Núm. 19 (1965): Boletín de Geología
Artículos

La estratigrafía del Cretácico Superior y Terciario en el Extremo S del valle Medio del Magdalena

Jaime De Porta
Universidad industrial de Santander

Publicado 1965-04-16

Cómo citar

De Porta, J. (1965). La estratigrafía del Cretácico Superior y Terciario en el Extremo S del valle Medio del Magdalena. Boletín De Geología, (19), 5–50. Recuperado a partir de https://revistas.uis.edu.co/index.php/revistaboletindegeologia/article/view/5794

Resumen

El límite entre el Valle Medio y el Valle Superior del Magdalena se desplaza desde la población de Honda, donde se venía colocando antiguamente, hasta la latitud de Guatapurí-Piedras donde está determinado por la presencia de un accidente estructural: la falla inversa de Cambrás que cruza el Río Magdalena a la altura del Guatapurí y queda fosilizada hacia el occidente por los depósitos cuaternarios del Cono de Ibagué. Se aplica una nomenclatura litoestratigráfica a los sedimentos cretácicos de la Barrera de Girardot-Guatapurí, diferenciándose las siguientes unidades desde el muro al techo: Formación Hondita, 90 m; Formación Loma Gorda, 167 m; Grupo Olini, que comprende la Lidita Inferior con 35 m, el Nivel de Lutitas con 65 m y la Lidita Superior con 50 m; Nivel de Lutitas y Arenas, 75 m; Formación La Tabla, 91 m. La edad de la sucesión cretácica abarca desde el turoniense hasta el maastrichtiense sin que por el momento el conocimiento de la fauna permita establecer divisiones cronoestratigráficas más precisas. En el borde W de la Cordillera Oriental el cretácico superior está representado por la Formación Cimarrona que entra en contacto con el terciario del Valle Medio del Magdalena por la falla de Cambrás, accidente que sirve de límite oriental a este sector S del Valle Medio. La Formación Cimarrona se divide en las siguientes unidades del muro al techo: Miembro La Fría, 157 m; Nivel de Arenitas y Lutitas, 127 m; Miembro Zaragoza, 70 m; Miembro La Primavera, 76 m. La edad de la Formación Cimarrona después de la fauna de foraminíferos correspondería al maastrichtiense. Los sedimentos terciarios se encuentran distribuidos en dos áreas: el Sinclinal de Jerusalén-Guaduas y el Valle Medio del Magdalena. En el Sinclinal de Jerusalén-Guaduas aflora el terciario más inferior representado por la Formación Seca (antigua Formación Guaduas); Formación Hoyón dividida en los Siguientes miembros: Miembro Cambao 200m, Nivel de Lutitas 130 m, Miembro Aguasclaras 147 m, y Miembro Capira 200 m; Formación San Juan de Río Seco (=antigua Formación Gualanday) dividida en tres miembros: Miembro Armadillos 235 m; Miembro Almácigos 299 m y Miembro La Cruz 202 m. Finalmente se encuentra la Formación Santa Teresa (=antigua Formación La Cira) con la que termina la sedimentación terciaria en el Sinclinal. Dentro del Valle Medio del Magdalena el terciario está representado por el Grupo Honda al que se ha dividido en tres Formaciones: en la base Formación Cambrás (= antiguo Honda no Andesítico de Butler) que no aflora dentro de la región estudiada; Formación San Antonio (= antiguo Honda Andesítico de Butler) que se subdivide en tres miembros: Miembro Flor Colorada 342 m, Miembro Los Cocos 251 m y Miembro La Ceibita 437 m; finalmente la Formación Los Limones que representa el techo del Honda. La Formación Mesa compuesta principalmente por sedimentos procedentes de la erosión de las rocas volcánicas se ha dividido en tres miembros: Miembro Palmas, 80 m; Miembro Bernal, 204 m y Miembro Limbí, 61 m. La Formación Mesa se encuentra solamente al W de la Falla de Honda donde descansa normalmente sobre el Miembro La Ceibita de la Formación San Antonio del Grupo Honda. El contacto entre las dos unidades parece normal, no observándose ninguna discordancia. Máximo se podría aceptar una discordancia progresiva muy débil. Se plantea en este sentido la hipótesis de que la Formación Mesa representa una facie local del Grupo Honda y sea equivalente en parte a la Formación Limones. La edad de la sucesión terciaria es difícil de establecer por falta de datos paleontológicos. Debe seguramente abarcar desde el paleoceno hasta el mioceno y quizás hasta el plioceno. Pero establecer divisiones dentro de ella es por el momento imposible. Los datos que en este sentido se han publicado corresponden a la idea de hacer coincidir cada unidad litoestratigráfica con un piso determinado sin que existan bases paleontológicas. El cuaternario está representado por una serie de conos que descienden de la Cordillera Central y algunos llegan hasta el mismo Río Magdalena. Entre los más importantes están El Cono de Lérida, El Cono de Ibagué y El Cono de Venadillo. Los demás depósitos cuaternarios corresponden a terrazas y a un manto continuo de derrubios que se extiende por todo el borde de la Cordillera Oriental. Estructuralmente el extremo S del Valle Medio del Magdalena corresponde a una semifosa basculada hacia el oriente. Limita con la Cordillera Oriental por la falla inversa de Cambrás. Mientras que hacia el W de los depósitos del Grupo Honda son transgresivos sobre la Cordillera Central. Esta disposición de semifosa basculada hacia el E da lugar a que junto a la falla de Cambrás se encuentren máximos espesores.

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