Las vicisitudes de un científico durante la independencia de la Nueva Granada
Publicado 2007-07-02
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Resumo
RESUMEN
Bajo un magisterio disperso en Santa Fe y Popayán, cuyas figuras más destacadas fueron el protomédico José Celestino Mutis y el jurista José Félix de Restrepo, el movimiento ilustrado hispano se incorporó en el Nuevo Reino de Granada a un pequeño grupo de científicos que terminó congregado en la empresa de la Real Expedición Botánica. Los "notables hombres de la Botánica", encabezados por su director, el gaditano José Celestino Mutis, fueron cinco: Juan Eloy Valenzuela, Francisco Antonio Zea, Sinforoso Mutis, Francisco José de Caldas y José Mejía. Los voluntarios que fueron agregados a la empresa fueron fray Diego García, Bruno Landete, Pedro Fermín de Vargas (economía), José Camblor (geografía), Jorge Tadeo Lozano (zoología), Enrique Umaña (mineralogía), José Joaquín Camacho (botánica) y Miguel de Pombo (botánica). Para los trabajos de campo fueron contratados dos oficiales de pluma (José María Carbonell y José María de la Serna) y más de un docena de pintores: Salvador Rizo, Antonio García, Francisco Javier Matiz, Francisco Villarroel, Manuel Martínez, Mariano Hinojosa, Pedro Almanza, Camilo Quesada, José Joaquín Pérez, y unos quiteños tales como los hermanos Antonio y Nicolás Cortés, Antonio Silva, Vicente Sánchez y Antonio Barrionuevo. La Flora del Nuevo Reino de Granada fue el producto más destacado de esta empresa botánica, así como el Observatorio Astronómico construido en San Fe por fray Domingo de Petrés y dirigido por Francisco José de Caldas, el editor del Semanario del Muevo Reino de Granada (1808-1810), órgano de la ilustración neogranadina.