Los demonios

Abstract

“A menudo se reniega de los maestros supremos; se rebela uno contra ellos; se enumeran sus defectos; se los acusa de ser aburridos, de una obra demasiado extensa, de  xtravagancia, de mal gusto, al tiempo que se los saquea, engalanándose con plumas ajenas; pero en vano nos debatimos bajo su yugo. Todo se tiñe de sus colores; por doquier  ncontramos sus huellas; inventan palabras y nombres que van a enriquecer el vocabulario general de los pueblos; sus expresiones se convierten en proverbiales, sus personajes  cticios  e truecan en personajes reales, que tienen herederos y linaje. Abren horizontes de donde brotan haces de luz; siembran ideas, gérmenes de otras mil; proporcionan motivos de inspiración, temas, estilos a todas  as artes: sus obras son las minas o las entrañas del espíritu humano” (François de Chateaubriand: Memorias de ultratumba, libro XII, capítulo I, ).