Publicado 2018-10-22
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Resumen
En el verano de 1830, en una cena ofrecida en la residencia de William J. Fox, ministro unitario de la capilla londinense de South Place, se conocieron Harriet Taylor (1808-1858) y John Stuart Mill (1806-1873). Ella tenía entonces 23 años, estaba felizmente casada desde hacía cuatro años y era madre de dos hijos. Él era un soltero de 25 años, hijo autodidacta de un funcionario de la administración inglesa de la Indias, James Mill. En su autobiografía, John Stuart Mill confesó que la amistad que ese día nació y que mantuvo hasta la muerte de la señora Taylor había sido “el honor
y la bendición principal” de su existencia, así como la principal fuente de buena parte de lo que había hecho a favor del mejoramiento del género humano. En su opinión, se trataba de “la persona más admirable” que había conocido en su vida, dado su anhelo de perfeccionamiento constante. Interesados en el mejoramiento de la condición social de las mujeres, a comienzos de 1832 se comprometieron los dos a escribir, el uno para
el otro, ensayos sobre la condición de la mujer bajo el régimen del matrimonio. Ese pensar conjunto para encontrar los caminos del mejoramiento del género femenino fue cerrado por Mill después de la muerte de Taylor, cuando terminó su famoso ensayo titulado El sometimiento de la mujer (1869). Pudo entonces concluir, después de más de tres décadas de reflexiones, que la subordinación legal de un sexo al otro era “injusta en sí misma y uno de los principales obstáculos para el progreso de la humanidad”. En consecuencia, tendría que ser reemplazado por el principio de la “perfecta igualdad, sin admitir ningún poder o privilegio para un sexo ni ninguna incapacidad para el otro”. Los dos ensayos iniciales de este pensar conjunto contra el prejuicio de la desigualdad natural entre los géneros, escritos en 1832, hacen parte de la colección Mill-Taylor de la British Library of Political and Economic Science, en la London School of Economics. Fueron publicados por primera vez en 1951, gracias al economista liberal Friedrich A. Hayek. Para propósitos educativos, hemos escogido la traducción castellana de Pere Casanellas, publicada en Madrid por A. Machado Libros (2000).