Cabeza hacia adelante: una mirada desde
la biomecánica y sus implicaciones
sobre el movimiento corporal humano
Iván Darío Pinzón Ríos1
1. Escuela de Fisioterapia Universidad Industrial de Santander, Colombia
Correspondencia: Iván Darío Pinzón Ríos. Dirección: Carrera 32 N° 29-31 Facultad de Salud UIS. E-mail: ivandpr@hotmail.com. Teléfono: 6344000 Ext.:3147
Recibido: Mayo 16 de 2014 Aprobado: Noviembre 01 de 2014
Forma de citar: Pinzón Ríos ID. Cabeza hacia adelante: una mirada desde la biomecánica y sus implicaciones sobre el movimiento corporal humano. rev.univ.ind.santander.salud 2015; 47(1): 75-83.
RESUMEN
Las condiciones ergonómicas de mobiliario y de equipos, como también la postura incorrecta al estar en posición sedente, de pie o cargando algún peso pueden generar dolores o complicaciones osteomusculares. Dentro de estas, la cabeza hacia adelante es una alteración común detectada en la evaluación postural realizada por los fisioterapeutas. Esta suele asociarse a cambios mecánicos del cuello y columna vertebral, los cuales alteran la funcionalidad de los individuos, causándole discapacidad pues compromete el movimiento de hombros, la movilidad de la articulación temporomandibular, la mecánica respiratoria, desarrollando imbalances musculares, mareos, disfunción vestibular, aumenta el riesgo de fracturas y se asocia con procesos dolorosos como la cervicalgia, dorsalgia y lumbalgia. Por tanto el siguiente artículo tiene por objetivo revisar la fisiopatogénia de la cabeza hacia adelante, desde una perspectiva biomecánica, analizando las implicaciones de esta alteración postural sobre el movimiento corporal humano, proporcionando así herramientas de análisis para el abordaje fisioterapéutico.
Palabras claves: Cabeza hacia Adelante, columna cervical, biomecánica, fisioterapia.
Forward head: a biomechanical perspective and its
implications for the human body movement
ABSTRACT
The ergonomics of furniture and equipment, as well as improper posture when in a sitting position, standing or carrying some weight can cause pain or musculoskeletal complications. Within these, the forward head is a common alteration detected in the postural assessment by physiotherapists. This is often associated with mechanical changes of the neck and spine, which alters the functionality of individuals, causing disability movement as committed shoulders, temporomandibular joint mobility, respiratory mechanics, developing muscle imbalances, dizziness, vestibular dysfunction, increases the risk of fractures and is associated with painful conditions such as neck pain, dorsal pain and back pain. So the following article is intended to review the pathophysiology of forward head, from a biomechanical perspective, analyzing the implications of this postural change on human body movement, providing analysis tools for addressing physiotherapy.
Keywords: Forward head, cervical spine, biomechanical, physiotherapy.
INTRODUCCIÓN
La Cabeza hacia Adelante (ChA) es una alteración postural común en la evaluación fisioterapéutica, que se relaciona con la presencia de patologías que afectan la funcionalidad de los individuos no sólo en esta zona del cuerpo, sino que también influye en la alineación corporal general1,2, asociada a condiciones ergonómicas inadecuadas3 que favorecen las posturas erróneas4. La ChA se caracteriza por la disminución del ángulo craneovertebral (CV) el cual se determina mediante una línea horizontal que atraviesa la apófisis espinosa C7 y una línea que conecta apófisis espinosa C7 con el trago de la oreja1,5, el cual oscila entre 50°-55°6 (Figura 1) aunque puede variar entre 31°-40°7. Esta alteración postural se relaciona con el aumento de la cifosis dorsal, dolor de cuello8, disminución del rango de movilidad cervical9 y en algunos casos con patologías dentales, escapulares10, dorsolumbares y de hombro como síndrome de pinzamiento subacromial11. El método para la detección de esta alteración más común es la estimación visual del exámen postural12, no obstante este ha sido criticado por ser subjetivo y poco fiable13, por ello los actuales métodos de imágenes con equipos electrónicos14 complementados con la evaluación muscular15, permiten un análisis biomecánico óptimo para entender las implicaciones de ésta sobre el Movimiento Corporal Humano (MCH).
RESULTADOS
Biomecánica de la ChA
La fisiopatogenia de esta alteración, está ligada
íntimamente con las implicaciones del síndrome
cruzado superior, patrón postural de distorsión
señalado por Vladimir Janda. Un individuo con este
síndrome muestra cifosis torácica, hiperextensión
de cabeza (como en ChA), los hombros se aprecian
redondeados o caídos, los flexores profundos del cuello,
romboides y serrato anterior debilitados y retraídos los
músculos pectorales (mayor y menor), trapecio superior
y elevador de la escápula16. René Cailliet menciona que
son varios y diversos los síntomas que la ChA produce;
uno de los más notorios es un aumento anormal de la
carga con un máximo de 30 libras hacia anterior sobre
la columna cervical17.
Por su parte Kapandji, indica que por cada pulgada que la cabeza se mueve hacia adelante gana 10 libras en peso18, conllevando una progresión hacia anterior, que evoluciona en cuatro estadios. En el estadio normal (A) no hay dolor, el cuello es sano, móvil y libre de alteración funcional, en el estadio leve (B) existe dolor de cabeza/cuello y tensión en los hombros, en el estadio moderado (C) hay fatiga muscular, dolor articular/ inflamación/degeneración e inicios de enfermedad discal y en el estadio avanzado (D) hay dolor crónico, daño articular irreversible y patologías de la columna concomitantes (Figura 2)19.
Estos cambios biomecánicos se relacionan con un imbalance en la palanca de la cabeza (recordando que ésta es de primer género), afectando los músculos en el cuello y la espalda superior, aumentando el trabajo de éstos para mantener la cabeza neutra y evitar su caída sobre el pecho; lo cual obliga a los músculos suboccipitales a permanecer en constante contracción, ejerciendo presión sobre los nervios suboccipitales18. Esto también afecta la respiración y puede resultar en la pérdida de 30% de la capacidad pulmonar vital debido al bloqueo de la acción de los músculos hioideos, especialmente los responsables de la elevación de la primera costilla durante la inhalación. También es común el compromiso de la función gastrointestinal, particularmente el intestino grueso, la función peristáltica y la evacuación normal aunque esto aún está en estudio20. Sumado a ello, provoca aumento en el dolor debido al compromiso de las señales propioceptivas de los cuatro primeros nervios cervicales los cuales son una de las principales fuentes de estímulos químicos que controlan el dolor del cuerpo (endorfinas)17.
Otro compromiso frecuente de esta postura son los desórdenes de la articulación temporomandibular (ATM). La elongación de los músculos infrahioideos, especialmente el esternohioideo y omohioideo traccionan hacia abajo y atrás el hueso hioides; esta acción es transferida a la mandíbula a través de los músculos suprahioideos especialmente por el vientre anterior del digástrico, dando como resultado que la mandíbula sea empujada en dirección de retracción y depresión. Adicional a esto los cóndilos de la mandíbula son desplazados comprimiendo el tejido retrodiscal, creando inflamación y espasmo en el musculo pterigoideo lateral como mecanismo protectivo. El espasmo crónico de este músculo posiciona anormalmente los cóndilos hacia anterior y medial, predisponiendo al daño del complejo disco-cóndilo causando desordenes de la ATM21 (Figura 3)22.
La ChA también se ha asociado con una escápula que se ubica en relativa elevación, protracción con rotación hacia abajo y eventual pérdida de la movilidad del hombro23. Grimsby y Gray, citados por Donatelli, mencionan que en el sujeto con esta alteración postural, los hombros están redondeados, hay hipercifosis dorsal y la escápula rota hacia adelante y hacia abajo; presionando el proceso acromial y cambia la dirección de la fosa glenoidea, causando roce con el tendón del supraespinoso y/o la bursa subdeltoidea contra la porción anterior del acromion, al intentar realizar flexión de la articulación glenohumeral24.
Según Andrzej Pilat, la cronología del desarrollo de los cambios biomecánicos en la patogénesis de la ChA involucra 22 pasos25, cada uno de los cuales se caracteriza por un hallazgo clínico importante, los cuales son:
Algunas consecuencias sobre el MCH
En general dentro de las principales consecuencias
causadas por la ChA sobre la funcionalidad y el MCH,
se encuentran:
CONCLUSIONES
El conocimiento sobre los mecanismos fisiopatológicos de la ChA, permiten realizar una evaluación y abordaje adecuado de esta alteración postural, entendiendo su incidencia sobre el MCH43. Según Perriman en una encuesta realizada entre 468 fisioterapeutas australianos, el 40% informó que encontraba hipercifosis en las evaluaciones posturales diarias, sin embargo reportaron tener un conocimiento limitado de su manejo. Es por ello que una posible implicación para la labor del fisioterapeuta es considerar la obtención de mediciones más objetivas con elementos económicos, fácilmente accesibles y confiables como por ejemplo el flexicurve12.
Los cambios biomecánicos de la ChA deben ser tenidos en cuenta para el análisis de la funcionalidad de los individuos en el mantenimiento de posturas, manejo de cargas y actividades de la vida diaria en todos los grupos etáreos. Claro ejemplo de esto es el estudio de Kim realizado en población infantil, donde se halló ChA, disminución en el ángulo CV y aumento en la actividad EMG del trapecio superior, esternocleidomastoideo y músculos paraespinales cervicales cuando los niños cargan morrales o mochilas44. Por su parte, un estudio realizado en población infantil y adolescente que labora, mostró que esta actividad puede afectar el crecimiento y desarrollo, dando lugar a alteraciones del sistema osteomuscular que a largo plazo desarrollan estados patológicos. Los hallazgos demostraron la presencia de condiciones individuales y laborales entre las que resalto la ChA predisponen a sufrir lesiones y/o enfermedades que pueden afectar la funcionalidad en esta población45. Esta alteración también puede tener efectos negativos en la autoestima y autoimagen en la población infantil46.
En la población laboral, Bakhtiar realizo un estudio para determinar la relación entre la postura y la ocupación en 369 sujetos pertenecientes a diferentes profesiones (operadores de computadoras, conductores de automóviles y motos, ejecutivos de banco, odontólogos, microbiólogos y amas de casa) seguidos trimestralmente durante un año, mostrando que la ChA es la alteración más común47. En estudiantes, Chiu observó una asociación significativa entre la postura de la cabeza durante el trabajo en computador y dolor de cuello (p=0,02). Entre las personas con dolor de cuello el 60,5 % tenía una postura de ChA48. Por su parte Kang reportó desequilibrio postural y deterioro de la capacidad para regular el movimiento hacia delante y hacia atrás en trabajadores que utilizaban computador por 6 horas49. Estos hallazgos son útiles para el fisioterapeuta que evalúe e intervenga los riesgos biomecánicos con la presencia de desórdenes musculoesqueléticos de origen laboral relacionados con la presencia de ChA.
Con relación al manejo de cargas, Weon y colaboradores, encontraron aumento significativo de la actividad EMG en el trapecio superior e inferior y disminución significativa en el serrato anterior, cuando se flexiona el hombro con carga isométrica en sedente si se mantiene la ChA50. Estos cambios en las cargas se asocian con los estadios moderado y avanzado en los cuales la alteración postural se manifiesta con presencia de dolor, inflamación, degeneración articular y daños irreversibles de la columna vertebral17. Por ello reconocer la debilidad de los flexores profundos del cuello, romboides y serrato anterior frente a músculos pectorales, trapecio y angular de la escápula retraídos16, permiten un abordaje fisioterapéutico certero. Para el manejo de cargas, es importante que se tenga en cuenta la presencia de patologías como síndrome de pinzamiento subacromial11 tendinitis del supraespinoso y/o la bursitis subdeltoidea25 y el compromiso de la función respiratoria35,36 por la pérdida de hasta un 30% de la capacidad pulmonar vital15,35 que pueden ser exacerbadas por la ChA.
Otras repercusiones sobre el MCH que se suelen encontrar son los altos índices de discapacidad por dolor en cabeza, cuello y espalda26-29, a causa de los cambios en la tensión de la duramadre de la región suboccipital y nervios occipitales; los cuales también alteran la columna en general causando cervicalgia y lumbalgia29, problemas de ATM21,32 por el mal posicionamiento de la mandíbula y alteración vestibular36 que aumenta el riesgo de caídas en los adultos mayores34,35 así como riesgo de espondilosis y fracturas de cuello32. Algunas modalidades de intervención fisioterapéutica como el ejercicio51-52, la manipulación de tejidos53,54, bioretroalimentación55, el estiramiento muscular o la técnica de inhibición del músculo suboccipital permiten controlar la ChA, mejorando la extensibilidad del tejido miofascial21 modificando la elasticidad de los músculos como los isquiotibiales, permitiendo así aumentar el rangos de movilidad articular como la flexión de cadera con extensión de rodilla56.
Es importante seguir adelantando investigaciones con alto nivel de evidencia científica, que permitan comprender, evaluar e intervenir los mecanismos de la ChA para implementar acciones acordes a cada individuo según sus necesidades, mejorando así su funcionalidad y calidad de vida, siendo estos los principales objetivos del actuar del fisioterapeuta; fortaleciendo así una profesión emergente que cada día afianza más la autonomía (que se centra en la independencia y autodeterminación propia de la Fisioterapia basada en su cuerpo del conocimiento) y en el profesionalismo que refleja el compromiso social de éste profesional con la comunidad donde se desenvuelve57.
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