Estado nutricional y riesgo
de malnutrición en pacientes
hospitalizados del Hospital Universitario
Departamental de Nariño

Diana C. Botina N.1, Verónica A. Ayala C.1, Ingrid C. Paz Z.1, Leidy A. Limas C.1, Ana C. Mafla2

1. Estudiante de Medicina IX semestre. Fundación Universitaria San Martín. Pasto, Nariño, Colombia.
2. Máster en Salud Pública. Docente Investigadora. Área de Investigaciones. Facultad de Medicina. Fundación Universitaria San Martín. Pasto, Nariño, Colombia.
Correspondencia: Ana Cristina Mafla. Facultad de Medicina. Fundación Universitaria San Martín - Pasto. Dirección: Calle 18a No. 41-61 Pasto, Nariño, Colombia. Teléfono: 7314691 - 7314697. Correo electrónico: anamaff@yahoo.com anamafla@sanmartinpasto.com
Recibido: Julio 23 de 2013 Aprobado: Noviembre 21 de 2013


Forma de citar: Botina Narváez DC, Ayala Chacón VA, Paz Zambrano IC, Limas Cundar LA, Mafla AC. Estado nutricional y riesgo de malnutrición en pacientes hospitalizados del Hospital Universitario Departamental de Nariño. rev.univ.ind.santander.salud 2013; 45 (3): 5-17

RESUMEN

Objetivo. Estimar el estado nutricional y el riesgo de malnutrición de pacientes hospitalizados en Pasto, Colombia. Metodología. Un estudio transversal fue llevado a cabo en el Hospital Universitario Departamental de Nariño. La muestra comprendió 400 pacientes voluntarios que fueron incorporados prospectivamente. El estado nutricional fue evaluado con el Índice de Masa Corporal (IMC) siguiendo los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (bajo peso, normal, sobrepeso y obesidad). El riesgo de desnutrición fue detectado de acuerdo al Malnutrition Universal Screening Tool (MUST) que incluyeron el IMC, pérdida de peso y enfermedad aguda. Resultados. La prevalencia de desnutrición según el IMC fue de 24,5 %. La malnutrición varió según la edad (≥65 años), régimen de seguridad social, estado civil, hijos y educación. La puntuación del MUST mostró que 55 % de los pacientes estaban en riesgo de malnutrición. Variables como la edad (≥65 años), etnia, residencia, origen, nivel socioeconómico, régimen de seguridad social, hijos, educación y servicios hospitalarios se relacionaron con el riesgo de malnutrición. Conclusiones. El presente estudio sugiere que estos pacientes hospitalizados tenían un alto porcentaje de malnutrición. Individuos de edad igual o superior a 65 años fueron los más afectados teniendo tanto bajo peso como riesgo de malnutrición. Por lo tanto, hay una necesidad de incluir una evaluación nutricional con el fin de prevenir las consecuencias de malnutrición en personas mayores.

Palabras clave: malnutrición, prevalencia, riesgo, diagnóstico, IMC, adultos mayores

Nutritional status and risk of malnutrition in hospitalized
patients at Hospital Departamental Universitario de Nariño

ABSTRACT

Objective. To estimate the nutritional status and risk of malnutrition of hospitalized patients in Pasto, Colombia. Methodology. A cross-sectional study was conducted at Hospital Universitario Departamental de Nariño. The sample comprised 400 voluntary patients that were recruited prospectively. Nutritional status was assessed with Body Mass Index (BMI) following the World Health Organization (WHO) criteria (underweight, normal, overweight and obesity). The risk of malnutrition was screened through the Malnutrition Universal Screening Tool (MUST) that included BMI, weight loss and acute disease. Results. The prevalence of malnutrition according to BMI was 24.5%. Malnutrition differed by age (≥65 years), social security system, civil status, offspring and education. The MUST score showed that 55% of the patients were at risk of malnutrition. Variables such as age (≥65 years), ethnicity, residency, origin, socioeconomic status, social security system, offspring, education and hospital departments were related to the risk of malnutrition. Conclusions. The present study suggests that these hospitalized patients had a high rate of malnutrition. Individuals equal and older than 65 years were the most affected having both underweight and risk of malnutrition. Therefore, there is a need to include nutritional assessment in order to prevent consequences of malnutrition in older individuals.

Keywords: malnutrition, prevalence, risk, diagnosis, BMI, older adults


INTRODUCCIÓN

El término malnutrición significa alteración de la nutrición, tanto por defecto (desnutrición) como por exceso (sobrepeso). Lo anterior, es el resultado de un desequilibrio entre las necesidades corporales y la ingesta de nutrientes que puede llevar a un síndrome de deficiencia, dependencia, toxicidad u obesidad1. Alrededor de un 30% de la población mundial sufre de alguna forma de malnutrición. No tener una cantidad suficiente de energía o nutrientes fundamentales implica no llevar una vida sana y activa, que puede conducir a pérdidas incalculables de potencial humano y desarrollo social. Más de la mitad de la carga de enfermedades del mundo se puede atribuir al hambre, la ingestión desequilibrada de energía o la deficiencia de vitaminas y minerales2.

La malnutrición en el hospital puede ser superior al 50%3,4. Sin embargo, según la edad podría variar de 43% en mayores de 70 años a 8% en menores de 30 años5. De acuerdo a otras investigaciones la prevalencia de malnutrición tipo desnutrición en hospitales en países de Latinoamérica como Brasil y Argentina llega casi a 50%6,7. Esta condición altera los niveles de cicatrización8, grado de complicaciones9, aumenta la severidad de las infecciones10 y mortalidad, prolonga su estancia hospitalaria, reduce su calidad de vida e incrementa los costos institucionales. Por lo tanto, la desnutrición sigue siendo una de las principales causas relacionadas con la morbilidad y mortalidad, afectando principalmente a pacientes hospitalizados11. Además, inapropiados procedimientos de tamizaje y evaluación, en conjunto con intervenciones nutricionales inadecuadas han contribuido al empeoramiento del estado nutricional durante la hospitalización.12

Por otro lado, el exceso de peso en personas con baja talla es un importante indicador de salud pública, por su relación con la morbi-mortalidad de los individuos en ciertas edades y estados fisiológicos13. El número de sujetos con sobrepeso comienza a equipararse con el número de personas subnutridas en todo el mundo. En países como Nigeria el sobrepeso oscila entre 20% y 35%14. En un estudio realizado por Vargas-Correa en Yucatán se evaluó el estado nutricional a través del Índice de Masa Corporal (IMC), y se observó que 40% de los pacientes estaba en un límite normal; mientras que 10% tuvo desnutrición, 29% sobrepeso y 19% obesidad15. Se podría decir que la medición de la obesidad en pacientes hospitalizados ha sido poco evaluada, tanto en términos de prevalencia como su influencia sobre algunas enfermedades. Aunque existen reportes de que la obesidad se convierte en un factor protector en casos de neumonía16.

El diagnóstico del estado nutricional del paciente hospitalizado es importante porque favorece la monitorización y evaluación de los controles médicos, lo anterior, debido a que la presencia de bajo peso como de sobrepeso y obesidad, encontradas en los pacientes adultos hospitalizados, puede afectar directamente la evolución de su enfermedad y más allá su calidad de vida. Por otra parte, a pesar de la existencia de pacientes malnutridos en los hospitales, una minoría de ellos recibe tratamiento nutricional, lo que sugiere que aún el tema de malnutrición no tiene relevancia clínica, a lo que se suma el desconocimiento médico sobre este tópico en sus pacientes. Sin embargo, en algunos países desarrollados como Reino Unido, Estados Unidos, los Países Bajos y algunos lugares de Dinamarca, un diagnóstico de nutrición previo a la admisión es obligatorio17.

El Instrumento Universal para el Cribado de Malnutrición (Malnutrition Universal Screening Tool - MUST) fue diseñado con el fin de detectar estados de desnutrición y obesidad en adultos, éste incluye el Índice de Masa Corporal (IMC), pérdida de peso no planeada y la presencia o ausencia de enfermedades severas 18. Esta herramienta ha sido validada en algunos campos de la medicina19, por lo cual se considera útil para el diseño de estudios relacionados con la medición de malnutrición en hospitales. En el departamento de Nariño y específicamente en la ciudad de Pasto, existen pocos reportes donde se identifique el estado de malnutrición en adultos, y tampoco en pacientes hospitalizados. Por esta razón, a través del MUST y sus componentes se quiere identificar el estado nutricional y riesgo de malnutrición en pacientes mayores de 18 años internados en el Hospital Universitario Departamental de Nariño.

METODOLOGÍA

Tipo de Estudio y Muestra

Se diseñó un estudio observacional descriptivo de corte transversal. La muestra consistió en pacientes adultos (≥18años) admitidos al Hospital Universitario Departamental de Nariño en octubre de 2012 que aceptaran de manera voluntaria en participar en el estudio. Un consentimiento informado fue obtenido de todos los participantes previamente al inicio del mismo. No se incluyeron pacientes embarazadas, con alguna limitación física o mental anterior al ingreso al hospital o pacientes quienes tenían restricciones de acceso en el hospital i.e. Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Análisis Socio-Demográfico

Para este estudio la edad fue registrada en años y codificada en intervalos de 10 años, la variable sexo fue determinada como sexo al nacer en masculino o femenino, los individuos fueron clasificados de acuerdo a la raza como blanco, mestizo, zambo y negro. La zona domiciliaria se estableció de acuerdo a la ubicación de su vivienda y su respectivo desarrollo en rural y urbana. La procedencia se codificó según su lugar de origen en dos grupos como provenientes de Pasto u otra ciudad. El estrato socio-económico fue registrado de uno a cinco según los parámetros gubernamentales locales (los valores uno y dos correspondieron a estrato bajo, tres y cuatro a estrato medio y el cinco a estrato alto). En relación con la afiliación a un sistema de salud, el registro tuvo dos opciones según la legislación Colombiana que fueron subsidiado o contributivo. En esta investigación el estado civil fue evaluado como la situación de tener (casado/cohabita) o no tener pareja (soltero/viudo/separado) y el número de hijos fue organizado en intervalos de tres, teniendo en cuenta que el promedio de hijos en el país es mayor a dos20. La escolaridad fue agrupada en tres niveles como bajo si no tenía ningún tipo de estudios o sólo había cursado estudios primarios; nivel medio si tenía estudios secundarios y técnicos y/o tecnológicos y un nivel alto si había cursado una carrera y/o posgrados. De acuerdo a variables como la religión, se indagó si practicaban algún tipo de religión y cuál.

Análisis de Enfermedades y Servicios Hospitalarios

El diagnóstico de enfermedades fue basado en la Clasificación Internacional de Enfermedades versión 10 (CIE-10). Los servicios hospitalarios que se incluyeron y que son parte del hospital fueron Medicina Interna, Ginecología, Cirugía, Urgencias y Ortopedia. De acuerdo al tiempo de hospitalización, los tiempos fueron agrupados en semanas.

Análisis Antropométrico

En el hospital los pacientes fueron pesados con una báscula mecánica con balance ajustable Health-o-Meter® Welch Allyn, la cual fue utilizada para la primera (dato registrado en la historia clínica) y la segunda evaluación de peso requerida por la escala MUST, registrada directamente en los pacientes y de acuerdo a su condición. La talla fue tomada con un metro estandarizado en centímetros (cm). En el caso de que los pacientes no pudieran ser medidos ni pesados con facilidad, se tomó la altura que ha sido reportada en documentos recientemente o la talla referida por el paciente (si era un dato confiable). Cuando no se pudo obtener de esta manera, se calculó la talla mediante las siguientes medidas alternativas como la longitud del brazo, del antebrazo, altura de la rodilla o longitud del arco del brazo y su conversión en la tabla guía respectiva. Si el peso no podía ser evaluado, la circunferencia del brazo (CB) fue medida con un metro en centímetros en el punto medio entre el acromion y el olécranon. Si el CB era menor de 23,5 cm, se asumió un IMC <20 kg/m2 y si el CB era >32cm, el IMC era aproximadamente >30 kg/m2.

Valoración de Malnutrición

El índice de masa corporal (IMC) fue calculado como (kg)/(m2) y se clasificó en Bajo peso con valores de ≤18,5; en Normal de 18,5 a 24,9; en Sobrepeso de 25 a 29,9 y Obesidad de ≥30 de acuerdo a los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS)21.

Valoración de Riesgo de Malnutrición

Se utilizó la escala MUST22 donde se incluyó tres tipos de puntuaciones, la primera es la del ICM y se clasificó como "0=≥20","1=18,5 - 20" y "2= ≤18,5"; la segunda es la relacionada con pérdida de peso (PP) en porcentaje, donde se indagó sobre la pérdida de peso involuntaria en los últimos tres a seis meses, y se obtuvo un valor porcentual de acuerdo a la siguiente fórmula: %PP= (peso inicial - peso actual/peso actual) x 100 y se codificó "0=≤5", "1=5-10" y "2=≥10". En el caso de que ni el peso inicial ni el peso actual no pudieron ser registrados se hizo una aproximación de su estado de pérdida de peso (si era confiable). En la tercera puntuación se valoró el efecto de la enfermedad aguda (donde el paciente hubiera estado o estuviera sin aporte nutricional por más de 5 días) se dió una puntuación de 0 o 2 según el caso. Al final se sumaron todos los puntos de cada uno de los pacientes y se clasificó como "0=Riesgo bajo", "1=Riesgo medio" y "≥2= Riesgo alto".

Análisis Estadístico

Para el análisis de la información se utilizó el programa estadístico S.P.S.S. versión 17 (SPSS Inc., Chicago, IL, USA). Se realizó un análisis descriptivo, utilizando frecuencias y porcentajes y analítico como la medida de comparación Chi2. El valor de p fue establecido como menor a 0,05.

RESULTADOS

Se evaluaron 400 pacientes de los cuales 219 (54,8%) fueron hombres y 181 (45,2%) mujeres. El mayor número de casos se observaron en edades ≥ 65 años con 104 (26%), de raza mestiza con 376 casos (94%), de zona urbana con 218 (54,5%), principalmente de estratos socioeconómicos uno con 229 casos (57,3%) y dos con 149 (37,2%), es decir, de estrato bajo y afiliados al régimen subsidiado con 304 sujetos (76%). Según el estado civil, 230 sujetos (57,5%) estaban casados, con un número de hijos en promedio entre 1 y 3 con 210 casos (52,5%), con un nivel de escolaridad bajo en 238 individuos (59,5%). No existieron diferencias significativas en la distribución de las diferentes variables según sexo (Tabla 1). Sin embargo, de acuerdo al diagnóstico principal, las enfermedades más frecuentes en hombres fueron trauma cráneo-encefálico y de mano cada uno con 11 casos (5,0%), además, trauma de tórax y urolitiasis con 7 individuos (3,2%) en cada clasificación. En 10 (5,5%) mujeres se registró colecistitis, 8 (4,4%) trauma cráneo-encefálico, 6 (3,3%) cáncer de ovario y 6 (3,3%) cáncer gástrico (p<0,001).

De la muestra total, 302 individuos (75,5%) no tenían ningún grado de malnutrición, 26 casos (6,5%) tenían Bajo peso, 61 (15.3%) Sobrepeso y 11 (2,8%) Obesidad. El total de sujetos con malnutrición fue 98 (24,5%). En la Figura 1 se observa la distribución de los tipos de malnutrición en los 98 casos. Es importante mencionar que 72 sujetos (73,5%) con malnutrición tenían Sobrepeso y Obesidad.

En la Tabla 2 se describen las características de acuerdo al Índice de Masa Corporal (IMC). El mayor número de sujetos que tiene malnutrición son ≥65 años, de los cuales están en Bajo peso 13 casos (50%) y en Sobrepeso 18 (29,5%). También se observó en el grupo de Sobrepeso 7 casos (11,5%) y 3 (27,3%) que en el de Obesidad (p<0,05) para un total de 38,8% pertenecían al grupo de edad de 25 a 34 años.

De acuerdo al sexo, en 17 hombres (65,4%) fue más prevalente el Bajo peso, mientras en 9 mujeres (34,6%) lo era, a pesar de la diferencia el resultado no fue estadísticamente significativo. La malnutrición según raza, zona domiciliaria, lugar de procedencia y estrato socioeconómico tampoco tuvieron diferencias significativas. Es importante resaltar que en estrato socioeconómico 1, 17 sujetos (65,4%) tenían Bajo peso y 6 (54,5%) Obesidad.

Se observaron diferencias estadísticamente significativas para variables como el Sistema de Seguridad Social. Veinte y dos casos (84,6%) que tenían Bajo peso pertenecían al régimen Subsidiado y 7 (63,6%) con Obesidad al régimen Contributivo (p=0,005). En 31 pacientes (50,8%) que tenían de 1 a 3 hijos se presentó Sobrepeso y en 6 (54,5%) Obesidad (p=0,002). En la variable Estado Civil, de todos los casos con Obesidad 10 individuos (90,9%) eran casados. Por otro lado, de los sujetos con Bajo peso 23 pacientes (88,5%), en el grupo de Sobrepeso 33 (54,1%), y en el de Obesidad 6 (54,5) eran de escolaridad baja, lo que significa que no tenían escolaridad o tenían escolaridad primaria (p=0,04). En relación con las variables hospitalarias, al servicio de urgencias ingresaron 32 casos (52,5%) con Sobrepeso y 8 (72,7%) con Obesidad. De acuerdo al tiempo de hospitalización de 1 a 8 días se encontraron 21 casos (80,8%) en clasificación de Bajo peso, 53 (86,9%) en Sobrepeso y 11 (100%) en Obesidad, aunque las diferencias no fueron estadísticamente significativas (Tabla 2). De los pacientes con Sobrepeso 3 (4,9%) tenían trauma cráneo-encefálico y este mismo porcentaje epistaxis (p= 0,075).

En la Figura 2, se representa el riesgo de malnutrición de los pacientes del estudio. La suma de Riesgo medio y alto alcanza los 220 casos (55%).

En la Tabla 3, se describe el riesgo de malnutrición medido a través de la escala MUST según variables socio-demográficas y hospitalarias. Según la edad, el 63,1% de los pacientes ≥65 años están entre un Riesgo medio y alto, es importante mencionar que de ellos 57 casos (36,5%) están en Riesgo alto (p=0,01). Ciento cuarenta y dos casos (91%) de raza mestiza (p=0,04), 84 sujetos (53,8%) de zona rural al igual que 96 pacientes (61,5%) procedentes de un lugar diferente a la ciudad de Pasto (p=0,005) presentaron Riesgo alto de malnutrición. Este mismo riesgo se observó en 102 casos (65,4%) de estrato 1 (p=0,007), en 136 pacientes (87,2%) del régimen Subsidiado (p<0,001), en 55 sujetos (35,3%) con 4 a 6 hijos (p=0,006) y en 110 individuos (70,5%) con un nivel de escolaridad bajo (p<0,001). Además, Riesgo alto se evidenció en 58 pacientes (37,2%) del servicio de Cirugía (p<0,001), en 114 casos (73,1%) quienes estuvieron de 1 a 8 días hospitalizados (p<0,001), en 7 sujetos (4,5%) que sufrieron trauma cráneo-encefálico y cáncer gástrico y en 8 (5,1%) intoxicación por órgano-fosforados (p<0,001).

DISCUSIÓN

Malnutrición (IMC)

En este estudio 24,5% del grupo de pacientes hospitalarios tenía malnutrición según el Índice de Masa Corporal (IMC), porcentaje inferior al encontrado por Fuchs et al.23, en 561 pacientes del Hospital General de México donde 66,7% tenía malnutrición de cualquier tipo. Es interesante resaltar que el 73,5% de los pacientes malnutridos tenía Sobrepeso y Obesidad. La literatura científica reporta que esta condición puede relacionarse con pobres resultados en el tratamiento de la escoliosis24. Sin embargo, también se ha mencionado la paradoja de la obesidad la cual podría disminuir la mortalidad hospitalaria en ciertos grupos de pacientes25.

De acuerdo al IMC, el mayor número de población que está en malnutrición son los pacientes ≥65 años observándose Bajo peso en 50% y Sobrepeso en 29,5% de los individuos. Estos hallazgos fueron diferentes al estudio realizado por Viamontes et al. 26 en Cuba en 266 pacientes, el cual mostró Bajo peso en 5% de los casos y Sobrepeso en 43,7%. Las diferencias encontradas se pueden atribuir a la poca ingesta calórica debido a la dificultad de acceder a los alimentos posiblemente por su bajo estrato socioeconómico. También los patrones culturales y hábitos en particular como el consumo elevado de carbohidratos y menor cantidad de proteínas. Por otro lado, los pocos cuidados que pueden tener las personas mayores por la ausencia de sus familiares, puede ser otra causa. En la población de 25 a 34 años de este estudio existió Sobrepeso en 11,5% y Obesidad en 27,3% de los casos, valores diferentes a los reportados por Rodríguez et al.27, en Madrid en una población de 418 individuos en los cuales se observó Sobrepeso en 34,2% y Obesidad en 13,6% en este grupo etario.

Según el estudio realizado por Vidal et al.28, en una muestra aleatoria de 189 pacientes el mayor porcentaje de Bajo peso lo presenta el sexo masculino con 70,7%; levemente superior al del presente estudio que muestra un Bajo peso de 65,4% en los hombres. En los países en desarrollo, las mujeres y los hombres desempeñan funciones similares, mientras en muchos de los países de Latinoamérica los hombres se dedican principalmente a la búsqueda de dinero, mientras las mujeres suelen ser responsables de comprar y preparar la mayor parte de los alimentos que se consumen en el hogar, hecho que garantiza una dieta variada y de mayor calidad que la de los hombres. Más allá, esta condición se asocia a características culturales como el machismo, según Quiñones-Mayo y Resnick29 este involucra la dominación de las mujeres, quienes dentro de sus funciones están la crianza de los niños y servir a los hombres. Los hombres son dependientes de estas funciones, y cuando este patrón no existe, el auto-cuidado se ve comprometido.

No existieron diferencias estadísticamente significativas entre los diferentes tipos de malnutrición y la zona domiciliaria. Aunque se encontró una leve diferencia en los pacientes con Obesidad, donde un 45,5% eran de origen rural y un 54,5% (p>0,05) urbano. Sin embargo, en el estudio sobre la prevalencia de desnutrición hospitalaria en Panamá, Estudio Latinoamericano de Nutrición (ELAN), se evidenció diferencias significativas en los pacientes provenientes de áreas rurales (47%) con respecto a los que provenían de áreas urbanas (39%) (p=0,04)30. Lo anterior, muestra que las condiciones de las áreas rurales no difieren mucho en los niveles de desnutrición en general y en el presente estudio, a pesar de ser frecuencias elevadas.

La prevalencia de malnutrición fue del 57,3% en los pacientes de estrato 1 y 37,2% en los de estrato 2 (estrato bajo) en el presente estudio, lo cual se explica que tanto la pobreza como la desigualdad social son los condicionantes principales de la dificultad, o imposibilidad del acceso a muchos productos alimentarios y consecuentemente de la desnutrición. Cuando se posee un menor nivel socioeconómico y un bajo poder adquisitivo se afecta la calidad y la cantidad nutricional de la dieta alimenticia31. Además, se encontró que los casados tienen mayor sobrepeso (72,1%) y obesidad (90,9%) comparado con los pacientes solteros de 27,9% y 9,1% respectivamente. Esta condición puede estar relacionada con el auto-cuidado y la dinámica de los grupos familiares. La presencia de un mayor número de hijos se refleja también en los niveles de desnutrición, cuando los individuos tenían entre 4 y 6 hijos fue de 38,5%; esto implica tener una peor nutrición debido al número de integrantes en la familia. También, el 88,5% de los pacientes con un nivel bajo de escolaridad presentaron Bajo peso. En nuestro medio, el nivel de educación está ligado a las oportunidades de trabajo, en otras palabras, las personas con una escolaridad baja tienen menos opciones de trabajo, por lo tanto, menos ingresos económicos que afectan la nutrición. Sin embargo, Vio et al.32, aclaran que el Sobrepeso y la Obesidad son más prevalentes dependiendo del nivel socioeconómico y el grado de educación, ellos mencionan que los individuos con bajo nivel educacional presentan el doble de prevalencia.

Teniendo en cuenta las variables hospitalarias, las mayores prevalencias de malnutrición se evidenciaron en el servicio de Urgencias del hospital. Se observó que un 52,5% de individuos tenía sobrepeso y 72,7% Obesidad mientras en el de Cirugía un 30,8% de los pacientes tenía Bajo peso. En cuanto al tiempo de hospitalización, de los pacientes que llevaban de 1 a 8 días un 80,8% presentaban Bajo peso, lo que implica la posibilidad de tener una condición menos favorable cuando transcurra el tiempo. En este sentido, Socarras et al.33, en 242 pacientes afirma que la desnutrición aparece cuando la estadía hospitalaria se prolonga por más de 2 semanas, porque aumenta el número de complicaciones, la mortalidad y los costos hospitalarios.

Riesgo de Malnutrición (MUST)

El 16% de los pacientes del hospital estuvieron en Riesgo medio y 39% en Riesgo alto de malnutrición. Estos resultados fueron muy superiores a los reportados por Tannen y Lohrmannen34 en 2.283 pacientes en Alemania que fueron 8,3% para Riesgo medio y 15,7% para alto. En los pacientes con edades ≥ 65 años según la herramienta MUST, 63,1% presentaron Riesgo de malnutrición, mientras que Holst et al.35, encontraron en 233 pacientes en estas edades un Riesgo de malnutrición de 47%. El envejecimiento está asociado a una disminución en el número de funciones fisiológicas que impactan en el estado nutricional, en las que se incluyen una reducida masa corporal y en una resultante disminución del porcentaje del metabolismo basal, disminución de la secreción gástrica de los jugos digestivos, cambios en la cavidad oral, déficit en la función sensorial, cambios en la regulación de fluidos y electrolitos y enfermedad crónica. La medicación y la hospitalización y otros determinantes sociales también pueden contribuir a una inadecuada nutrición36.

Por otra parte, se observó que el mayor número de la muestra que está en Riesgo alto son también ≥65 años con 36,5%, valor que podía ser comparado con el 25 a 60% mencionados por Hernández et al.37, en un estudio realizado en Valencia. Lo anterior, puede ser por una alimentación inadecuada dentro del hospital y que posiblemente no tenga en cuenta las condiciones nutricionales al ingreso, también, las características de cada enfermedad podrían aumentar los requerimientos de nutrientes y además estar asociado a cambios propios del envejecimiento, los que incrementan el riesgo de malnutrición38 como se mencionó anteriormente. Además, se evidenció una diferencia levemente superior en la presencia de Riesgo alto de malnutrición en pacientes de la zona rural con un 53,8% comparado con la zona urbana de 46,2%. Esto puede ser debido a que la alimentación hospitalaria podría tener un aporte calórico inferior que la ingesta regular de los pacientes que provienen de la zona rural, que puede estar asociada con condiciones sociales, culturales y emocionales que se desenvuelven con el hecho de comer.

La mayoría de los pacientes de estrato 1 y 2, es decir, estrato bajo (65,4%) y de régimen de afiliación a salud Subsidiado (87,2%) tienen un Riesgo de malnutrición (desnutrición) debido posiblemente al tipo de enfermedades que los mismos presentan que no permite que su estado nutricional se mantenga sino tienda a empeorar dentro del hospital. Por otra parte, tener de 4 a 6 hijos se asoció con un Riesgo alto de malnutrición, con una prevalencia de 35,3%. El estado civil y la conformación de una familia numerosa, puede desarrollar en el paciente un estado de ansiedad y estrés por las responsabilidades económicas, de cuidado y emocionales que hacen que el metabolismo se acelere y demande una mayor cantidad de energía lo que representa una necesidad adicional de ingesta calórica, que podría ser limitada en el hospital.

De acuerdo a un análisis del estudio en estado de salud y nutrición de Shamah-Levy et al.39, se pudo identificar que la cuarta parte de los hombres y la tercera parte de las mujeres no tenían estudios; más de la mitad cursó tan sólo la primaria y sólo 18,4% de los hombres y 11,8% de las mujeres habían realizado estudios de secundaria o más, respecto a lo observado en este estudio el 70,5% de la población con Riesgo alto de malnutrición, tenían un nivel de escolaridad bajo. En este caso, el riesgo de malnutrición no estaría dado por su nivel educativo, sino que probablemente estos pacientes pertenezcan a un estrato económico bajo, y por lo tanto tengan las mismas condiciones de ese grupo. Por otro lado, encontramos que 37,2% de pacientes con Riesgo alto de malnutrición estuvieron en el servicio de Cirugía, los resultados de nuestro estudio pueden ser comparados con los publicados por Fernández et al.40, que superan levemente el 27,3% el reportado por estos investigadores. La mayor incidencia del Riesgo en este servicio se relaciona con que los individuos en el mismo pueden permanecer largos períodos de tiempo sin recibir una alimentación adecuada por los procedimientos a los cuales fueron o van a ser sometidos.

Según el tiempo de hospitalización el Riesgo de malnutrición según el MUST fue de 73,1% de 1 a 8 días, contrario a lo mencionado en otros estudios donde el Riesgo de malnutrición tipo desnutrición fue proporcional al tiempo de hospitalización y a la edad.

En este sentido, el estudio realizado por Ortiz et al.41, evidencia una incidencia de desnutrición hospitalaria del 9% realizada en función a variables antropométricas y con un tiempo promedio de hospitalización de 13 días. Esta variación se podría presentar en nuestra población debido a que la mayoría de los pacientes ingresan al hospital con una inapropiada condición nutricional de base que pasa desapercibida al ingreso, debido a que la atención se dirige hacia la patología aguda y normalmente se da salida a los pacientes sin un adecuado tratamiento nutricional.

El estado nutricional es importante por diferentes razones, pero en especial por disminuir los efectos adversos relacionados con la salud y porque optimiza la calidad de vida de los seres humanos. Por lo tanto, en la ruta de atención que el paciente está obligado a cumplir para ser atendido en los hospitales, no se debería omitir la interconsulta con los programas de nutrición. También, es recomendable una intervención integral que incluya el consejo preventivo en nutrición en el primer nivel de atención que prestan las instituciones de salud.

CONCLUSIONES

El porcentaje de malnutrición de los pacientes fue elevado, sin embargo, no tan elevado como en otros países que presentan el mismo contexto socio-económico. Se observó que hay problemas similares a los reportados por la literatura en la población ≥ 65 años de edad, quienes en un 50% tenían Bajo peso y en más de la mitad estaba en Riesgo de malnutrirse en el hospital. Lo anterior indica que es un grupo vulnerable, el cual requiere mayor seguimiento de acuerdo a las guías de control de adulto mayor. La interacción de factores sociales, económicos y culturales sobre el estado nutricional son determinantes en el momento de adquirir una enfermedad, siendo este un problema vital para el proceso de recuperación de la salud porque van más allá de la biología propia del paciente. De la misma forma, las condiciones hospitalarias y clínicas predisponen al individuo a estar en un riesgo mayor de malnutrición que trae como resultado una pobre evolución de la enfermedad aumentando así la estancia y los costos intra-hospitalarios.

AGRADECIMIENTOS

El grupo de investigación agradece a las directivas del Hospital Universitario Departamental de Nariño por su colaboración para desarrollar este trabajo.

CONSIDERACIONES ÉTICAS

Para la ejecución de este estudio se solicitó los debidos permisos institucionales, además del respectivo consentimiento informado a los pacientes que participaron en el estudio. El acceso a los resultados de investigación y respectivos datos de los pacientes sólo fue destinado al grupo de investigación, garantizando la confidencialidad al grupo evaluado. El protocolo fue aprobado por el Comité de Investigación y Ética de la Facultad de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín - Pasto, Acta No. CIET-CEI 001/2012.

CONFLICTO DE INTERESES

No existe conflicto de intereses entre los autores en la organización y presentación de este artículo.

REFERENCIAS

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