In Memoriam


LUIS CARLOS OROZCO VARGAS
(5 de abril de 1946 - 30 de enero de 2016)

"Hoy quisiera yo cantar una historia sin llorar,
sin guitarra, sin timbal, sin trompeta ni turpial.
Pero no voy a cantar, porque acabo de saber que
tu muerte sin querer me entregó tu realidad"1

Para referirme a LUIS CARLOS se podrían llenar muchas líneas para hacer el recorrido por su vida académica y profesional, su amplia producción científica, pero estos son asuntos suficientemente conocidos por la comunidad académica. Por eso, prefiero resaltar al hombre que fue.

Empezaré por recordarlo desde sus primeros años en el internado en Zapatoca, donde según sus palabras, "entre baño y baño para tiritar, aprendió de don Juanito las primeras notas, el solfeo y las claves y, además la, destreza pa'soplar, lo que posteriormente le permitió ser un magnifico intérprete de la trompeta. También comprendió el significado de la honradez, la sinceridad, la lealtad y la importancia de luchar por la justicia, la paz y la libertad", características que marcaron por siempre sus actuaciones.

Su paso por la Universidad Nacional con su dualidad entre el teatro y la medicina, su tránsito en la Universidad Industrial de Santander como estudiante de medicina y docente del área de microbiología y, posteriormente, como profesor en la Escuela de Enfermería, su arduo trabajo en el grupo de Micobacterias del Instituto Nacional de Salud, y su formación como Magíster en Epidemiología en la Universidad del Valle fueron todas experiencias que lo formaron como el ser que hoy día todos recordamos: UN GRAN MAESTRO, MUSICO Y POETA, o como él mismo se describía sencillamente, un canta-autor.

Los estudiantes son quizás las personas que mejor atestiguan sobre la labor que el docente desarrolla, no solo en los campos meramente disciplinares, sino en él ser persona. Lo describen como: maestro, intelectual, coqueto, compañero, poeta, genial, amante, soñador, interprete, protector, padre, apasionado, divertido, responsable, amable, adorable, amigo, amoroso, "bacan", gran pensador, culto, tenaz, franco. Para sus compañeros, era un avezado crítico, incansable trabajador, magnifico par, desinteresado, irreverente, excelente compañero y amigo. Para su familia, el mejor de los padres, esposo y amigo, ser humano excepcional, el que todo lo daba sin esperar nada a cambio, compañero de todas las aventuras. Para sus amigos, el gran conversador, el animador de todas las tertulias, el depositario de muchos secretos, la guía en los momentos difíciles. Para todos un magnifico ser, que permanecerá por siempre entre nosotros por sus lecciones, sus artículos, sus libros, sus canciones, su voz y su personalidad arrolladora.

La comunidad de la Universidad Industrial de Santander rinde un tributo de gratitud a la gran labor desarrollada por el profesor Luis Carlos Orozco Vargas durante su permanencia en esta institución como docente, no solo de la Escuela de Enfermería, sino de las Maestrías en Epidemiología, Ciencias Básicas y Fisioterapia; ofrece a su familia la solidaridad en estos momentos en que la ausencia de LUIS CARLOS es tan difícil de comprender y sobrellevar. Solo queda el consuelo de que LUIS CARLOS vivió a plenitud su vida y que también pudo decir como en el poema de Amado Nervo: "¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!


1 Apartes de la Canción Primero y dos de octubre en POR AMOR. CD. Luis Carlos Orozco Vargas.


MYRIAM OROSTEGUI ARENAS
Enfermera. Msc. Epidemiología
Profesora Titular Jubilada