Editorial
Earthquakes, hurricanes and
human health: a call to be ready
Alvaro
Javier Idrovo 1
Editor Salud UIS, Universidad Industrial de Santander, Colombia.
El pasado mes de Septiembre pasará a
ser inolvidable en la historia porque la naturaleza mostró su gran poder
destructor en América Latina y el Caribe. En México hubo dos fuertes sismos en
menos de una semana (7 y 19 de Septiembre), y varios huracanes azotaron las
islas caribeñas y la península de la Florida, en Estados Unidos de América.
Hubo cientos de fallecidos, los daños materiales fueron enormes y los efectos
en la salud entre los sobrevivientes aún no ha sido plenamente establecidos. Si
bien los desastres naturales suelen ser vistos como eventos que se escapan del
control humano, los conocimientos científicos sobre el tema nos indican que
cada vez será más frecuente que afecten a la humanidad, debido a la
sobrepoblación mundial y la alta vulnerabilidad que muchas sociedades tienen
ante este tipo de eventos; ni siquiera las comunidades con mayor desarrollo
tecnológico están sin riesgo de ocurrencia de un desastre natural(1).
Las experiencias previas
han servido para identificar que el sector salud puede prepararse para dar una
mejor respuesta cuando ocurre un desastre(2,3).
Inmediatamente después del desastre es cuando más evidentes se hacen las
necesidades; se requiere un adecuado manejo prehospitalario,
un transporte de calidad oportuno y una infraestructura capaz de responder frente
a una alta demanda de lesionados. Es aquí donde las mejoras arquitectónicas,
con los mayores estándares de sismo-resistencia, y los simulacros resultan ser
de especial importancia para indicar fortalezas y debilidades, y buscar
optimizar las acciones ante situaciones de crisis.
En los periodos posteriores al
desastre, y mientras la sociedad va retomando sus acciones habituales, suelen
empezar a ser más evidentes los problemas de salud mental y los asociados con
los daños en la infraestructura sanitaria. Allí es importante que el personal
sanitario, encabezado por psicólogos y psiquiatras, asuma un rol proactivo que
incluya acciones de apoyo social y consejería individual y familiar. También
resulta prioritario que desde la salud pública se incluyan acciones tendientes
a mantener agua y alimentos en buenas condiciones higiénicas, y servicios
sanitarios que eviten la propagación de enfermedades infecto-contagiosas.
Incluso es importante en estos casos tener planes de contingencia para poder
manejar individuos con enfermedades crónicas, que debido a los daños de la
infraestructura pueden ver disminuida su accesibilidad a los servicios de
salud. Esto sin desconocer las habituales necesidades de salud de los
individuos por diversas condiciones de salud que requieren atención profesional(2,3).
Los resultados de estudios
recientes indican que la vulnerabilidad de una sociedad a los desastres
naturales varía de acuerdo a su ocurrencia(4);
se supone que bajo óptimas condiciones un desastre será detonante para que la
sociedad se empodere y mejore las condiciones, de manera que cuando vuelva a
ocurrir un desastre éste tenga menor probabilidad de producir daños. Sin
embargo, la inteligencia humana permite superar esta necesidad vivencial, por
lo que una sociedad que busque su bienestar debería incluir acciones
preventivas como mejorar su red social. El capital social de una sociedad
resulta ser fundamental antes, durante y después de un desastre natural(5). Las evidencias señalan que
el trabajo comunitario que conlleve a unos sólidos lazos entre sus miembros
ayudará en los momentos de crisis, dado que la respuesta gubernamental puede
ser insuficiente. La inminencia de ocurrencia de un futuro desastre en nuestras
sociedades debería motivarnos a tener acciones preventivas que busquen
preservar el bienestar aun durante situaciones de crisis social.
1.
Press F, Hamilton RM. Mitigating natural disasters. Science. 1999; 284(5422): 1927. DOI:10.1126/
science.284.5422.1927.
2.
Alexander D. The health effects of earthquakes in the mid-1990s. Disasters. 1996;
20(3): 231-247. DOI:10.1111/j.1467-7717.1996.tb01036.x
3. Restrepo HE. Earthquake in Colombia: the tragedy of the coffee growing region. Health impact and lessons for the health
sector. J Epidemiol
Community Health. 2000;
54(10): 761-765. DOI:10.1136/ jech.54.10.761.
4.
Reilly AC, Guikema SD, Zhu L, Igusa T. Evolution of vulnerability of communities facing repeated hazards. PLoS One. 2017; 12(9): e0182719.
DOI:10.1371/journal.pone.0182719.
5.
Cuervo I, Leopold L, Baron
S. Promoting community preparedness and resilience: a
Latino immigrant community-driven
project following hurricane Sandy. Am J Public Health. 2017;107(S2): S161-S164.
DOI:10.2105/AJPH.2017.304053.