DOI: http://dx.doi.org/10.18273/revsal.v49n4-2017003
Artículo de Investigación e
Innovación
Validez
de constructo y confiabilidad de la APGAR familiar en pacientes odontológicos
adultos de Cartagena, Colombia
Construct
validity and reliability of the family APGAR in adult dental patients from
Cartagena, Colombia
Shyrley
Díaz-Cárdenas1
Lesbia
Tirado-Amador2
Miguel
Simancas-Pallares1
1Universidad de Cartagena, Bolivar.
Colombia.
2Universidad del Sinú,
Cartagena. Colombia.
Correspondencia: Miguel Simancas-Pallares. Calle 30
# 48-152. Universidad de Cartagena. Campus Ciencias de la Salud, Facultad de
Odontología. Departamento de Investigaciones - Oficina 301. Correo electrónico:
msimancasp@unicartagena.edu.co
. Teléfono: +57 5 6698172. Ext: 110.
Objetivo:
Determinar
la validez de constructo y confiabilidad del APGAR familiar en pacientes
odontológicos adultos de Cartagena, Colombia.
Métodos:
Estudio de validación de escalas sin criterio de referencia en 227 pacientes
entre 22 y 94 años atendidos en una Clínica Odontológica Universitaria del
Norte (Colombia). Los datos del APGAR se extrajeron a partir de la historia
clínica de salud familiar. La consistencia interna se estimó con la fórmula de
Kuder-Richardson y la validez de constructo, empleando análisis factorial
exploratorio (AFE) y confirmatorio (AFC). Los siguientes índices de ajuste se
obtuvieron a partir del AFC: χ2, p-valor para χ2, grados de libertad (gl), raíz
cuadrada del error medio de aproximación, índice comparativo de ajuste e índice
de Tucker-Lewis. El análisis de los datos se hizo a través de Stata v.13.2 para
Windows (StataCorp, TX, USA) y Mplus v.7.31 para Windows (Muthén & Muthén,
LA, USA).
Resultados:
El promedio global del APGAR familiar fue 17,07±3,15 y la prevalencia de disfunción
familiar fue 44,4 % (IC 95%: 38 – 51 %). La consistencia interna fue 0,90. El
AFE reportó un solo factor que explicó el 64,1 % de la varianza total. El AFC
mostró como índices de ajuste χ2=702,960; gl=10, p-valor=0.001; RCEMA=0.155
(IC90%: 0.107-0.209); ICA=0.961; ITL=0.922.
Conclusiones:
En la muestra, APGAR familiar resultó ser un instrumento de tamizaje con alta
utilidad clínica, excelente consistencia interna pero cuestionable validez de
constructo. Deben realizarse investigaciones adicionales a fin de obtener
escalas con adecuadas propiedades psicométricas para la medición de constructos
en salud.
Palabras
clave: familia; psicometría; epidemiología; puntaje de Apgar.
Objective:
To
determine construct validity and reliability of the family APGAR scale in
dental adult patients from Cartagena, Colombia.
Methods:
Scale validation study without a reference criterion in 227 patients between 22
and 94 years old whom consulted a college-based dental clinic. Family APGAR
data was obtained from the family health charts. Internal consistency was
calculated with the Kuder-Richardson formula and construct validity, by means
of exploratory (EFA) and confirmatory factor analysis (CFA). Fit indexes were
obtained from CFA: χ2; p-value for χ2; degrees of freedom (df); root mean
square error of approximation (RMSEA); comparative fit index (CFI) and
Tucker-Lewis index (TLI). Data analysis was performed using Stata v.13.2 for
Windows (StataCorp, TX, US) and Mplus v.7.31 for Windows (Muthén & Muthén,
LA, US).
Results:
Family APGAR overall score was 17,07±3,15 and prevalence of family dysfunction
was 44,4% (95% CI: 38 – 51%). Internal consistency was 0,90. EFA showed a
single factor that accounted for 64,1% of the total variance. CFA showed as fit
indexes: χ2=702,960; df=10, χ2 p-value=0.001; RMSEA=0.155 (90% CI: 0.107-0.209);
CFI=0.961; TLI=0.922.
Conclusions:
Family APGAR in Cartagena dental adult patients seems to be a highly valuable
screening instrument with excellent internal consistency but questionable
construct validity. Additional studies must be conducted in order to obtain
scales with adequate psychometric properties for construct measurement.
Keywords:
Family;
psychometrics; epidemiology; Apgar Score.
Recibido: 05/05/2017
Aprobado:
13/09/2017
Publicado
online: 19/09/2017
La familia se entiende
como la unidad bio-psicosocial de la sociedad y una de sus funciones vitales es
contribuir a la salud de todos sus miembros por medio de la transmisión
efectiva de creencias y valores, así como del soporte brindado. En este sentido,
todo el proceso que acontece desde que se reconoce la enfermedad hasta que se
cura o desaparece está influenciado por las decisiones que se adoptan en el
seno del grupo familiar(1,2).
La salud bucal como parte
de la salud integral del individuo también se encuentra influenciada por estas
decisiones y soporte que ofrece la familia. Existe evidencia que indica que la
presencia de disfunción familiar sugiere mayor riesgo de sufrir caries dental
en dentición primaria (RP: 1,47. IC 95 %: 1,11 - 1,95)(3). Estudios
locales reportan que la falta de recursos como espacio, tiempo y dinero están
relacionados con la presencia de caries de infancia temprana (P-valor=0,04)(4).
Estos aspectos como la falta de recursos económicos son conclusivos al
asociarse con la funcionalidad
familiar. Así, para lograr un buen
estado de salud bucal son necesarios recursos económicos para la compra de
elementos de higiene y para aprender hábitos adecuados de higiene bucal se
precisa también de espacios y tiempos al interior de las familia(4).
De aquí la importancia valorar la funcionalidad familiar en pacientes que
asisten a la consulta odontológica puesto que la medición de estos aspectos resulta
de alto valor para el diagnóstico, tratamiento y pronóstico de la enfermedad(5).
Uno de los
instrumentos más empleados a nivel mundial para la medición de la percepción de
la funcionalidad familiar es la escala APGAR familiar. Propuesto originalmente
por Smilkstein en 1978 y luego validado en 1982, se ha convertido en una
herramienta rápida. de tamizaje de
los cinco componentes de la función familiar: Adaptación, Participación,
Ganancia o Crecimiento, Afecto y Recursos (APGAR)(6,7).
En esta escala, cada componente se expresa con una pregunta evaluada a través
de un formato de respuesta tipo Likert. La adaptación se refiere al uso de
recursos intra y extrafamiliares para solución de problemas cuando el
equilibrio de la familia se afecta por una crisis. La participación se entiende
como la toma de decisiones compartidas y la alimentación de responsabilidades
mutua. Por su parte, la ganancia o crecimiento es la maduración física y
emocional y la autorrealización de los miembros de la familia a través de soporte
recíproco. El afecto describe una relación de cariño o cuidado que existe al
interior de la familia. Finalmente, la resolución es el compromiso de invertir
tiempo u otros recursos con los miembros de la familia; también incluye una
decisión de compartir salud y espacio físico(6).
En su reporte original de
validación en inglés, la APGAR mostró una adecuada consistencia interna (Alfa
de Cronbach=0,86)(7). En 1994 se propuso en Colombia mostrando buena
validez de apariencia pero sin reportes de consistencia interna y/o validez(2).
Subsecuentemente, se adaptó al Español (en España) mostrando adecuada
consistencia interna (α=0,84) y a través de análisis factorial exploratorio
(AFE), evidenció la presencia de un solo constructo: función familiar(1).
Otras versiones disponibles en español se reportan en Perú(8) y
portugués en Brasil(9), mostrando adecuada consistencia interna
(α=0,729 para español en Perú y 0,80 para portugués en Brasil) y ratificando la
presencia de un solo factor. En Colombia hay investigaciones que reportan el
uso de la escala pero pocos han evaluado su desempeño psicométrico(10,11).
En 2006 Campo-Arias, et al. en población del oriente del país, determinaron su
consistencia interna (α=0,79) y a través de AFE, la APGAR mostró un solo factor
que dió cuenta del 55 % de la varianza sugiriendo entonces el aislamiento de un
constructo unidimensional consistente con su propuesta original y otras
validadas previamente. No obstante, no se contó con indicadores estadísticos
sobre su validez de constructo (VC).
Los abordajes estadísticos
para la valoración de VC son escasos y en sentido práctico, difíciles de
aplicar(12); uno de ellos es el análisis factorial confirmatorio
(AFC). Perteneciente a la familia de modelado de ecuaciones estructurales, se
muestra robusto frente a otras estrategias y es de creciente necesidad y por
tanto uso en psicometría(13,14,15). Actualmente no se dispone de
resultados de investigaciones en Colombia que den cuenta de la VC de la APGAR
empleando técnicas como el AFC. Teniendo en cuenta la recomendación de la
necesidad de contar con instrumentos de adecuadas propiedades psicométricas
ante diversas aplicaciones en contextos cultural y clínicamente distintos(12,16),
como por ejemplo pacientes con afecciones bucales, debido a que se ha analizado
previamente el desempeño psicométrico en pacientes con síndrome de intestino
irritable mostrando inadecuada validez discriminante. Poniendo de manifiesto
toda la anterior evidencia, el objetivo del presente estudio fue determinar la
validez de constructo y consistencia interna de la APGAR familiar en pacientes
odontológicos adultos de Cartagena Colombia.
Se diseñó un estudio de
validación de escalas sin criterio de referencia. Los datos de la investigación se extrajeron
de forma retrospectiva de las historias clínicas odontológicas de una institución universitaria del norte de
Colombia, específicamente el componente de salud familiar; la cual hace parte
de la historia clínica dental integral en esa institución. Este componente de
Salud Familiar incluye la APGAR Familiar para lo cual se tuvieron en cuenta
aquellas escalas completamente diligenciadas, con previa verificación y
aprobación de su diligenciamiento por parte del Docente-Tutor, Especialista del
área.
La APGAR se entregó a
pacientes mayores de 18 años, precisando que el paciente tuviese un tiempo
mínimo de permanencia en el hogar de cinco años y fue autodiligenciado por el
mismo paciente sin ayuda de otras personas. Sólo se seleccionaron aquellas
historias clínicas que correspondieran a pacientes que no presentaran
deficiencias cognitivas o motoras, enfermedades previas como hipertensión,
diabetes, depresión o cualquier enfermedad que pueda modificar los resultados
de la escala y que en el momento que acudió a la consulta presentase solo
afecciones bucales, con el ánimo de proporcionar la mayor homogeneidad
muestral. Todos los pacientes firmaron un consentimiento informado que
autorizaba el tratamiento de datos de forma anónima para investigaciones y
perteneciente a un protocolo previamente aprobado por el comité de ética en
investigación de la institución.
Se incluyeron 227
pacientes entre 22 y 94 años atendidos en la clínica odontológica de una
institución universitaria al norte de Colombia con edad promedio de 62,08±10,5
años y en su gran mayoría mujeres (63,1 %). Respecto de las condiciones sociodemográficas
el 60,44 % era desempleado, 34,6 % pertenecían a estrato 3 y en su gran mayoría
casadoas (65,78 %).
La APGAR es un instrumento
que consta de cinco preguntas como: 1) “Me
siento satisfecho con la ayuda que recibo de mi familia cuando tengo algún
problema o necesidad?” y 2) “Me siento satisfecho con la forma en que
mi familia habla de las cosas y comparte los problemas conmigo?”que indagan
por el estado de la funcionalidad familiar en los últimos seis meses. En su
versión original en Inglés, la escala ofrecía tres opciones de respuesta a
estas preguntas en un formato Likert (casi siempre=2, algunas veces=1 y casi
nunca=0). Sin embargo, investigaciones posteriores concluyeron que un formato
de respuesta con mayor número de categorías (nunca=0, casi nunca=1, algunas
veces=2, algunas veces=3 y casi siempre=4) mejoraba su desempeño psicométrico
(α=0,86) y por tanto la capacidad de medición del constructo(7). En
este sentido, el puntaje mínimo de la escala puede ser 0 y el máximo 20. Puntajes
superiores a 17 sugieren buena función familiar. La versión propuesta en 1994 en español para
Colombia(2) fue la empleada en este estudio y que ha sido objeto de
investigaciones sobre su desempeño psicométrico(17).
Inicialmente
se realizó estadística descriptiva. Para las variables cualitativas se
calcularon proporciones e intervalos de confianza al 95 % y para variables continuas
media y desviación estándar o mediana y rango intercuartílico dependiendo de la
simetría de la distribución (test de Shapiro Wilks). La evaluación de las
propiedades psicométricas incluyó: consistencia interna y validez de
constructo.
La
consistencia interna se estimó con la fórmula 20 de Kuder-Richardson y se
evaluó de acuerdo a los criterios propuestos por Kline como sigue: aceptable
(0,60 -0,70), buena (0,70 - 0,90) y excelente (>0,90)(18).
Para la evaluación de la validez de constructo inicialmente se determinó la
factorizabilidad de la matriz con la prueba de esfericidad de Barlett y la
prueba de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO). La prueba de
Barlett es un estadístico de alta sensibilidad al tamaño de la muestra y es
apropiada si muestra χ2 alto y
p-valor<0,05. KMO es una prueba más conservadora, que se entiende aceptable
si muestra un valor >0,70. Posteriormente, se realizó AFE con la técnica de
máxima verosimilitud para conocer la dimensionalidad del constructo (número de
factores, dimensiones o dominios). El número de factores a extraer se determinó
a través de los valores propios (criterio de Kaiser: autovalores≥1) y un
gráfico de sedimentación de Catell (parallel analysis). No obstante, el gráfico
de sedimentación muestra ser un mejor parámetro respecto del criterio de Kaiser
el cual sobre-estima el número de factores a retener(19).
Para definir la conformación de factores, se tomaron en cuenta las cargas
factoriales ≥0,4014. Se empleó
rotación oblicua (promax) puesto que se hipotetizó que los posibles factores
estarían correlacionados entre sí(20).
Para proceder con el AFC,
inicialmente se verificó la normalidad multivariada empleando el Test de
Mardia.
Aunque no se encontró
normalidad multivariada, el AFC es robusto a este tipo de supuestos cuando se
tienen tamaños de muestra amplios (≥200) y no existe normalidad multivariada(21,22).
El AFC se realizó para confirmar la estructura de factores previamente estimada
en el AFE y así la validez de constructo
con el método de estimación Diagonally Weighted Least Squares (WLSMV).
Para la evaluación del ajuste del modelo se determinaron los siguientes
estadísticos: χ2 y p-valor para χ2, grados de libertad (gl), raíz cuadrada del error medio de
aproximación -RCEMA e intervalo de confianza al 90 %, índice comparativo de
ajuste – ICA e índice de Tucker-Lewis – ITL. La evaluación del ajuste del
modelo se realizó empleando los criterios propuestos por Hu & Bentler así:
p-valor para χ2>0,05, RCEMA≤0,06, ICA e ITL>0,95(23).
El análisis descriptivo, el AFE y la consistencia interna se calcularon
empleando Stata v.13.2 para Windows (StataCorp., TX., USA) y el AFC se realizó
empleando Mplus v.7.31 para Windows (Muthén & Muthén., Los Angeles, CA.,
USA).
La media global para la
APGAR fue 17,07±3,15 (Rango 0 – 20). La estadística descriptiva para cada ítem
se muestra en la Tabla 1. La
prevalencia de alguna forma de disfunción familiar fue 44,4 % (IC 95%: 38 -
51).
Tabla 1.
Estadística descriptiva para los reactivos componentes de la escala.
Desv.
Est:
desviación estándar. CIPT:
correlación ítem-puntuación total.
Consistencia Interna
La fórmula 20
de Kuder-Richardson estimada a través del coeficiente alfa de Cronbach fue 0,90.
Validez de Constructo
La prueba
de esfericidad de Barlett en el AFE fue χ2=692,02, gl=10 y p-valor=0.001
y la prueba de adecuación muestral de
Kaiser-Meyer-Olkin 0,86. La estructura factorial sugirió un solo factor que
agrupó los cinco ítems y mostró un autovalor de 3,20 que explicó el 64,12% de
la varianza total. Esto se evidenció en el gráfico de sedimentación de Catell
de la Figura 1 y en la Tabla 2 se plasmó la solución factorial
obtenida.
El AFC arrojó
como resultado los siguientes índices de ajuste: χ2=702,960;
gl=10, p-valor=0.001; RCEMA=0.155 (IC90%: 0.107-0.209); ICA=0.961;
ITL=0.922 y no se detectaron índices de modificación. La Figura 1 sugirió retener un solo factor como respuesta a la
estructura factorial de la escala; allí se muestra solo uno de los valores
propios por encima del punto de inflexión de la línea del número de factores
desde donde esta se vuelve estable.
Figura
1.
Gráfico de Sedimentación (de Catell) que sugiere retener un solo factor.
Tabla
2.
Solución factorial obtenida para la escala APGAR familiar. Se muestran cargas
factoriales y comunalidades.
Desde la investigación en
salud familiar resulta relevante aumentar esfuerzos por el estudio de las
propiedades psicométricas de las escalas empleadas en diversos estudios,
específicamente aquellas que midan la percepción del funcionamiento familiar;
toda vez que la familia se constituye en el núcleo indispensable para la salud
del individuo al comportarse como factor protector pero también pudiéndose
comportar como factor de riesgo para la salud de sus integrantes. Así, dado que
el objetivo del presente estudio fue determinar la consistencia interna y
validez de constructo de la APGAR familiar, de acuerdo con los resultados,
muestra ser una escala con buena consistencia interna al ser utilizada en
pacientes odontológicos, lo cual refleja la buena correlación entre los cinco
ítems que la componen. Estos hallazgos a pesar de reportarse en población
adulta sugieren un comportamiento similar de la escala en estudiantes de
secundaria como lo reportaron Forero, et al. en Bucaramanga, Colombia, aunque
con valores de alpha de Cronbach
inferiores (0,79) a los reportados aquí en este estudio (0,90)(17). Asimismo, los valores de consistencia interna
de la escala del presente estudio corresponden a valores superiores a los
encontrados en la validación en inglés (0,86)(7), español en Perú
(0,72)(8,24), portugués en Brasil (0,73-0,78)(9) y
Portugal (0,86)(25); pero no todos los estudios reportan resultados
de análisis factorial tanto exploratorio (AFE) como confirmatorio (AFC) para
dar cuenta de sus propiedades psicométricas, específicamente validez de
constructo(12). Es importante advertir que los anteriores estudios
que se reportan para discutir los resultados de la presente investigación, no
corresponden a estudios realizados en pacientes Odontológicos dado que no hay
evidencia científica sobre el desempeño psicométrico de la APGAR en este tipo
de pacientes. Sin embargo, coinciden con lo reportado en la literatura en
relación al buen comportamiento de la escala.
Los resultados del AFE
sugieren que la APGAR familiar sigue siendo una escala que representa un
constructo unidimensional, lo cual es consistente con el reporte original de la
escala(7), estudios a nivel local e incluso internacional(1,8,17).
No obstante, el AFC desarrollado mostró pobre ajuste de los índices de
evaluación del modelo lo cual sugiere una cuestionable validez de constructo de
la escala. Las investigaciones previas indican que sólo existe un estudio en
Perú que ha reportado previamente validez de constructo empleando técnicas de
AFC y quienes evidenciaron buen ajuste del modelo obtenido (χ2: 6.783;
gl: 5; RCEMA: 0,04; TLI: 0,967 y CFI:
0,991)(8), no siendo consistente con lo aquí reportado. La
discrepancia entre estos dos estudios radica en el método de estimación
empleado en el AFC. Los autores de dicho estudio justifican emplear máxima
verosimilitud (maximum likelihood –
ML) dada la ausencia de normalidad multivariante. No obstante este método asume
que los indicadores observados son continuos y que siguen una distribución
multivariante normal; lo cual no siendo apropiado para variables ordinales
(como los puntajes obtenidos de la APGAR familiar), puede arrojar índices de
ajuste erróneos. Así, el método empleado en el presente estudio -WLSMV- muestra
ser menos sesgado y más exacto respecto de ML al estimar cargas factoriales e
índices de ajuste derivados de los modelos de AFC(22).
Toda la anterior evidencia
sugiere que la APGAR sigue comportándose como
un instrumento de tamizaje que ofrece luces frente a alguna problemática
por la que esté atravesando la familia, a pesar de que su uso en estudios epidemiológicos
sobre pacientes como los aquí estudiados pueda representar un posible sesgo de
medición dada la cuestionable validez de constructo encontrada. La forma como se diligencia esta escala es
importante para evitar la introducción de estos sesgos del investigador o del
trabajador de campo; sólo cuando la persona no está en capacidad de leer, lo
puede hacer el entrevistador. Si el individuo puede leer, existe una
contraindicación absoluta, debido a que influye el tono de la voz, la
comunicación no verbal difícil de controlar en el investigador, y las presiones
involuntarias que él mismo puede ejercer(2). Esto no representó un
sesgo en el presente estudio dada la forma auto-administrada en la cual la
APGAR familiar se suministró a los participantes.
Muchas escalas como el
índice de función familiar propuesto por Pless y Satterwhite con 15 ítems(26),
la escala de evaluación de adaptabilidad y cohesión familiar -FACES III- de 20
ítems(27), y el inventario de funcionamiento familiar de McMaster
con 60 ítems(8), muestran iguales o mejores propiedades
psicométricas frente a la APGAR Familiar. No obstante, la APGAR sigue siendo
una de las escalas más usadas para evaluar percepción de funcionamiento
familiar por tratarse de un instrumento corto, de fácil entendimiento y
diligenciamiento independiente del nivel cultural y la edad del paciente. Es
importante destacar que su uso radica principalmente en el área de la medicina
y la enfermería y muy poco en odontología. Estudios en esta última área confirman
también su utilidad teniendo en cuenta que la familia puede significar una
importante covariable de estudio para la salud bucal del individuo(29,30). De aquí que la condición bucal podría
modificar algunos comportamientos de los procesos dinámicos relacionados con la
salud familiar o viceversa, a diferencia de otros aspectos o enfermedades que
podrían necesitar más de otros aspectos como el afecto y la participación
familiar, como se reporta en algunos estudios donde familias con pacientes con
depresión y cáncer precisan de más soporte social y comunicación(31,32),
mientras que cuando se relaciona la disfuncionalidad familiar con afecciones
bucales se notan frecuencias más altas negativas hacia los aspectos
relacionados con la presencia de recursos como tiempo, espacio y dinero(4).
Por ello se tuvo especial cuidado en la selección de escalas de aquellos
pacientes con solo afecciones bucales y no otras enfermedades que pueden
comprometer el comportamiento sicométrico de la escala. Es importante anotar
que el buen comportamiento de la escala para esta población específica de
adultos con afecciones odontológicas permite recomendar su uso, sobre todo
cuando se quiere conocer que aspectos específicos de la función familiar pueden
comprometer la salud bucal del individuo.
No haber desarrollado un
proceso de adaptación transcultural del instrumento por parte del equipo de
investigadores representa una limitación en este estudio. Esto supone haber
adoptado una traducción de un contexto culturalmente distinto al cual fue
aplicado y que, parcialmente, también puede explicar la falta de ajuste en el
AFC. No obstante, presenta algunas fortalezas como su tamaño de muestra pues para estudios de validez factorial es
recomendable que por cada ítem existan al menos 10 sujetos(20), lo
cual significaría 50 sujetos en total en el presente estudio. Además, el
robusto procedimiento estadístico empleado garantiza la precisión de sus
resultados(21).
Toda la anterior evidencia
pone de manifiesto que se debe promover ampliamente el uso de la escala en
pacientes odontológicos resaltando así la activa participación familiar en la
consecución de un buen estado de salud oral. Asimismo, es importante continuar
la investigación sobre las propiedades psicométricas de la escala a fin de generar
constructos válidos que ofrezcan mejores aportes sobre el estudio de
disfuncionalidad familiar. Es importante
tener en cuenta que la funcionalidad familiar responde a un proceso dinámico
que requiere reajustes constantes, lo que probablemente amerite incorporar
nuevos aspectos en estos instrumentos de acuerdo a la complejidad de su
medición por los diversos indicadores involucrados en el funcionamiento
familiar, de manera que no solo mida la presencia o no de disfuncionalidad
utilizando un concepto lineal (causa-efecto) sino más bien a la luz del concepto sistémico de lo que la familia
representa. El funcionamiento familiar
debe verse entonces de manera circular, es decir, lo que es causa puede pasar a
ser efecto o consecuencia y viceversa. El enfoque sistémico permite entonces
sustituir el análisis causa-efecto por el análisis de las pautas y reglas de
interacción familiar recíproca, que permitirá a su vez llegar al centro de los
conflictos familiares y por tanto a las causas de la disfunción familiar. Esto
representaría la ausencia de un criterio único para la medición del constructo
y que deben tenerse en cuenta para la mejora de las propiedades psicométricas
del instrumento(33).
APGAR familiar en
pacientes odontológicos del norte de Colombia muestra ser un instrumento de
tamizaje de alta utilidad clínica, excelente consistencia interna pero
cuestionable validez de constructo. Esto ratifica que los esfuerzos en
investigación sobre esta escala y específicamente para esta población deben
continuar a fin que pueda seguir siendo empleado en diversos estudios
epidemiológicos futuros donde se relacionen aspectos familiares y la salud
bucal de los individuos.
CONFLICTO DE INTERESES
Ninguno declarado por los
autores.
1. Bellón Saameño JA,
Delgado Sánchez A, Luna del Castillo JD, Lardelli Claret P. Validez y fiabiliad
del cuestionario de función familiar Apgar familiar. Atención Primaria. 1996;
18(6): 289-296.
2. Arias L, Herrera JA. El
APGAR familiar en el cuidado primario de la salud. Colombia Médica. 1994;
25(1): 26-28.
3. Sanders AE, Slade GD.
Apgar score and dental caries risk in the primary dentition of five years old.
Aust Dent J. 2010; 55(3): 260-267.
4. Díaz-Cárdenas S, Arrieta-Vergara
K, RamosMartínez K. Funcionalidad familiar y caries dental en niños de una
institución educativa de Cartagena de Indias. Rev Col Inv Odontol. 2015; 16(6):
41-49.
5. Díaz-Cárdenas S,
Tirado-Amador L, Madera-Anaya M. Odontología con enfoque en salud familiar. Rev
Cub Sal Pública. 2014; 40(3): 397-405.
6. Smilkstein G. The
family APGAR: a proposal for a family function test and its use by physicians.
J Fam Pract. 1978; 6(6): 1231-1239.
7. Smilkstein G, Ashworth
C, Montano D. Validity and reliability of the family APGAR as a test of family
function. J Fam Pract. 1982; 15(2): 303-311.
8. Castilla Cabello H,
Caycho Rodríguez T, Ventura León J, Palomino-Barboza M, De La Cruz Valles M.
Análisis factorial confirmatorio de la escala de percepción de funcionamiento
familiar de Smilkstein en adolescentes peruanos. Sal Sociedad. 2015; 6(2):
140-153.
9. da Silva MJ, Fonseca
Victor J, do Nascimento Mota FR, Silva Soares E, Belém Leite BM, Teixeira
Oliveira E. Analysis of psychometric properties of family APGAR with elderly in
northeast Brazil. Es Anna Nery. 2014; 2014(18): 3.
10. Díaz-Cárdenas S,
Arrieta-Vergara K, GonzálezMartínez F. Violencia intrafamiliar y factores de
riesgo en mujeres afrodescendientes de la ciudad de Cartagena. Rev Clín Medic
Familia. 2015; 8(1): 19-30.
11. Díaz-Cárdenas S,
Arrieta-Vergara K, GonzálezMartínez F. Estrés académico y funcionalidad
familiar en estudiantes de odontología. Sal Uninorte. 2014; 30(2): 121-132.
12.Sanchez R, Echeverry J.
Validating scales used for measuring factors in medicine. Rev Sal Publica.
2004; 6(3): 302-318.
13. Harrington D.
Confirmatory Factor Analysis. 1 ed. New York: Oxford University Press; 2009.
121.
14. Simancas-Pallares MA,
Díaz-Cárdenas S, BarbosaGómez P, Buendía-Vergara MB, Arévalo-Tovar LL.
Propiedades psicométricas del Índice de Bienestar General-5 de la Organización
Mundial de la Salud en pacientes parcialmente edéntulos. Rev Fac Med 2016;
64(4): 701-705.
15. Simancas-Pallares M,
Arrieta KM, Arévalo LL. Validez de constructo y consistencia interna de tres
estructuras factoriales y dos sistemas de puntuación del Cuestionario General
de Salud–12. Biomédica. 2017; 37(3).
16. Beaton DE, Bombardier
C, Guillemin F, Ferraz MB. Guidelines for the process of cross-cultural
adaptation of self-report measures. Spine (Phila Pa 1976). 2000; 25(24):
3186-3191.
17. Forero Ariza LM,
Avendaño Durán MC, Duarte Cubillos ZJ, Campo-Arias A. Consistencia interna y
análisis de factores de la escala APGAR para evaluar el funcionamiento familiar
en estudiantes de básica secundaria. Rev Col Psiquiatría. 2006; 35(1): 23-29.
18. Kline P. Handbook of
psychological testing: Routledge; 2013.
19. Tom AB, Bosker RJ.
Multilevel Analysis: An Introduction to Basic and Advanced Multilevel Modeling.
2nd ed. Stawski RS, editor. Los Angeles, CA.: Sage; 2012. 354.
20. Costello AB, Osborne,
J. Best practices in exploratory factor analysis: four recommendations for
getting the most from your analysis. Practical Assessment, Research &
Evaluation. 2005; 10(7): 1-9.
21. Brown TA. Confirmatory
factor analysis for applied research. Second ed. Boston, MA, USA: Guilford
Publications; 2015.
22. Li CH. Confirmatory
factor analysis with ordinal data: Comparing robust maximum likelihood and
diagonally weighted least squares. Behav Res Methods. 2016; 48(3): 936-949.
23. Hu LT, Bentler PM.
Cutoff criteria for fit indexes in covariance structure analysis: Conventional
criteria versus new alternatives. Struct Equat Model: multi j. 1999; 6(1):
1-55.
24. Castilla H, Caycho T,
Shimabukuro M, Valdivia A. Percepción del funcionamiento familiar: análisis
psicométrico de la escala APGARfamiliar en adolescentes de Lima. Propósitos y
Representaciones. 2014; 2(1):49-78.
25. Prazeres F, Santiago
L. Relationship between health-related quality of life, perceived family
support and unmet health needs in adult patients with multimorbidity attending
primary care in Portugal: a multicentre cross-sectional study. Health Qual Life
Outcomes. 2016; 14(1):156.
26. Pless IB, Satterwhite
B. A measure of family functioning and its application. Soc Sci Med. 1973;
7(8):613-20.
27. Edman SO, Cole DA,
Howard GS. Convergent and discriminant validity of FACES-III: family
adaptability and cohesion. Fam Process. 1990; 29(1): 95-103.
28. Epstein N, Baldwin L,
Bishop D. The McMaster family assessment device. J Marital Fam Therapy. 1983;
9(2): 171-180.
29. Reyes Romagosa DE,
Torres Pérez I, Quesada Oliva LM, Milá Fernández M, Labrada Estrada HE. Hábitos
bucales deformantes en niños de 5 a 11 años. Medisan. 2014; 18(5): 606-612.
30. Reisine ST, Psoter W.
Socioeconomic status and selected behavioral determinants as risk factors for
dental caries. J Dent Educ. 2001; 65(10): 1009-1016.
31. Han SH, Kim B, Lee SA,
Korean Qo LiESG. Contribution of the family environment to depression in Korean
adults with epilepsy. Seizure. 2015; 25: 26-31.
32. Lee MK, Yun YH. Family
functioning predicts end-of-life care quality in patients with cancer:
multicenter prospective cohort study. Cancer Nurs. 2017. DOI:
10.1097/NCC.0000000000000495.
33. Herrera Santí PM. La
familia funcional y disfuncional, un indicador de salud. Rev Cubana Med Gen
Integr. 1997; 13(6): 591-595.
Forma de citar:
Díaz-Cárdenas S, Tirado Amador L, Simancas-Pallaeres M. Validez de constructo y
confiabilidad de la APGAR familiar en pacientes odontológicos adultos de
Cartagena, Colombia. Rev Univ Ind Santander Salud. 2017; 49(4): 541-548.