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Resumen
"O mujeres! No os dejéis arretar por el brillo de esta aureola divina que jamás rodeará vuestra frente. Luciréis como un meteoro, y probablemente á costa de vuestra reputación. Los hombres miran como su patrimonio el templo de Minerva, y si entráis en él, os castigarán cruelmente esta usurpación. Os quieren ilustradas, pero no literatas. La mujer que se ocupa de Escribir libros deja presumir que descuida sus diarios, minuciosos y Sagrados deberes, y todos la censuran, con rigor, porque se dice que intentó salir de su esfera." Josefa Acevedo de Gómez, Ensayo sobre los deberes de los casados. 1852