociado a necrosis periportal (flecha azul). (A y B,
tinción tricrómico de Masson; A: 4X; B: 10X). Fuente: Departamento de Patología,
Universidad Industrial de Santander.
En pacientes con
cirrosis hepática hospitalizados se presentan tasas de infección que oscilan
entre 32-34%(21). La fuente de estas infecciones son en orden de
frecuencia: peritonitis espontánea, infección de vías urinarias, neumonía,
bacteremia e infecciones de piel y tejidos blandos(22). La mayoría
de estas las células de infecciones son causadas por Escherichia coli, Klebsiella spp., Enterobacter spp. y P. aeruginosa(23). En el
reporte presentado, el origen de la sepsis fue una bacteremia descartando
previamente los otros focos más frecuentes.
En
la bacteremia por el género Aeromonas es
poco frecuente identificar la fuente de la infección, indicando como
localización más probable la flora intestinal endógena(24),(25). En
pacientes cirróticos, lo anterior se ha relacionado con la presencia de
translocación bacteriana por alteración de la barrera intestinal producto del
edema, congestión e hipoxia local(26),(27). En el caso presentado,
no fue posible identificar heridas, infecciones en piel o trauma previo al
inicio del cuadro clínico, por lo que se consideró como fuente más probable de
transmisión la vía oral como se ha reportado en otros casos similares(23),(27).
Los estudios muestran que los
pacientes con bacteremia por Aeromonas
generalmente presentan inmunosupresión, neoplasias malignas o hepatopatías(19),(28).
Éstas últimas se han vinculado con mayor susceptibilidad a desarrollar
infecciones generalizadas por ciertos agentes infecciosos poco comunes en
huéspedes inmunocompetentes debido a alteraciones en el sistema inmune. Dentro
de las anteriores se destacan una producción alterada de opsoninas, producción
deficiente de las proteínas del sistema de complemento y una función alterada
de las células de Kupffer(29).
La identificación
precoz y el tratamiento de la sepsis y el shock séptico son primordiales para
mejorar el pronóstico. Además de la terapia de sostenimiento, el régimen
antibiótico recomendado para tratamiento de infección por Aeromonas incluye el uso de carbapenémicos o una asociación de
cefalosporinas de tercera generación y aminoglucósidos o fluoroquinolonas(21).
En la paciente se utilizó un régimen basado en meropenem durante 10 días con
buena respuesta terapéutica en las primeras 24 horas.
Tabla 4. Criterios
simplificados para el diagnóstico de hepatitis autoinmune
Puntajes de corte: mayor o igual a 6:
probable HAI; mayor o igual a 7: diagnóstico de HAI.
ANA: Anticuerpos
Antinucleares; SMA: Anticuerpos Contra Músculo Liso; anti-LKM-1: Anticuerpo
Antimicrosomal de Hígado/Riñón Tipo 1; SLA: Anticuerpos contra el Antígeno
Soluble Hepático; IgG: inmunoglobulina G; HAI: Hepatitis Autoinmune. *Puntos
totales para la variable anticuerpos no puede ser superior a 2. Fuente:
Adaptado de: Hennes EM, Zeniya M, Czaja AJ, Pares A, Dalekos GN, Krawitt EL, et
al. Simplified criteria for the diagnosis of autoimmune hepatitis. Hepatology.
2008;48(1):169-76.(14)
En cuanto al
tratamiento de la HAI requiere la utilización de medicamentos inmunosupresores con
el objetivo de mejorar sintomatología, reducir y revertir la fibrosis hepática
y mejorar la supervivencia. Los esquemas de tratamiento más recomendados
corresponden a prednisona o prednisolona en combinación con azatriopina dado los
buenos resultados que sustentan su uso(1),(30). Se ha documentado la
mejoría de los síntomas, la función hepática y la actividad inflamatoria
hepática en aproximadamente el 80% de los pacientes con HAI que reciben
corticoesteroides(31). De igual forma, la supervivencia a 5 años aumenta
a más del doble, alcanzando valores cercanos al 90%(32).
A
pesar de que la HAI tiene baja prevalencia, se debe tener en cuenta como una
causa de cirrosis y disfunción hepática de origen no claro. Si bien este En
cuanto al tratamiento de la HAI requiere la utilización de medicamentos
inmunosupresores con el objetivo de mejorar sintomatología, reducir y revertir
la fibrosis hepática y mejorar la supervivencia. Los esquemas de tratamiento
más recomendados corresponden a prednisona o prednisolona en combinación con
azatriopina dado los buenos resultados que sustentan su uso(1),(30).
Se ha documentado la mejoría de los síntomas, la función hepática y la
actividad inflamatoria hepática en aproximadamente el 80% de los pacientes con
HAI que reciben corticoesteroides (31). De igual forma, la trabajo
no tiene peso estadístico, puede ser utilizado para realizar otras
investigaciones y como parte de la educación médica de manera que se optimice
el estudio de estos pacientes y se realice un manejo adecuado.
Las
infecciones bacterianas en pacientes con cirrosis hepática son un problema con
alta morbimortalidad. Por lo anterior, todos los pacientes con esta condición
clínica deberían ser educados para acudir de forma inmediata a un centro médico
cuando presenten fiebre o se sientan enfermos, y de esta manera realizar un
estudio completo orientado a la identificación de un foco infeccioso primario
con observación médica que permita realizar un tratamiento multidisciplinario e
inicio oportuno de terapia antibiótica en caso de ser necesario.
La
mayoría de las infecciones en pacientes con cirrosis se producen por bacterias
gram negativas, pero otros tipos de microorganismos menos comunes siempre deben
tenerse en cuenta. Se recomienda realizar siempre un estudio etiológico en los
pacientes con cirrosis hepática de origen no claro. De esta manera, se podría
brindar tratamiento médico específico con mejoría del pronóstico y la calidad
de vida del paciente como en los casos de hepatitis autoinmune.
Se
contó con consentimiento informado por parte de la paciente para la publicación
de la información, incluyendo el resultado del estudio histopatológico y las
imágenes diagnósticas presentadas.
o se recibió patrocinio de ningún tipo para
llevar a cabo este artículo.
Los
autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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¿Cómo citar este artículo?: Palmezano Díaz JM, Figueroa-Pineda
CL, Rangel Rivera DA. Bacteremia por Aeromonas
caviae en paciente con hepatitis autoinmune: Presentación de Caso. MÉD.UIS.
2017;30(3):121-7.