Dayber Yoblaimer Camacho Ortiz (11 de enero de 1999 – 08 de agosto de 2020)
Claudia Amaya Castellanos, Luis Eduardo Junior Saavedra Blanco
Dayber Yoblaimer Camacho Ortiz (11 de enero de 1999 – 08 de agosto de 2020)
Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud, vol. 52, núm. 4, 2020
Universidad Industrial de Santander
Claudia Amaya Castellanos
Universidad Industrial de Santander, Colombia
Luis Eduardo Junior Saavedra Blanco
Universidad Industrial de Santander, Colombia
Dayber, aunque no tuvimos la fortuna de conocerte durante mucho más tiempo, tres semestres fueron suficientes para descubrir la maravillosa persona que fuiste. Un estudiante dedicado y luchador. Pese a las adversidades, nunca te diste por vencido porque tu sueño era convertirte en médico. Con sabiduría y madurez, viste oportunidades donde parecía no haberlas. Siempre te acercaste a pedir apoyo y hasta el final mostraste tu preocupación por cumplir con tus deberes académicos. Tu característica forma de sentarte, con tus piernas cruzadas hacia atrás, tu cuerpo inclinado hacia adelante y tu mano bajo tu barbilla, junto a tu mirada profunda y tu sonrisa pícara de complicidad ante las ocurrencias de tus compañeros, son cosas difíciles de olvidar; sumado a tu caballerosidad e inmenso respeto hacia los demás. Sé que como hijo fuiste igualmente ejemplar, obediente, responsable y un apoyo permanente para tu familia. Dejas un profundo vacío en quienes compartimos contigo. Sin embargo, siempre habrá una silla para ti en el aula, y el día de la graduación, igualmente habrá una para ti, porque hoy y siempre seguirás siendo UIS.
Una gran cantidad de buenos recuerdos me inundan la cabeza cada vez que pienso en él, Dayber era un amigo “de verdad”, de esos que regalan una amistad sincera y sin tapujos, amistad llena de momentos en los que solo había cabida para la alegría, en donde las lágrimas que se escapaban de los ojos y escurrían por las mejillas no eran de tristeza sino de felicidad; Dayber tenía la costumbre de recibir a los demás con una sonrisa en el rostro y su característico carisma, se preocupaba por el bienestar de sus amigos y familia, y siempre estaba en los momentos difíciles para brindar su apoyo; nunca se dio por vencido y luchó hasta el final para lograr alcanzar cada uno de sus sueños, y, aunque se haya ido, nunca será olvidado.