Artículo Científico
Satisfacción personal de mujeres en condiciones de
vulnerabilidad de Ciudad Guzmán, Jalisco
Personal satisfaction of women in
conditions of vulnerability of Ciudad Guzman, Jalisco
Claudia
Saldaña1
Luis
de Loera1
1 Universidad de Guadalajara, Ciudad Guzmán, México
Correspondencia:
Claudia Saldaña Orozco. Dirección: López Mateos
33 (Colonia Loma Bonita, Ciudad Guzmán, México). Correo electrónico:
claudias@cusur.udg.mx. Teléfono: +52 341883669 Ext. 46076.lisco. Rev Univ Ind
Santander Salud. 2017; 49(2); 312-318.
Introducción:
Las
mujeres en condiciones de vulnerabilidad de sectores específicos de la
población deben lidiar con circunstancias que ponen en riesgo su autoestima y
satisfacción personal con la vida que llevan.
Objetivo:
Evaluar
los niveles de satisfacción de las mujeres en condiciones de vulnerabilidad de
Ciudad Guzmán, Jalisco, a partir de la autopercepción que muestran de su
situación de vida.
Metodología:
Estudio
descriptivo correlacional llevado a cabo en junio de 2016. Participaron 122
mujeres beneficiarias de despensa, que respondieron al instrumento ISPRELEBA.
Se comparó el puntaje global de insatisfacción con las condiciones de
vulnerabilidad y las variantes sociodemográficas con una prueba de Chi-cuadrado
de Pearson.
Resultados:
Los
sectores vulnerables que mayores niveles de insatisfacción personal presentan
son las mujeres solas o en viudez, las embarazadas y en periodo de lactancia,
cuyo nivel de estudios no cubre la escuela básica.
Conclusiones:
Se
encontraron escasas iniciativas para atender problemas emocionales de las
involucradas. Se sugiere un programa de atención psicológica e integración
social que estimule el progreso individual de las mujeres vulnerables.
Palabras
clave: Satisfacción Personal, vulnerabilidad en salud,
carencia psicosocial, autoimagen, autonomía profesional.
Introduction: The vulnerability conditions of specific sectors of
population have to deal with circumstances that jeopardize their self-concept
and personal satisfaction with their lifestyle.
Objective: Evaluate the satisfaction levels of women in
conditions of vulnerability in Ciudad Guzman, Jalisco, according to the
self-perception of their life situation.
Methodology: Correlational descriptive study implemented in June
2016. 122 beneficiary women answered the ISP-RELEBA instrument. The global
score of dissatisfaction was compared with the vulnerability conditions and
sociodemographic variables with a Pearson’s Chi-squared test.
Results: The vulnerable sectors with highest personal
dissatisfaction levels are lonely women and widows, followed by pregnant and
breastfeeding women, whose educational levels do not cover the basic school.
Conclusion: There are few initiatives to attend to the
psychological problems of those involved. It is suggested a psychological
assistant and social integration program which stimulate the individual
progress of vulnerable women.
Keywords: Personal Satisfaction, health vulnerability, psychosocial
factors, self-concept, professional autonomy.
Recibido:
21/10/2016
Aprobado:
13/02/2017
Publicado
online: 12/03/2017
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud: “la
salud de la mujer está ligada a su posición en la sociedad, se beneficia con la
equidad y sufre por discriminación”(1). Por su parte, Delgadillo
define los factores psicosociales como:
Elementos derivados de la relación dinámica entre el
individuo, el trabajo y el entorno, que afectan positiva o negativamente su
estado de bienestar, acercándolo o distanciándolo de manera sostenida o
intermitente al desarrollo de sus potencialidades humanas, así como a su
progreso(2).
El funcionamiento humano y el bienestar se mantienen en
un proceso de adaptación continuo, regulado por las estructuras mentales y el
medio ambiente en que se desarrolla el individuo. La disponibilidad de recursos
y la percepción de bienestar subjetivo son elementos que en conjunto instauran
metas en la búsqueda de la satisfacción por la vida(3).
A lo largo del territorio mexicano, el Sistema Nacional
de Desarrollo Integral de la Familia se encarga de diseñar programas y aplicar
las políticas públicas, con la intención de dar respuesta a las necesidades y
demandas que en materia de asistencia social, presentan las personas y grupos
sociales que más lo necesitan. Uno de los apoyos expedidos por esta
organización a población en condición de pobreza, consta de una despensa
alimenticia que se entrega de manera mensual, al igual que diversos programas
de apoyo emocional.
El rango de vulnerabilidad de los riesgos psicosociales
abarca todos los aspectos en la vida del individuo. Las amenazas de la sociedad
moderna pueden relacionarse con factores como la competitividad laboral, el
tráfico, el ruido, las disputas maritales, la educación de los hijos, entre
otros(4). De la misma manera, entre estos factores se encuentran las
dificultades económicas, la intimidad con la pareja, los acontecimientos
políticos y sociales y la formación académica.
Asimismo, la integración social es un aspecto de
consideración en lo que a salud se refiere. Los altos índices de salud y de
bienestar están relacionados con una mayor cantidad de capital social, lo cual
implica que la promoción de la salud pública debe tomar en cuenta el punto de
vista de la participación en la sociedad para conseguir un impacto positivo en
la calidad de vida de la población(5).
En el caso de las mujeres de mediana edad,
se deben tomar en cuenta otros factores sociobiológicos como el envejecimiento
de los padres, la atención de los hijos, la viudez, la jubilación al igual que
los cambios físicos propios de la vejez, ineludibles en dicha etapa de la vida
y que contribuyen a incrementar los riesgos de vulnerabilidad y la calidad de
vida(6).
La administración de los recursos resulta
fundamental para lidiar con la problemática de la vulnerabilidad social(7).
Una limitación en los recursos económicos desemboca en una mayor
vulnerabilidad, dando como resultado un estado de pobreza. Al respecto, y en
relación con las oportunidades que se encuentran al alcance de las mujeres,
Arriagada ha redimensionado el fenómeno de la pobreza como una derivación de
acceso restrictivo a la propiedad, bajos ingresos y bajo consumo, de limitadas
oportunidades sociales, políticas y laborales, así como de insuficientes logros
educativos, en salud, nutrición y acceso, uso y control en materia de recursos
naturales, incluyendo otras áreas del desarrollo social, lo que genera
subjetividades ancladas al desamparo e impotencia, que llevan a conformar
identidades centradas en la inequidad y falta de justicia, particularmente para
las mujeres en estados de pobreza(8).
En un estudio realizado por Arcos, et al.(9)
se encontró que las mujeres que trabajaban de manera informal obtenían bajos
ingresos y baja cobertura de seguridad social, situación que llevaba consigo la
ausencia de beneficios para el ejercicio de una maternidad segura y una
infancia protegida. Por ello, la educación y capacitación de las mujeres es una
vía de desarrollo que puede mejorar las condiciones de acceso al empleo y
repercutir tanto en su situación individual como en el bienestar del núcleo
familiar(10).
Los resultados sugieren la realización
operaciones efectivas de protección social, así como de trabajos
interdisciplinarios a cargo de las autoridades. Con la intención de desarrollar
planes de acción verdaderamente efectivos, Lamas propone intervenciones
asistenciales que delimiten las áreas de acción y se concentren en alcanzar un
mayor grado de justicia social y en la satisfacción de las necesidades básicas(11).
El Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, al que la mayoría de los países de América
se han sumado, señala en los artículos 6 al 15, los derechos a un trabajo
digno, a la alimentación, a vestido y a una vivienda adecuada para toda persona
y su familia(12). En algunos
países como Costa Rica, El Salvador y Panamá se ha dado estímulo a la creación
de empresas para el fortalecimiento social y económico de las mujeres, se
impulsó la creación de la unidad de equidad de género en el Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, y se hicieron reformas en cuanto al trabajo como
son los derechos en período de maternidad y una prohibición a demandar un
examen de embarazo previo a contrato(13).
En el caso concreto de México, en los años noventa
vieron la luz múltiples iniciativas gubernamentales como el Programa de
Educación, Salud y Alimentación (Progresa) y el Programa Nacional de
Solidaridad (PRONASOL), que tenían como objetivos generales la erradicación de
la pobreza extrema, propiciar la participación social, económica y política de
las mujeres marginadas e impulsar proyectos integrales orientados a liberarlas
de cargas y tiempos excesivos de trabajo.
Asimismo, el Programa de Abasto Social de Leche (PASL)
es otro de los programas nacionales que opera a través de puntos de venta
autorizados por Liconsa. La porción de leche autorizada es de cuatro litros a
la semana por beneficiario registrado en el padrón y cada hogar tendrá derecho
a adquirir un máximo de 24 litros a la semana, dependiendo del número de sus
beneficiarios(14).
Estas propuestas fueron generadas tomando en
consideración que la mujer requiere de apoyos integrales en materia de salud y
educación, así como de la gestión de sus capacidades para el desarrollo de
actividades productivas que le permitan acceder a mejores niveles de bienestar
con su familia(15). Sin embargo, cabe hacer énfasis en las reducidas
asignaciones presupuestarias para este programa, que a lo largo de seis años no
recibió ni siquiera el 0,3% de la inversión total federal en lo que a la erradicación
de la pobreza se refiere.
En el municipio de Ciudad Guzmán, Jalisco, el programa
de asistencia alimentaria a población vulnerable hace válido este apoyo a
través del subprograma de ayuda alimentaria directa. El DIF Municipal ofrece
despensas con productos básicos y charlas de orientación alimentaria que
fomenten los buenos hábitos alimenticios, contribuyendo a mejorar su calidad de
nutrición.
El problema radica en que se intenta superar obstáculos
de bienestar colectivo desde una sola perspectiva: la económica. La calidad de
vida debe ser entendida como un estado de bienestar general que se compone de
factores objetivos y subjetivos, como el bienestar físico, material, social y
emocional, en conjunto con el desarrollo personal y la autopercepción que el
individuo tiene de sus propias condiciones(16).
En el caso de las beneficiarias de la ayuda alimentaria
directa en Ciudad Guzmán, es requisito fundamental que las mujeres manifiesten
condiciones vulnerables para ser merecedoras del apoyo expedido. Sin embargo,
dado que las beneficiarias no son participes de ningún otro programa que
estimule una mejora en la calidad de vida en cuestiones emocionales, no existe
el incentivo necesario para promover ese bienestar general deseado.
A partir de esta situación surge la necesidad de
evaluar los niveles de satisfacción personal, entendida como:
El balance entre las expectativas (proyección de
futuro) y los logros (valoración del presente) […] en las áreas de mayor
interés para el ser humano y que son el trabajo, la familia, la salud, las
condiciones materiales de vida, las relaciones interpersonales, y las
relaciones sexuales y afectivas con la pareja(17).
De este modo, se podrá determinar la calidad del apoyo
expedido, así como identificar los campos de acción que exigen atención
inmediata en pro de mejorar la calidad de vida de las mujeres vulnerables de la
región.
Lo anterior deja de
manifiesto que, a pesar del creciente número de propuestas en materia de
igualdad y pobreza, los apoyos económicos asignados por el gobierno no
satisfacen los requerimientos de los mismos programas en la lucha por ver
cumplidos sus objetivos. Además, es importante recalcar la escasez de programas
dedicados a la atención psicológica y emocional, cuya ausencia impide el progreso
equilibrado del bienestar general de los sectores vulnerables. Por lo tanto, es
indispensable la recolección de evidencia que ponga de manifiesto la situación
crítica de vulnerabilidad a la que están sometidas miles de mujeres, y que no
reciben la atención necesaria para superar las condiciones tan precarias en las
que están impuestas.
Se llevó a cabo un estudio cuantitativo de carácter
descriptivo correlacional, que pretende encontrar la asociación entre mujeres
en condición de vulnerabilidad, representadas en este caso por beneficiarias de
despensas del DIF, y sus niveles de satisfacción personal. Por lo tanto, cabe
preguntarse cuál es la autopercepción que las mujeres vulnerables tienen de sus
condiciones de vida y cómo afecta en sus niveles de satisfacción. La muestra
del estudio se integró por 112 mujeres, seleccionadas de la base de datos
proporcionada por el DIF Municipal mediante muestreo simple aleatorio. Se
expidió el apoyo a un total de 785 beneficiarios, de los cuales 741 fueron
mujeres, que componen el universo de la investigación.
Se empleó el instrumento ISP-RELEBA, de Díaz Llanes,
Alonso González y Bayarre Vea, diseñado por la Facultad de Salud Pública y
validado en la población de mujeres de edad mediana del policlínico Cristóbal
Labra de La Habana, Cuba(18). Éste evalúa la satisfacción personal
en la mujer de edad mediana, conforme a cinco predictores de bienestar. Las
respuestas obtenidas, consistentes en valores numéricos, son sumadas para
obtener un puntaje que arroja uno de los siguientes resultados: Satisfecha (de
90 a 69 puntos); Medianamente satisfecha (de 68 a 46 puntos); Poco satisfecha
(de 45 a 23 puntos); Insatisfecha (de 22 a 0 puntos).
La aplicación del instrumento se realizó de forma
voluntaria y se informó a las participantes que el uso de su información
personal sería completamente confidencial. Se midieron variables
sociodemográficas como la edad y la escolaridad, así como el estado de
vulnerabilidad determinado por el propio DIF.
Se llevó a cabo un análisis
descriptivo de las variables obtenidas, cuyos datos fueron expresados en tablas
de frecuencias, de acuerdo a su relevancia. Se establecieron relaciones entre
las variables y el puntaje final de satisfacción proporcionado por el
instrumento a través de una prueba de Chi-cuadrado de Pearson. El valor
significativo se estableció en p < 0,05. El cálculo estadístico fue
realizado con el programa SPSS versión 15.0.
Las variables sociodemográficas de las participantes,
tomadas en cuenta para la aplicación del instrumento, se muestran en la Tabla 1.
Como puede observarse, la mayoría de las encuestadas
presenta una condición vulnerable de soledad o viudez con el 36,6%; le siguen
las mujeres embarazadas con el 24% y aquellas en periodo de lactancia con el
17%. En lo que refiere a escolaridad, 34,8% tuvo la primaria como máximo nivel
de estudios; a continuación, se encuentra el nivel secundaria con 28,6%,
mientras que 19,6% no tuvo ninguna escolaridad.
Tabla 1.
Variables de las participantes.
Tomando como referencia algunos reactivos
de la Tabla 2, se puede apreciar que
más del 50 % de las encuestadas se ven afectadas por los síntomas de la
menopausia. A su vez, el 52.3 % considera que sería feliz al compartir la vida
con una pareja. Paralelamente, el 69.2 % asegura que casi siempre se sienten satisfechas con la familia que han formado;
por otro lado, más del 70 % afirma que, en ocasiones, se sienten irritables
pero no logran explicar la razón. Se encontró también que más del 70% de las
participantes aseguran fatigarse constantemente por los quehaceres del hogar, a
pesar de que el mismo porcentaje afirma que dichos quehaceres son repartidos
entre los miembros de la familia.
Tabla 2.
Reactivos del instrumento.
Respecto al nivel general de satisfacción personal, el
56,3% de las participantes se cataloga como medianamente
satisfecha, mientras que el 31,3% dice estar poco satisfecha. No se encontró un porcentaje de mujeres
insatisfechas. En la Tabla 3, sobre aquellas poco
satisfechas, se puede apreciar que las mujeres solas o en viudez representan
31,4%, mientras que aquellas que se encuentran embarazadas o en periodo de
lactancia se mantienen con 28,6%. Por su parte, el nivel de educación
secundaria conserva el mayor porcentaje de poca satisfacción con 37,1%,
seguidos por el nivel primaria con 34,3%.
Tabla
3. Cifras
de mujeres poco satisfechas.
Tabla
4.
Prueba de chi-cuadrado de Person entre satisfacción y vulnerabilidad.
a 5 casillas (33,3%) tienen
una frecuencia esperada inferior a 5.La frecuencia mínima esperada es 1,12
En la Tabla 4, La
prueba de chi-cuadrado de Pearson demuestra una significación asintótica
bilateral de 0,04 entre los niveles de satisfacción y los estados de
vulnerabilidad de las encuestadas, mientras que entre el grado de escolaridad,
mostrado en la Tabla 5, y la satisfacción no arrojó resultados significativos. Igualmente,
la prueba de regresión lineal de la Figura 1 no demostró una relación significativa
entre la satisfacción personal y las edades de las participantes.
Figura 1. Regresión
lineal entre el nivel de satisfacción y la edad.
Tabla 5. Prueba de chi-cuadrado de
Person entre satisfacción y escolaridad.
a 7
casillas (46,7%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia
mínima esperada es 0,62.
De acuerdo a los resultados obtenidos, el sector
vulnerable más amplio de la muestra lo constituyen las mujeres solas o en
estado de viudez, seguidas de cerca por las mujeres embarazadas y en periodo de
lactancia. En lo que corresponde al nivel de estudios, el 85% apenas alcanzó la
escuela básica, y algunas de ellas no tuvieron ningún grado de estudios en
absoluto. Esto indica la premura de atender las carencias educativas con la
intención de impulsar a este sector vulnerable en particular, a instancias superiores
en su nivel educativo.
Respecto del nivel de satisfacción, las mujeres solas o
en viudez, junto con las embarazadas y en periodo de lactancia, constituyen el
sector menos satisfecho con sus condiciones de vida, siendo que el 30% en cada
caso mostraron un nivel de poca
satisfacción. Si bien una gran parte se proclama satisfecha con la familia
que ha logrado formar, los niveles de insatisfacción se concentran en los
sectores correspondientes a la vida en pareja. De lo anterior se deduce que
mantener una buena relación conyugal contribuye a una percepción positiva del
bienestar propio.
A propósito, el aspecto emocional resulta
crucial para propiciar altos índices de satisfacción personal. Uno de los
reactivos arrojó como resultado que más del setenta por ciento de las
encuestadas se sienten irritables sin lograr explicar la razón.
La mayoría de los programas gubernamentales (como el
PRONASOL o el Programa de Desarrollo Productivo de la Mujer, mencionados
anteriormente) que apoyan a los sectores vulnerables, se concentran en
satisfacer necesidades económicas, dejando de lado aspectos psicológicos. Por
esta razón, las propuestas de intervención que se originen a partir de estos
resultados deben enfocarse en atender la salud mental de las mujeres, y preocuparse
por aminorar los riesgos psicosociales que amenazan su bienestar integral.
Un aspecto que llama la atención es el agotamiento que
provocan las labores domésticas. Esto indica que, a pesar de que las labores no
están por completo a su cargo, la responsabilidad (reforzada por la idea de que
la mujer debe hacerse cargo del hogar) recae sobre ellas, lo cual representa
otro campo de acción que debe ser atendido por la atención psicológica,
tentativamente por terapia familiar.
A partir de los resultados obtenidos en la
investigación, se concluyó que el estado de soledad, por sí solo, puede
considerarse como un factor de riesgo que a la larga producirá malestares
psicológicos y consecuentemente producir trastornos emocionales. Por ello, se
exhorta a las autoridades pertinentes a realizar acciones en pro de la salud
mental a nivel individual, familiar y colectivo. La atención psicológica y los
programas de integración social son oportunidades viables para hacer que las
mujeres reconsideren sus condiciones de vida y se encaminen a elevar su
autoestima.
De la misma manera, otro de los sectores que presentó
mayor vulnerabilidad es el de las mujeres embarazadas o en periodo de
lactancia. Un apoyo asistencial en esta etapa tan susceptible a riesgos
emocionales es fundamental para incrementar el nivel de satisfacción personal,
al igual que su salud psicológica y sus relaciones interpersonales.
Por otro lado, el bajo nivel de escolaridad coloca a
las participantes en una posición aún más vulnerable, siendo que esta situación
limita la posibilidad de obtener estabilidad laboral y condiciona su
disposición al emprendimiento, iniciativa de superación personal y crecimiento
tanto intelectual como social.
En conclusión, los sectores vulnerables que
mayores niveles de insatisfacción personal presentan son las mujeres solas o en
viudez, las embarazadas y en periodo de lactancia, cuyo nivel de estudios no
cubre la escuela básica. Los aspectos relacionados con la vida en pareja causan
mayor impacto negativo en su autoestima, por lo que un programa de atención
psicológica e integración social, que dedique la atención necesaria para
atender a mujeres solas o embarazadas, es crucial para estimular el progreso
individual de las mujeres vulnerables.
Los autores agradecen a la
institución del DIF Municipal por su disposición y a los alumnos de la
Licenciatura en Negocios Internacionales por su colaboración.
Conflicto De Intereses
Los
autores no encontraron ningún conflicto de interés.
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Forma de citar:
Saldaña C, de Loera L. Satisfacción personal de mujeres en condiciones de vulnerabilidad
de Ciudad Guzmán, Ja. Universidad de Guadalajara, Ciudad Guzmán, México.